MURCIA.- El exalcalde franquista de Murcia Clemente García García ha fallecido a las seis de la madrugada de este viernes a los 83 años en el hospital Virgen de la Arrixaca. No ha podido superar la
grave afección respiratoria de viejo fumador que sufría desde hace muchos meses y que se había complicado en los
últimos días pese a vivir ya pegado a una bombona de oxígeno.
Clemente García nació en Olula del Río (Almería) el 29 de junio de 1936 y, un mes y medio después, por destino del padre, el 8 de agosto, su humilde familia se trasladó a la provincia de Murcia recién iniciada la Guerra Civil, donde estudió el Bachillerato interno en el colegio marista de La Merced y la carrera de Derecho en la UMU, para posteriormente entrar como letrado-funcionario de carrera en la extinta Diputación Provincial donde fue compañero y confidente del padre de Ramón Luis Valcárcel.
Clemente García nació en Olula del Río (Almería) el 29 de junio de 1936 y, un mes y medio después, por destino del padre, el 8 de agosto, su humilde familia se trasladó a la provincia de Murcia recién iniciada la Guerra Civil, donde estudió el Bachillerato interno en el colegio marista de La Merced y la carrera de Derecho en la UMU, para posteriormente entrar como letrado-funcionario de carrera en la extinta Diputación Provincial donde fue compañero y confidente del padre de Ramón Luis Valcárcel.
Luego, el Ministerio de la Gobernación, a propuesta del ínclito gobernador civil y jefe provincial del Movimiento, Enrique Oltra Moltó, le designó a dedo con 35 años para el
cargo de alcalde de la capital regional y jefe local del Movimiento, entre los años 1972-1979, en sustitución del ingeniero y funcionario del Ministerio de Industria, Miguel Caballero Sánchez, a la sazón suegro de Carlos Egea, primer subdirector general de la Caja de Ahorros Provincial fundada precisamente por la Diputación y germen de la ulterior Caja Murcia.
Formó parte el almeriense Clemente García desde joven del Consejo Provincial del Movimiento hasta su disolución con la Ley para la Reforma Política de 1977. Y cesó como procurador en Cortes, alcalde y jefe local del Movimiento en 1979 con la llegada de la democracia y unas primeras elecciones municipales donde la Alcaldía de Murcia pasó al PSOE en la persona del Dr. Aroca Ruíz-Funes, perteneciente por vía materna a una ilustre y destacada familia de raíz republicana.
Como alcalde franquista destacó García por su Plan de Ordenación Urbana del año 1977, original del catalán Ribas i Piera, que tanto capitalizó a determinados y señalados promotores inmobiliarios de la época, por avisados, frente a otros que se despistaron o no supieron a tiempo encontrar un cauce de información privilegiada de por donde iría la expansión de la ciudad en la margen derecha del Segura frente al antiguo Hospital Provincial, actualmente polígono Infante Don Juan Manuel. Y sobre la vieja vía férrea a Caravaca en su primer tramo entre la estación de Zaraiche y El Puntal, hoy la avenida Juan Carlos I.
Incapaz el almeriense de reciclarse políticamente a la democracia (en 1975 participó activamente en la organización de la manifestación de apoyo a Franco en Murcia tras firmar el general varias penas de muerte de opositores extremistas), fue sonado su apoyo público e institucional a los últimos fusilamientos de la Dictadura, el 27 de septiembre de 1975, de jóvenes activistas antifranquistas; con 22 años un murciano de adopción entre ellos, José Luis Sánchez Bravo, enterrado a continuación en el cementerio de Nuestro Padre Jesús, en Espinardo. No consta públicamente que luego, en algún momento de su vida, Clemente García se retractase o pidiese perdón a la familia aunque era hombre de comunión diaria.
Aficionado al Tarot y a las cartas astrales, García era reciente doctor en Derecho, miembro de la Real Academia de Legislación y Jurisprudencia y durante 34 años fue secretario general de la Confederación Regional de Organizaciones Empresariales (Croem), entidad donde se refugió tras la caída del Régimen de Franco, para ejercer como un reconocido cacique moderno aunque retardatario desde el no tan oculto viejo fascio murciano.
Formó parte el almeriense Clemente García desde joven del Consejo Provincial del Movimiento hasta su disolución con la Ley para la Reforma Política de 1977. Y cesó como procurador en Cortes, alcalde y jefe local del Movimiento en 1979 con la llegada de la democracia y unas primeras elecciones municipales donde la Alcaldía de Murcia pasó al PSOE en la persona del Dr. Aroca Ruíz-Funes, perteneciente por vía materna a una ilustre y destacada familia de raíz republicana.
Como alcalde franquista destacó García por su Plan de Ordenación Urbana del año 1977, original del catalán Ribas i Piera, que tanto capitalizó a determinados y señalados promotores inmobiliarios de la época, por avisados, frente a otros que se despistaron o no supieron a tiempo encontrar un cauce de información privilegiada de por donde iría la expansión de la ciudad en la margen derecha del Segura frente al antiguo Hospital Provincial, actualmente polígono Infante Don Juan Manuel. Y sobre la vieja vía férrea a Caravaca en su primer tramo entre la estación de Zaraiche y El Puntal, hoy la avenida Juan Carlos I.
Incapaz el almeriense de reciclarse políticamente a la democracia (en 1975 participó activamente en la organización de la manifestación de apoyo a Franco en Murcia tras firmar el general varias penas de muerte de opositores extremistas), fue sonado su apoyo público e institucional a los últimos fusilamientos de la Dictadura, el 27 de septiembre de 1975, de jóvenes activistas antifranquistas; con 22 años un murciano de adopción entre ellos, José Luis Sánchez Bravo, enterrado a continuación en el cementerio de Nuestro Padre Jesús, en Espinardo. No consta públicamente que luego, en algún momento de su vida, Clemente García se retractase o pidiese perdón a la familia aunque era hombre de comunión diaria.
Aficionado al Tarot y a las cartas astrales, García era reciente doctor en Derecho, miembro de la Real Academia de Legislación y Jurisprudencia y durante 34 años fue secretario general de la Confederación Regional de Organizaciones Empresariales (Croem), entidad donde se refugió tras la caída del Régimen de Franco, para ejercer como un reconocido cacique moderno aunque retardatario desde el no tan oculto viejo fascio murciano.
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