MADRID.- El pedrisco, la helada y la falta de cuajado son los riesgos
climáticos que más afectaron a las explotaciones de fruta en la pasada
campaña.
Los fruticultores de las zonas de producción más tardías (Aragón,
Cataluña, La Rioja y Navarra) tienen hasta el 28 de febrero para
asegurar su cosecha 2019 frente a los riesgos de helada y falta de
cuajado, entre otros.
En la campaña anterior, se suscribieron a nivel nacional más de
14.000 pólizas, que dieron cobertura a una superficie superior a las
100.000 hectáreas y a una producción de 2,3 millones de toneladas de
fruta. Destaca que más del 60% de la producción asegurada se concentra
en las comunidades autónomas de Cataluña y Aragón.
La siniestralidad en frutales, correspondiente a los daños provocados
por la adversa meteorología en 2018, triplica la registrada en 2017,
hasta alcanzar los casi 190 millones de euros, con cerca de 70.000
hectáreas afectadas, lo que dio lugar a declaraciones de siniestro en
dos de cada tres hectáreas aseguradas.
Aragón y Cataluña (fundamentalmente, la provincia de Lérida), dos de
las principales zonas productoras de fruta tardía, acumulan más del 40%
de la siniestralidad total. Las tormentas de pedrisco, que se reiteraron
durante todo el verano, son los episodios que más afectaron a ambas
zonas, aunque también sufrieron daños por la falta de cuajado y la
helada.
El sistema español de Seguros Agrarios Combinados ofrece cobertura al
sector agrario frente a los daños causados en las producciones
agrícolas y ganaderas por siniestros de diversa naturaleza. Las
condiciones climáticas extremas y cambiantes que se producen,
continuamente, y los perjudiciales efectos que tienen en las cosechas,
ponen de manifiesto la conveniencia de proteger las explotaciones con un
seguro agrario que permita hacer frente a estas situaciones.
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