jueves, 17 de enero de 2019

En busca de un monasterio tibetano perdido / Guillermo Herrera *

Un amigo lector de Youtube me ha pedido que cuente una aventura personal, en lugar de generalizar, y como me sobran experiencias, me he puesto manos a la obra, no sin esfuerzo para tratar de acordarme de todo lo más importante. He guardado durante muchos años el secreto de esta aventura personal en Nepal, pero siento que ahora es el momento de compartirla con mis amigos lectores. No hace falta ser Indiana Jones ni Jesús Calleja para vivir una aventura sobrenatural en la cordillera del Himalaya.

Hace casi treinta años (no recuerdo la fecha exacta) organicé una expedición personal al valle del Kali Gandaki (la Garganta de Kali) que discurre entre los picos himalayos del Daulaguiri y el Anapurna. El objetivo era localizar un pequeño monasterio budista, que ahora estaría en ruinas, al que yo había pertenecido como Lama en una vida pasada, cuyo recuerdo profundo me inundaba de una nostalgia infinita y me llenaba de lágrimas.

EL RÍO GANDAKI
El río Gandaki o Gandak en hindi, también conocido en el sur del Nepal como Narayani en nepalí, es uno de los ríos principales de Nepal y es un afluente de la margen izquierda del río Ganges en la India. En Nepal el río se caracteriza por su profunda garganta a través del Himalaya y su enorme potencial hidroeléctrico. Tiene una longitud de 630 kilómetros y una cuenca de 46.300 km², la mayor parte en Nepal. Se encuentra entre dos sistemas similares, el del río Kosi, al este, y el del río Karnali, al oeste.

El río se llama a veces Sapta Gandaki (‘sapta’ significa siete) debido a que son siete los afluentes que caen desde el Himalaya, o más al norte, a lo largo de la divisoria de las cuencas de los ríos Ganges y Brahmaputra. Estos siete ríos son: Daraudi, Seti, Madi, Kali, Marsyandi, Budhi y Trisuli

El río Narayani como tal se forma en territorio nepalí, (concretamente en la zona de Terai, al sur del país), en la confluencia de los ríos Kali y Trisuli, que provienen de territorio chino.

El río adopta el nombre de Gandak cuando atraviesa la frontera india, a partir de la cual discurre en dirección sureste, atravesando la planicie Indo-Ganges. Finalmente, desemboca en el río Ganges, en las proximidades de la ciudad de Patna, tras un recorrido de 630 km.

RECORRIDO
Se trataba de recorrer la orilla del río entre la aldea de Tansin y la gran ciudad de Baratpur o Baktapur en la zona tropical del Therai. Según mis registros akásicos, mi supuesto monasterio se llamaba en tibetano “Ñinma Tugtrel” que significa “Sol Triste” porque estaba orientado hacia el poniente en un abrupto acantilado meridional del Kali Gandaki.

En Katmandú, conseguí un permiso oficial del Gobierno nepalí para recorrer dicha zona y contraté a un equipo de sherpas para que me acompañara a la expedición en compañía de mi amigo budista Juanma Sebastián, y de Alejandro, un monje budista español natural de Canarias.

Pero la expedición fue un fracaso por la sencilla razón de que el río no tenía una linda orilla plana de arena ya que todo era vertical y escarpado, y había que subir y bajar grandes cerros constantemente para recorrer el río, por lo que no me quedó más remedio que abortar la expedición por agotamiento e ir en busca del taxi más cercano. No era un valle sino un cañón.

SEGUNDA EXPEDICIÓN
Pocos días después organicé una segunda expedición más cómoda de ‘rafting’ que consistía en navegar dicho tramo del río a bordo de una balsa neumática ancha dirigida por un capitán, que es un guía, también llamado timonel, que posee experiencia y conocimientos sólidos de los rápidos de acuerdo a la clase de río por recorrer.

Todo iba bien hasta que llegamos a los rápidos del río y, a causa de la turbulencia, me caí al agua por el bamboleo de la balsa, pero sin peligro, porque soy buen nadador. El único problema fue que se me mojó el pasaporte, los billetes de Nepal y los cheques de viaje American Express, por lo que tuve que extenderlos sobre una peña para secarlos al sol.

El descenso de ríos o ‘balsismo’, conocido mundialmente como ‘rafting’, es una actividad deportiva y recreativa que consiste en recorrer el cauce de un río en la dirección de la corriente (río abajo), por lo general sobre algún tipo de embarcación o balsa inflable. 

Por lo común los ríos que se navegan tienen algún grado de turbulencia, estos también son llamados ríos “de aguas blancas” debido a que este color es característico de la espuma que genera la turbulencia en los cuerpos de agua. Otra denominación común para este tipo de ríos es simplemente ‘rápidos’.

Toda persona que realiza descenso de ríos debe conocer como mínimo las siguientes técnicas:
  • Voces básicas de remada y su ejecución: "adelante", "atrás", "derecha", "izquierda", "piso" y "alto". Además es indispensable saber qué hacer en caso de "lado alto" para evitar voltearse o evitar caídas.
FRACASO Y APRENDIZAJE
Por supuesto que no encontré ningún monasterio perdido, y este fracaso me produjo una depresión profunda que me llevó a pasar unos días encerrado y aislado en el hotel Tara Gaon que había cerca de la estupa de Bodnath.

Pero en lugar de encontrar el monasterio, me encontré a mí mismo y me di cuenta de que mi verdadero ‘monasterio’ o refugio lo llevaba a cuestas dentro de mi Ser Divino superior, soberano, libre y expandido.

Fue una locura de juventud de la que no me he arrepentido, porque aprendí mucho de mis errores. ¡Oh Dios mío, gracias por darme una gran lección de humildad!




(*) Periodista

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