sábado, 25 de agosto de 2018

España, alfa y omega de la humanidad / Guillermo Herrera *

El mundo actual comenzó en España cuando un hijo de Noé fundó la ciudad de Toledo, después del diluvio universal, y el fin del mundo (es decir, el final del sistema esclavo del dinero-deuda que fundó Enlil en Sumeria y Babilonia) también tendrá lugar en Toledo cuando Alberto Canosa saque el Arca de la Alianza de la Cueva de Hércules.

España es y ha sido siempre el ombligo del mundo por una u otra razón, y no sólo por el descubrimiento de América, que más bien fue un encontronazo, sino además porque la segunda guerra mundial comenzó en España con nuestra guerra incivil.

Mientras tanto los españoles seguimos enredados en nuestras rencillas domésticas sin ser conscientes del papel glorioso y trascendental que nos ha reservado el destino. Lo sepamos o no, somos el punto neurálgico del mapa mundi, sin caer en el chovinismo, ni menospreciar a otros países, que también tienen un papel importante que cumplir en este fin de los tiempos tan agitado.

CUEVA DE HÉRCULES
Se denomina cueva de Hércules a unos espacios subterráneos abovedados de época del Rey Salomón situados en la ciudad de Toledo, que se localizan en los números 2 y 3 del callejón de San Ginés, bajo un inmueble que ocupa el solar de la que fue iglesia de San Ginés hasta 1.841.

Según la leyenda, el Rey Salomón edificó un palacio encantado cerca de Toledo, construido con jade y mármol, y ocultó en su interior maravillosos tesoros, entre ellos el Arca de la Alianza y la famosa Mesa de Salomón. Estas cuevas eran el recinto misterioso cuyo ingreso estaba prohibido a los mortales, y cuyo desvelamiento acarrearía grandes males.

Salomón puso un candado en la puerta y ordenó que cada nuevo rey añadiera uno, ya que las amenazas se cumplirían el día en que uno de ellos fuera curioso y entrara. El rey don Rodrigo se atreve a entrar y con ello arrastra a la ruina a su país, que se verá invadido por los árabes. Posteriormente, fueron utilizadas como refugio por los cristianos perseguidos por los árabes y, luego, por los árabes y judíos perseguidos por los cristianos.

MURIERON DE MIEDO
Fue a esa ubicación donde descendieron los bragados enviados por el Cardenal Silíceo que más tarde murieron del susto que sufrieron. Tan fuerte era la creencia, al acabar la edad media, en las cosas infernales que sucedían en los subterráneos toledanos y en los monstruos que los habitaban, que el Cardenal Silíceo mandó practicar un reconocimiento en las Cuevas de Hércules en 1.546. Los exploradores se internaron con antorchas en los subterráneos de San Ginés; pero aparecieron demacrados y contando tan terribles historias que la extraña cueva se tapió; este suceso fue registrado en los anales toledanos.

Precisamente Toledo fue la ciudad más disputada de la guerra civil, a pesar de no tener valor estratégico-militar, porque es el centro espiritual de España, y posiblemente sea “la Jerusalén celestial” de la que habla el Apocalipsis de San Juan.

La tradición popular cuenta que, durante la guerra civil, muchas personas huyeron a través de esas cuevas desde Toledo, saliendo a través de una bóveda hundida cerca de la vecina población de Mocejón. Estas cuevas llegaban varias leguas fuera de Toledo, alcanzando el paraje conocido como Cuevas de Olihuelas, en la finca de Higares, término de Mocejón.

INDIGNADOS
También España fue el primer país en el que la gente salió a la calle espontáneamente para quejarse del sistema con el movimiento del 15-M, que luego se extendió a todo el mundo con el “Ocupa Wall Street”, “YoSoy 132” o “Nuit debout”. Pero luego fue domesticado con la creación del partido ‘Podemos’, que son marxistas disfrazados de hippies. Si analizamos la historia, encontraremos muchas más sincronicidades que comenzaron en España.

El Movimiento 15-M, también llamado movimiento de los indignados, fue una movilización ciudadana formado a raíz de la manifestación del 15 de mayo de 2.011, convocada por diversos colectivos, donde después de que cuarenta personas decidieran acampar en la Puerta del Sol.

Esa misma noche, de forma espontánea, se produjeron una serie de protestas pacíficas en España, con la intención de promover una democracia más participativa alejada del bipartidismo PSOE-PP (binomio denominado ‘PPSOE’) y del dominio de bancos y corporaciones, así como una auténtica división de poderes y otras medidas con la intención de mejorar el sistema democrático.

Ha aglutinado a diversos colectivos ciudadanos con distintos lemas, como el de la manifestación del 15 de mayo: «No somos marionetas en manos de políticos y banqueros» o «Democracia real ¡YA! No somos mercancía en manos de políticos y banqueros.»

ESPIONAJE
Cada vez que menciono el nombre de Alberto Canosa, entra en mi ordenador una legión de espías, que a veces me bloquea el PC, para vigilar lo que estoy escribiendo como si yo fuera un peligroso terrorista islamista, o un traidor a mi patria o a mi Rey.

No sé si serán del CNI, de la CIA o del super-ordenador cuántico dotado de inteligencia artificial autónoma llamado “Reina Roja” que se halla bajo el Aeropuerto de Denver (Colorado, EE.UU.) que emite ondas cerebrales desde todos los teléfonos móviles del mundo para manipular a la población.

Por eso recomiendo a todo el mundo que utilice orgonitas para protegerse de la contaminación electromagnética, y que utilice cables en lugar de ‘wifi’. Las mejores orgonitas son las que tienen forma de pirámide. Yo las compro en Ocurruncho de Barnimela y van geniales.

NO SOY UN TRAIDOR
Pues no señor, yo no soy un traidor. Yo amo profundamente a Dios, a mi patria, a mi Rey, a mi gente y a mi tierra, y jamás iría contra los intereses de mi propio país. Además, como militar, juré lealtad a la Patria, al Rey y a la Constitución Española, y jamás violaría mi juramento.

El que yo hable del señor Canosa no quiere decir que yo esté en contra del Rey actual, al que considero el mejor Rey ilustrado que ha tenido España, junto con Carlos III, y que está cumpliendo un papel muy importante para evitar la fractura territorial de mi país. Otro tema son los enredos de su familia, en los que yo no voy a entrar porque no me corresponde.

Si yo menciono al señor Canosa es porque como Periodista de Misterio estoy obligado a hacerme eco de las profecías del Gran Monarca, que se hallan en los “Falsos Cronicones” de Toledo, no porque yo me haya afiliado a ningún movimiento, que no lo he hecho, con el fin de conservar mi independencia periodística. Jamás en mi vida me he afiliado a ningún partido político ni a ninguna sociedad secreta para poder seguir escribiendo con libertad.



(*) Periodista

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