sábado, 25 de agosto de 2018

Dos fragatas dotadas de misiles de crucero 'Kalibr', se incorporan hoy a la escuadra rusa en el Mediterráneo


MOSCÚ.- Las fragatas Almirante Grigorovich y Almirante Essen de la Flota del mar Negro de la Armada de Rusia se incorporan este 25 de agosto a la escuadra rusa en el Mediterráneo, informó hoy sábado el portavoz de la Flota, Alexéi Ruliov.

Indicó que ahora los buques, que partieron de Sebastopol rumbo al Mediterráneo, están atravesando los estrechos del Bósforo y los Dardanelos.
Las fragatas del proyecto 11356 como Almirante Grigorovich (en la imagen) y Almirante Essen tienen un desplazamiento de 4.000 toneladas, miden 125 metros de eslora, pueden navegar a una velocidad máxima de 30 nudos y tienen 180 tripulantes.
Están dotadas de misiles de crucero Kalibr, un cañón A-190 de 100 milímetros, tubos lanzatorpedos de 533 milímetros y un helicóptero de cubierta Ka-27 (0 Ka-31).


 ¿Por qué necesita Rusia los misiles Kalibr en el Mediterráneo?

El presidente ruso Vladímir Putin anunció el pasado mes de mayo que los buques rusos con misiles de crucero Kalibr montarán guardia permanente en el mar Mediterráneo. ¿Será esta estrategia demasiado potente como para aplicarse contra los terroristas sirios? ¿Qué otros objetivos podrían potencialmente apuntar estos misiles?

La escuadra mediterránea está casi formada. La columna vertebral está compuesta por los barcos de la Flota del Mar Negro, mientras que los buques de las Flotas del Báltico y del Norte se agregarán como secundarios de vez en cuando, explicó el experto militar Alexéi Leonkov en unos comentarios al diario Vzglyad.

"El despliegue de la escuadra mediterránea se desarrolla de acuerdo con el plan. La mayoría de los barcos que entran en servicio ya están equipados con los misiles de crucero o torpedos Kalibr", añadió.

Cuando apareció la primera noticia sobre los lanzamientos de los Kalibr en Siria, varios expertos se preguntaron si vale la pena utilizar unos misiles de crucero costosos para destruir instalaciones como almacenes o sedes de los terroristas, puesto que lo podría hacer la aviación. Sin embargo, hay varios argumentos a favor del uso de los Kalibr en este caso.

De acuerdo con las fuentes abiertas, el precio de un Kalibr en su versión de exportación es de unos 500.000-600.000 dólares. Para comparar, un misil de crucero estadounidense Tomahawk basado en el mar cuesta alrededor de 1,5 millones de dólares. Sin embargo, EEUU lanzó 59 Tomahawk contra la base siria de Shairat.

El uso en combate de unos misiles de crucero más económicos y, al mismo tiempo, efectivos impresionó a los potenciales compradores extranjeros.

Pero, por supuesto, una permanente presencia de los barcos armados con los Kalibr en el mar Mediterráneo tiene también objetivos geopolíticos.

La flota rusa comenzó a regresar al Mediterráneo incluso antes de la operación en Siria. En 2013, Serguéi Shoigú ordenó crear un comando de la unidad operacional de la Marina para proteger los intereses de Rusia en el Mediterráneo, zona de responsabilidad de la Flota del Mar Negro.

El experto militar Alexéi Leonkov, por su parte, destaca otro beneficio importante de la guardia permanente en el mar Mediterráneo.

"Gracias a esto, todas nuestras tripulaciones podrán ir al mar Mediterráneo y capacitarse en otras condiciones climáticas, como se hacía en la época soviética", señaló.

La lista de objetivos de los Kalibr en el Mediterráneo es bastante amplia, según Leonkov quien agregó que no se trata de un país específico sino de "un mensaje a los que supuestamente están luchando contra ISIS".

En la zona de alcance del Kalibr está, por ejemplo, la base militar británica de Acrotiri y Dhekelia en Chipre, al igual que la base turca de Incirlik.

"Si hablamos del Kalibr aplicado contra objetivos en tierra, se trata de una distancia de 1.500 a 2.500 kilómetros, al igual que los Tomahawk estadounidenses", recordó Leonkov.

Es decir, en el área de alcance de los misiles de crucero desplegados en el Mediterráneo oriental, está casi todo el sur de Europa, incluyendo la sede del Mando Conjunto de la OTAN en Nápoles, los centros de control de operaciones aéreas de la Alianza en Larissa (Grecia) y Poggio Renatico (Italia), la sede de las Fuerzas Aéreas Conjuntas de la OTAN en Izmir en Turquía, así como las bases aéreas de Bezmer y Graf Ignatievo en Bulgaria utilizadas por los estadounidenses.

Desde el Mediterráneo, se puede alcanzar también la base aérea de EEUU en Aviano (Italia), desde donde los estadounidenses bombardearon Yugoslavia.

No obstante, el presidente ruso Vladímir Putin declaró que la presencia permanente de los Kalibr en el Mediterráneo es necesaria "debido a la continua amenaza de ataques de los terroristas internacionales en Siria".

Putin recordó que los terroristas en Siria sufrieron daños graves causados por los ataques con misiles de crucero y los aviones de cubierta de la Marina.

El primer ataque de los Kalibr contra las instalaciones de Estado Islámico y el Frente al Nusra —ambos grupos terroristas proscritos en Rusia y otros países— se llevó a cabo desde el mar Caspio en octubre de 2015.

Dos meses más tarde, el lanzamiento desde el submarino Rostov na Donu se realizó por primera vez desde el mar Mediterráneo.

En octubre del año pasado, los Kalibr, lanzados desde el submarino Novgorod, destruyeron los objetivos en la provincia siria de Deir Ezzor. Y a finales de enero, los barcos y submarinos de la Flota del Mar Negro realizaron 100 ataques de los Kalibr contra los yihadistas en Siria.

No hay comentarios: