FERROL/CÁDIZ.-Hace dos años que Navantia espera la rúbrica del contrato para
la construcción de cinco corbetas para la Armada de Arabia Saudí. Lo
que a comienzos del 2016 parecía un encargo inminente, ha ido
dilatándose en el tiempo hasta el momento, sin que el pedido se
materialice, según recalca La Voz de Galicia.
En los últimos días, directivos de la empresa pública -entre ellos el presidente, Esteban García Vilasánchez- se desplazaron a Riad, en donde participaron en una de las ferias de la construcción naval militar más importante de Oriente.
Sin embargo, aunque los responsables de la compañía han aprovechado su estancia en el certamen para realizar contactos con las más altas instancias de la Defensa del país, han regresado a España sin que se produjese la rúbrica del acuerdo, que podría convertirse en uno de los encargos de mayor presupuesto de los que hasta el momento haya conseguido la compañía.
Tampoco cuentan con una fecha estimada en la que este último hito pueda concretarse, después de que por parte de la firma hubiese salvado todos los trámites necesarios para sellar un encargo de venta de material militar entre ambos países.
La prensa local se hizo eco estos días de que el Ministerio de Defensa está a punto de dar luz verde a uno de sus mayores presupuestos, por lo que el contrato podría producirse en el marco de ese ciclo expansivo.
La Defensa de Arabia Saudí destinará alrededor de 2.000 millones de euros a este encargo, que no solo incluye la fabricación de las corbetas, sino también el adiestramiento de las dotaciones, entre otros.
Navantia prevé repartir el trabajo de este pedido entre los astilleros de San Fernando (Cádiz) y los de la ría de Ferrol. Sin embargo, esta decisión dependerá finalmente de cuándo se dé luz verde a la orden de ejecución de las fragatas F-110 para la Marina española, que se harán íntegramente en Ferrol.
De concretarse antes que el encargo de Arabia, casi con toda probabilidad ya no habrá reparto del otro pedido de la Marina árabe.
El comité de empresa de Navantia Ferrol ha exigido a la dirección de la empresa que tenga una mayor celeridad para comenzar de lleno en la negociación del plan estratégico diseñado para el período 2018-2022. «Máis aló do contido das dúas reunións levadas a cabo e da información recibida, que nunca sobra, a realidade é que a crítica situación na que está inmersa Navantia dende todos os puntos de vista (económica/financiera, organizativa, enxeñería e procesos, carga de traballo, industrial, laboral, persoais envellecidos, etc) require de maior axilidade para a adopción de medidas e decisións de urxencia», suscriben los distintos sindicatos en un comunicado trasladado a la plantilla de la antigua Bazán.
Insisten en que, antes de que la situación sea irreversible, es preciso cambiar el rumbo. Por ello, reclaman a la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) y a la dirección de la empresa pública que entregue el plan a los representantes de los trabajadores y comiencen de inmediato las conversaciones entre las partes «coa finalidade de disipar as incertezas xeradas e de resolver os numerosos problemas estruturais que afectan á empresa».
El comité de Navantia Ferrol realiza esta valoración del último encuentro mantenido en Madrid, en el que la SEPI y la dirección de la compañía explicaron las líneas maestras de plan comercial y de eficiencia operativa. Resta por conocer las medidas que tiene previsto materializar para poner freno al envejecimiento de la plantilla y la unificación de las condiciones laborales en un convenio único para todos los astilleros de la firma.
Versión gaditana
La
firma definitiva del contrato entre Navantia y Arabia para la
construcción en San Fernando de cinco corbetas está más cerca o, al
menos, es la sensación que se transmite desde distintos frentes.
El
presidente de la compañía española, Esteban García Vilasánchez, y los
máximos responsables de varios departamentos de la empresa pública han regresado de la capital saudí, donde han participado en la feria naval AFED.
Navantia ha desplegado en Riad un importante contingente de ejecutivos
con el ánimo de que el proyecto naval de las corbetas no tenga vuelta
atrás y sea una realidad en marzo.
De hecho, el Gobierno
saudí anunció a finales del año pasado que en 2018 aprobaría el mayor
presupuesto de su historia en materia de defensa, unos 56.000 millones
de dólares, lo que significa un aumento del 10% con respecto al
presupuesto de 2017.
El Rey Salmán bin Abdulaziz estaría a punto de
bendecir con su firma esta faraónica inversión, que reserva un
importante pellizco para llevar a cabo la renovación de la flota. Según
ha podido saber La Voz de Cádiz, Navantia culminó el pasado año toda la
tramitación del proyecto de las corbetas, que suma una inversión de
2.000 millones de euros, y aguarda desde agosto la firma del
acuerdo que permita iniciar la obra en el astillero isleño.
Cabe
recordar que una delegación saudí viajó en verano a Madrid para cerrar
flecos con España en relación a la obra de las corbetas y durante el
encuentro se firmó un contrato de confidencialidad y colaboración en
materia de defensa entre ambas partes. La posibilidad de que el Rey
autorice en los próximos días el gasto en defensa y la presencia de la
cúpula de Navantia en Riad no es una casualidad.
Vilasánchez
fue nombrado presidente de Navantia en abril, en sustitución de José
María Revuelta, y el primer viaje que apuntó en su agenda de trabajo
como nuevo ejecutivo de la compañía española fue a Arabia, en mayo. De
nuevo, el presidente de la compañía se ha desplazado a Riad y esta vez
regresa a España con noticias de calado.
No hay que olvidar que el contrato saudí es clave para el futuro de los astilleros.
De su firma depende, por un lado, la carga de trabajo en la Bahía, y,
por otra parte, la aplicación del plan industrial.
La compañía española
arrojó 303 millones de euros en pérdidas en el ejercicio de 2016 y se
prevé que el balance económico de 2017 alcance casi los 400 millones de
déficit. Navantia necesita una inyección para salvar los muebles y
aplicar el denominado plan 'Astillero 4.0', que supone una reconversión
tecnológica para adaptar sus procesos de producción, reducir costes, y
hacer más competitiva a la compañía.
El acuerdo con Arabia permitiría hacer caja mientras se resuelven los contratos de Australia, Canadá y Estados Unidos,
donde Navantia se juega la construcción de 44 fragatas por
transferencia tecnológica. De forma paralela, la empresa aguarda también
que el Ministerio de Defensa español apruebe el presupuesto para la
construcción de un tercer BAM logístico de apoyo a submarinos y autorice
la construcción de las fragatas F-110, amén del megabuque de transporte
militar.
Además, la compañía sigue en contacto con Iberdrola para
nuevos contratos eólicos marinos. Este escenario ha llevado a la empresa
a iniciar las conversaciones con los representantes de los trabajadores
para desarrollar el plan y iniciar los pasos para rejuvenecer a la
plantilla.
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