viernes, 16 de marzo de 2018

Bernabé se precipita y se precipitará aún más / Fugacidades, de Acuario

Ya está el tema camino - si no ha llegado ya a Ginebra- de la Comisión de Derechos Humanos de la ONU; me refiero a las multas gubernativas y a la brutal represión policial en las vías del tren a los vecinos de a pié más exigentes con el soterramiento desde que llegó Bernabé a la Delegación del Gobierno de la mano del ministro Íñigo de la Serna, al igual que de la otra salió el abogado Sánchez-Solís de Querol; como se comprobó, todo prudencia y proporcionalidad en estas cosas. La antítesis de su bárbaro sucesor al que el PCRM ha llegado, sin empacho, a tachar ayer de "ganster".

Y es que en esta historia todo han sido un cúmulo de precipitaciones y desaciertos, bien es claro que dentro de la laxitud de la legalidad vigente dudosamente democrática en los estándares europeos y con pena de derogación legislativa a muy corto plazo para que los Bernabé de turno que campan por España no sigan añorando sus tiempos de la Dictadura franquista y haciendo de las suyas violentando el orden constitucional, de momento, con absoluta impunidad y sin que algún juez le saque de oficio la tarjerta roja en defensa de los derechos civiles de la Ciudadanía. 

Soy de los que piensan -porque nada me condiciona por mi edad, genética, residencia alejada de Murcia, pedigrí, grado académico y circunstancias favorables- que a Bernabé no se le investigó lo suficiente desde Génova 13 antes de nombrarlo precipitadamente, por la prisas de De la Serna en destituir a Antonio, aún sin conocer - ¿o si? - a fondo al personaje propuesto para sucederle. Ni me consta que la correspondiente comisión del Congreso de los Diputados diese su visto bueno a la idoneidad de este sujeto, con ribetes de matón siciliano, como suele hacer con casi todos los nombramientos del Gobierno.

Y eso es tanto así porque Bernabé, el chulo-señorito de pueblo que es al final, tiene un enorme esqueleto en el armario - tan enorme como él mismo- que se le ha ocultado astutamente al ministro Montoro, al ministro del Interior, al propio Íñigo de la Serna y a la vicepresidenta del Gobierno, Saénz de Santamaría, que son los cuatro implicados en el precipitado desacierto político del relevo en la Delegación. 

Ese esqueleto no es otra cosa que la concesión del servicio de agua potable del municipio de La Unión por varias decenas de años cuando Bernabé era alcalde. Y es esqueleto porque esa agua, aunque transparente, dejó un reguero de pistas de las que no parecen haberse percatado bien todavía los grupos de Oposición por ser su verdadero Talón de Aquiles.  

Pero la historia de los Bernabé no comienza ahora sino en los años posteriores a la Guerra Civil cuando el papá hizo, según parece, su agosto como gestor del franquista Auxilio Social en Cartagena y sus vástagos supuestamente le emularon años después en la cuestión de los clubes naúticos de la ribera sur del Mar Menor. Así que es muy posible que el precipitado termine a no tardar despeñado políticamente, por unos y por otros, tras un fugaz paso por donde se demuestra que nunca debió transitar semejante especimen. 

Hasta la Alcaldía de La Unión le venía grande y ahí está la deuda municipal generada. Por no hablar de 'Portman Golf', la regeneración de la bahía o las uvas en Madrid. Un verdadero inútil político amén de peligroso para el propio PP por su tendencia hacia los bordes del sistema y actuar sin preguntar los riesgos políticos de determinadas actuaciones.

Me consta que al nuevo presidente electo del PPRM, el joven e imberbe políticamente, López Miras (a) El Nini, ya le estaba haciendo Bernabé la cama por sus pretensiones de ser él el verdadero candidato del partido a San Esteban en 2019, tal como pretendió Garre con Pedro Antonio, creído Bernabé del ascendiente de su gran cliente como abogado, Alfonso García (a) Pan de Higo, con el ex presidente de la Comunidad Autónoma y verdadero líder del PPRM, Ramón Luis Valcárcel Siso, sin embargo hoy muy caído en desgracia en Génova 13. 

¡Pues no conspiró nada Bernabé, cuando era diputado nacional en las Cortes, contra un tambaleante Pedro Antonio Sánchez con el único ánimo de sucederle a medio plazo! Y para ello intentó valerse de dos jóvenes escuderos: los también diputados Teodoro y Ruano (más el primero), y de la complicidad de la mujer de Martínez-Pujalte, a quien pillé confabulando con el ahora delegado del Gobierno el pasado verano en La Manga. Tampoco anda éste lejos del fiasco en torno al destino impropio del faro de Cabo Palos.

Lo malo para el ambicioso Bernabé quien, creído de su suficiencia, al principio del cargo  jugó a no aparecer con Miras en actos públicos para hacer campaña política diaria por su cuenta, es que no gusta a nadie comenzando por los grandes empresarios de la Región (me consta porque me lo han dicho todos con la sola excepción de Alfonso García) y, tal vez por eso, Rajoy ha elegido ya a Miras como su hombre en la Región aconsejado por su socio Paco Riquelme, ambos han cenado juntos con sus chicas, precisamente en Cartagena, y se han alojado y hecho 'footing' los dos por los montes costeros de La Unión sin que Bernabé pudiese acercarse, siquiera un minuto, al Presidente del Gobierno de boda en su propio territorio, con lo que a este tonto le gustan las fotos para hacerse campaña. 

Coño, son los suyos los que desean con fervor que Bernabé se precipite aún un poco más, así que no empujes tanto, Urralburu, que no te enteras. El delegado aún tiene que precipitarse un poco más para estar a punto de destitución fulminante. Déjalo, no lo impidas.


(*) Pseudónimo de un periodista sin ataduras

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