FERROL.-Dos semanas han pasado desde que la Sociedad Estatal de
Participaciones Industriales (SEPI), la dirección de Navantia y los
representantes de los trabajadores abrieran oficialmente la mesa de
negociación del plan de futuro de Navantia y no hay rastro de nuevas
convocatorias.
Tras abordar la situación actual de la compañía y exponer
los objetivos generales del programa estratégico, la reunión culminó
con el compromiso de los responsables de los astilleros públicos de
enviar un calendario para fijar los siguientes encuentros y también el
documento con las principales actuaciones a negociar. Sin embargo, por
el momento Navantia no ha salvado ninguno de estos dos trámites.
En las negociaciones de los planes estratégicos anteriores (cuando se
creó Izar y también cuando arrancó Navantia), una parte importante de
las discusiones entre los responsables empresariales y los portavoces de
la plantilla guardaban relación con los compromisos de carga de
trabajo, indispensables para despejar el futuro de la compañía.
En el escenario actual, uno de los puntales principales sobre los que asentará el plan -y así lo ha hecho constar el equipo directivo de la compañía pública- es el nuevo ciclo inversor del Ministerio de Defensa. En ese contexto, el programa de las fragatas F-110 es uno de los puntales básicos, proyecto que está pendiente, como el resto de los que serán autorizados por el Gobierno central, de la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado para el presente ejercicio.
En el escenario actual, uno de los puntales principales sobre los que asentará el plan -y así lo ha hecho constar el equipo directivo de la compañía pública- es el nuevo ciclo inversor del Ministerio de Defensa. En ese contexto, el programa de las fragatas F-110 es uno de los puntales básicos, proyecto que está pendiente, como el resto de los que serán autorizados por el Gobierno central, de la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado para el presente ejercicio.
Corbetas para Arabia
Tampoco
se ha concretado por el momento otro de los contratos en los que
Navantia tiene puestas muchas expectativas, la construcción de cinco
corbetas para la Marina de Arabia. La consecución de nuevos contratos
-Navantia se plantea lograr en el mencionado período una cartera de
pedidos por valor de 11.000 millones de euros- constituye, junto con el
saneamiento económico, el rejuvenecimiento de las plantillas y un nuevo
marco de relaciones laborales, las patas de ese plan de futuro.
Aunque el pasado septiembre Navantia instaba a los representantes de los trabajadores a negociar el programa, ya que entendía que es de vital importancia para despejar su viabilidad, ahora ha bajado una marcha a la velocidad de las negociaciones.
Aunque el pasado septiembre Navantia instaba a los representantes de los trabajadores a negociar el programa, ya que entendía que es de vital importancia para despejar su viabilidad, ahora ha bajado una marcha a la velocidad de las negociaciones.
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