viernes, 2 de febrero de 2018

La Guardia Civil ordena nuevas inspecciones por fraude en el jamón ibérico


MADRID.- La Guardia Civil ha decidido ampliar las investigaciones por un presunto fraude en el jamón ibérico en España ante la necesidad de nuevas inspecciones. Las actuaciones del cuerpo policial podrían alargarse hasta mediados o finales de febrero debido a la ejecución de nuevas inspecciones en establecimientos comerciales, según han confirmado fuentes de la investigación a Economía Digital.

Las actuaciones por la venta de jamón ibérico de bellota sin los precintos exigidos por ley comenzaron hace pocas semanas con la visita de agentes del Seprona a tiendas Carrefour de toda España. Los agentes levantaron actas que implican al principal distribuidor de jamones ibéricos de España, Comapa, tal como avanzó este medio.

La investigación se ha extendido ahora a varias ciudades españolas y la Guardia Civil también participa en las inspecciones internacionales que están siendo coordinadas por Europol. Las inspecciones también intentan medir el alcance del presunto fraude en los mercados internacionales.

Los agentes del Seprona tenían previsto finalizar las actuaciones a finales de enero, pero la necesidad de nuevas inspecciones, que se encuentran en pleno desarrollo, podrían prorrogar los trabajos al menos tres semanas más.

Jamones sin los precintos reglamentarios

Las inspecciones, que comenzaron en Carrefour, se han extendido a establecimientos de Makro y a otras cadenas donde se venden los jamones de Comapa, entre los que se encuentran marcas como Oro de Granada, La joya del Jabugo y Aurum
El principal distribuidor de jamones ibéricos en España, Comapa, aseguró a este diario que la investigación de la Guardia Civil se inició porque algunas piezas de sus jamones no contaban con los precintos que exige la ley para garantizar la autenticidad del producto.
La empresa ha aportado sus argumentos a la Guardia Civil. Asegura que se cayeron los precintos por algún problema de manipulación pero la compañía descarta de forma rotunda que se traten de jamones de cebos y que se vendan como falsos ibéricos, tal como sospechan sus competidores.
Los ganaderos y productores del auténtico jamón ibérico de bellota aseguran que es materialmente imposible que una cadena comercial venda este producto por menos de 250 euros. Los competidores de la compañía investigada explican que sólo hay dos posibilidades: o se trata de un producto fraudulento o se está vendiendo a pérdidas.
En Navidades la cadena promocionó jamones ibéricos de bellota de la marca “Ibéricos de Antaño” por 195 euros, un precio que no cubre los costes según un nutrido grupos de ganaderos e industriales. En enero la compañía subió el precio hasta los 229 euros, pero ahora vuelve a bajarlos a un precio aún más bajo que en Navidades: 189 euros la pieza.
El distribuidor tiene un largo historial con los precios de derribo. Fuentes cercanas a la compañía explican que los jamones ibéricos Aurum, que también produce la empresa Comapa, han sido vendidos en Carrefour en los últimos años a un precio incluso por debajo de los 150 euros.
La Guardia Civil investiga los motivos de los precios de derribo y posibles delitos de fraude alimentario y fraude en los etiquetados.

El diputado de Ciudadanos Toni Cantó ha sido, hasta ahora, el único en entrar en el tema que preocupa a ganaderos, productores y vendedores que producen con calidad y bajo la manera tradicional. Ha pedido explicaciones al Ministerio y ahora propone un nuevo pacto para ganar en transparencia y evitar que se vendan como ibéricos jamones que no lo son.
"Aunque la lucha contra la corrupción es mi faceta más conocida, lo que pasa en la industria del jamón ibérico también es corrupción. El fraude cuando se lleva a cabo es otro tipo de corrupción. He recibido llamadas y avisos. El sector me dice alarmado que si sigo así, los pongo en peligro. Y yo les dije que cuando se ponen en peligro es cuando no se trabaja contra el fraude".
"Creo que hay que proteger a dos colectivos importantes a partes de la marca ibérico, que en el fondo es marca España. El consumidor debe saber exactamente lo que está comiendo y hay que proteger también a los productores que lo hacen bien. Porque la situación de un productor que cuida que la raza de su ganado sea pura y se preocupa por alimentarlo con bellota y ve cómo la competencia vende cerdos mezclados con cerdos duroc (raza estadounidense más rentable) hace que poco a poco la marca España se vaya al traste".
"Hay que mejorar la trazabilidad, el libro genealógico con el que se permitió que se inscribieran a un gran número de hembras que no son ibéricas. No hay que alarmar porque hay mucha gente haciendo un gran trabajo y creo que los tramposos son los menos. Pero ¿es posible que se venda un jamón ibérico a ciento y pocos euros? No, porque o alguien está cometiendo un fraude porque ese jamón no es ibérico. Y si lo es, está vendiendo a pérdidas".
Estoy de acuerdo con que no se pueden hacer análisis genéticos a todos los cerdos, pero sí podemos hacer controles aleatorios en un número importante. El primer interesado debería ser el Ministerio". 
"Creo que no lo está haciendo suficientemente bien y a las pruebas me remito. Cuando hay un periódico alemán que publica lo que está pasando y traspasa nuestras fronteras, estamos hablando de un problema grave".

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