MADRID.- Bankia obtuvo un beneficio
neto atribuido de 505 millones de euros en 2017, lo que supone una
caída del 37,3% frente a los resultados del año anterior. Ese descenso
se debe íntegramente a los ajustes puntuales derivados de la fusión con Banco Mare Nostrum (BMN),
que ascienden a 312 millones de euros después de impuestos. Sin esos
extraordinarios derivados de la integración, que le convierten a Bankia
en la cuarta entidad financiera de España, ganó 816 millones, un 1,4%
más que en 2016, según ha comunicado la entidad a la Comisión Nacional
del Mercado de Valores (CNMV), recoge hoy El País.
"Con este incremento del beneficio (en términos homogéneos) y
los holgados niveles de solvencia, el Consejo de Administración ha
propuesto mantener el dividendo en 11,024 céntimos por acción, lo que
eleva la retribución anual a accionistas a 340 millones de euros", ha
señalado la entidad que preside José Ignacio Goirigolzarri en un
comunicado.
La entidad mantiene el dividendo porque los ratios de
capital del grupo tras completar la fusión con BMN "muestran un amplio
margen sobre los requisitos regulatorios para 2017", con 628 puntos
básicos sobre el nivel exigido por el BCE, denominado CET1 Phase In regulatorio (7,875%) y superando también en 547 puntos básicos sobre la ratio de Total Capital Phase In mínima (11,375%).
El banco explica que ha logrado mantener el resultado
homogéneo en un entorno tan exigente de tipos de interés "gracias a la
progresiva estabilización del margen bruto derivada del mayor impulso
comercial, al mantenimiento de los gastos y al control del coste del
riesgo". También apunta que "el grupo espera generar sinergias de costes
de 155 millones en 2020" gracias a la integración de BMN. El Estado
controla el 61% del capital del nuevo grupo.
No obstante, todos los márgenes de la cuenta de resultados
presentan descensos sobre lo obtenido en 2016, tanto si se tiene en
cuenta la unión con BMN como si no. El descenso de los tipos de interés
ha castigado la cuenta de Bankia, cuya actividad está centrada en la
banca minorista y en los resultados de la cartera de bonos, que ha
vivido un descenso del rendimiento de los activos de la Sareb.
Los
costes de la fusión con BMN han provocado que en el cuarto trimestre
estanco Bankia presentara pérdidas de 235 millones.
La caída más relevante es la del resultado de la actividad
de explotación, que desciende un 8,6% por el doble efecto de elevar las
provisiones y el aumento de las pérdidas por el deterioro de los
activos. Las comisiones del negocio bancario suben un 4,9% mientras que
las operaciones financieras los hacen un 52,3%.
Mientras, los gastos de explotación se mantuvieron estables
en términos comparables y la ratio de eficiencia quedó en el 51,2%,
frente al 55,6% de media del sector (según los últimos datos
disponibles, entre septiembre de 2016 y septiembre de 2017).
La ratio de
morosidad mejoró hasta el 8,9% desde el 9,8% de 2016, aunque la
cobertura de los impagados cayó al 50,8% desde el 55,1%. El volumen
total de créditos se elevó un 17,5% por la aportación de BMN, aunque sin
esta entidad caería un 2%.
Los depósitos también suben un 24% por la
unión, pero caen un 3,2% sin el efecto de BMN. La rentabilidad sobre el
capital, ROE, se situó en el 6,6% el año pasado frente al 6,7% de 2016.
El beneficio por acción descendió un 5,3% y Bankia acabó el ejercicio
con una capitalización bursátil de 12.300 millones, un 10% más.
“2017 ha sido un ejercicio muy importante para Bankia porque
hemos terminado el plan de reestructuración, hemos ejecutado la fusión
con BMN y hemos avanzado en el proceso de privatización”, ha indicado
Goirigolzarri en un comunicado, en el que añade: “Y, al tiempo, hemos
conseguido aumentar nuestros beneficios, hasta 816 millones de euros,
apoyados en un fuerte dinamismo comercial, en una mayor satisfacción de
nuestros clientes y en una mejora constante de la calidad de nuestro
balance”.
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