lunes, 1 de enero de 2018

2018 será bastante mejor / Pablo Sebastián *

El prófugo Puigdemont acaba de inventar que las urnas (Hitler fue todo un precursor) lavan y justifican los desmanes y los delitos, lo que nos llevaría a la conclusión de que Messi o Cristiano no deben pagar impuestos en caso de que sus deudas con Hacienda se sometan a votación popular.

Pero Rajoy no habla (se nos quedó en 2016), Sánchez escribe una carta en blanco a los socialistas donde no les cuenta que la España ‘plurinacional y federal) murió el pasado 21-D de 2017 en Barcelona, y Rivera está como unas castañuelas por el triunfo de Arrimadas en Cataluña que se proyecta como advertencia en todo el territorio nacional.

Y pronto lo veremos en la Pascua Militar donde Rivera aparecerá como la estrella política del momento español durante la recepción en Palacio Real donde estará al Rey emérito Juan Carlos I (que cumple 80 años) junto a su hijo el Rey Felipe VI. 

Y a la ministra de Defensa, Dolores de Cospedal, que tan callado se tenía su plan de subida del presupuesto militar español en la OTAN para contentar a Trump, como Rajoy contenta a Urkullu con el cupo vasco tirando ambos, y nunca mejor dicho, con ‘pólvora de Rey’ que para eso está, pensarán Rajoy y Cospedal.

Bonito año de 2018 nos espera, con Cataluña activada de inmediato, la economía con tímida e incierta subida, las pensiones por debajo del IPC, los juzgados de bote en bote por la corrupción y el caso catalán y los medios de comunicación tocados. 

Y las relaciones internacionales a merced de Donald Trump y de su amigo/enemigo, el que se lo sabe todo sobre el ‘Rusiagate’, Vladimir Putin, convertido en el nuevo dueño de Siria, otro avispero como Afganistán donde es más fácil entrar que salir como muy pronto se sabrá.

Va a ser muy difícil que 2018 sea peor o igual que 2017. Entre otras cosas porque los secesionista catalanes se gastaron el cartucho de la declaración de independencia y no hay independencia ni la habrá. 

Y los juzgados están atentos, seguirá la fuga de empresas y fondos de inversión en Cataluña, y los problemas del prófugo Puigdemont con la Justicia, su partido PDeCAT y sus aliados de ERC no dejan de crecer. Además por ahí anda la operación de Tabarnia que no cesa de crecer.

Otra cosa bien distinta será lo que pase en el Gobierno (Moragas se va de la Moncloa, De Guindos se quiere ir al BCE y Soraya, Zoido, Dastis y Catalá están abrasados, aunque algunos de ellos pensarán que menos que Rajoy. 

Y tampoco está Sánchez para tirar cohetes después del fiasco de Iceta, ni Iglesias que pierde apoyos en sus bases y tiene a Bescansa enfrente y con más ganas de darle batalla que el humillado Errejón.

Esperanza e incertidumbre para 2018, el año del campeonato Mundial de Rusia, lo que ofrecerá pan y circo a la población salvo que la Selección española, ‘la roja’ caiga antes de lo previsto como nos ocurrió en Brasil.

Y a la vez año preelectoral, porque en 2019 están previstos comicios Europeos, autonómicos y municipales con gran atención a la alcaldía de Madrid para la que suenan varios nombres en las listas del PP, Casado, Margallo, Santamaría, mientras en Podemos no saben qué hacer con Carmena porque a Iglesias le gustaría colocar al general Rodríguez, mientras en el PSOE destaca el nombre de Gabilondo y en C’s se mantiene el de Villacís.

O sea, en 2018 más matraca catalana, Mundial de fútbol y precampañas de las elecciones de 2019. Y por supuesto 40 aniversario de la Constitución, la que algunos quieren renovar lo que no estaría nada mal para cambiar la Ley electoral, separar los poderes del Estado y apuntalar la unidad nacional.


(*) Periodista y editor


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