sábado, 30 de septiembre de 2017

Asuntos internos / Márius Carol *

Baltasar Gracián escribió que los políticos quieren ser ayudados, pero no excedidos. Los mandatarios suelen ser extremadamente prudentes a la hora de hablar en público de los enredos de sus vecinos. Cualquier frase de un dirigente político sobre un asunto ajeno puede ser recibida por otro como un ataque impropio. 

Y lo único que no consiente quien manda es que le lastimen el orgullo, a pesar de que el consejo sea oportuno. Pride comes before a fall, es decir, el orgullo precede a la caída, reza un refrán inglés. Y, ciertamente, un jefe de Gobierno prefiere, a menudo, equivocarse que hacer caso a otro presidente, por amigo (o poderoso) que sea. Por eso la diplomacia resulta tan importante: es mejor echar una mano desde la discreción que empujar desde el discurso.

En los últimos meses, el contencioso catalán está en los informes de Bruselas y en las carteras de las cancillerías. Pero en público, cuando cualquier mandatario es interpelado, se limita a mostrar su confianza en el Gobierno español y a declarar que se trata de un asunto interno. 

Sin embargo, a medida que nos acercamos al 1-O, las referencias al contencioso son más explícitas, como si las palabras desbordaran la boca cerrada que Gracián recomendaba a quienes mandan para no provocar desastres innecesarios (“algunos deberían avisar antes de abrir la boca y decir ‘agua va’ para que se aparten los oyentes”). 

En las últimas horas, desde el presidente del Parlamento Europeo, Antonio Tajani (“Este asunto no se puede solucionar sólo con la policía y el respeto a la ley, así que es necesario el diálogo”), hasta el presidente francés, Emmanuel Macron (“Confío en la determinación de Rajoy para de- fender los intereses de todos”), pasando por el líder rumano, Klaus Iohannis (“Estoy muy preocupado: es un tema que no nos resulta ajeno”), han alzado la voz. 

La sensación es que el caso catalán está dejando de ser un asunto interno, aunque nadie quiere excederse en los adjetivos.


(*) Periodista y director de La Vanguardia


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