jueves, 6 de noviembre de 2008

Al diputado Campos le sacan los colores por culpa de Valcárcel / Juan Redondo

Parece que al fin el Gobierno Regional va a reconocer oficialmente los esfuerzos y desvelos del diputado Manuel Campos para agilizar, concretar y aceptar las transferencias de Justicia en las mejores condiciones para la Comunidad y para el Gobierno Central. Algo que no sucedió en su otras épocas con Sanidad y Educación cuando los populares gobernaban en España y en la Comunidad.

Sin embargo, a Manuel Campos le ha sacado los colores el ministro y diputado murciano, Mariano Fernández Bermejo, con bastante razón, a pesar de que la culpa de la situación no sea del dinámico fiscal en excedencia. “Las cosas de Ramón Luis”, apunta un veterano popular.

El presidente de la Comunidad anunció en las pasadas autonómicas la creación de una Consejería de Justicia e Interior, una vez que se cerraran las transferencias, cuyo titular sería Manuel Campos. Le encargo el cometido de agilizar un borrador que llevaba tiempo durmiendo en los cajones de Fernando de la Cierva, practicamente sin cuantificar, incluso se hablaba de 20 millones de euros, y sin valorar.

Campos se puso a la labor, desbloqueó las conversaciones con el Ministerio, y trabajó denodadamente para realizar estudios de necesidades, con sus ventajas e incovenientes. Pero el cometido institucional competía a la consejería de María Pedro Reverte. Campos preside una comisión en la Asamblea Regional, un órgano legislativo, pero no tiene ninguna presencia oficial en el Ejecutivo Regional. Las palabras de Valcárcel se podrían haber reflejado de muchas maneras a través del BORM, como asesor especial del presidente para las transferencias de Justicia, por poner un ejemplo.

Porque una cosa son las palabras, el compadreo y otra la realidad oficial. Bermejo lo dijo claro el pasado año, la voluntad de Gobierno Central es trasferir las competencias, pero parece que hay un pequeño problema entre los interlocutores regionales: la oficial y el oficioso. Campos con su gran capacidad de trabajo se desvela luchando por el tema mientras el presidente Valcárcel le da sus apoyos en privado y de palabra.

Los socialistas de Cartagena, a la gresca, para variar

Qué el interno de los socialistas de Cartagena es un avíspero, no es notica, en sus guerras internas llevan toda la vida política del partido. La alcaldesa popular mientras tanto disfruta de las puñaladas que se dan en el partido mayoritario de la oposición, mientras Saura y Oñate miran para otro lado y se deciden a preparar una recogida de firmas.

“Estos lodos vienen de muchos polvos”, señala un veterano socialista cartagenero, retirado de primera línea y cansado de tantas luchas fraticidas por una pequeña parcela con sueldo en la oposición. En la “gresca” actual todos se denuncian a todos, porque son enemigos a muerte.

Dicen que tienen que hacer una agrupación única y en esa guerra también están. “El PSRM en Cartagena arrastra tantos vicios internos que ni una gestora sería la solución.La imagen y la implantación social hace años que esta bajo mínimos. Quizás habría que meter a todos en un barco y enviarlos a Groenlandia”, apunta irónico el veterano socialista.

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