domingo, 17 de diciembre de 2017

Camino a la peor sequía que haya conocido España


MADRID.- España es un país de sequías, pero esta lleva camino de convertirse en la peor que hayamos conocido en vida. La Xunta extendió la semana pasada a toda Galicia, enclave verde por antonomasia, la alerta por escasez de agua. El escenario ya es desolador desde hace meses en tres cuencas, la del Júcar, el Segura y el Duero, donde Gobierno tiene declarada oficialmente una situación de sequía, según recuerda Cuarto Poder.  

El último año hidrológico –entre el octubre de 2016 y septiembre de 2017— cerró con 551 litros por metro cuadrado de media para el conjunto de la Península, un 15% de déficit respecto a la media histórica (1981-2010), pero en los últimos tres años las precipitaciones han estado por debajo de lo normal. Esperar el chaparrón o danzar para atraer el milagro, de poco servirá. 
La falta de lluvia no es la única causa de la sequía y, según los expertos, es necesario un cambio tanto en las políticas como en la mentalidad de los ciudadanos para afrontar un problema que, dentro de poco, puede convertirse en nuestro principal desafío.
Hay dos tipos de sequía: la meteorológica y la hidrológica, explica el climatólogo y hombre del tiempo los fines de semana en Castilla-La Mancha Media, Jonathan Cantero
La primera consiste en la escasez de lluvias, un fenómeno recurrente en el Mediterráneo o Mediterráneo continental, que ocurre cada 12 o 13 años. La segunda estaría provocada por los humanos al consumir mucha más agua de la que se acumula con las precipitaciones. “Esta sequía que estamos sufriendo, en prácticamente en todos los lugares es meteorológica, porque tenemos déficit de precipitación, pero hay zonas donde se está consumiendo mucha más agua de la que se debería hacer. Ahí tenemos el comienzo de una gran sequía”, indica el experto a Cuarto Poder.
El escenario es cada vez más alarmante. Octubre, noviembre y diciembre son meses de precipitaciones y los primeros dos meses han sido muy secos. Decenas de pueblos por toda la geografía española como Andalucía, Navarra, Asturias o Castilla-La Mancha ya sufren restricciones de agua, los agricultores y ganaderos empiezan a padecer algunos de los efectos. Uno de los mejores indicadores es el nivel de agua que mantienen los embalses. Actualmente están por debajo del 40% y un porcentaje así de bajo no se registraba desde 2006.

¿Qué parte es nuestra culpa?
La causa más global es el cambio climático, que está provocado por los humanos por el aumento de la expulsión de Gases de Efecto Invernadero (GEI). Normalmente, más del 60% del agua caída en forma de lluvia vuelve a la atmósfera, más de un 20% acaba en los ríos y menos de un 10% llega a los acuíferos. 
El aumento de temperatura que genera el cambio climático hace que la evapotranspiración del agua a la atmósfera aumente y que se consiga menos agua para el consumo con el mismo nivel de lluvia. El año 2016 ha sido el más caluroso en los últimos 137 años desde que existen registros y 2017 lleva el mismo camino.
La otra gran respuesta es un asunto que responde al aumento del gasto del agua en España. “El consumo se ha disparado en los últimos 20 años, especialmente en relación al regadío. En los últimos 17 años la superficie de regadío ha crecido un 21%”, explica el coordinador de área de Agua de Ecologistas en Acción, Santiago Martín, quien justifica este aumento del consumo en que en nuestro país utilizar recursos hídricos es barato y supone que se hayan multiplicado por dos veces las exportaciones de productos hortofrutícolas entre 2012 y 2016. En un país donde las sequías son frecuentes y ante el fenómeno severo que enfrentamos en los últimos meses, este modelo está en cuestión.
Por último, es responsabilidad de los ciudadanos aprovechar el preciado recurso del agua con responsabilidad. 
“En términos generales despilfarramos mucha agua en todos los territorios. No acabamos de darnos cuenta de la necesidad del ahorro. Aun mantenemos el grifo abierto para ducharnos hasta que sale agua caliente. Se pierden 10 litros de agua por cada persona que se va a duchar. En una casa donde se duchan cuatro personas, esto supone 40 litros al día. Multipliquemos esa cantidad por toda la población española”, explica Jonathan Cantero. Según los expertos, las ciudades españolas todavía tienen que afrontar grandes desafíos para aprovechar sus aguas grises –utilizadas—para limpiar calles, regar parques y jardines. Asimismo se pierde mucha cantidad de agua por infraestructuras en mal estado en alcantarillado, tuberías etc. 
“Las ciudades deberían tener un balance cero en la gestión de agua”, apunta.

La sequía nos costará dinero, entre otras cosas
A falta de que puedan conocerse con exactitud las consecuencias de la sequía en el medioambiente, señala Greenpeace, se sabe que perjudica a la biodiversidad y conlleva pérdidas económicas en sectores como la agricultura y la ganadería, conflictos sociales y graves riesgos sanitarios. 
“Los niveles de contaminación atmosférica en Madrid, por ejemplo, han superado ya el límite saludable para respirar”, alerta Greenpeace en su último informe: ‘Sequía, algo más que falta de lluvia’
La Agencia Europea de Medio Ambiente (AEMA), estima que cada año mueren 31.000 personas en España debido a la contaminación atmosférica en las grandes ciudades.
Las causas también se pueden notar directamente en el bolsillo. El recibo de la luz se ha disparado, según el Gobierno, debido a que la escasez de agua ha hundido la producción hidroeléctrica, que abarata el coste de la energía, y ha obligado a quemar carbón y gas, que encarecen su precio. 
El experto Jonathan Cantero mantiene sus dudas respecto a este punto. “Me parece tremendamente mal es que se eche la culpa de la subida del precio de la luz a la sequía porque nuestro sistema energético solo se basa en la hidroelectricidad en una pequeña parte”, critica.
Pero la falta de agua afecta a agricultores y ganaderos, a quienes les cuesta mucho más sacar sus cosechas adelante y esto nos llevará a un encarecimiento de los precios. 
“El aceite de oliva, que está bajando su producción por falta de agua, puede encarecer su precio en los próximos meses. Lo vamos a ver también en los próximos meses con los cereales. Los ciudadanos lo acabaremos pagando”, explica Jonathan Cantero.

Los cambios necesarios
Es difícil que el escenario cambie aunque este invierno llueva con normalidad o, incluso, por encima de lo normal, vaticinan los expertos. Aemet ha repetido en reiteradas ocasiones que es necesario tomar medidas antes de que los embalses se queden sin agua. 
El mes pasado la ministra de Agricultura, Isabel García Tejerina, aseguraba que su Ministerio está haciendo todo lo posible para intentar paliar los efectos de la sequía con políticas que han permitido que los regantes contaran con 350 hectómetros cúbicos más, con inversiones de 85 millones de euros en obras de emergencia y con la prorrogación del trasvase Tajo-Segura.
Las organizaciones ecologistas y los expertos sostienen que solo un cambio de rumbo radical logrará atajar los efectos devastadores de la sequía –España es ya el país más árido de Europa y el 75% de su territorio es susceptible de sufrir desertificación–. 
“Seguimos viviendo como si la Península ibérica fuera rica en agua. Una muestra: hace escasamente una semana se anunciaba la construcción de la mayor playa artificial de Europa en Guadalajara”, señaló el responsable de la campaña de Aguas de Greenpeace, Julio Barea.
Ecologistas en Acción defiende que es completamente necesario no solo frenar el regadío, sino disminuirlo para lograr un cierto equilibrio hídrico. “Fundamentalmente hay que reducir la superficie de riego y que la gestión hidroeléctrica sea más sostenible. En Galicia apenas hay regadío, pero el problema es que se ha turbinado más agua de la que se debía”, sostiene Santiago Martín. 
 Por su parte, Greenpeace ha propuesto un paquete de medidas que incluye el cambio de la política hidráulica tradicional centrada en la ejecución de grandes obras y critican que el Gobierno no ha hecho nada para “cortar el continuo robo de caudales que provocan el millón de pozos ilegales reconocidos en 2017 por el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente”.
Sería necesario un marco estatal que Jonathan Cantero se aventura a llamar “pacto nacional por el agua”. En su opinión, el Ministerio de Agricultura no puede determinar las necesidades de cada comunidad. 
“Debería ser al revés, un pacto de abajo a arriba, donde las comunidades pudiesen analizar sus debilidades y fortalezas respecto al agua para hacérselo llegar al Gobierno. Debe ser un pacto transversal, en beneficio de todas las comunidades, pero hay comunidades que no pueden seguir cediendo agua”, apunta. 
“La gestión de las cuencas hidrográficas será el gran problema medioambiental, social, político y económico que tengamos que afrontar en nuestro país. Esta sequía no ha terminado y puede seguir incrementándose”, añade.

Desempleados mayores de 55 años: una futura bolsa de jubilados pobres


MADRID.- Casi 800.000 personas mayores de 55 años buscan empleo en España sin éxito. Atesoran una gran experiencia en su sector, pero eso no fue suficiente para conservar su trabajo durante la crisis. También suelen tener cargas familiares o una hipoteca que pagar, pero casi la mitad no recibe prestación por desempleo. Esta situación desesperante lleva a muchas personas al desasosiego y a una falta de esperanza en el futuro: saben que, pese a estar años trabajando, sus pensiones se verán perjudicadas, según Cuarto Poder.

En una respuesta parlamentaria, el Gobierno cuenta, a fecha de agosto de 2017, 3.382.324 parados registrados de los que 783.531 son mayores de 55 años. “Para esas personas es una auténtica tragedia. Nunca en la historia de nuestra democracia se había producido una situación así. Son trabajadores que se fueron a la calle por los ERE tras la reforma laboral de 2012. Trabajadores con muchos años de antigüedad, derechos y buenos empleos fueron sustituidos por mano de obra más barata. 
Además, se hizo otra reforma por la que se recortaba la protección por desempleo y los dejaba sin prestación en los años previos a su jubilación”, explica Mari Carmen Barrera, secretaria de Políticas Sociales, Empleo y Seguridad Social de UGT.
En los últimos años también ha disminuido la protección a estas personas que un día la empresa consideró demasiado caras. Mientras en 2011, la tasa de cobertura del sistema de protección por desempleo tenía una media de 70,7%, en 2016 ya había bajado hasta 55,1%. Hasta agosto de 2017, se situaba en 56%, lo que deja a un número muy amplio de personas sin ingresos. Barrera recuerda un dato importante: “Muchos de ellos son parados de larga duración”.
UGT elaboró un informe titulado ‘Mayores de 55 años en el mercado de trabajo español’, donde advertía de otro de los factores que más preocupa a este sector de población: las pensiones. 
“Los efectos que una situación de desempleo de larga duración en trabajadores mayores de 55 años pueden producir sobre la cuantía de su pensión de jubilación son muy perjudiciales, pudiendo llegar a ser su pensión de jubilación 768 euros inferior (un -40%). Lo que significa que recibiría sólo el 60% de la que le correspondería de haber seguido su carrera laboral hasta la edad de jubilación ordinaria”, reza el documento. 
Por eso, el sindicato apuesta por recuperar derechos. Piden volver a la situación anterior al real decreto de estabilidad presupuestaria de 2012, en relación a la edad de acceso al subsidio, a la supresión del condicionante de rentas familiares para el acceso y mantenimiento de la prestación, a la duración del mismo y a la base por la que se cotiza durante la percepción del subsidio (125% de la mínima), tal y como informan desde el sindicato.
Los hombres y mujeres con una edad avanzada tienen algunas desventajas con respecto a otra bolsa de desempleo preocupante: la de los jóvenes. Ellos aún tienen ilusión, energía y la sensación de tener un futuro por delante. En cambio, entre el sector más veterano a veces cunde el desánimo. No tienen padres que puedan ayudarles en caso de urgencia económica. Por el contrario, si tienen hijos que mantener o dependientes a su cargo. “Hay que hacer campañas de sensibilización y recuperar a esas personas. En España no existe la formación para el empleo”, explica Barrera. UGT exige al Gobierno un plan de choque por el empleo, que incluya una oferta de servicios públicos de orientación, formación, recualificación e inserción.
En un mercado con muchos mayores en paro que verán sus pensiones encogidas, la sindicalista hace los peores presagios tras años de reformas conservadoras en el mercado laboral: : “Se está creando una bolsa de pobreza”.

La CNMC autoriza en primera fase la fusión entre Bankia y BMN


MADRID.- La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) ha autorizado en primera fase el proceso de fusión entre Bankia y Banco Mare Nostrum (BMN), aprobado en septiembre y que culminará a finales de este año. 

La compañía que preside José Ignacio Goirigolzarri se encuentra aún cerrando los números del impacto que tendrá sobre su plantilla y su red de oficinas la fusión BMN

Según el calendario previsto por ambas entidades, BMN y Bankia obtendrán las autorizaciones restantes para su unión antes de final de año, mientras que la integración informática de ambos bancos tendrá lugar en el segundo trimestre de 2018. 

El ajuste en Bankia afectará tanto a los servicios centrales como a la red de sucursales


MADRID.- Tras la primera toma de contacto, los sindicatos empiezan a conocer los planes que maneja Bankia para la plantilla tras la integración de BMN. El banco que preside José Ignacio Goirigolzarri comenzará las reuniones informales con los representantes de los trabajadores este mismo lunes, de cara a un redimensionamiento que afectará en principio tanto a los servicios centrales como a la red comercial, según avanza El Boletín.

El representante de Bankia trasladó a los sindicatos que el escenario para el sector financiero sigue siendo “complicado” (exigencias regulatorias, reputación, mayor protección de clientes, demandas de los mismos, etc.) y recordó que tanto Bankia como BMN provienen de procesos SIP, estando todavía bajo el control del Estado, según señala el sindicato Sesfi, mayoritario en BMN.

De acuerdo con esta formación, Bankia ha planteado la necesidad de un “nuevo dimensionamiento de la entidad” - a partir del 1 de enero de 2018- que conlleva la necesidad de una reestructuración, tanto de los servicios centrales, por duplicidad de funciones, como en la red comercial, por solapamiento de oficinas.

El proceso de reestructuración afectará a todos los empleados sin diferenciar la entidad de origen, al tiempo que Bankia ha prometido que el proceso tendrá como eje principal la voluntariedad en la medida de lo posible. Las primeras reuniones informales, antes de establecer una mesa oficial de negociación se celebrarán el 18, el 21 y el 28 de diciembre.

Por otro lado, se establecerá un calendario para la armonización de las condiciones laborales entre las dos entidades, aunque la integración de los planes de pensiones de la plantilla se dejará para más adelante.

El sindicato Sesfi ha manifestado la necesidad de “buscar fórmulas alternativas a las salidas por ERE de compañeros que garanticen los puestos de trabajo y reduzcan significativamente la movilidad geográfica que se pueda producir en SSCC y zonas de cierres de sucursales”.

Tras la integración entre Bankia y BMN, la entidad resultante contará con una plantilla de unas 17.000 personas.

El PP paga el impuesto de sucesiones / Ángel Montiel *

Ahora que en los Presupuestos para 2018 se suprime el Impuesto de Sucesiones, el PP, cuyo Gobierno es el que ha de contemplar esa medida, se queda como exclusivo impositor. En lo estrictamente político, claro. La nueva generación que, a trancas y barrancas, se instala hoy en la dirección del partido y del Gobierno no tiene opción a desprenderse de la herencia recibida de sus predecesores. 

Éstos aguantaron en los sillones hasta más allá de lo prudente, mientras duró la inercia de un poder que parecía inabatible, y cuando por fin cedieron los cetros, la propiedad había entrado en fase de ruina, y es por esto precisamente por lo que escaparon con lo puesto. 

Los herederos apenas pueden emprender nuevos proyectos o definir políticas para el tiempo presente, aplastados por el peso de la herencia de señuelos electorales con que la generación política anterior consiguió perpetuarse para dejar al final un legado de incumplimientos políticos, retrocesos sociales, desconsideración medioambiental e ingenios inacabados o inviables, todo ello en el contexto del reguero del derroche y de la corrupción mientras se quitaban del foco cruzando las puertas giratorias de instituciones políticas alejadas de la mirada local. 
El problema básico del PP murciano es que está obligado a gestionar el pasado, un pasado que se le echa encima a cada instante, sin dejarle espacio para pensar en la Murcia que viene, la que quiere avanzar en los entresijos del siglo XXI. 

Agua y Mar Menor, dos epígrafes eternos de la agenda regional, caen como una maldición contra el Gobierno popular de nueva generación, más agravados hoy que cuando Valcárcel, Cámara, Barreiro y sus etcéteras (más el corro de eminencias que los rodearon durante veinte años) tomaron posesión de la plaza. Y digo agua y Mar Menor por remitirme sólo a las emergencias de la semana que hoy concluye. 

En este contexto, el PP de López Miras, perplejo ante las ruinas de lo heredado, está prisionero en sus propias siglas, enfrentado a una situación intratable. Debe intentar abordar los problemas con soluciones diferentes a las que emplearon sus antecesores, pero a la vez no pueden admitir en el espacio público los errores o trapisondas de quienes condujeron a este estado de cosas, pues pertenecen al mismo club. 
De ahí parte el error de estrategia del actual Gobierno. Se limitan a negar las evidencias a la vez que, con sus actuaciones en positivo, las reconocen. Ejemplo: todo el empeño de López Miras por evitar que el PP pierda el paso en la política del agua es una admisión implícita de los desnortes anteriores. Esa contradicción formal es difícil de mantener de manera continuada. Y porque en política hay que creer en lo que se hace. Por tanto, hay que partir de la asunción de los errores. 

Ocurre, sin embargo, que en este capítulo no puede hablarse de errores como tales, ya que el error es el efecto negativo de algo que se intenta de manera bienintencionada. Pero la política del agua del PP no ha sido un error, sino un engaño electoral perfectamente diseñado, en el que la pancarta del ´agua para todos´ no ha dado una gota de agua a nadie y abrió paso al Memorandum por el que se derogaba dulcemente en la práctica el Tajo-Segura a mayor gloria de Cospedal, que como secretaria general del PP es quien tenía facultades para colocar en puestos de escape a los políticos que llevaron a la Región de Murcia al colapso hídrico. 
En lo que se refiere al Mar Menor, atiéndase a que la acusación esencial del informe del fiscal se establece en la ´dejación´ de funciones, es decir, en la inacción de las autoridades políticas, consecuencia de lo cual cundía la ´acción´ de quienes acarreaban en la mayor impunidad efectos contaminantes para uno de los más frágiles símbolos del patrimonio natural, atacado con saña con un fin político, es decir, electoral. Para no molestar a grandes bolsas de votantes, se les guiñaba el ojo con la esperanza de que entendieran el mensaje: contaminad y votad, que aquí no pasa nada. ´Dejar hacer´ nunca ha sido la mejor política, porque ese ´dejar hacer´ pronto se convierte en ´hacer de todo´.
El error del actual Gobierno es tratar de minimizar ese desastre, y esto a pesar de que los actuales gestores no son directamente responsables de lo que ha sucedido. Otro clave del ´impuesto de sucesiones´ político. Desde que Anse destapó la ´sopa verde´, el Gobierno se empeña en señalar mejoras en la salud de la laguna, que milagrosas habrían de ser, dada la irrelevancia de las medidas adoptadas. 

Una actitud equivalente a cuando, inmediatamente después de que Zapatero, por fin, admitiera la existencia de la crisis económica bajo su Gobierno, su ministra de Economía ya señalaba la existencia de ´brotes verdes´ que la aliviaban. 

Este tipo de incongruencias se han pagado electoralmente, y el Gobierno de López Miras debiera aprender de tales episodios. Nunca debería relativizar las consecuencias de las agresiones al Mar Menor; por el contrario, tendría que ponerse en vanguardia, por delante de los propios ecologistas. Es la única manera de ganar credibilidad. Pero, claro, esto supondría admitir que los predecesores no estuvieron atentos a algo de tamaña importancia. Es decir, que estuvieron atentos para permitirlo y que esa permisividad se convirtiera en votos. 
El hecho mismo de que López Miras, como anteriormente PAS, esté enfrentado a la actual cúpula de la Confederación, ante la que el fiscal no se ha detenido, cuestiona la política del Gobierno regional al respecto, pues también ahora preocupan al PP las consecuencias electorales derivadas de las responsabilidades penales que distribuye la Fiscalía. La solución política sería darle la vuelta a esas inercias, y que el Gobierno se pusiera al frente de las denuncias. 

Y eso que el fiscal, en su resolución técnica, ha aliviado indirectamente la posición de San Esteban, pues ha metido en el saco a dos expresidentes de la Confederación de la etapa socialista, y se ha olvidado de otro fiscal que fue consejero de Medio Ambiente, Manuel Campos, y hasta del propio Valcárcel, que alguna responsabilidad tendría en las decisiones que tomaba su consejero Antonio Cerdá, a quien mantuvo durante veinte años y endosó finalmente a su sucesor, Alberto Garre. 
La política del Gobierno de López Miras se resuelve en tratar de contener los desastres de gestión de su partido en el pasado que ahora caen sobre sus espaldas. Si los asume como propios acabará pagando el ´impuesto de sucesiones´, incluso a pesar de que él mismo lo ha suprimido.


(*) Columnista


Astronautas del Mar Menor / Alberto Aguirre de Cárcer *

En las vísperas de la presentación de la denuncia de la Fiscalía, el astronauta Pedro Duque divulgaba en las redes sociales una espectacular foto del Mar Menor tomada desde la estación espacial internacional. Frente al intenso azul del Mediterráneo, nuestra laguna lucía verdosa. 

Muchos usuarios de Twitter interpretaron la hermosa imagen como una prueba inequívoca de su deterioro. Pocos repararon en que la fotografía, como se especificaba, databa de 2011, y en que los ríos o las lagunas no muestran el azul marino de los grandes mares porque su profundidad es mucho menor. (La intensidad del azul depende de cuánta agua haya para absorber la luz solar). 

Por eso, el Mar Menor nunca se verá tan azul como el Mar Mayor desde el espacio. Lo observaremos con mayor palidez o con un verde más intenso cuanto más proliferen, como sucedió en los últimos años, las algas microscópicas por el vertido de nitratos agrícolas. En 2016 ya pudimos constatar, con imágenes subacuáticas de los naturalistas de Anse, hasta qué punto este proceso de eutrofización había disminuido la visibilidad. 

Y cómo esa pérdida de luz y oxígeno esquilmaba la flora del fondo, poniendo en riesgo la cadena trófica. Esa catastrófica sopa de nutrientes estuvo acumulándose durante años hasta que se puso biológicamente en ebullición por la subida de temperaturas del calentamiento global. En 2010, un año antes de la foto del astronauta, la Confederación Hidrográfica ya había cuantificado en el Plan de Cuenca del Segura que las conocidas filtraciones subterráneas y los vertidos superficiales, intencionados o como producto de escorrentías, alcanzaban entre 2.500 y 3.000 toneladas de nitratos y fosfatos al año. 

Pero la respuesta del entonces consejero de Agricultura, Antonio Cerdá, fue negar el rigor de los datos y acusar de alarmismo a quien los lanzaba. «El Mar Menor está mejor que nunca», aseveró. La CHS diagnosticó el problema, pero tampoco puso en marcha ninguna de las medidas correctoras que planificó. Por desidia, por falta de dinero o por no perjudicar a la agricultura. Solo a partir de 2013 la CHS comenzó a abrir expedientes por los pozos ilegales, sin que aún hubiera trascendido públicamente la existencia de cientos de desalobradoras en fincas de particulares o de empresas que lanzaban salmuera con nitratos al Mar Menor. 

La denuncia de la Fiscalía no está exenta de críticas a las consecuencias medioambientales del proceso de transformación de los cultivos del Campo de Cartagena, pero no abre una causa general, como ocurrió en el sobreseido caso por la contaminación del Segura, fruto de una denuncia genérica de un partido, sino que delimita la posible comisión de delito medioambiental y prevaricación continuada a 13 ex altos cargos y 24 agricultores y empresas. 

Es a la juez a quien corresponde determinar si esos hechos y actuaciones merecen reproche penal y cuál es la responsabilidad jurídica de cada uno de los señalados. Con todas las garantías para los acusados, debe hacerlo caiga quien caiga. Esa tarea judicial no excluye el debate social sobre la gestión del problema, las consecuencias dramáticas para el Mar Menor y las medidas correctoras para mitigar en la medida de lo posible un desastre consentido, según el fiscal. Y en esa discusión pública hay que incluir también el futuro de la industria agroalimentaria porque a la falta de recursos hídricos se suma ahora un golpe reputacional.

Si la razón de unos y otros para mirar a otro lado era no perjudicar a la competitiva agricultura del Campo de Cartagena no se pudo ser más torpe y miope. El deterioro del Mar Menor es hoy la mayor amenaza para nuestras hortalizas y frutas por la conciencia ambiental de los consumidores europeos, que tienen en cuenta cada vez más los criterios de sostenibilidad al decidir qué productos adquieren. 

¿Cómo van a reaccionar los compradores del Reino Unido cuando sepan que una multinacional con capital británico presuntamente arrojó entre 2012 y 2016 al Mar Menor salmuera con nitratos sin depurar en una cantidad equivalente a 767 piscinas olímpicas? ¿Cuál será el efecto reputacional y económico cuando a lo largo de la investigación judicial salgan a la luz fotografías de desalobradoras ocultas en zulos subterráneos o de cientos de tuberías pinchadas a un salmueroducto inconcluso que vierte a un ecosistema de altísimo valor, teóricamente protegido por múltiples figuras jurídicas? ¿Afectará injustamente este potencial estigma sobrevenido a la mayoría de empresas de la Región, que destacan por sus buenas prácticas agrícolas? 

Por lo visto, nadie pensó en las consecuencias durante el Gobierno de Valcárcel y en la última etapa de la CHS del Ejecutivo de Zapatero de tanta irresponsable inacción.

La nueva Política Agraria Común se centrará en la sostenibilidad. La UE ya no solo pedirá a la agricultura que respete las leyes que protegen el medio natural, sino que se convierta en un verdadero agente medioambiental. Se puede dedicar el tiempo que se quiera a especular por qué el presidente de la CHS, habiendo sido director general del Agua durante casi todo el mandato de Cerdá, no está señalado en la denuncia. 

O a debatir de dónde saca el fiscal, sin acreditar la fuente como hace profusamente en el resto de su escrito, que hay más de 20.000 hectáreas de regadíos ilegales en el Campo de Cartagena. El asunto de fondo es cómo se adaptará nuestra exitosa agricultura a las exigencias medioambientales de una UE que, además, apuesta por controlar la demanda del agua. 

Desde todos los puntos de vista, la prioridad regional debe ser recuperar el Mar Menor. Con eficacia, rigor y sin más urgencias que las medioambientales. Sabiendo que el acumulativo deterioro quizá sea irreversible porque el medio natural, aunque goce de sus propios mecanismos de plasticidad y recuperación, no se puede modular a voluntad. 

Es posible paralizar el daño y tomar medidas correctoras, pero restañar el deterioro infringido quizá lleve décadas y sin garantías de que el paciente en estado crítico recuperará un buen estado de salud. 

Así ocurre en todos los ecosistemas, especialmente en los más vulnerables, como se sabe desde hace muchas décadas en todo el mundo. Aquí, algunos responsables políticos siguen sin poner los pies en la tierra, acuciados por otras cuitas y pensando en su foto desde su particular atalaya orbital. 


(*) Periodista y director de La Verdad


La foto peligrosa / Joaquín García Cruz *

Siempre hay una primera vez. Mariano Rajoy nunca había protestado en la calle contra nada y contra nadie (salvo en las concentraciones para condenar el terrorismo), hasta que en julio de 2005 se manifestó en Murcia en defensa del Trasvase Tajo-Segura, junto a 400.000 agricultores, regantes, empresarios y ciudadanos llegados también de Valencia y Andalucía. 

Eran los tiempos del 'agua para todos'. Zapatero acababa de derogar el trasvase del Ebro, en cumplimiento de su compromiso con Esquerra Republicana (que le devolvió el favor votándole en la investidura), y su Gobierno, el de Cristina Narbona en Medio Ambiente, no daba señales de garantizar siquiera la supervivencia del Tajo-Segura para mantener con aliento a la cuenca del Segura. La receta alternativa de Narbona consistía entonces en la construcción de veinte desaladoras y «el ahorro, la mejora de la gestión y la reutilización del agua».

Qué peligrosas son las fotos, y qué traicionera la memoria. Aquel caluroso día de julio en Murcia, el presidente nacional del PP asistió a un almuerzo multitudinario con dirigentes y afiliados populares. Subió al atril con una hoja de lechuga de la ensalada y, blandiéndola, preguntó a los suyos si hay alguna agricultura mejor que la murciana. «¡Nooooo!». Rajoy se hinchió de ardor militante, reivindicó el Plan Hidrológico Nacional recién derogado parcialmente por el PSOE, y dejó sembrada allí la esperanza de los regantes en un vuelco electoral. Era la primera vez que Rajoy se manifestaba en su vida, pero no fue aquella, sin embargo, la primera ensoñación con que se embaucó a los regantes. 

José María Aznar se le anticipó durante un mitin de la campaña de 1996 en la plaza de toros. Sin importarle que años antes se hubiera mostrado desde su cuna vallisoletana partidario de no alterar con los trasvases el curso natural de los ríos (qué traicioneras resultan también las hemerotecas), Aznar levantó el vaso de la tribuna de oradores y enardeció a su auditorio: «Murcianos, dadme votos y os daré agua». Zapatero le ganó la partida de las urnas en 2004 y su promesa quedó reducida a una primera piedra y finalmente truncada como un junco del delta del Ebro azotado por el mistral.

No hay duda de que las fotos las carga el diablo. Bien podrían atestiguarlo los socialistas Pedro Saura y Ramón Ortiz, a quienes su partido comunicó que el trasvase de Aznar iba a quedar sepultado en el BOE... cuando apenas habían pasado de Fuente la Higuera a su regreso de una concentración en Valencia convocada para exigir el inicio de las obras. Ítem más. 

El alcalde Ballesta, a la sazón consejero y portavoz del Gobierno regional, y el entonces alcalde Miguel Ángel Cámara protagonizaron a su pesar otro ejemplo de imágenes bumerán en febrero de 2014, al situarse tras la pancarta de la Plataforma Pro Soterramiento en una manifestación contra la llegada del AVE a Murcia en superficie, que es -con los matices que se quiera- lo que ahora defienden, añado yo que acertadamente: no existe otra forma de que el soterramiento avance sin frenar la entrada de la alta velocidad.

Las verdades del barquero

Cuánto peligro encierra también la foto que Fernando López Miras y su Gobierno en pleno se hicieron el miércoles pasado con los miles de manifestantes que exigían agua por las calles de Murcia. Los regantes son pacientes, pero tontos, no, y pedirán más fotos como esa, hasta conseguir que se les resuelva el problema, que ningún gobierno se ha atrevido a abordar, tantos años después, por la sencilla razón de que no le salen las cuentas electorales. Imágenes como la del miércoles, con el presidente de la Comunidad Autónoma y toda la oposición paseándose por la Gran Vía en comandita y junto a los agricultores, dejan un reguero de preguntas a contestar. 

Por ejemplo, dónde estará cada uno de esos políticos cuando la siguiente sequía venga a visitarnos. Cuánto tiempo más la cabecera del Tajo almacenará menos de los 400 hectómetros cúbicos por debajo de los cuales la ley del Memorándum impide los desembalses. Qué hará Rajoy para sacar adelante un plan hidrológico al que está cantado que Aragón y Castilla-La Mancha se opondrán con fuerza, en el caso de que incluya trasvases a otras cuencas. Cómo, a falta de trasvases, se paliará el déficit estructural del Segura. Hasta cuándo seguirá abierto el canal del Tajo, del que dependen decenas de miles de familias. A qué precio habrá que pagar el agua de las desaladoras, y a qué coste medioambiental. Cómo Diego Conesa será capaz de convencer a los barones del PSOE (presidido por Cristina Narbona) de la bondad del acueducto. 

Qué podrá hacer Alberto Garre para remediar la situación, aparte de sacarle lustre a su merecida insignia de oro del Sindicato Central de Regantes. A qué espera Ciudadanos para poner en marcha la comisión de sabios que anunció para articular una respuesta global y despolitizada a la penuria hídrica. Cómo explicará Podemos a sus círculos que sus diputados compartieron manifestación con quienes gritaban contra el desmantelamiento por la Confederación Hidrográfica de un gigantesco salmueroducto contaminante. Cuál de todos ellos advertirá alto y claro de que reclamar un riego de socorro en las circunstancias actuales supone un error estratégico de calado. Quién tendrá la gallardía de admitir que hay empresarios agrícolas sensatos pero también otros codiciosos, y que no todos los agricultores son intocables, pese al mantra extendido desde San Esteban durante los años fructuosos del 'agua para todos', en una suerte de chantaje emocional. 

Más preguntas. Cómo embridar las 20.000 hectáreas de regadío supuestamente ilegales en el Campo de Cartagena recién denunciadas en el Juzgado por el fiscal superior. Quién y cómo acabará con los vertidos irregulares al Mar Menor antes de que la laguna se muera y sin arrastrar a nadie a la ruina. Hasta dónde permitirá Rajoy a López Miras convertir en duradero su compromiso, que el presidente formalizó en Twitter, de estar «siempre junto a mi gente» en tanto no se alcance «una solución definitiva». Quién se atreverá a reunir a los sindicatos del campo para persuadirlos de que no hay futuro sin agricultura sostenible, y de que los desafíos del cambio climático no son un canto de sirenas.

Estas y otras preguntas sin respuesta configuran la foto fija de este momento en la Región, que es la foto de verdad, esa que nadie puede ignorar si no es dándole largas por enésima vez. Tarde o temprano, los políticos -todos- que se retrataron el miércoles bajo la pancarta de los regantes deberán despejar tales interrogantes, como única manera de verificar que no era palabrería lo que allí dijeron. Tendrán que hacerlo, y entonces se darán cuenta del peligro que algunas fotos encierran para su credibilidad.


(*) Columnista


Cultura o muerte / Jordi Graupera *

El vocabulario que hasta ahora ha servido para explicar la política catalana ya no sirve. Las palabras que expresaban proximidades o distancias con el poder del Estado, o que trataban de expresar la lealtad o la defensa de los intereses de los catalanes, hoy están huecas de contenido y no sabemos qué quieren decir exactamente. 

La palabra "catalanismo" mismo, que ya hace tiempo que se ha ido desgastando, ha acabado significando el contrario de lo que se suponía que tenía que significar. Digo 'se suponía' porque, de hecho, lo que está pasando no es sólo que las palabras ya no se parecen a las cosas que designan, también pasa que las políticas o las actitudes que parecían destinadas a proteger unos espacios o unos intereses poco a poco aparecen como baluartes de los intereses opuestos.

Pensad en la Generalitat, que hasta hace bien poco era percibida como el dique de España, como una especie de contrapoder que nos era propia y nos permitía desplegar una vida institucional —es decir, política— propia. Y ahora poco a poco se va revelando la verdad cruda: la Generalitat es una institución del Estado que sirve para mantener a los catalanes controlados, bajo un régimen sin autonomía que les dé la impresión que les es propio, cuando no lo es. 

Se habla mucho de la infantilización de la cultura política catalana, pero se dice poco que esta infantilización es inseparable del hecho de que nuestros debates o prioridades nunca tienen un impacto real y contrastable sobre la vida pública o sobre el futuro de nuestros hijos, excepto cosas que están siempre bajo amenaza de desaparición y tienden a la folklorización (como la escuela).

Estas últimas semanas y meses, la Generalitat podría haberse convertido en este lugar institucional que nos permitiera hacer el salto. Pero tampoco ha sido así. Nuestros políticos, los que la comandaban, han argumentado que la amenaza de violencia los ha llevado a evitar dar el paso. Esta explicación no se la acaba de tragar nadie; no totalmente, quiero decir. Hay otras consideraciones en juego, pero hacerlas explícitas desmontaría el juego que la política catalana dice querer ser. El hecho, sin embargo, que el argumento haya sido la amenaza de violencia es revelador y determinante.

Es revelador porque hace aflorar aquello reprimido durante las décadas del autonomismo: que el artículo 8 de la Constitución (el que dice que las fuerzas armadas tienen el encargo de mantener la unidad de España, y que fue dictado por los generales mismos), no es un precepto, sino una descripción de la realidad. Si la unidad de España existe, es por la violencia inmanente de los que la han guardado durante toda la modernidad.

El argumento de la violencia, aparte de revelador, es también determinante porque viene a decir que en caso de amenaza, la única cosa que puede hacer la Generalitat para proteger a sus ciudadanos es rendirse, y entregarse a los que amenazan. Eso seguramente ya se veía a venir cuando oíamos que el referéndum no se podía hacer para no poner en peligro a los funcionarios. La protección del funcionariado pasaba por delante de lo que el Parlament ha dicho muchas veces que son los derechos de los catalanes. 

Así, la existencia misma de la Generalitat era utilizada y concebida como un dique, no de la marea española, sino de las aspiraciones legítimas de los catalanes, sean las que sean. Al Estado, por contraste, le ha dado igual si los funcionarios de la justicia o de las fuerzas del orden quedaban dañados por las actuaciones ilegítimas contra el derecho de autodeterminación de Catalunya. Lo pagarán, claro, porque eso implica darles un poder fáctico incremental, pero las prioridades son las prioridades.

Yo, ya lo sabéis, pienso que eso no es cierto. Pienso que la política catalana y la Generalitat de Catalunya, en particular el Parlament, pueden servir de base para construir un Estado independiente o al menos una política más seria. Sobre todo, pienso que pueden servir para proteger a los catalanes de las órdenes autoritarias, y que la inhibición que hemos visto, lejos de protegerlos, ha dado vía libre a la destrucción de la vida íntima y de las redes de solidaridad que las sociedades con un mínimo de confianza pueden establecer; por no hablar, claro, de las agresiones fascistas en la calle, o de la confianza con que sus representantes políticos planean la destrucción de toda la vida pública catalana. Pero este es otro tema, para otro artículo.

El hecho de que la Generalitat haya optado por este camino, ha estirado la degradación del vocabulario autonomista hacia el vocabulario independentista. Expresiones como república —¡despleguemos la República!— ahora mismo no significan nada; o no significan nada más que "tratamos de recuperar la autonomía humillante y eufemística que nos ha llevado hasta aquí". O: "hagamos las políticas sociales que sabemos que no nos dejarán hacer si no hacen avanzar el proyecto nacional español, y mantengamos vivo el marco de la agresión a nuestra libertad". Y llamadme radical, pero diría, con toda moderación, que eso no sirve para nada.

El problema de fondo de este desgaste no es léxico, sino político. A fin de que este nuevo vocabulario desgastado tenga alguna posibilidad de convertirse en moneda de cambio, hace falta que olvidemos el 1-O. O hace falta, al menos, que lo degrademos a la insignificancia, que es la única cosa que con estas elecciones podía conseguir Rajoy. Que no signifique nada. Tras el barrido del 1-O, sin embargo, se van con él todas las actitudes que pueden hacernos libres: la autodeterminación, la unilateralidad social, la resistencia, la acción real y activa, la vocación política y el pacifismo instrumental. 

Las elecciones del 21-D se podían coger asumiéndolas como una debilidad del Estado, que es lo que son, y no como su fortaleza. Por eso este no es el referéndum que no nos han dejado hacer, al contrario: es la aceptación por parte del Estado de que una sociedad que puede montar un referéndum bajo sus narices, sacar a 2,3 millones de personas a plantar cara a la policía, es una sociedad que no se puede gobernar con violencia sin su consentimiento mucho más allá de unos meses. Por lo tanto, elecciones. Ahora: si aceptas el marco de la represión como punto de partida, en lugar del marco de la resistencia hecha efectiva el 1-O, quiere decir que la represión es, implícitamente, consentida.

El desgaste cultural es independiente del resultado de las elecciones del 21-D. Si gana el españolismo, este vocabulario nuevo no servirá para nada más que para permitirles mercadear con nuestro miedo. Sobre todo ahora que hemos incentivado el uso de la violencia: aceptando que somos responsables de esta violencia con nuestras decisiones, compartimos los costes, y por lo tanto, los rebajamos para quien está dispuesto a utilizarla como amenaza. Sí, rindiéndonos hemos despertado el fascismo. 

Si gana el independentismo, las acciones concretas que cada partido puede mirar de hacer tampoco no tienen un horizonte eficaz mientras mantengamos vivo el nuevo marco. Este nuevo marco, por así decirlo, ha mutado del procesismo hacia el procesalismo: las estrategias procesales para sacar a los políticos y activistas de la prisión —o del exilio—, totalmente comprensibles, se han convertido en estrategias políticas de todo el país: por eso los discursos de campaña son revisados por penalistas.

Si gana Puigdemont, se nos dice, volverá a Catalunya. Muy bien. ¿Y entonces qué? ¿Lo detendrán? ¿No? Cualquiera de estas posiciones tiene sentido si es para hacer alguna cosa partiendo del espíritu del 1-O, si es partiendo del espíritu del 29-O, volvemos a estar donde estábamos y para peor. Si gana ERC, y Junqueras es investido: lo mismo. 

Si ninguno de los dos lo es, y Marta Rovira o alguien de JxC es investido, la pregunta sigue flotando en el aire, y no tenemos ningún vocabulario para hacer nada efectivo ahora que 'desplegar la República' se ha convertido en el nuevo eufemismo sin contenido. Incluso si el objetivo no verbalizado del independentismo es superar el 50% de los votos en unas elecciones donde el unionismo participe, ahora o más adelante, el problema continúa vigente: ¿alcanzado este tanto por ciento, qué?

El callejón sin salida de la política pide que encontremos otra salida para fortalecer el gusto por la libertad. Eso quiere decir que estamos en una batalla cultural en el interior del independentismo y en todo el país. No podemos ser prisioneros del poco margen que tienen los políticos amenazados, encarcelados o exiliados. 

Culturalmente, por lo tanto, implica que nos tendremos que defender tanto del gobierno y del Estado español —de jueces a periodistas— como del discurso de los políticos catalanes, que tienen todo el marco girado. A cada paso, hará falta deshacer el lío, y llamar a las cosas por su nombre. Si salimos de esta, incluso los políticos tendrán un trampolín desde donde saltar. Escritores, guionistas, dramaturgos, diseñadores, tertulianos, dibujantes, académicos, científicos, publicistas, abogados, artistas, programadores, periodistas: es la hora. Llevad vuestra libertad al límite y reventaremos las costuras.

Llenamos las palabras de contenido o estamos muertos.


(*) Periodista, doctor en Filosofia y profesor universitario en Estados Unidos


Los líderes, los símbolos y la Pimpinela catalana / Ramón Cotarelo *

El acto de ayer de la ERC en el Born fue impresionante. De organización, coordinación y desarrollo, extraordinario. De asistencia, petado y superpetado. Fresquita mañana de sábado, todos con abrigos, bufandas, aguantando a pie firme, o silla de tijera, que no sé qué será peor. De contenido, acierto total. 
 
Había un plantel de líderes, todos con competencia, claridad de ideas y voluntad de lucha; y cientos de "liderados" que, como los soldados de Napoleón, llevan un líder en la mochila. Y estaba el líder principal, representado por el lazo amarillo en su asiento, su imagen en la pantalla y la lectura de sus textos. Nunca un ausente estuvo más presente con el añadido moral de la injusticia de la ausencia.

Ignoro de dónde ha sacado Sáenz de Santamaría la idea de que los indepes están "descabezados" y sin líderes. Sospecho que ella también lo ignora. Dice lo primero que se le ocurre que, sobre ser falso (pues en el acto del Born estaban todos los líderes de ERC) es una metedura de pata que parece de Albiol porque viene a decir que quien ha mandado a Junqueras a la cárcel no son los jueces sino Rajoy. 
 
Lo cual deja el Estado de derecho a la altura de lo que realmente es, a qué vamos a engañarnos: un gobierno arbitrario autodotado de una norma de plenos poderes para hacer lo que le dé la gana. Enviar gente que le incomoda a prisión, por ejemplo, y que su segunda se jacte de ello en público y lo convierta en argumento de la campaña electoral. A ver, señorías de la oposición, díganlo: Estado de derecho. Y díganlo, no vaya a aplicárseles el 155.

¡Qué fuerza tienen los símbolos! Ese color amarillo identifica otra etapa del proceso, algo asimilable a la de la iglesia purgante, posterior a la militante y anterior a la triunfante. Amarillo en los lazos, las cintas, las bufandas, los abrigos, los gorros. Amarillo chillón, el color del escándalo. El escándalo que siempre provoca la injusticia. Me recordaba en un post anterior el título de una película de Ford (She Wore a Yellow Ribbon), entendiendo el amarillo como símbolo de la separación de los amantes. Los presos, los exiliados y sus familias, sin ir más lejos.

Y decía el gobierno que el encarcelamiento de los "responsables" no provocaría protestas duraderas. Hablaba Ojo de Lince. 

Hay otra comparación que sugiere el amarillo: durante la II Guerra Mundial, los nazis obligaban a los judíos a distinguirse portando un cinta, un distintivo, una estrella de David amarillos. La finalidad se evidenciaría poco después: exterminar un pueblo. Ahora, un pueblo que se niega a ser exterminado, simboliza con el amarillo el reconocimiento a sus líderes, esos que, según Sáenz de Santamaría ha "descabezado" Rajoy. Mientras no lo haya hecho como don Quijote cercenaba pellejos de vino creyendo descabezar gigantes, endriagos y malandrines, el asunto tendrá un pasar. Lo malo como siempre será el vino derramado.

Y ¿qué me dicen de la resurrección de Pimpinela Escarlata convertido en Pimpinela Catalana? Según información de L'Indépendent, la policía española está aumentado el control de fronteras (supongo que especialmente las del N, N/NE, N/E y E) para "pillar" a Puigdemont si se le ocurre aparecer inopinadamente en algún acto de campaña o rueda de prensa. Hay quien lo compara con el episodio de la peluca de Carrillo cuando la transición, pero lo de Puigdemont pica más alto, hasta la chispa de una aventura de Sir Percy Blakeney al rescate de alguna víctima del Terror.  
 
Terror el que sienten las autoridades de que algo así pueda suceder, una aparición-relámpago del presidente de la Generalitat, lo suficiente para una foto y su desvanecimiento acto seguido. Nuevo y espantoso ridículo internacional del frente del 155. 

Los líderes estarán descabezados pero, como fantasmas de Canterville, se aparecen a los gobernantes con la cabeza bajo el brazo mientras les hacen una jugarreta tras otra. Porque, desde el momento en que el gobierno ordenó retirar la euroorden, Puigdemont puede viajar a donde le plazca, a la Unión Sudafricana o a Cerdeña. Para impedirlo, el gobierno tendría que solicitarlo a la Interpol y eso, supongo, llevará su tiempo, no será de ejecución inmediata como sucede con el Tribunal Constitucional.

La campaña está descaradamente sesgada a favor de los unionistas; sus declaraciones son incendiarias; las calles, las estaciones de metro, las ubicuas pantallas reverberan con sus rostros. Y, sin embargo, no se les ve. A los que se ve es a los ausentes. No hay nada como prohibir algo para hacerlo visible, nada como encarcelar a la gente en nombre de la democracia para sacar a los demócratas a la calle.

Y una última consideración, sin ánimo de chinchorrear: en el caso probable de un triunfo del bloque independentista, los partidos unionistas tendrán que independizarse quieran o no. ¿O van a actuar como correas de transmisión de decisiones adoptadas en otro país? 


(*) Catedrático emérito de Ciencia Política en la UNED

sábado, 16 de diciembre de 2017

El Gobierno manchego pedirá que el mínimo no trasvasable desde el Tajo suba a los 900 hectómetros cúbicos


GUADALAJARA.- La consejera de Fomento de Castilla-La Mancha, Agustina García, ha pedido que el Pacto Nacional del Agua recoja que el umbral mínimo no trasvasable en los pantanos de cabecera del Tajo, Entrepeñas y Buendía, suba hasta los 900 hectómetros cúbicos y se incremente el caudal ecológico del río a su paso por Toledo y Talavera. 

Actualmente se encuentra en los 400 hectómetros cúbicos que establece el Memorándum del acueducto, circunstancia, que unida a la situación de sequía actual, ha hecho que los regantes del Levante no hayan recibido agua del Tajo desde hace meses.
Estas declaraciones las realizó durante una visita a los pantanos de cabecera, una actividad promovida por la Asociación de Periodistas de Talavera, en la que también participaron el presidente de la Asociación de Pueblos Ribereños, Francisco Pérez Torrecilla, y representantes de la Corporación municipal de Talavera de la Reina y del colectivo profesional de periodistas de Talavera y del de Guadalajara.
"Una imagen vale más que mil palabras", lamentó la consejera manchega en alusión al estado de los pantanos, que a día de hoy almacenan 232,318 hectómetros, el 9,39 por ciento de su capacidad total de embalse que es de 2.474 hectómetros cúbicos, y que achacó a la "gestión nefasta que se ha hecho del río, que no viene de ahora".
García Élez resaltó que el Gobierno regional ha pedido al Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente que "las consecuencias del trasvase tienen que incluirse en el Pacto Nacional del Agua".
Para este pacto nacional, la consejera de Fomento castellano-manchega pidió consenso y que todas las regiones tengan el mismo peso, con las premisas de "incrementar un caudal ecológico real o la reducción drástica de la contaminación del río Jarama, que desemboca en el Tajo".
De la misma forma, la consejera dijo que este pacto no puede olvidarse de que "no valen los 400 hectómetros cúbicos mínimos no trasvasables que fijó el Memorándum", por lo que Castilla-La Mancha "reivindicará un aumento en los embalses a los 900 hectómetros para garantizar un uso turístico en esta zona".
La titular de Fomento del Gobierno manchego considera que "la sequía es un problema, pero también con el trasvase se agravan las consecuencias, como que los pueblos ribereños hayan tenido que cerrar muchos negocios, o que en Toledo y Talavera no haya caudal ecológico porque no se mueven las aguas del río" y el Tajo sea "una cloaca con problemas de algas, espumas y contaminación".
Recalcó que la falta de agua "es un problema de todos y que entre todos hay que buscar una solución conjunta", y señaló que el presidente manchego, Emiliano García-Page, "ya ha dado el primer paso con la propuesta de un encuentro de todas las comunidades de España, con ponentes internacionales para entre todos, buscar soluciones en materia de agua".
Respecto a los decretos de sequía, García Élez lamentó que el que se aprobó en junio "dejara fuera las cuencas del Guadiana y del Tajo", y explicó que Castilla-La Mancha ha pedido que los decretos no se apliquen por cuencas sino por subcuencas o sistemas de explotación.
Así, aseguró que la cuenca del Tajo cuenta hoy con un 37 por ciento de volumen en el global, aunque en la cabecera es de poco más del 9 %; del 12 % en el Torcón o de situación de emergencia en el Sorbe o el Tajuña, estado al que podría llegar también el Alberche en enero, según la Confederación Hidrográfica del Tajo (CHT).
Además, también apuntó que su Gobierno solicitará mayor peso de la representación castellanomanchega en el Consejo Nacional del Agua, ya que "es la única comunidad por la que atraviesan siete grandes cuencas hídricas".
Por su parte, el presidente de la Asociación de Pueblos Ribereños, Francisco Pérez Torreccilla, lamentó que la situación del embalse de Entrepeñas, con 76 hectómetros cúbicos de reserva, presenta una situación más de "saqueo" que de sequía.
Así, dijo que los municipios ribereños y, en general Castilla-La Mancha, "lleva 38 años siendo solidarios con otras zonas y las consecuencias son unos embalses vacíos" y ha informado de que desde el 2011, cuando se alcanzó un 52 por ciento de volumen, se han trasvasado 2.173 hectómetros cúbicos.
Además, el viceportavoz del equipo de Gobierno local del Ayuntamiento de Talavera de la Reina, Santiago Serrano, destacó que "hay que demostrar la unidad que existe entorno al agua que debe pasar por Talavera".
Por eso, aseguró que el equipo de gobierno local siempre ha defendido que todo lo que concierne al agua, al ser un "tema estratégico para Talavera", debe estar fuera del debate político, "porque es una cuestión de ciudad".
En su opinión, es necesario demostrar la unidad de los talaveranos entorno a algo "que es innegable" para Talavera, como es "tener agua en calidad y cantidad", y ha abogado por un acuerdo nacional sobre el agua.

La alcaldesa Belén Castejón, reelegida secretaria general del PSOE de Cartagena


CARTAGENA.- La secretaria general del PSOE de Cartagena, Belén Castejón, fue reelegida en la mañana de este sábado con el 83,67% de los votos de los delegados asistentes al congreso local, informa en un comunicado esta formación.

La secretaria general apeló a la unidad del partido para "llegar al corazón de todos los cartageneros y demostrarles que el PSOE está aquí para construir un municipio más solidario, acogedor y dinámico, como estamos haciendo desde el Gobierno del Ayuntamiento de Cartagena".
Castejón pidió a todos los socialistas que sean "ejemplo y referente, trabajando sin descanso para mejorar nuestra sociedad". 
"Somos un partido con vocación de servicio público y nuestra única finalidad es lograr que nuestro municipio siga creciendo con una perspectiva socialista en la que priman las personas por encima de cualquier otro interés", señaló.
Recordó que los socialistas se caracterizan "por afrontar lo que otros consideran imposible. Amamos los retos porque con ellos nos superamos y alcanzamos nuestra mejor versión para seguir luchando por nuestro municipio".
El secretario general del PSRM-PSOE, Diego Conesa, señaló que las ejecutivas regional y local trabajarán en la misma dirección y con los mismos objetivos.
"Tenemos que trabajar y generar espacios para el debate dentro del partido, para la rendición de cuentas, para la defensa de la gestión municipal y para escuchar a los militantes, los simpatizantes y los vecinos de todos los rincones de Cartagena y de la Región", explicó Conesa.
El líder regional de los socialistas indicó que la Ejecutiva regional se pone a disposición de Cartagena para colaborar, escuchar y ayudar en todo cuanto sea necesario.
Ana Belén Castejón fue elegida secretaria general por primera vez el 16 de diciembre de 2012 con el respaldo del 57% de los delegados, en una asamblea a la que no asistió una de las seis agrupaciones municipales debido a las divisiones internas que padecía el partido por entonces.
En la Asamblea celebrada este sábado han participado todas las agrupaciones y la secretaria general ha logrado el respaldo del 83,67% de los delegados.
La secretaria general destacó que, tras cinco años de trabajo, se ha logrado la unidad del PSOE local, que actualmente gobierna Cartagena, en coalición con Movimiento Ciudadano.
"Hemos construido un PSOE más fuerte, preparado para afrontar los retos del futuro y seguir gobernando el municipio", explicó.

Los ciclistas dicen que no pidieron el carril de las rondas de Murcia pero defienden su continuidad


MURCIA.- El presidente de Murcia en Bici, Miguel Ángel López Pérez, dijo este sábado en un comunicado que fue la concejala delegada de Tráfico, María Dolores Sánchez Alarcón, la que propuso el 19 de septiembre de 2016 el carril bici de Miguel Induráin, Reino de Murcia y avenida de Los Dolores y no el Observatorio de la Bici (OMB).

López Pérez se ha desmarcó así de la inciativa, después de que el grupo socialista anunciase que denunciaba ante el Tribunal de Cuentas la construcción de los 7 kilómetros del carril bici que iban a ser desmontados unos meses después de su construcción.
"Desconocemos los informes técnicos que llevaron a la concejala de Trafico a ejecutarlo, pero nos atrevemos a decir, que tal vez fuera por aumentar el número de carriles bici existentes en Murcia, pues este eje era el de mayor longitud", añade.
"El año pasado escribimos una carta al mago Ballesta para pedirle una red de carriles bici coherente, directa y segura. Lo que no sabíamos es que Ballesta hiciera magia de verdad apareciendo y desapareciendo carriles bici", ironizó.
"La ejecución de este carril no es demanda prioritaria de los usuarios de la bici, pero una vez realizado no se puede dar un paso atrás en la recuperación del espacio a favor de medios de desplazamiento no contaminantes", concluyó.

Un empresario murciano afincado en Alicante patenta un nuevo sistema de prevención de accidentes en carretera


ALICANTE.- Un empresario murciano de 77 años, afincado en Alicante desde los 11, ha patentado un nuevo sistema de prevención de accidentes en carretera a partir del empleo de neumáticos fuera de uso. Antonio Arce López, presidente de Patentes Arce y, en su día máximo ejecutivo de Controlex y Europatologías, calcula que con su patente la siniestralidad vial descenderá drásticamente con el consiguiente ahorro de vidas y recursos de las compañías de seguros en el ramo del automóvil, hoy la mitad de ellas en pérdidas, al igual que la contaminación por la quema de todo tipo de ruedas de caucho.

Los llamados Sistema “NEUSEGUR” y “NEUSEGUR +”(Plus) "tienen muchas ventajas respecto a la actual situación de las barreras de seguridad de nuestras carreteras, sin que hayamos encontrado entre las Patentes de Invención y Modelos de Utilidad del archivo INVENES, de la O.E.P.M. ningún otro sistema, de entre los muchos registrados, que ofrezca una seguridad tan completa como el que hemos desarrollado. Las principales ventajas que hemos encontrado, sin que puedan excluirse otras de menor importancia, dice Arce, son las siguientes:

1. En caso de impacto de los vehículos, éstos no lo hacen sobre superficies metálicas, sino sobre la blanda y elástica goma de los neumáticos y, adicionalmente, sobre el disco de goma del Sistema “NEUSEGUR +”(Plus).
2. Además de la blandura de la goma está la flexión del propio neumático al estar hueco en su interior, permitiendo una deformación relativa, cuya resistencia hace de freno al vehículo.
3. Por las dos razones anteriores, la energía cinética del vehículo queda absorbida, en parte por los neumáticos fuera de uso, por lo que las lesiones producidas a conductores y ocupantes, así como los daños al vehículo y a la propia barrera de seguridad quedan minimizados.
4. En cuanto a los motoristas, con esta solución quedan eliminadas todas las aristas y superficies duras contra las que pueden cortarse y/o estrellarse, dado que lo que no cubran los neumáticos quedan cubiertos por un perfil de goma pegado a dichas aristas, tanto en las biondas por arriba, por abajo y por los laterales, como en el resto de elementos de la barrera, como los separadores.
5. Los motoristas y ciclistas quedan retenidos por los neumáticos dado que, el vuelo que los mismos tienen por debajo de la línea inferior de las biondas queda libre, por lo que al impactar sobre esta zona, se flexionan lateralmente hacia el exterior de la carretera, reteniendo al accidentado e impidiendo su paso al otro lado, donde puede haber un precipicio, un terraplén, rio, lago, mar o un talud de dura roca contra la que estrellarse, al tiempo que evita el posible rebote para volver a la calzada de la carretera.
6. Es posible una mayor retención de los vehículos que impacten sobre las barreras si se colocan los neumáticos superponiéndolos parcialmente unos sobre otros, de forma escalonada en el sentido de la marcha, apoyándose cada uno sobre el talón, costado o pared lateral del anterior, de forma consecutiva.
7. Por otro lado, en el Sistema “NEUSEGUR +”(Plus) el disco de goma que cierra el agujero central de cada neumático impide que alguna parte del cuerpo del accidentado pueda introducirse en él y procurarle alguna lesión.
8. Además de las víctimas, los daños sobre los propios vehículos quedan reducidos, ya que el impacto, en lugar de producirse sobre una dura superficie metálica, lo hacen sobre la superficie blanda y absorbente de los neumáticos.
9. En cuanto al aspecto estético y medioambiental, también está solucionado, pues los neumáticos pueden pintarse de colores a elegir, por ejemplo el verde o combinación de dos colores, por ejemplo, rojo y blanco.
10. Existe la posibilidad de utilizar pinturas ignífugas para evitar el vandalismo que supone pegarles fuego, por lo que resultaría imposible este hecho delictivo.
11. Para evitar la retención de agua de lluvia en el interior de los neumáticos, éstos van dotados de un agujero en la parte más baja que sirve de desagüe.
12. Para mejorar aún más su belleza y encaje medioambiental, se puede llenar de sustrato vegetal su interior en su tercio inferior de los neumáticos del Sistema “NEUSEGUR” y plantar flores de diversas especies ornamentales, dotándolas de riego mediante una línea principal, con tubitos de riego por goteo en cada una de las ruedas. Los sobrantes del riego saldrán por el agujero inferior.
13. Un variante consiste en colocar un elemento circular para tapar el agujero de cada rueda, en el Sistema “NEUSEGUR +”, con un disco de triturado de goma reciclada, prensada y adherida o cualquier otro tipo de goma o plástico unida con pegamento apropiado. Este Sistema no permite su ajardinamiento.
14. Estos dos Sistemas permiten alojar en la parte superior del hueco de los neumáticos dispositivos receptores sensibles a los impactos que, conectados a un cable protegido, llegue hasta una estación emisora de radio o telefonía colocada cada cierta distancia, que notifique los accidentes a las autoridades.
15. Este sistema de protección también es aplicable a elementos rígidos verticales, como pilas de puentes, postes de señales de tráfico, pilares de puentes de señales luminosas, etc".

Siniestralidad vial en España


Según la Dirección General de Tráfico (DGT), en el año 2015, se produjeron en España 54.028 víctimas en carretera, de los cuales: 1.248 son fallecidos; 4.744 son heridos hospitalizados, y 48.036 son heridos no hospitalizados.
Según la O.C.D.E., para ese mismo año 2015, fallecidos 1.680, hospitalizados 10.086 y heridos leves: 114.634, lo que totaliza: 126.400 víctimas en 89.419 accidentes. 
El coste total de los daños y lesiones producidas se estima en unos 9.640 millones de euros, sufragados por el Gobierno español, las compañías seguradoras y los particulares. 
Un coste adicional suponen las bajas por accidente, con pérdidas de miles de jornadas de trabajo y… el sufrimiento acumulado por las víctimas.

La contaminación por neumáticos

La progresiva contaminación ambiental que producen los neumáticos fuera de uso (NFU) en España, dado el aumento anual del parque de vehículos, así como que su duración en la naturaleza, hasta desaparecer por completo, se estima en 1.000 años, hace que su presencia resulte altamente contaminante en nuestro medio ambiente.
Por otro lado, quemarlos tampoco supone una solución, pues los humos resultantes también son contaminantes y cancerígenos.
Es muy conocido el grave problema de salud ambiental que se produjo en la población de Seseña (Toledo) donde ardieron varios millones de neumáticos fuera de uso (NFU), produciendo graves daños de contaminación, tanto en la atmósfera como en el suelo, lo que produjo numerosas molestias a los habitantes de toda la zona.
Por otro lado, el Gobierno Español creó el R.D. 1619/2005, de 30 de Diciembre, sobre la “GESTIÓN DE NEUMÁTICOS FUERA DE USO”, la empresa Signus (Sistema Integral de Gestión de Neumáticos Usados, S.A.), con sede en Madrid, formada por los principales fabricantes de neumáticos, como Michelín, Firestone, Pirelli, Bridgestone, Continental y GoodYear, junto con fabricantes menores. Esta empresa recicló en 2015 un total de 186.285 toneladas, lo que supone sólo el 50 % del total.
Por otro lado, la empresa TNU (Tratamiento de Neumáticos Usados, S.L.), de Elche, declara haber reciclado 360.000 Ton. entre los años 2006 a 2016, lo que supone una media anual de sólo 10.000 Ton.
De todo ello se deduce que, en España, hay un excedente anual de unas 170.000 Ton. de neumáticos fuera de uso (NFU) que no se reciclan, según las cifras de 2016, lo cual se viene incrementando año tras año por el crecimiento del parque de vehículos de España. Estos neumáticos sobrantes que no se reciclan, son los que vemos por los vertederos, campos, barrancos, costas, ríos, lagos, etc., quedando allí contaminando hasta desaparecer por completo, que, como hemos dicho anteriormente, supone 1.000 años aproximadamente.

La solución propuesta

La solución propuesta consiste, simplemente, en fijar los neumáticos fuera de uso (NFU) a la primera de las ondas de la barreras horizontales bionda, empezando por arriba. 
Éstas barreras tienen una altura normalizada de 750 mm y, como las ruedas de automóvil, que son las más frecuentes, suelen tener un diámetro entre 60 y 65 cms, quedarán colgadas y a menos de 10 a 15 cms. del suelo, dejando paso libre al agua de las lluvias torrenciales a través de dicha abertura que, por otro lado, impedirá el paso de los accidentados, como motoristas o ciclistas, que sean lanzados contra ellas a ras del nivel de la carretera.
Los neumáticos fuera de uso (NFU) que se utilicen se colocarán a lo largo de las biondas de forma que queden planos sobre ellas y tangentes unos de otros.
En los casos en que se dispongan barreras con dos biondas, junto a las pilas de puentes, etc., los neumáticos fuera de uso se dispondrán en dos alturas, bien en línea o a tresbolillo, en el que los cuatro primeros son del Sistema “NEUSEGUR +”(Plus) y los cinco siguientes del Sistema “NEUSEGUR”.
Si se desea una mayor protección, es posible disponer los neumáticos fuera de uso (NFU) superpuestos parcialmente, apoyando cada uno de ellos sobre el talón, costado o pared lateral del anterior, creando así unos resaltos que ayudarán a absorber la energía cinética que traiga el vehículo antes de impactar sobre ellos.


La Fiscalía arremete contra políticos y agricultores por la contaminación del mar Menor


MADRID.- Políticos, empresarios y agricultores “han sido perfectamente conscientes” durante al menos 15 años de que la “desmesurada e incontrolada” implantación de cultivos de regadío en el entorno del mar Menor, en la Región de Murcia, estaba generando una enorme cantidad de vertidos a la laguna litoral, provocándole un deterioro difícilmente reversible. Y, pese a ello, no hicieron nada para evitarlo, acusación que hoy publica El País.

Así de contundente se muestra el fiscal superior de la Región de Murcia, José Luis Díaz Manzanera, en la querella que ha presentado este jueves ante el juzgado de instrucción decano de Murcia. Acusa a 34 personas, entre excargos del Gobierno regional, de la Confederación Hidrográfica del Segura (CHS) y de empresas del Campo de Cartagena de delitos contra el medioambiente y de prevaricación por permitir, por acción o por omisión, que el Mar Menor haya llegado a la grave situación de colapso por contaminación en la que se encuentra actualmente.
Entre los acusados más conocidos destaca el exconsejero de Agricultura murciano Antonio Cerdá, que ocupó el cargo desde 1999 hasta 2015, o los expresidentes de la CHS José Salvador Fuentes Zorita y María Rosario Quesada, y el comisario de Aguas de la institución, Manuel Aldeguer, actual director general de Agua de la Generalitat Valenciana. 
En el caso de Cerdá, no es la primera vez que es acusado de prevaricación: en 2014 fue imputado por el Tribunal Superior de Justicia de Murcia por ese presunto delito y los de tráfico de influencias y contra la ordenación del territorio en el caso Novo Carthago en relación con la tramitación urbanística para construir 10.000 viviendas en un paraje protegido en Cartagena.
En su querella, en la que lleva trabajando más de un año, Díaz Manzanera hace un prolijo repaso de la situación de la laguna costera. También recuerda que desde 1998 los planes hidrológicos de la cuenca del Segura han venido advirtiendo de su contaminación y la de acuíferos y ramblas por nitratos y fosfatos procedentes principalmente de la agricultura.
“Pese al alto nivel de protección ambiental que tiene el Mar Menor y su entorno, y pese al amplísimo régimen jurídico de regulación y protección, sorprendentemente y de forma reiterada a lo largo de los al menos últimos 15 años, ni se ha protegido el Mar Menor en los términos exigidos, ni se ha cumplido la normativa descrita en muchos supuestos: ni por los que han ejercido la principal actividad agrícola contaminante, ni sobre todo, por las máximas autoridades competentes en velar por su correcta aplicación”, asegura en su escrito, de 64 folios.

Pasividad de administraciones

En el texto reitera la idea de la pasividad de las administraciones estatal (representada por la CHS) y regional, a las que considera “perfectamente conscientes” de los vertidos que se estaban generando y contra los que no impusieron ninguna medida “ni reparadora ni sancionadora”.
El fiscal llega incluso a cuantificar el tiempo que tardará la laguna costera en comenzar a recuperarse de su “caótica” y “nefasta” situación, algo que no ve factible hasta al menos 2027. Una situación, insiste en su escrito, que deriva de la “postura generalizada de no querer asumir ni resolver un problema desde su origen”.
Además de solicitar que se llame a declarar como investigados a las 37 personas que considera responsables de esta situación, Díaz Manzanera solicita en su querella algunas medidas cautelares, como que los 24 agricultores del campo de Cartagena citados en el texto no puedan verter rechazos de las aguas de riego en ramblas y fianzas para reparar los daños ambientales producidos.
A esos agricultores, el fiscal les responsabiliza principalmente de abrir pozos no autorizados y desalobradoras irregulares, más de un millar, desde las que habrían vertido esos rechazos de salmueras, nitratos y fosfatos a ramblas y pozos que, a su vez, desembocan en el mar Menor. Esos recursos los habrían buscado los agricultores ante la falta de agua pues, según la querella, al menos hay en el Campo de Cartagena 20.000 hectáreas de regadío más de las previstas inicialmente, y a las que también considera en situación de “ilegalidad”.
El fiscal estima que a través de esos cultivos se han inyectado en la laguna litoral unas 3.300 toneladas de nitratos cada año, y la cantidad acumulada en la última década sería de unas 371.000 toneladas.
En su opinión, hasta 2013, cuando la CHS comenzó a tomar alguna medida al respecto, la pasividad fue casi total, pero para entonces la contaminación del ecosistema del mar Menor era ya “desastrosa” y “calamitosa”.
La denuncia, según ha anunciado hoy el Tribunal Superior de Justicia de Murcia, ha sido asignada al juzgado de Instrucción nº 2 de Murcia.