ALICANTE.- El presidente de la Generalidad Valenciana, Ximo Puig, ha reivindicado este martes a la ministra de Agricultura, Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, Isabel García Tejerina, ha reivindicado la urgencia de adoptar actuaciones de emergencia que pasan por un plan extraordinario que incluya un trasvase urgente desde el Tajo y la puesta en marcha de todos los recursos de la cuenca del Segura, sobre todo, de los pozos de sequía, recoge Abc.
En posición antagónica, la consejera de Fomento de Castilla-La Mancha, Agustina García Élez,
ha advertido al presidente valenciano de que no puede pedir una
aportación extraordinaria del Tajo al Segura porque "no existe" agua y
"los pantanos están en situación alarmante". Y no se ha quedado ahí,
puesto que su posicionamiento no depende ya de las reservas hídricas:
"Es más, lo que sí que espero es que la contestación por parte del
Ministerio es que ahora no se puede, pero ni siquiera cuando se
recupere", ha aseverado.
Mientras Puig ha argumentado a la
ministra que "en una situación de crisis tenemos que dar una solución lo
más contundente posible”, la consejera García Élez ha afirmado que "esa
solución pasa por algo tan básico, como venimos defendiendo desde el
Gobierno regional, como las desaladoras, una apuesta decidida por parte
del Ministerio, una apuesta real por las desaladoras".
Y ha
añadido que Castilla-La Mancha no cuenta con ese recurso y cuando los
castellano-manchegos miran, ven "los pantanos vacíos", aunque las
reservas de los embalses de la cuenca del Tajo, en su conjunto, están al
39,9% de su capacidad, exactamente 4.389 hectómetros cúbicos, frente al
13,9% que resta en los del Segura, 153 hectómetros, el nivel más bajo
de toda España, con diferencia.
No obstante, aunque una de las dos
demarcaciones puede almacenar casi 11 veces más caudales que la otra,
los pantanos de cabecera del Tajo -Entrepeñas y Buendía- de donde se
abastecen los trasvases (para los que fueron construidos), solo tienen
233 hectómetros cúbicos, el 9,44 % de su capacidad, tras volver a perder
en la última semana 3,8 hectómetros cúbicos. Hasta 2013, el caudal
mínimo para autorizar transferencias estaba en 240 hectómetros, pero
ahora se ha elevado a 400.
Puig ha trasladado a la ministra las demandas de los regantes de la Comunidad Valenciana,
y, especialmente, de la provincia de Alicante, ante la “grave” sequía
que padece el territorio valenciano y ha reivindicado la adopción de
medidas urgentes y acciones estructurales para hacer frente a esta
situación “extrema” del campo.
Durante su encuentro con García
Tejerina, en el que ha estado acompañado por la consellera de
Agricultura, Medio Ambiente, Cambio Climático y Desarrollo Rural, Elena
Cebrián, el presidente de la Generalitat ha expuesto la necesidad de
adoptar actuaciones estructurales, y a este respecto ha reivindicado que
el Plan Nacional del Agua debe incorporar la voz de
los regantes valencianos, en especial los de las zonas más afectadas por
la sequía, como las comarcas de la Vega Baja, el Vinalopó y el conjunto de la provincia de Alicante.
Estas medidas estructurales deben contemplar también la necesidad de incrementar los recursos disponibles, a través de un plan de reutilización de aguas regeneradas
que debería plasmarse en un convenio con el ministerio y permitir que
la Generalitat sea quien otorgue las concesiones de aguas regeneradas;
la utilización de toda la capacidad de las desalinizadoras; la construcción de embalses de cola; un plan de desalobración y la moratoria en las tarifas
del agua del trasvase Tajo-Segura que el Gobierno de España aprobó el
pasado mes de junio. Igualmente, debería contemplar la agilización de
los trámites para permitir que los ayuntamientos limpien los barrancos.
“Le
hemos planteado a la ministra una serie de cuestiones que están
derivadas de la preocupación enorme por la situación de extrema sequía
sobre todo en la provincia de Alicante”, ya que “nuestro planteamiento
tiene una posición coyuntural respecto a qué medidas de carácter
inmediato se pueden ir adoptando y también estructural para garantizar a
medio y largo plazo la sostenibilidad de un regadío muy importante, que
genera muchos recursos y muchos puestos de trabajo y que está en
peligro”, ha señalado en declaraciones a los medios de comunicación.
Puig ha subrayado también que, durante la reunión, se ha abordado la situación de la desalinizadora de Torrevieja,
que “está, en estos momentos, lejos de su posibilidad de producción” y
cuyo incremento de rendimiento viene reivindicando la Generalitat desde
2016. “Nos han garantizado que, dentro de unos meses, tendrá 40 hectómetros cúbicos más”, con lo que se doblará su actual actividad, ha subrayado Puig.
Asimismo,
la consellera valenciana ha reconocido el "gran esfuerzo" realizado por
el sector agrario en su larga conviviencia con la sequía para adaptarse
y modernizarse, así como para "utilizar los cultivos de forma más
racional, empleando menos agua".
De igual modo, Cebrián ha resaltado el esfuerzo llevado a cabo por el Gobierno valenciano, con 18 millones de euros este año en modernización de regadío; ayudas a comunidades de regantes para racionalización del uso de riego por 5,1 millones de euros; investigación en el IVIA
para adaptación de cultivos y una convocatoria de ayudas de desarrollo
rural para regadío por importe de 25 millones de euros, entre otras
medidas.