Este
tema llega a los límites de la maldad humana, está amparado en un vacío
legal, y es muy real en la actualidad. Las armas de energía dirigida son
dispositivos que transportan energía dañina a través de ondas
electromagnéticas, o partículas atómicas o subatómicas. Permiten asesinar a distancia con tanta finura y discreción que ni siquiera las víctimas llegan a enterarse del ataque.
No
son visibles como un rayo láser, sino invisibles como un haz de
microondas o de partículas dañinas, pero tan letales como cualquier arma
convencional. Esto explicaría las muchas muertes extrañas que se han
producido en todo el mundo como la de Hugo Chávez o la de Yaser Arafat.
Reciben
distintos nombres como artillería silenciosa, bombardeo inalámbrico,
rayo de la muerte, asesinato científico, neuro-armas, armas
neuro-electro-magnéticas, holocausto silencioso mundial, o el eufemismo
cínico de “dispositivos para control de masas”, pero es el medio más criminal, cobarde e insidioso que ha inventado el ser humano.
Otro aspecto insidioso de estas armas es que pueden
usarse para alterar, alterar y controlar las funciones corporales
humanas, el movimiento, el comportamiento y hasta los procesos de
pensamiento.
Debido
a su capacidad para atacar y manipular los procesos biológicos, los
órganos internos y el sistema nervioso humano, así como los procesos
neurológicos, estos dispositivos son las armas más peligrosas producidas por la Humanidad hasta la fecha.
La historia de estas armas comenzó cuando el famoso físico Nikola Tesla llegó a idear un prototipo de Rayo de la Muerte, al que describió como un arma capaz de fundir aviones y carros de combate hasta una distancia de cuatrocientos kilómetros.
Otro ejemplo moderno es el llamado “Táser de Alta Potencia”.
Este tipo de arma se caracterizan por emitir un pulso de elevada
potencia de radio frecuencia dirigido por una antena. Los efectos de
esta onda son comparables a los del pulso electromagnético generado en
una explosión nuclear.
APOCALIPSIS ZOMBI
Pero la noticia más impactante es que Rusia está desarrollando un arma electromagnética para volver zombis a las personas y convertir en realidad la película “Apocalipsis Zombi”.
El
ministro de Defensa ruso Anatoly Serdyukov, informó del desarrollo de
una nueva arma electromagnética que ataca directamente el sistema
nervioso central del objetivo. El presidente ruso Vladimir Putin
confirmó a su vez la noticia y aseguró que se trata de “alucinantes
pistolas psicotrónicas que efectivamente pueden convertir a personas en
zombies”.
Según
parece el dispositivo funciona a partir de ondas de baja frecuencia
(similares a las de los hornos de microondas) que dirigidas hacia una
persona pueden afectar sus células cerebrales, con el supuesto fin de
conseguir un tipo de control mental.
VIOLACIÓN DE DERECHOS HUMANOS
Una “Alerta Urgente de Seguridad Nacional y Terrorismo Internacional” fechada el pasado 27 de abril denuncia “violaciones
de los derechos humanos a gran escala y los ataques físicos
sistemáticos contra la población civil en todos los países del mundo
utilizando modernas armas electromagnéticas y neuro-armas, a menudo en
combinación con implantes no consensuales y nanotecnología administrada
encubiertamente”.
Lo
que hace que estas armas sean particularmente peligrosas y devastadoras
para la población es que actúan encubiertamente. Utilizando el hecho de
que las ondas electromagnéticas se propagan sin ser notadas por los
humanos y pueden penetrar en las paredes, estas armas pueden ser usadas
para destruir la vida humana y permitir que los perpetradores escapen a
la detección.
La
naturaleza sistemática y clandestina de estos crímenes y su marcada
similitud en todo el mundo indican que se trata de un programa global
dirigido por el complejo internacional de inteligencia militar que
comete la mutilación premeditada, la tortura, la subyugación sistemática y un genocidio silencioso de partes de la población. Se trata de crímenes contra la Humanidad y de un programa global de campos de exterminio.
ASALTOS SILENCIOSOS
Los ataques contra las víctimas se lanzan desde unidades móviles de armas de energía dirigidas, así como infraestructura de telecomunicaciones como torres de celulares y sistemas de satélites.
El sistema de armas está ahora plenamente operativo en todo el mundo y
está destruyendo la vida de las víctimas inocentes por millones y está
subvertiendo naciones encubiertamente. Las víctimas individuales son perseguidas y atormentadas por las redes nacionales de vigilancia, rodeadas por perpetradores en todo momento y sistemáticamente torturadas y mutiladas con armas electromagnéticas y ultrasónicas tanto en público como en sus hogares.
Los asaltos explotan el hecho de que los haces de las armas electromagnéticas son silenciosas, invisibles y pueden penetrar en las paredes de los edificios de tal manera que las víctimas pueden ser asaltadas en todas partes sin dejar huellas que devuelvan a los autores. Por estos medios, las víctimas son efectivamente colocadas
en campos de concentración individuales erigidos a su alrededor por
agencias de inteligencia, miembros corruptos de la policía y su red de
agentes criminales.
Esta operación se acompaña de campañas de calumnia
dirigidas, infiltración y subversión de todos los aspectos de la vida
de las víctimas, incluyendo su círculo social, su familia, su lugar de
trabajo y especialmente su atención médica. Los operarios entran
clandestinamente en la casa de las víctimas, dañan bienes, sabotean el
equipo informático de forma directa o remota, envenenan alimentos y
llevan a cabo campañas de acoso para desintegrar psicológicamente a las víctimas para que eventualmente sean llevadas al suicidio o asesinadas.
EFECTO DEVASTADOR
El efecto sobre los seres humanos es devastador, ya que las armas pueden
simular muchas enfermedades, causar dolor y daño a los órganos, daño
cerebral, accidentes cerebrovasculares, ataques cardíacos y la muerte. La forma más común de daño a través del uso de estas armas es el daño del ADN y la formación de tumores y, finalmente, el cáncer.
El daño al ADN en los óvulos reproductivos de las mujeres altera el ADN
mitocondrial y, por lo tanto, perjudica a las generaciones futuras. Por
lo tanto, las operaciones de estos sistemas de armas constituyen una
amenaza para el futuro de la Humanidad misma.
Las armas de energía dirigidas móviles vienen en todos los tamaños y tienen varias capacidades. Están ocultas por los perpetradores en propiedades adyacentes, automóviles, drones, aviones e incluso partes de la infraestructura nacional.
Los agentes de las redes de vigilancia llevan armas de asalto en bolsas
y mochilas. Este sistema de armas encubierto está totalmente integrado y
controlado centralmente. Las víctimas que huyeron a otros países
descubrieron que su protocolo de asalto viaja con ellos y es continuado
por el sistema local de vigilancia y aplicación de la ley en cualquier
país donde residan.
De lo que podría establecerse a partir de documentos desclasificados, la matriz organizativa de los equipos de asalto sigue el protocolo utilizado para los escuadrones de la muerte dirigidos por las grandes agencias de inteligencia en, por ejemplo, Vietnam y los países sudamericanos.
(*) Periodista