El PP cambia la ley para impedir que se publiquen fotos como la de la detención de Rodrigo Rato. Es muy fuerte, en verdad. Tiene mucha carga moral. Quien ha sido casi todo en esta país, tratado como un delincuente. Pero los hombres labran sus propios destinos. No obstante, el gobierno, el PP, no quiere imágenes, no quiere fotos. Se malicia que tras esta vendrán muchas otras porque tiene una lista de espera de investigados, imputados, procesados y condenados que parece de un hospital gestionado por Cospedal. No quiere fotografías.
En
la "Ley Mordaza", actualmente recurrrida ante el Tribunal
Constitucional, se prevén sanciones altísimas a quienes hagan
fotografías a las fuerzas de orden público cuando "gestionan" (digámoslo
elegantemente) manifestaciones o protestas callejeras. El PP no quiere
fotografías. No quiere fotos. Le molesta la luz. Padece fotofobia.
Vive
en la oscuridad y las tinieblas. Solo así se explica que sus cargos no
vean nunca nada de lo que tienen delante de la nariz. Mato no veía el
Jaguar en el garaje de su casa. Cifuentes tampoco vio que su lista
electoral fue confeccionada por Salvador Victoria, hoy imputado en la
operación Púnica. Lucía Figar no vio la operación Púnica,
igual que Rajoy no veía a Bárcenas y, luego, dejó de ver a Blesa y Rato,
que volvieron al reino insondable de las tinieblas. Camps no veía los
trajes o las facturas o ambas cosas. Arenas no veía los sobresueldos y
Cospedal nunca se ha visto a sí misma. Igual que la Infanta no veía lo
que firmaba. Firmaba a ciegas.
Todos vivían en un mundo en tinieblas
perpetuas, como en el Ensayo sobre la ceguera, de Saramago, que trae causa de aquel tremendo Informe sobre ciegos, de Sábato en Sobre héroes y tumbas.
Todos ciegos, pero gobernando el país. Y la verdad es que Rajoy se da
un aire al ciego que dirige a otros ciegos al hoyo en el cuadro de
Breughel, sacado literalmente de Mat. 15, 14, "dejad que los ciegos
guíen a los ciegos porque cuando un ciego guía a otro, los dos caen en
el hoyo".
Las
elecciones, sin embargo, han aportado luz. En algunos sitios focos
poderosos; en otros destellos. Pero comienza a iluminarse un panorama
hasta ahora tenebroso, poblado por seres fotofóbicos. Ciegos. Y, claro,
estos, desconcertados, se reúnen para recibir las órdenes del guía en
una situación tan dificil, bajo una luz deslumbradora. Y la orden, por
boca de Cospedal, aún secretaria general, es cerrar filas, mantener la
unidad, no desperdigarse, que es peor y no hacerse daño. O sea, no cunda el pánico, se dé un "sálvese quien pueda" a costa del prójimo.
En
el otro extremo están los emergentes, decididamente partidarios de la
luz plena, el conocimiento público de cuanto se hace y dice en política.
Pero este principio ha comenzado a resquebrajarse. Rivera se reúne en
secreto con Sánchez y comparte con Rajoy la intimidad de un almuerzo en
privado. Luz, aquí, poca. Y, sí, sus cabezas de listas suelen plantear
exigencias de trasparencia en los gobiernos locales, pero ya comienzan a
escucharse protestas en el partido por las actitudes dictatoriales de Rivera que solo pueden alimentarse del secreto de los conciliábulos. Puede que haya luz, pero parece la de la linterna sorda.
El
otro emergente, Podemos, se ha tomado más en serio su condición de
héroe o mito solar y de mensajero de la luz. Pero también de un modo
irregular, lo que hace presumir que sucederá como siempre cuando hay
pactos o acuerdos: las partes ceden y, dentro de cada parte, luego hay
sectores más a favor y más en contra de ceder o, si se quiere,
posibilistas y guardianes de las esencias.
En Castilla la Mancha, los
acuerdos pactistas parecen ir muy avanzados. En Andalucía, en cambio, el
asunto parece enquistado a la par que enconado. Las dos partes se
culpan mutuamente y ambas con el mismo argumento, la intransigencia de
la otra. Las dos acumulan razones para sostener su actitud y sus
seguidores las convierten en insultos, lo que normalmente favorece poco
el entendimiento. De seguir las cosas así es posible que en Cádiz siga
gobernando Teófila Martínez y sea preciso convocar nuevas elecciones.
Antes de llegar a esta situación decepcionante quizá las dos partes
podrían ponerse de acuerdo en la figura de un mediador que propusiera
una solución de compromiso.
Y,
como la luz viene siempre de Oriente, ya veremos las luminarias que
traerán las elecciones catalanas si finalmente se convocan para el 27 de
septiembre. Una campaña electoral con todos los focos concentrados en
el debate soberanista, en España y en buena parte del extranjero. Fuegos
de artificio entre el nacionalismo catalán, unido en el objetivo
independentista, y el nacionalismo español (de derecha, centro e
izquierda), débil, fragmentario y desunido, porque aunque, en el fondo,
coincida en el reconocimiento de la nación española, no así en el modo
de hacerla valer.
El sobresueldos y la 'organización criminal', a lo suyo
Hace unos días, Rajoy, más conocido como
"el sobresueldos", decía que lo que más daño había hecho al PP en las
elecciones era el martilleo de la corrupción y, sobre todo, "la forma de tratarlo". El martilleo
sigue porque, por fortuna, no depende del Sobresueldos ni de los
periódicos y las teles, sino de los jueces y estos continúan siendo un
ejemplo de eficacia e independencia.
Hoy,
cinco nuevos imputados del PP en asuntos de corrupción, todos ellos
altos cargos, consejeros, diputados de Madrid y Murcia que, al parecer,
se lo llevaban crudo a través de la Púnica. ¿Cómo tendrían que
dar los medios esta información para que el Sobresueldos se quedara
tranquilo? Sencillo: los telediarios deberían abrir con noticias acerca
de cómo Mas, cuando creía que no lo veían, soplaba en un silbato
independentista y el comic "La Razón" con una foto demostrando
que Carmena es dipsómana y una mechera. Solo al final se diría que un
juez comunista o masón, resentido por su falta de ascensos a causa de su
adicción a la droga, ha querido acusar a Lucía Figar y Salvador
Victoria de falta de honradez, pero la buena gente de la calle lo ha
silenciado a gritos.
Pero
no es el caso. Hasta las divisiones azules más conocidas, como RTVE,
Telemadrid, Telecospedal y otras bazofias se ven obligadas a dar cuenta
de cómo los presuntos chorizos de esta asociación de malhechores van
recibiendo citaciones judiciales. De seguir a este ritmo es posible que
el sobresueldos no encuentre candidatos suficientes para las generales
fuera de las prisiones y tenga que componer la listas con un plante de
reclusos.
En
esta ocasión, de los cinco imputados, dos, Lucía Figar y Salvador
Victoria, son actualmente consejeros de la Comunidad de Madrid. Esta
Figar es la comecirios que ha regalado terreno público a organizaciones
católicas ultrarreaccionarias para que monten gratis sus chiriguitos educativos,
o sea, de adoctrinamiento de los niños bien, hijos de los
privilegiados, a quienes ha regalado dinero de todos a espuertas mientra
desmantelaba la escuela pública que, al fin y al cabo solo la
frecuentan los pobres, o sea, los rojos y la antiespaña. La misma que,
teniendo los ingresos saneados de todos los peperos (y quién sabe si
también sobresueldos, como el jefe máximo) pillaba una beca de comedor
para su hijo, privando caritativamente a otro de ella porque el dinero
no hay que dejarlo correr por ahi sino metérselo en el bolsillo, sobre
todo si es dinero ajeno. Cuando se roba en pro de la Iglesia, siempre es
de caridad dejarse un remanente para uno mismo.
Estos
dos nuevos pájaros, presuntos apandadores, eran también nombramientos
directos y de mucha confianza de Esperanza Aguirre. Ignoro si queda
alguien que alguna vez haya trabajado con Aguirre en algo y no tenga que
responder ante la justicia por supuestos latrocinios. Pero de lo que no
cabe duda es de que, si en vez de contratarse como cazatalentos cuando se retiró de la política por unos días, se hubiera contratado como cazaladrones, ahora se la rifarían en la mafia que es en donde debiera estar.
Añádase
a la nueva recua de presuntos chorizos peperos el almuerzo de Rivera
hoy con el sobresueldos para hablar de pactos. Las condiciones que tan
galanamente pone Ciudadanos para pactar (que los partidos echen a la
calle a los imputados por corrupción), ¿también rezan con el
sobresueldos? Porque a este pueden imputarlo en cualquier momento. En
realidad, ya lo ha llamado a declarar como testigo una Asociación de
Abogados demócratas que defiende a un acusado de la Gürtel para quien se
piden 50 años.
A
su vez, la candidata a la Comunidad de Madrid del PP, Cristina
Cifuentes, no parece que haya robado nada, al menos de momento, pero ha falsificado su curriculum vitae para mejorar su imagen.
En
cualquier país civilizado ni el sobresueldos, ni Cifuentes, ni Aguirre,
ni ningún integrante de esta presunta banda de mangantes podría ser
candidato a nada.
Claro
que, en cualquier país civilizado, el principal partido de la oposición
ya habría presentado una moción de censura contra un gobierno de
presuntos ladrones presidido por un sobresueldos.
Pero es que España no es un país civilizado, como puede verse.
(*) Catedrático emérito de Ciencia Política en la UNED