MURCIA.- Dos semanas después de la desaparición en Murcia de la deportista
holandesa Ingrid Visser y su pareja, la policía dio este lunes el caso
por “resuelto”, aunque queda por conocer el móvil del asesinato y de
esta “desaparición inquietante”, como la calificó desde las primeras
horas, según la crónica de 'El País'.
Los cuerpos de la pareja fueron hallados el domingo por la noche
enterrados “de manera muy precaria y bajo tierra y ramas” en una zona de
huerta de Murcia. Ambos habían sido descuartizados, pero deberá ser la
autopsia forense la que determine las causas de su muerte.
La conocida jugadora de voleibol, internacional con Holanda, no había
vuelto a su casa en Amsterdam tras viajar a Murcia con su pareja,
supuestamente, “a una cita médica”.
Según la versión de la familia,
habían viajado “solo para un tratamiento médico” en una clínica de
fertilidad, “no tenían enemigos” y “no contaron que vinieran a España
para otra cosa”.
Ingrid Visser, de 36 años, y su novio, Lodewijk Severin, de 57,
fueron vistos por última vez la tarde del 13 de mayo cuando salían del
hotel Churra-Vistalegre de Murcia. La alerta sobre su desaparición fue
dada el 15 de mayo, día en que debían volar de regreso a su país.
Una semana después la policía localizó el Fiat Panda alquilado con el
que se desplazaban por Murcia. Estaba “perfectamente aparcado” en una
zona céntrica de la ciudad y no había sido forzado. Fuentes de la
investigación señalan que las cámaras de videovigilancia de una empresa
de la avenida de Juan Carlos I los registraron el día 14.
En un principio los investigadores barajaron varias hipótesis, que
fueron reconducidas a una sola el pasado viernes, cuando obtuvieron
datos que indicaban la posibilidad de que los desaparecidos hubieran
acudido a una vivienda situada en el término municipal de Molina de
Segura.
Los investigadores de la Policía Judicial de Murcia y el Grupo de
Homicidios de la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta (UDEV)
condujeron hasta una casa situada a 15 kilómetros de la capital, donde
hallaron signos de que allí se había producido una escena “especialmente
violenta”. Esa pista condujo este lunes a la detención en Valencia del
español Juan Cuenca Lorente, de 36 años, y, después, de los rumanos
Valentin Ion, de 59 años, y Constantin Stan, de 47.
Cuenca fue durante varios años gerente y director técnico del Club
Atlético Voleibol Murcia 2005, en el que militó la fallecida Ingrid
Visser, según fuentes de la investigación.
El jefe superior de Policía de Murcia, Cirilo Durán, explicó este
lunes que “los holandeses se dieron cita” con los tres detenidos en esa
casa alquilada circunstancialmente de la localidad de Molina de Segura y
“por motivos de negocios” todavía no aclarados.
La prensa holandesa lleva dos semanas con esta noticia en sus
portadas debido a la gran actividad que han llevado a cabo los
familiares de Visser y Severin desde el primer día. Convocaron una rueda
de prensa en la ciudad, nombraron un portavoz oficial, pegaron carteles
con sus fotos y hasta activaron una web y una cuenta de Twitter. Pedían
la colaboración de los murcianos que pudieran ofrecer cualquier pista
sobre el paradero de la pareja.
Según la portavoz familiar, la abogada Miriam Van de Velde, Ingrid y
Lodewijk eran “una pareja muy normal, con buenas relaciones familiares” y
sin enemigos. La abogada no quiso en ningún momento señalar cuál era la
actividad profesional de ninguno de los dos. Visser estaba relacionada
con la ciudad de Murcia porque fue, entre los años 2009 y 2011, jugadora
central del equipo de Voley CAV Murcia 2005.
Tras el hallazgo de los cadáveres, las familias de las víctimas han
señalado, a través de su abogada, que están “destrozadas”. En una breve
carta, los familiares dicen estar conmocionados, pese a que aún quedan
por realizar pruebas de ADN que confirmen que los cadáveres corresponden
a la pareja holandesa.
Ingrid Visser fue jugadora internacional con la selección de los
Países Bajos en más de 500 ocasiones y militó en el CAV Murcia 2005
entre los años 2009 y 2011. Muy conocida en su país, también jugó en
otros equipos de la Liga española como el CV Tenerife Marichal y el
Hotel Cantur Las Palmas.
Un exdirectivo, detenido
Unas “desavenencias” de tipo económico fueron el móvil del homicidio
de la pareja holandesa, según indicó el jefe superior de Policía de
Murcia, Cirilo Durán, en el curso de una rueda de prensa. El comisario
no dio ningún detalle más sobre el origen de esas desavenencias entre
las víctimas y los presuntos agresores.
Las pesquisas llevadas a cabo hasta ahora señalan que los holandeses
viajaron a Murcia por algo más que una consulta médica. Se reunieron con
los presuntos homicidas en una casa de Molina de Segura por “motivos de
negocios”. Algo sucedió en aquella vivienda que hizo que entre ambas
partes se produjera un altercado que acabó con la muerte de la
exjugadora de voleibol y su pareja.
Las víctimas estuvieron con sus presuntos homicidas al menos dos
días: el 13 y el 14 de mayo. Según fuentes policiales, murieron de forma
muy violenta y los autores del crimen trataron de hacer desaparecer sus
cadáveres enterrándolos en un limonar situado junto a una vivienda de
la calle de Serafín de Alba, en la pedanía murciana de Alquerías. El
comisario Durán recalcó que “las autoridades holandesas han aportado los
contactos de Ingrid Visser en su época de jugadora” en la Región de
Murcia, lo que ha sido muy útil para el desarrollo de las pesquisas.
“Con esto no quiero decir que esté involucrado el club de voleibol, sino
que estoy hablando de sus relaciones durante el tiempo que estuvo en
Murcia”, agregó el mando policial.
El valenciano Juan Cuenca Lorente, uno de los tres detenidos, fue
durante varios años gerente y director técnico del Club Atlético
Voleibol Murcia 2005, propiedad del empresario murciano Evedasto
Lifante. Le fichó cuando estaba en el Universidad de Valencia Voley y
hasta que cerró el equipo, hace ahora dos años por la crisis, Cuenca
llevó las cuentas del club.
Era la mano derecha de Lifante y aparecía como el delegado del equipo
en el listado de la Real Federación de Voleibol de España. El mundo del
deporte murciano lo conocía como la persona que regentaba el club en el
que militó la holandesa Visser entre 2009 y 2011. En los años finales
de la andadura deportiva de los equipos de voley y fútbol que gestionaba
con Lifante, algunos jugadores denunciaron a la entidad por impagos.
También lo hicieron varios hoteles de la ciudad de Murcia a los que el
CAV Murcia 2005 adeudaba importantes sumas de dinero, entre ellos el
Hotel Churra donde se hospedó la pareja holandesa asesinada.