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lunes, 13 de julio de 2020

La Armada, bajo mínimos: da de baja 27 buques y solo incorpora nueve


MADRID.- La Armada Española afronta unos años críticos para el mantenimiento de sus capacidades. A la espera de incorporar las fragatas F-110 y los submarino S-80 -proyectos de renovación más ambiciosos-, el cuerpo militar se encuentra bajo mínimos: desde la última crisis económica ha dado de baja 27 buques de diversa envergadura y sólo ha incorporado nueve. Y parte de la flota, pendiente de programas urgentes de mantenimiento y reestructuración, se encuentra al borde de la obsolescencia, según Vozpópuli


Problemas por mar, pero también por tierra y aire, teniendo en cuenta que estas carencias se reproducen en sus aviones, helicópteros y vehículos. Todo ello en un momento en el que otras potencias lanzan sus desafíos en el espacio marítimo, con el Mediterráneo como uno de los principales escenarios en disputa.
De no emprender medidas urgentes para la renovación de sus capacidades, la radiografía de la Armada no invita al optimismo. Los años de recuperación económica tras la última gran crisis no han servido -a juicio de los máximos representantes militares- para alcanzar una estabilidad presupuestaria que permita afrontar proyectos que garanticen el sostenimiento a largo plazo de sus recursos.
El caso de la Armada es acuciante. El almirante general Teodoro López Calderón, Almirante Jefe de Estado Mayor de la Armada (AJEMA), detalla en una entrevista en la Revista Española de Defensa el desequilibrio que se ha registrado en los últimos 13 años: “La Armada ha dado de baja 27 buques de distinto porte, y de alta sólo nueve”. Una cifra que preocupa en la cúpula del cuerpo militar.

Entre submarinos y fragatas

El último buque que ha dado de baja es el submarino Mistral (S-73) tras 35 años de servicio. La Armada cuenta en la actualidad con dos únicos sumergibles y uno de ellos está en proceso de renovación a través de una gran carena -desmontaje completo de la nave para su posterior rearme-. El Ministerio de Defensa aspira a incorporar a finales de 2021 el primero submarino de nueva generación, de la clase S-80.
Hasta entonces, la Armada tendrá que conformarse con un submarino en misión y otro en el taller. Como contó Vozpópuli, la falta de estas capacidades y la irrupción del coronavirus frustraron el despliegue español en el primer semestre de 2020 en la misión que la OTAN mantiene en el Mediterráneo contra el terrorismo y otras amenazas.
Pero hay más. España se enfrenta a problemas de obsolescencia en sus principales fragatas, que constituyen uno de los pilares fundamentales de la seguridad nacional en el mar. El Gobierno ha comprometido la incorporación de las fragatas F-110 con un techo de gasto de 4.325 millones, llamadas a sustituir a las de la clase Santa María. Además, la Armada necesita renovar con urgencia las fragatas F-100 para extender su vida útil “al menos 15 o 20 años más”, a juicio del AJEMA.
El almirante general López Calderón considera que la flota española constituye un “todo armonizado”. Pero la obsolescencia amenaza con alterar ese equilibrio: la edad media de los buques de la Armada ronda los 27 años, muy cerca de los 30 o 35 con los que se considera que han cumplido con su vida útil.

Problemas por tierra y aire

Por aire, uno de los principales debates a los que se enfrenta la Armada es a qué modelo de caza recurrir para renovar unos Harrier que acumulan años de experiencia. El AJEMA apuesta por el F-35 estadounidense, “la única aeronave de ala fija capaz de operar” desde el buque anfibio portaeronaves Juan Carlos I. Además tardan en incorporarse los prometidos helicópteros NH90 y se baraja la posibilidad de adquirir otras capacidades para evitar un lapso de años sin medios en esta flota de aeronaves.
Y, por tierra, los problemas también atenazan a la Infantería de Marina, recientemente desplegada en escenarios como Mali. La cúpula de la Armada busca soluciones para sustituir los vehículos de asalto anfibio AAV, al mismo tiempo que urge la adquisición de blindados 8x8 para sustituir a los carros de combate M60, que ya se han dado de baja.

Estabilidad presupuestaria

Tras la crisis del coronavirus, la cúpula militar -empezando por el JEMAD, general del Aire Miguel Ángel Villarroya- ha pedido que no decaigan las inversiones en materia de Defensa, en un momento en que las Fuerzas Armadas se enfrentan a una inevitable renovación de sus capacidades. Esperanza Casteleiro, recién nombrada secretaria de Estado de Seguridad, tendrá que gestionar los 13.000 millones comprometidos para diferentes proyectos de armamento en la más que previsible crisis económica tras la pandemia del coronavirus.
Todo ello en un contexto en el que países vecinos proyectan sus capacidades militares en áreas de máximo interés para España. En el espacio marítimo, Marruecos y Argelia amplían sus medios en aguas del Mediterráneo, mientras que Turquía -que hace unos días protagonizó un incidente con un buque militar francés- empieza a erigirse como gran potencia naval en la región.

domingo, 12 de julio de 2020

El submarino S-80 sigue sin navegar: un escándalo nacional que ha costado ya 4.000 millones


MADRID.- Era el gran proyecto de la Armada española. Con él se iba a renovar la flota de submarinos y proteger toda la costa del país de posibles ataques militares. También era la bandera con la que salir al mercado internacional para el astillero que Navantia tiene en Cartagena. El S-80, el mejor submarino del mundo, aseguraban los directivos de la empresa pública española, recuerda hoy El Español.

Pero ocho años después de que Navantia tuviera que haber hecho entrega del primer sumergible a la Armada, su construcción sigue en proceso, se han dilapidado cerca de 4.000 millones de euros y España sigue sin tener ni un sólo contrato de venta cerrado con terceros países.

Hace ahora siete años -el ya lejano 27 de junio de 2013-, la por entonces diputada de UPyD Irene Lozano, hoy en las filas del PSOE y presidenta del Consejo Superior de Deportes (CSD), presentó una batería de preguntas en el Congreso de los Diputados cuestionando al Ministerio de Defensa acerca de un controvertido proyecto de Navantia, la sociedad pública española dedicada a la construcción naval civil y militar.

En sus preguntas se refería a los trabajos de ejecución del submarino S-80 que, pese a contar ya con un presupuesto de 2.136 millones de euros, acumulaba años de retrasos y sobrecostes en su ejecución.

De haberse cumplido los plazos previstos al inicio del programa de construcción, la primera de las cuatro entregas del S-80 a la Armada española debía haberse ejecutado en 2012. Irene Lozano preguntó al ministro de Defensa en ese momento, Pedro Morenés, del PP, si iban a depurarse responsabilidades en Navantia y en la Armada por “los errores cometidos” en la fabricación del submarino, los cuales habían retrasado el programa y ocasionado un "sobreprecio difícil de valorar".

La exdiputada de UPyD planteaba sus preguntas debido a que, en fechas anteriores próximas a aquel junio de 2013, Navantia había desvelado errores en el diseño del submarino que suponían una desviación del peso de unas 125 toneladas. Unos gramitos de nada que impedían que el sumergible saliera a flote en el alta mar.

La otra opción, que nadie contemplaba, era dejarlo morir. Así, de las arcas del Estado ya han salido 3.907 millones. Cada uno de los cuatro ejemplares que la Armada encargó a Navantia tendrá un coste final que rozará los 1.000 millones.

Esta cifra es casi cuatro veces superior a la partida extraordinaria de 1.056 millones que el actual Gobierno va a destinar en ayudas directas a la ciencia y a la investigación en 2020 y 2021; es más del doble de los 1.900 millones que Educación va a usar este año para el pago de becas y ayudas al estudio, y son 907 millones más de los 3.000 que el Ejecutivo calcula destinar anualmente al abono del Ingreso Mínimo Vital, presentado como un hito social para decenas de miles de familias no pasen hambre.

Escándalo silenciado

Pese a que este escándalo nunca ha suscitado polémica o debate social en España, de él surgen una serie de cuestiones a responder. ¿Han escuchado alguna vez de boca de algún político y con cierta insistencia que este sea uno de los mayores ejemplos de dilapidación de dinero público del último cuarto de siglo en España?

Seguramente no, porque los sucesivos gobiernos de los dos grandes partidos del país, PP y PSOE, se han visto obligados a inyectar partidas millonarias para salvar el proyecto. A ninguno le interesaba romper ese pacto de no agresión en torno al S-80 y a Navantia, una empresa de capital público con intereses a nivel internacional.

La otra opción, que nadie contemplaba, era dejarlo morir. Así, de las arcas del Estado ya han salido 3.907 millones. Cada uno de los cuatro ejemplares que la Armada encargó a Navantia tendrá un coste final que rozará los 1.000 millones.

Esta cifra es casi cuatro veces superior a la partida extraordinaria de 1.056 millones que el actual Gobierno va a destinar en ayudas directas a la ciencia y a la investigación en 2020 y 2021; es más del doble de los 1.900 millones que Educación va a usar este año para el pago de becas y ayudas al estudio, y son 907 millones más de los 3.000 que el Ejecutivo calcula destinar anualmente al abono del Ingreso Mínimo Vital, presentado como un hito social para decenas de miles de familias no pasen hambre.

¿Se han planteado ustedes en algún momento por qué ningún sindicato ha levantado la voz en exceso? No lo han hecho porque el flujo de dinero no ha dejado de entrar desde principios de la década pasada en el astillero que Navantia tiene en Cartagena, donde se construyen los S-80 Plus.

Las protestas más duras en los últimos años las han protagonizado los empleados de astilleros de San Fernando y Puerto Real (Cádiz), o de El Ferrol (La Coruña), para pedir nueva carga de trabajo.

Cuando los trabajadores de Navantia en distintos puntos del país salían a la calle, se enfrentaban a la Policía y cortaban carreteras o quemaban ruedas, los de Cartagena secundaban las protestas con simples paros de algunas horas en su jornada diaria.

Y la última cuestión. ¿Tendrá algo que ver en los sobrecostes y los retrasos que el director del proyecto del citado submarino y, a su vez, del astillero murciano, Agustín Álvarez Blanco, falseara su currículo ante Navantia durante 30 años al asegurar que era ingeniero naval? Agustín Álvarez carece de titulación universitaria. Le faltó presentar el trabajo final de carrera para obtenerla.

El Español desveló la noticia en noviembre de 2018. En ese momento, Navantia dijo que iba a relevar a Álvarez Blanco pero que “en ningún caso” su falta de titulación universitaria había afectado ni tenido “consecuencias directas sobre el cometido que ha venido desempeñando dicho directivo".

Idea de Trillo

En febrero de 2020, el capitán de fragata Alfonso Carrasco Santos, que fue uno de los principales responsables del control de la Armada sobre el proyecto de los S-80, publicó un artículo en la Revista General de Marina. Lo tituló ¿Quo vadis FLOSUB?, en referencia a la flotilla de submarinos de que dispone España en la actualidad.

Carrasco Santos critica de forma sibilina que el Ministerio de Defensa autorizara en 2004, con el murciano Federico Trillo todavía al frente, que en el astillero de Navantia en Cartagena se iniciaran los trabajos para desarrolar el sumergible.

Fue una “decisión muy valiente y a la vez audaz (...) al apostar por este astillero español que no había construido submarinos en solitario en la era moderna, ya que siempre lo había hecho con la ayuda de los franceses como socios tecnológicos”. Las anteriores series, la S-70 y la Scorpène, habían contado con el diseño de ingenieros navales galos.

Pero unas líneas más abajo, este capitán de fragata añade: “Esta decisión en mi opinión fue arriesgada al apostar por un astillero con experiencia más que probada en la construcción de buques de superficie, pero con poca en la complicada tarea de fabricar artilugios [se refiere a submarinos] tan complicados y sin el apoyo de un socio tecnológico. Creo que tanto la Armada como Navantia se dejaron llevar por el optimismo del éxito del programa Scorpène (de la empresa francesa DCNS) y el astillero no fue lo suficientemente crítico con sus verdaderas posibilidades como constructor en solitario al desligarse de los franceses”.

Alfonso Carrasco Santos ponía el foco en el origen del proyecto. Hasta 2009, España mantuvo un acuerdo con Francia para desarrollar submarinos y venderlos después a terceros países. Los ingenieros franceses los diseñaban y desarollaban, y los astilleros españoles los construían. Así se llegó a acuerdos comerciales con Chile o Malasia.

Pero en 2003, cinco años años antes, Navantia había decidido ir por libre con el S-80. Federico Trillo, nacido en Cartagena en 1952, se puso una medalla en su tierra. Pensó que los ingenieros y operarios del astillero de su ciudad natal serían capaces de hacer el trabajo completo, desde idear el proyecto hasta botar el submarino.

“Para que nos los diseñen los franceses, los hacemos nosotros y nos llevamos todos los beneficios”, cuenta una fuente a este periódico acerca de lo que solía decir el exministro de José María Aznar allá por 2003.

En 2004, la Armada española necesitaba relevar sus tres submarinos de la serie S-70: el Galerna (S-71), el Mistral (S-73), y el Tramontana (S-74). Defensa se puso un objetivo ambicioso: entregar el primer S-80 en 2012. Se vendía como el proyecto que iba a poner al país a la vanguardia mundial en cuanto a la fabricación de este tipo de submarinos.

Pero los problemas no tardarían en llegar. Tras sucesivos retrasos, el gran fiasco llegó en diciembre de 2012. Navantia reconoció que el S-80 pesaba más de la cuenta. Tres años antes, la empresa pública había roto relaciones definitivamente con el astillero francés DCNS, con el que hasta ese momento cofabricaba el Scorpène.

Aquella ruptura abrupta -Francia acabó denunciando a España en mayo de 2009 ante el Tribunal de Arbitraje de París por plagio, aunque ambos países acabaron resolviendo la disputa de manera amistosa- provocó que Navantia tuviera que recurrir a Electric Boat, el mayor fabricante mundial de submarinos, que le cobró 14 millones por reconducir el proyecto. Se tuvo que alargar la eslora en diez metros (de 71 a 80,8) para compensar el sobrepeso, lo que dio pie al nuevo nombre del submarino, S-80 Plus.

Covid y retraso

Navantia completó en diciembre de 2019 el ensamblado del primer submarino del programa S-80. La idea era ponerlo a flote en octubre de 2020, hacer las pruebas necesarias y entregar el Isaac Peral a la Armada española en septiembre de 2022. El segundo, S-82 Narciso Muntiorol, en mayo de 2024. El S-83 Cosme García, en marzo de 2026. Y, por último, el S-84 Mateo García de los Reyes, en julio de 2027.

No está previsto que ninguno incorpore misiles de crucero Tomahawk, pero sí Harpoon Block II, lo que les dará una capacidad de ataque a tierra. El Cosme García será el primero que incorpore el sistema de propulsión AIP, independiente del aire y gracias al cual prolongará el tiempo de inmersión y convertirá al sumergible en uno de los submarinos convencionales más discretos del mundo.

Y en esto llegó la pandemia. La crisis generada por el coronavirus ha provocado un retraso acumulado de seis meses más en la construcción y entrega de los nuevos submarinos. La Armada no podrá disponer de la primera unidad hasta el primer trimestre del año 2023. El almirante jefe de Estado Mayor de la Armada, Teodoro López Calderón, lo reconoció en una videoconferencia organizada por Executive Forum el pasado 6 de junio.

Un solo submarino

No es la única mala noticia para la Armada en los últimos meses. El retraso de más de diez años en la entrega del primer submarino de la clase S-80 Plus, prevista para 2012, ha conllevado que España se haya quedado con un solo ejemplar operativo, cuando en la década pasada contaba con hasta cuatro. La noticia la desveló El País hace tres semanas.

Dos se han dado ya de baja, el Mistral y el Siroco. Otro, el Galerna, diseñado por ingenieros franceses en los años 70, está en reparación hasta finales de 2021. Sólo el Tramontana se encuentra en activo, aunque también debería estar ya en desuso.

Los retrasos en la construcción del S-80 y la paralización de las inversiones en Defensa entre 2008 y 2018 han dejado a la Armada casi al descubierto. No se trata de un asunto baladí: España cuenta con casi 8.000 kilómetros de costa, está bañada por el mar Mediterráneo y el Atlántico -dos hipotéticos escenarios bélicos- y tiene por el sur el Estrecho de Gibraltar, por el que circulan alrededor de 82.000 buques al año y un gran volumen de submarinos, algunos de ellos nucleares.

En un cable de Wikileaks, EEUU advertía de la importancia estratégica del paso como uno de los lugares más importantes para la geoestrategia mundial. En la actualidad, países vecinos cuentan con una notable dotación de sumergibles en activo. Francia dispone de 10. Argelia, de seis. Portugal, de dos.

"Ningún contrato"

Pero si lo esencial ahora es la entrega lo antes posible de los cuatro sumergibles que la Armada espera desde 2012, el objetivo siguiente de Navantia es vender el S-80 Plus a terceros países. Por el momento, según fuentes de la empresa pública, “no hay cerrado ningún contrato”.

El cartel con el precio que España va a acabar pagando por cada submarino, que según Navantia es “el único AIP de 3000 toneladas actualmente en construcción en todo el mundo”, no es el mejor reclamo para salir a la venta: el coste en el mercado internacional de sumergibles similares oscila entre los 400 y los 600 millones de euros, entre un 40 y 60% más baratos.

En julio de 2019, Navantia presentó su oferta al concurso abierto por India para adquirir seis submarinos. En la empresa española cruzan los dedos para llevarse la adjudicación. Se trata de un proyecto por el que se compraría el diseño del S-80 Plus, pero la construcción se dejaría en manos de los astilleros indios.

A la espera de mejor suerte, a finales del año pasado Navantia ya se quedó fuera de la terna de países que competían por hacerse con el contrato de construcción de cuatro nuevos sumergibles para la Marina holandesa. La objeción que se le puso al S-80 para rechazarlo era que el modelo todavía no se había probado. De nuevo, los retrasos de tantos años suponían la pérdida de un hipotético ingreso multimillonario.

martes, 14 de abril de 2020

El Buque de Acción Marítima 'Audaz' finaliza su despliegue en África Occidental


CARTAGENA.- Tras un mes y medio fuera de su base, atracaba hoy en el muelle de Levante del Arsenal Militar de Cartagena el Buque de Acción Marítima 'Audaz', finalizando así un despliegue africano que  ha llevado a este buque a patrullar las aguas del Golfo de Guinea y de África Occidental.

Durante este periodo, en el que el buque ha permanecido integrado en la Estructura Operativa de las Fuerzas Armadas dependiendo del Mando de Vigilancia y Seguridad Marítima (CMVSM), se han defendido los intereses de España en la zona como la pesca o el tráfico marítimo de hidrocarburos, contribuyendo a la prevención de conflictos en una zona especialmente sensible.
Adicionalmente, el buque ha participado en actividades de Seguridad Cooperativa realizando adiestramientos en áreas de Seguridad Interior, Seguridad Física, Seguridad Marítima, Buceo y Sanidad, a un total de 57 miembros de la marina de Mauritania durante tres días, así como ejercicios de adiestramiento en la mar con la fragata Italiana "Luigi Rizzo", entre los que destacó la primera toma de un NH-90 a bordo de esta unidad.
De igual modo, el 1 de abril se llevó a cabo con éxito una asistencia sanitaria al petrolero de bandera danesa "Torm Maren", que se encontraba con tres accidentados a bordo tras partirse el cable de la grúa que les izaba en la embarcación, precipitándose desde una altura de 20 mts. El personal de sanidad atendió y estabilizó a los pacientes durante 6 horas hasta la llegada del buque a aguas territoriales de la República de Guinea.
Aunque el buque zarpó el 01 de marzo con la intención de permanecer un total de cinco meses desplegado, las dificultades para llevar a cabo el apoyo logístico del buque en zona derivadas de la expansión del COVID-19 por el continente africano, finalmente motivaron su regreso a territorio nacional, habiendo completado un total de 8900 millas navegadas en estos 45 días.

domingo, 5 de abril de 2020

“Audaz” y “Furor”, los buques más modernos de la Armada


MADRID.- La Armada española recibió sus dos últimos buques, el “Audaz” y el “Furor”, en julio de 2018 y enero de 2019, respectivamente. Ambos son Buques de Acción Marítima (BAM), un tipo de patrullero construido por el astillero español Navantia, que puede desempeñar una gran variedad de misiones, desde luchar con la piratería en el océano Índico hasta participar en misiones de rescate de inmigrantes en el Mediterráneo. 

Después de una primera etapa de pruebas, los dos buques, dotados con avanzadas tecnologías que facilitan la operación y la navegación, ya están a pleno rendimiento en el Arsenal de Cartagena. De hecho, el “Audaz” acaba de iniciar su primera misión en el exterior. Durante seis meses, recorrerá el golfo de Guinea, haciendo escala en hasta nueve países de África occidental, desde Cabo Verde hasta Angola, según publica La Razón.
Los dos patrulleros forman parte de la extensión de la primera serie de buques de acción marítima -"Meteoro", “Rayo”, “Relámpago” y “Tornado”-, construidos entre 2009 y 2011. Esta ampliación del programa fue aprobada por el entonces Gobierno de Mariano Rajoy en 2014 con un presupuesto de 333,4 millones de euros.
Por fuera son muy similares, a simple vista, casi iguales que los cuatro primeros BAM en servicio en el Arsenal de Las Palmas de Gran Canaria. Tienen una capacidad de desplazamiento en plena carga de 2.840 toneladas con una eslora de 93,9 metros, una manga de 14,2 metros y un puntal de 7,2 metros. La tripulación está constituida por 46 personas. De ellas, seis son oficiales, diez suboficiales y 30 marineros. 
Entre el armamento, el patrullero dispone de un cañón de 76 milímetros de la firma italiana Leonardo en la proa, controlado por un sistema de dirección de tiro Dorna de Indra; dos cañones de 25 mm; ametralladoras de 12,7 mm y otras dos ametralladoras pesadas Browning 7,62 mm. En su cubierta pueden aterrizar distintos modelos de helicópteros en servicio en las Fuerzas Armadas españolas: NH90, SH-60, Sea King y AB-212.
Junto con la dotación, los buques pueden albergar una Unidad Aérea Embarcada (Unaemb), formada por un helicóptero y unos 17 efectivos, entre personal de vuelo y mantenimiento. Asimismo, tienen capacidad para alojar a un Equipo Operativo de Seguridad (EOS), integrado por militares de la Infantería de Marina, o una unidad de la Fuerza de Guerra Naval Especial (FGNE), los “boinas verdes” de la Armada.

Buques inteligentes

Las grandes diferencias, sobre todo tecnológicas, se encuentran en el interior del casco. Durante la construcción, Navantia instaló en el “Audaz” y “Furor” equipos de última generación diseñados por la unidad de sistemas de la compañía pública en San Fernando (Cádiz), una década después de la primera fase del programa BAM. El mejor ejemplo es el sistema Hermesys, que permite dar el salto a las comunicaciones digitales, tanto interiores como exteriores, e integrar la transmisión de voz y vídeo en una única red.
La empresa además efectuó actualizaciones en el software de otros sistemas integrados a bordo para crear buques más inteligentes. Estas mejoras aumentan el grado de automatización y garantizan la operación durante 30 días en la mar, sin escalas en puerto y sin excesiva fatiga para la tripulación. 
Los dos nuevos BAM son más manejables, solo dos personas controlan el buque con un joystick y operaciones como, por ejemplo, el atraque y desatraque en el puerto están programadas. Los avances tecnológicos también alcanzan al mantenimiento. Más de 300 sensores instalados por toda la plataforma supervisan que todo funcione correctamente y dan la voz de alarma al instante ante cualquier avería.
En el exterior, de la silueta de las embarcaciones sobresale el radar Skyfender de Indra, otra de las novedades respecto a los cuatro primeros BAM. Se trata de un potente radar que detecta y sigue otros buques, así como amenazas procedentes del aire. 
La cubierta para helicópteros también cuenta con mejoras entre las que destaca un nuevo sistema de iluminación para el aterrizaje, en condiciones de baja visibilidad, y un sistema que facilita el traslado del helicóptero, una vez apagados los motores.
El “Audaz” y el “Furor” cumplen asimismo con las estrictas normativas ambientales. Para ello, cuenta con nuevos motores propulsores, auxiliares y de emergencia, a lo que hay que sumar una planta de tratamiento de aguas residuales.
Los BAM ya en servicio están diseñados para llevar a cabo largos despliegues militares, con una duración superior a los cuatro meses, en escenarios asimétricos y de baja intensidad, es decir, aquellos en los que no existe un enemigo definido y el riesgo de un incidente o un enfrentamiento armado es reducido. 
Ya lo han demostrado, los cuatro primeros de la serie, en la “Operación Atalanta” de la Unión Europea, que lucha contra la piratería en las aguas del Cuerno de África. En este tipo de escenarios ofrece el mismo rendimiento que una fragata a un coste mucho menor. Algo que le viene muy bien a la Armada, en tiempos en los que el presupuesto no es el deseado.
Estos buques han participado además en la “Operación Sophia” durante los últimos cinco años. Una misión también lanzada por la UE para combatir las redes que trafican con personas en el Mediterráneo central, frente a las costas de Libia. 
El abanico de operaciones para las que están preparados es muy amplio. Presencia naval, vigilancia marítima, protección del tráfico mercante, ayuda humanitaria, lucha contra la contaminación marina, operaciones de inteligencia y respuesta ante una crisis, son solo algunos ejemplos.

Nuevos BAM

La Armada española quiere continuar en los próximos años con esta serie de buques. No obstante, la construcción de nuevos BAM dependerá del presupuesto del Ministerio de Defensa. Lo que parece claro que el próximo paso será el bautizado como BAM-IS, especialmente diseñado para operaciones de intervención subacuática, que deberá contar con todos los equipos necesarios para actuar, llegado el momento, en una emergencia o avería en un submarino de la flota.
El Ministerio de Hacienda se ha comprometido a sacar adelante el proyecto, si bien todavía no ha dado luz verde a la inversión. Después del impulso a las fragatas F-110, este buque es la prioridad número uno para la Armada que tiene que dar de baja pronto la única embarcación operativa para operaciones de salvamento y rescate bajo la mar, el BSR “Neptuno”. 
El objetivo es que el nuevo buque esté listo para la entrada en servicio de los novedosos submarinos S-80, cuya primera unidad, el S-81 “Isaac Peral”, entrará en servicio a mediados de 2022, de acuerdo con el calendario actual.
A medio plazo, la Armada apuesta por la contratación de una segunda serie que incluya tres nuevos BAM. De esta forma, pasaría a operar una flota de diez patrulleros de este modelo, con el de intervención subacuática incluido.

martes, 31 de marzo de 2020

Cinco buques del Ejército equipados con camas, listos para aliviar las UCI

MADRID.- El Ejército mantiene equipados y preparados cinco buques de la Armada dotados de camas que acudirán a los puertos donde se los requiera en caso de que sea necesario. La ministra de Defensa, Margarita Robles, recalca que las Fuerzas Armadas acudirán a todos aquellos rincones donde sea preciso. "Están escribiendo una historia heroica para España con satisfacción, entrega y generosidad", recalcó.

La ministra también destacó que el actual despliegue en el marco de la operación Balmis, integrado por más de 6.000 hombres, centra sus esfuerzos en apoyar a los colectivos más vulnerables y anticipó que otros 50.000 integrantes de las Fuerzas Armadas están dispuestos a reforzar la labor que ahora se realiza en caso de necesidad. 
A partir de esta semana, los miembros del Ejército comenzarán a colaborar en misiones de seguridad y patrullarán junto a Policía y Guardia Civil en casi 90 localidades, puestos fronterizos y edificios sensibles como las centrales nucleares.

domingo, 29 de marzo de 2020

Defensa tiene preparados buques militares hospitalizados para "cuando se nos pida"

MADRID.- El jefe del Estado Mayor de la Defensa (Jemad), Miguel Ángel Villaroya, afirmó este domingo que los buques de la Armada que cuentan con unidades medicalizadas están "a disposición de ser desplegados donde hicieran falta" y "cuando se nos pida".

Así lo hizo en la rueda de prensa que ofreció, junto a los demás portavoces del Comité de Gestión Técnica, desde el Palacio de la Moncloa tras la reunión diaria con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en la que ensalzó la labor de los militares en la lucha contra la expansión del Covid-19 destacando que "siempre están para apoyar a la ciudadanía.
El general Villarroya apuntó que el buque LHD Juan Carlos I -el de mayor envergadura de la flota española-, así como los cuatro buques de asalto anfibios (BAA) de la Armada y los hospitales de campaña militares (tipo ROLE 2), están "en disposición de ser desplegados allí donde hiciera falta", "pero cuando se nos pida".
Así, el general insistió en que "siempre actuamos a petición de los responsables de atención sanitaria en las comunidades autónomas, estamos haciendo apoyo a instalaciones a números hospitales, y continuar haciendo allí donde se nos requiera".
El jemad recordó el lema del EMAD, "el valor de lo conjunto", que en el ambiente militar alude a la acción "coordinada" de todos los ejércitos pero que en la coyuntura actual, dijo, es la acción de "todos los españoles para derrotar el Covid-19".
El general detalló parte del operativo militar puesto en marcha este domingo y que desarrollan 6.223 efectivos, entre los que está también el personal de Sanidad Militar incorporado a la lucha contra esta epidemia.
Dividió la actuación de las Fuerzas Armadas en tres capítulos. Por un lado, desinfección de numerosas críticas y de servicios esenciales, entre ellas el aeropuerto de Vitoria, las estaciones de ferrocarril de Málaga, Granada y Córdoba, dos hospitales, 12 centros de salud y 153 residencias de mayores.
En segundo lugar, el apoyo en el traslado de personas fallecidas al Palacio de Hielo de Madrid desde diversos hospitales, que ayer les llevó a participar en el traslado de 84 fallecidos, así como en el traslado de pacientes moderados entre los hospitales de Madrid, que ayer fueron 40.
 También participan en el transporte de pruebas biológicas entre el ministerio de Sanidad y el laboratorio del Instituto de Microbiología Carlos III.
Como tercer eje de la actuación militar, el general subrayó el apoyo a la instalación que de un hospital de campaña en el Gregorio Marañón y al mantenimiento de los instalados en Ifema y en la Fira del Barcelona. También el montaje de un complejo hospitalario de aislamiento preventivo en Melilla.
Junta a todo ello, expresó el apoyo habitual a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado en la seguridad de las centrales nucleares, así como al suministro de agua potable en Córdoba y la aportación de material clínico al hospital de Leganés y al de Getafe.
Por último, el jemad avanzó que un avión de transporte militar Airbus A-400M está en la ciudad china de Shanghái para cargar diverso material sanitario que se estima que llegará mañana a mediodía a España.

jueves, 19 de marzo de 2020

La Armada despliega una unidad de Infantería de Marina en Cartagena para ofrecer apoyo ante la crisis del coronavirus


CARTAGENA.- La Armada ha desplegado en Cartagena una unidad conformada por 20 infantes de Marina para apoyar en las labores de seguridad de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado en el marco del estado de alarma decretado por el Gobierno ante la crisis del coronavirus.

En concreto, los efectivos cubren las zonas del hospital Virgen del Rosell, el barrio de Santa Lucía y las estaciones de Renfe, FEVE (ferrocarril de vía estrecha) y autobuses, según informaron fuentes de la Armada.

Estas unidades están preparadas para apoyar con patrullas de Policía Naval las labores de seguridad, así como colaborar, en sus respectivas áreas y con sus medios sanitarios y de transporte logístico, en las tareas de abastecimiento de material de primera necesidad.

Tras el despliegue este miércoles en el área de la Bahía de Cádiz del personal de la Brigada de Infantería de Marina 'Tercio de Armada' y del Tercio del Sur (TERSUR), la Fuerza de Protección de la Armada (FUPRO) completará este jueves ese despliegue con el alistamiento y la activación del resto de sus unidades a lo largo del territorio nacional.

Se unen a este despliegue el Tercio del Norte (TERNOR) con base en Ferrol para el área geográfica Norte, el Tercio de Levante (TERLEV) con base en Cartagena para el área geográfica de Levante y la Unidad de Seguridad de Canarias (USCAN) con base en Las Palmas para el conjunto de las Islas.

jueves, 5 de marzo de 2020

La reparación del cazaminas 'Turia' le supondrá a la Armada unos 25 millones de euros

CARTAGENA.- La Armada invertirá cerca de 25 millones de euros para que el astillero de Navantia repare el casco del cazaminas "Turia", dañado al encallar el pasado mes de agosto durante las tareas de búsqueda del avión C-101 del Ejército del Aire que se estrelló en aguas de La Manga del Mar Menor.

En un comunicado, la Armada ha señalado que la intención de Defensa "siempre" fue reparar el casco de fibra de vidrio de este buque, con base en Cartagena, por razones operativas, al mantenerse el equilibrio entre esa necesidad y el presupuesto de la reparación. La decisión ha sido tomada una vez ratificada la viabilidad técnica de la reparación y que ésta tenga un coste de aproximadamente 25 millones de euros, cantidad "sensiblemente menor" a la que supondría la adquisición de uno nuevo.

Las obras, según ha previsto la Armada, comenzarán en el segundo semestre de este año y Navantia dirigirá el proyecto de la reparación del buque, contando con el apoyo de empresas especializadas en cascos de fibra de vidrio. 

La Armada siempre consideró necesario mantener el número de cazaminas con los que contaba, por tratarse del mínimo imprescindible para realizar las misiones que tiene asignada la Fuerza de Medidas Contra Minas, de alto interés estratégico para la defensa de los puertos españoles.

El cazaminas "Turia" quedó encallado frente a la playa del Banco del Tabal en La Manga el 27 de agosto, mientras participaba en las labores de búsqueda y recuperación de los restos del avión C-101, con base en la Academia General del Aire, que se estrelló en esta zona, causando la muerte del comandante instructor Francisco Marín. 

A raíz de este incidente, el Almirante Jefe del Estado Mayor de la Armada (AJEMA), Teodoro López, cesó el 16 de septiembre al comandante del buque, relegándole así de su responsabilidad del ejercicio del mando.
 
Tras reflotar el cazaminas, éste fue remolcado hasta el astillero de Navantia en Cartagena, donde fue sometido a una revisión en profundidad para determinar los daños sufridos y evaluar si era posible repararlo.

miércoles, 26 de febrero de 2020

El Programa S-80 culmina con éxito el desarrollo de la propulsión AIP

CARTAGENA.- Tras el cierre del casco resistente del primer submarino de la clase, el S-81 Isaac Peral, el Programa S-80 da otro importante paso al finalizar con éxito las pruebas finales de desarrollo del Sistema de Propulsión Anaerobia (AIP, en sus siglas en inglés).


Los submarinos convencionales requieren realizar operaciones de snorkel diarias para recargar sus baterías con motores diésel, lo que les hace vulnerables a la detección y ataque. El Sistema AIP minimizará esta indiscreción al recargar las baterías del submarino en inmersión con una pila de combustible, que emplea hidrógeno producido mediante procesado de bioetanol y oxígeno para generar energía eléctrica, permitiendo navegar al submarino semanas sin salir a superficie.
Disponer de esta tecnología adaptada a las exigentes necesidades de una plataforma submarina en los plazos establecidos ha supuesto un reto para el Programa S-80. Para garantizar su éxito, el Ministerio de Defensa decidió encargar el desarrollo del procesador de bioetanol, unos de los elementos más complejos del sistema, a dos empresas españolas en paralelo: Abengoa Innovación y Técnicas Reunidas
Ambas empresas han demostrado una gran capacidad tecnológica al cumplir satisfactoriamente con todos los hitos, requisitos y plazos establecidos por el programa.
Tras un riguroso proceso de toma de decisión, donde se han analizado todos los factores técnicos y programáticos, el Ministerio de Defensa ha seleccionado el sistema de Abengoa como la solución óptima a incorporar en los submarinos de la Clase S-80, agradeciendo el esfuerzo y compromiso con el Programa S-80 demostrado por Técnicas Reunidas
El primer submarino que dispondrá de este sistema operativo será el S-83, Cosme García, donde se embarcará en julio de 2021. Los submarinos S-81 y S-82, actualmente en construcción, serán reacondicionados en su primera gran inmovilización para dotarlos de este sistema.
El Sistema AIP proporcionará a la Armada unas capacidades tácticas y de discreción no existentes a fecha actual, colocando a los submarinos S-80 como un referente mundial.

domingo, 16 de febrero de 2020

El submarino Mistral se coge la jubilación este verano tras 35 años de servicio


CARTAGENA.- Como en una nave espacial. Así resume el comandante Ernesto Zarco la vida en el submarino Mistral que la Armada jubila este verano tras 35 años sufriendo la presión del agua. Ochenta metros cuadrados de espacio habitable para 65 personas que no impiden que sus "astronautas" le hayan tomado cariño.

El Mistral, que tiene su base en Cartagena, es uno de los tres submarinos que tiene la Armada española a falta de recibir los nuevos de la serie S80 y en junio acabará su ciclo de vida. Alargarla habría costado muchos millones en lo que se conoce como una gran carena (desmontarlo entero y volverlo a montar), por lo que la decisión está tomada.

Este sumergible de los años 70 ya no buceará más a partir del verano y, como explica a Efe Zarco, jefe de la flotilla de submarinos de Cartagena que estuvo a su mando más de un año, ya "ha cumplido con creces sus objetivos" con más de 3.000 días bajo el mar.

Si en la imaginación de Julio Verne el Nautilus recorrió 20.000 leguas (casi 100.000 kilómetros), el sumergible español con nombre de viento del noreste batió ese hito con creces, aunque sin llegar al otro lado del mundo como el capitán Nemo.

Zarco calcula que lleva a sus espaldas 245.000 millas (450.000 kilómetros) de maniobras, misiones internacionales (estuvo en la antigua Yugoslavia y en Libia) y otras operaciones, muchas de las que no puede ni hablar.

"El submarino lo que suele hacer es obtención de inteligencia, comprobación de los movimientos del enemigo, tener el control sin que el enemigo lo sepa", explica.

Lo que sí puede contar es su olor -"mezcla de gasoil, humanidad, grasa y espacio confinado"-, su espacio -"se vive mejor en un piso patera"- y las "experiencias maravillosas", y no tanto, que ha vivido dentro del tubo de acero.

Como esa vez en que buceó maravillado en medio del Mediterráneo a cien metros de profundidad para reparar la puerta por donde se tira la basura o cuando, igual de sumergido, le comunicaron que ETA había asesinado a un colega submarinista, "uno de los momentos más duros".

Solo hay en el Mistral y en los otros dos submarinos de su serie, la S70 (el Tramontana y el Galerna), dos retretes y una ducha, pero "muy poquitas veces", dice Zarco, han tenido que hacer cola. "Nos sincronizamos perfectamente, mientras que en mi casa tengo que aporrear la puerta del baño".

El espacio mínimo en el "tubo de la risa" produce dentro ese olor que llevó a la recepcionista de un hotel a dejar en la calle a 50 submarinistas mientras les hacía el "check in", relata Zarco. "Quédense fuera y que entre uno, por favor", les dijo a unos militares recién aterrizados después de un mes bajo el agua.

Ese confinamiento que tienen que soportar les moldea además un carácter especial parecido al de los cosmonautas, que viajan en una nave tecnológicamente igual de compleja e interiormente igual de pequeña.

"Somos lobos solitarios", dice Zarco, pero rodeados de gente, sin conexión a internet y sometidos a una presión que hace crujir constantemente el casco del sumergible.

"Es un medio muy hostil", añade, con aventuras diarias que "forjan un espíritu difícil de crear de otra manera" entre sus pasajeros. Y engancha: "Cuando llegas a casa, tu familia te tiene que decir que te calles, que en la vida hay más cosas".

El Mistral ha hecho una media de 120 días de mar anuales en sus años activos y con su jubilación deja a la Armada un poco coja. Lo ideal, explica Zarco, es tener tres "armas submarinas", de manera que haya uno disponible, otro preparándose para la misión y otro desplegado.

El oxígeno está previsto que llegue en 2022, cuando Navantia entregue su primer submarino S80, el primero de diseño y fabricación española y que tendrá más espacio vital (incluso un catre por persona, cosa impensable en el Mistral).

"Estamos deseosos", resume el comandante, ya que con los nuevos (hay cuatro S80 previstos para entregar hasta 2027) las capacidades del aparato "aumentarán exponencialmente". Sobre todo "la discreción", la principal ventaja de esta naves.

Serán mucho menos ruidosos y con mucha más autonomía, lo que dará a España, según Zarco, un "poder de disuasión" con el que "puedes evitar un conflicto sin disparar un solo tiro".

De hecho, el experto submarinista cree que ahora se está produciendo un "boom" de estos aparatos en el mundo. Actualmente, explica, hay unos 110 submarinos de guerra convencionales (que no se propulsan con energía atómica), pero en la próxima década está previsto que se construyan 100 más en todo el globo.

"Todo el mundo ha comprendido", dice Zarco, la importancia estratégica de este "arma submarina", la misma que desata pasiones en un grupo de militares conocidos entre ellos como "los legionarios de la mar".

miércoles, 8 de enero de 2020

El 'Hespérides' evacúa a un suboficial ecuatoriano accidentado en la Antártida

CARTAGENA.- El buque español de investigación oceanográfica Hespérides evacuó en las últimas a un suboficial de la base ecuatoriana 'Pedro Vicente Maldonado', en el archipiélago de Shetlands del Sur, después de que este sufriera una caída mientras efectuaba trabajos en el techo de una de las instalaciones.
El Hespérides, que partió de Cartagena el pasado 13 de noviembre en el marco de una misión que se extenderá hasta la próxima primavera, recibió por vía del Comité Polar Español una solicitud urgente de apoyo del Instituto Antártico Ecuatoriano.

Sin poder descartar lesiones por traumatismo en la columna cervical y lumbar, se solicitó una aeroevacuación por helicóptero hasta el aeródromo de base 'Eduardo Frei' para posteriormente trasladar al accidentado en avión medicalizado hasta Punta Arenas, en Chile.

Debido a las condiciones de visibilidad muy reducida, 24 horas después del accidente y sin posibilidad de efectuar un traslado por helicóptero hasta la isla del Rey Jorge, se solicitó apoyo de buques en la zona.

Tras levar anclas inmediatamente y navegar cinco horas a máxima velocidad, el Hespérides arribó a la base ecuatoriana, donde empleó embarcación y medios propios de inmovilización y estabilización del herido, al que se trasladó a bordo.

Desde esta mañana permanece en las instalaciones de la Fuerza Área de Chile, donde se valora su estado de cara a la aeroevacuación medicalizada y opciones de traslado hasta Punta Arenas.

jueves, 5 de diciembre de 2019

El 'Hespérides' recala en Montevideo antes de zarpar hacia la Antártida



MONTEVIDEO.- El buque oceanográfico Hespérides, de la Armada española, recaló en el Puerto de Montevideo, la primera escala en la ruta de su XXV Campaña Antártica, después de una travesía de 21 días por el océano Atlántico.

El buque insignia de la investigación polar española, que partió de su puerto base, el Arsenal Militar de Cartagena (sureste de España), el 12 de noviembre, atracó este miércoles en Montevideo por segundo año consecutivo para partir nuevamente el sábado en su recorrido hacia el continente blanco.
Así lo afirmó este jueves a bordo del buque su capitán, José Emilio Regodón, quien detalló que el Hespérides se encuentra en pleno despliegue para la misión que llevará adelante durante tres meses y medio en la Antártida de la mano del Comité Polar Español.
"Nuestro plan para los próximos días es que vamos a zarpar desde Montevideo y entraremos en la Antártida apoyándonos en nuestros dos puertos naturales, que son el puerto de Punta Arenas, en Chile, y el puerto de Ushuaia. en Argentina", explicó Regodón.
El capitán del buque, que cuenta con una dotación de unas 100 personas entre oficiales, suboficiales, cabos y marineros, sostuvo así que para el viaje número 25 del buque a la Antártida se apunta a mejorar el rendimiento para dejar a los "clientes" contentos.
"Los desafíos son sin lugar a dudas tener una gran colección de clientes satisfechos, que todos nuestros científicos se lleven el mayor número de objetivos cumplidos (...), aprender de los errores que pudimos cometer otros años y aplicar esas lecciones aprendidas para seguir mejorando y hacerlo cada vez más y mejor", resaltó.
En esa línea, Regodón estimó que el buque está más que preparado para la tarea, ya que con sus 82,5 metros de eslora de largo y sus 2.832 toneladas de desplazamiento a plena carga fue diseñado precisamente para operar en las zonas polares pero matizó que aun así no es una navegación fácil.
"Las principales dificultades son que te enfrentas a la naturaleza en estado puro. La Antártida es un lugar con una climatología muy cambiante y muy salvaje, hay que estar muy atento, muy pendiente, no confiarse nunca y ser consciente de que la flexibilidad es a menudo la clave de una operación exitosa", valoró.
Por otro lado, el capitán del Hespérides, que tiene capacidad para 37 científicos a bordo destacó que en esta oportunidad se brindará apoyo logístico y se trasladará a investigadores de 12 nacionalidades, entre ellos cuatro uruguayos.
"Vamos a cargar material logístico para el programa uruguayo, que entregaremos posteriormente tanto en Punta Arenas como en la Base Antártica Uruguaya Artigas (BCAA) y embarcan con nosotros tres científicas y un científico uruguayo que van a desarrollar un proyecto de monitorización de cetáceos", puntualizó.
El navío español, reconocible por su color naranja y blanco, cuenta con una enfermería, una librería, salas de reuniones y un gimnasio con sauna, entre otras instalaciones.

martes, 8 de octubre de 2019

La Armada considera «asumible» el coste de la reparación del cazaminas 'Turia'

CARTAGENA.- La Armada consideró «asumible» el coste de la reparación del cazaminas 'Turia', que encalló el pasado 27 de agosto en La Manga del Mar Menor durante la búsqueda del avión C-101 del Ejército del Aire que se estrelló y cuyo piloto falleció. 

Fuentes de la Armada señalaron que ya finalizaron los trabajos de evaluación de los daños, centrados principalmente en el fondo del casco de fibra de vidrio que colisionó contra una barra rocosa y le causó una vía de agua de unos 10 metros de longitud.
Estos declinaron informar sobre lo que costará arreglarlo en el astillero de Navantia en Cartagena, adonde fue remolcado, pero podría asumirse con una consignación presupuestaria plurianual de Defensa, que «en ningún momento» se planteó dar de baja al 'Turia' y reutilizar sus materiales e instrumentos para otros barcos militares.
La ministra de Defensa en funciones, Margarita Robles, anunció el 24 de septiembre en Cartagena que esa semana se reuniría con el almirante jefe del Estado Mayor de la Armada, Teodoro Esteban López Calderón, para decidir cuál era la mejor opción para el 'Turia', y dijo que «lo más importante es que el barco vuelva a navegar en unas condiciones máximas de seguridad, lo único importante». 
López Calderón destituyó al comandante del cazaminas al tiempo que se inició una investigación sobre las causas del encallamiento, que en un primer momento achacó al mal estado de la mar.

jueves, 26 de septiembre de 2019

Problema de seguridad en la Estación Naval de Cartagena


CARTAGENA.- La Intendencia de la Armada en Cartagena busca a una empresa que se encargue de la Fase I de la reparación del vallado perimetral de la Estación Naval de Algameca, que forma parte de la estructura orgánica del Arsenal de Cartagena en el que se encuentran los submarinos españoles y donde se fabrican, en las instalaciones de Navantia, los nuevos S-80.

Las obras que llevará a cabo la empresa que resulte adjudicataria han revelado, según ha podido comprobar Confidencial Digital, problemas de seguridad en esta base de la Armada. Concretamente, por las deficiencias de ese vallado.
En la Estación Naval de Algameca se encuentra ubicada, por ejemplo, la unidad de élite de la Armada, la Fuerza de Guerra Naval Especial, el equivalente a los boinas verdes de los GOES del Ejército de Tierra y del Escuadrón de Zapadores Paracaidistas (Ezapac) del Aire.
También tiene allí su base el Tercio de Levante y se encuentran la Escuela de Infantería de Marina General Albacete Fuster y el Centro de Buceo de la Armada.
La misión de la Estación Naval de Algameca es “prestar apoyo a los buques de la Fuerza, en todo lo relativo a carga y descarga de personal y material”. Tiene una superficie total de 420,52 hectáreas, una extensión que la sitúa entre las mayores bases navales de Europa.
Esta base naval ha detectado problemas en la seguridad del recinto, concretamente en puntos de los 3.200 metros de vallado que lo rodean.
La estación está cercada por una valla galvanizada sobre murete de 25 centímetros de espesor como cimentación, coronado por alambre de espino o concertina, según el tipo de tramo.
La cuestión es que, “por falta de mantenimiento”, el vallado está en una situación de deterioro que “hace que sea imposible de reparar en ciertos tramos, en los cuales se recomienda la ejecución de uno nuevo”.
Así lo indica la Intendencia de Cartagena en la documentación consultada por ECD. Las expresiones no se limitan a estas quejas: se habla de “problema de seguridad” y “vulnerabilidad”.
“El vallado discurre por varias sendas peatonales que se han ido creando a lo largo del tiempo en los tramos ausentes de vallado”, se explica en la descripción del objeto de la obra. Eso “hace que la vulnerabilidad del entorno sea máxima, y sobre todo la integridad de las personas”.
No hay que olvidar que recientemente Heraldo de Aragón publicó los datos de personas que habían sido interceptadas entrando sin permiso en los terrenos del Centro Nacional de Adiestramiento de San Gregorio, en Zaragoza. 
También en ese caso, la falta de un vallado en condiciones provocaba que pasaran por el campo de maniobras senderistas, pastores con rebaños de ovejas... algo peligroso por las maniobras con material militar, y por el miedo a que los intrusos puedan suponer una amenaza.
En el caso de la Estación Naval de Algameca, la Intendencia de Cartagena llega a hablar, expresamente, del “problema de seguridad para las instalaciones, e incluso para las personas por estar invadiendo un entorno de seguridad militar”.
Todo se ha suscitado a raíz de una inspección del perímetro de esta base, en el que se encontraron “tramos muy deteriorados por el paso del tiempo, tramos de vallado ejecutado con postes de hormigón armado los cuales han perdido su capacidad portante por deterioro causado por el ataque del ambiente marino [al estar en la costa de Cartagena], y tramos en los cuales la acción humana y animal ha provocado que ni siquiera exista vallado”.
La obra a contratar, en esta Fase I de la reparación del vallado perimetral, consistirá en aprovechar los tramos que siguen en pie y sustituir o reparar los que están en mal estado. Se colocará una valla “de simple torsión” en los primeros 300 metros en el margen de levante de la Escuela Naval de Algameca.

martes, 24 de septiembre de 2019

Inquietud en la Armada ante la caída de las solicitudes de ingreso


MADRID.- Las Fuerzas Armadas tienen un problema de reclutamiento. Así lo admite abiertamente la Armada en documentos firmados por el responsable de la Sección de Reclutamiento, Francisco de Asís Aznar Fernádez-Montesinos.

Así lo ha podido constatar Confidencial Digital, en base a la documentación que la Intendencia de la Armada en Madrid ofrece a las empresas interesadas en optar a la licitación de un contrato de servicios consistente en la “Elaboración de un vídeo de realidad virtual” para la Subdirección de Reclutamiento e Integración Personal.
En la memoria justificativa de la contratación de ese vídeo de realidad virtual, que irá dirigido a tratar de captar nuevos reclutas, se indica expresamente que “en las últimas convocatorias, se viene detectando que el número de peticionarios interesados por ingresar en las FAS [Fuerzas Armadas, y en la Armada en particular, va decreciendo”.
Incluso se apuntan factores que influyen en este fenómeno, que como se indica, no parece ser algo puntual sino una tendencia de los últimos años:

-- “Mejora de la situación laboral en la vida civil.
-- Desconocimiento de la vida militar y en la Armada en particular.
-- Oferta poco atractiva”.

La Sección de Reclutamiento, precisamente la encargada de conseguir que haya demanda para entrar en la Armada, constata en el mismo documento que “la situación del reclutamiento en la Armada todavía no es preocupante”.
Sin embargo, justo a continuación añade que “si sigue la tendencia actual, en unos años se pueden tener problemas de captación (menos opositores que plazas ofertadas), como ya ocurrió en años anteriores a la crisis económica”.
Es decir, que el descenso en el número de interesados en ingresar en las Fuerzas Armadas, y específicamente en la Armada, hace temer que se pueda producir ese déficit de que los interesados en entrar sean menos que las plazas que se busca cubrir.
Si la crisis económica disparó las solicitudes, como alternativa al paro por parte de muchos jóvenes, la inquietud ahora es que la mejora hasta el momento de los datos económicos conduzcan a un descenso mayor que el actual en las solicitudes de acceso.
Para frenar este descenso, la Armada va a dedicar 35.000 euros a la grabación de tres vídeos de realidad virtual en algunas de sus unidades. En los pliegos se indica que “la juventud está cada vez más integrada y dependiente de medios tecnológicos de última generación, siendo el móvil (Smartphone) el medio vehicular preferido”.
En base a esa premisa, busca a una empresa que se encargue de elaborar esos vídeos, que por ejemplo se utilizarán durante las acciones que la Armada realiza para fomentar el reclutamiento: conferencias en universidades, colegios e institutos, así como la instalación de espacios propios en ferias de empleo, de enseñanza y de juventud, en festivales aéreos, recaladas de buques en puertos, jornadas de puertas abiertas, eventos por el Día de las Fuerzas Armadas...
Ya desde 2018 la Armada cuenta con varios vídeos de realidad virtual y sus secciones de apoyo al reclutamiento tienen gafas de realidad virtual y “ordenadores portátiles de altas prestaciones para la exposición de dichos vídeos en las ferias, donde están teniendo un notable éxito”.
Los vídeos que busca la Armada consistirán en “un paseo virtual por la unidad y ofrecerá en su contenido hasta cinco posibles interacciones en las que el que el usuario que visione el vídeo tendrá acceso a actividades dinámicas e impactantes”.
Ls grabaciones se realizarán en Cartagena, la bahía de Cádiz (Rota, Cádiz y San Fernando) y en Ferrol, las tres grandes ubicaciones de la Armada. La empresa que se encargue del vídeo podrá grabar, incluso utilizando drones para darle espectacularidad, desde las unidades y buques más destacados de la Armada:

-- Buque LHD “Juan Carlos I”.
-- Submarinos.
-- Fuerza de Guerra Naval Especial (la unidad de élite de la Armada).
-- Tercio de Armada (TEAR).
-- Fragatas clase F-100.
-- Fragata clase “Santa María”.
-- Buque clase “Galicia”.

lunes, 16 de septiembre de 2019

Cesan al comandante del cazaminas 'Turia' que encalló en La Manga


MADRID.- El Almirante Jefe de Estado Mayor de la Armada (AJEMA), Teodoro López Calderón, ha cesado este lunes al comandante del cazaminas 'Turia', que encalló el pasado 27 de agosto en aguas de La Manga del Mar Menor durante las labores de búsqueda y recuperación del avión C-101 del Ejército del Aire que se estrelló el día anterior.

En un comunicado, la Armada ha señalado que López Calderón, con esta decisión, ha relegado al comandante del "Turia" del ejercicio de su mando.
El buque de la Armada quedó varado frente a la playa del Banco del Tabal en las proximidades de La Manga del Mar Menor el pasado 27 de agosto, mientras participaba en las labores de búsqueda y recuperación de los restos del avión C-101 del Ejército de Aire estrellado el día anterior y en el que falleció el piloto que realizaba un vuelo de instrucción.
En un primer momento, la Armada achacó a las malas condiciones climatológicas y del mar que el buque, que en ese momento estaba intentando recuperar un robot submarino que rastreaba el fondo, encallara en un fondo rocoso a escasos centenares de metros de la costa de La Manga.
Fuentes de la Armada han confirmado que, como es habitual en casos de accidentes militares, se ha abierto un proceso para esclarecer las causas del encallamiento y depurar responsabilidades de los mandos a cargo de la operación.
Una vez se extraigan las conclusiones, será un Tribunal Jurídico Militar quien decida si abrir o no expediente disciplinario.
La investigación incluye el análisis de elementos del cazaminas como la carta náutica y el sistema de navegación, lo que ayudará a comprobar si el buque tenía algún problema antes del inicio de la operación.

 Un barco de 70 millones de euros

Según publica hoy el diario El País, la Armada y el juez militar han abierto una investigación para determinar si el embarrancamiento del cazaminas Turia fue fruto de una imprudencia. El buque encalló en un arrecife artificial, que está cartografiado y figura en las cartas naúticas de la zona, cuando participaba en el rescate del avión C-101 en el que murió el comandante Francisco Marín
Defensa aún no ha decidido si reparará el Turia, que costó 70 millones de euros, o lo da definitivamente de baja.
La investigación ordenada por el jefe del Estado Mayor de la Armada, Teodoro López Calderón, tiene como objetivo, según fuentes militares, aclarar las circunstancias por las que embarrancó el Turia y, en su caso, depurar responsabilidades disciplinarias, si las hubiera.
Por su parte, el titular del Juzgado Togado Militar Territorial 13, con sede en Valencia, que sustituye al de Cartagena, ha abierto un procedimiento para aclarar lo sucedido. 
El artículo 73 del Código Penal Militar castiga con hasta dos años de cárcel al militar que “por imprudencia grave” causare la varada de un buque de guerra y lo inhabilita para volver a ejercer el mando si causare la pérdida total del mismo. 
“Cuando un buque encalla es porque algo se ha hecho mal, pero puede haber circunstancias que atenúen o eximan de responsabilidad”, explican las fuentes consultadas.
Según los primeros indicios, fue el temor a perder el robot por control remoto ROV Pluto Plus, que en ese momento rastreaba el fondo marino a la búsqueda de los restos del caza, lo que llevó el capitán de corbeta al mando del Turia a adentrarse en una zona muy peligrosa. El cazaminas tiene poco más de dos metros de calado y la sonda indicaba una profundidad de hasta seis, pero la irregularidad del terreno y la fuerte marejada le hicieron embarrancar.

viernes, 13 de septiembre de 2019

La Armada ‘enmienda’ a Defensa y reduce el tiempo mínimo para que asciendan capitanes y comandantes

MADRID.- Capitanes, comandantes, soldados y marineros de la Armada necesitarán menos tiempo que sus homólogos del Ejército de Tierra y del Ejército del Aire para ascender al empleo superior. El Jefe del Estado Mayor de la Armada (Ajema), el almirante general Teodoro López Calderón, ha firmado una instrucción que reduce los años mínimos para el ascenso.

En la instrucción, consultada por Confidencial Digital, el Ajema hace uso de su facultad para reducir en determinados casos los tiempos necesarios para el ascenso señalados en la Orden Ministerial 19/2009, cuando las necesidades organizativas de la Armada así lo requieran.
Se da la circunstancia de que dicha orden, precisamente, fue modificada recientemente. En abril Margarita Robles firmó una orden ministerial que modificó la anteriormente citada de 2009, y que provocó varios cambios en los años que se exigen como mínimo para acceder en determinados empleos de las Fuerzas Armadas.
Entre los cambios, se incluyó el aumento de años exigidos a los comandantes (de cinco se subió a seis) y a los capitanes (de seis, a siete) para ascender.
Pues bien: ahora lo que hace el Ajema con la instrucción es reducir en un año, y por tanto revertir la subida en lo que afecta a los capitanes y comandantes de la Armada (y su equivalente en el Cuerpo General y en el Cuerpo de Ingenieros, que son tenientes de navíos y capitanes de corbeta, respectivamente).
De esta forma, ahora los miembros de la Armada con estos empleos necesitarán un año menos que sus homólogos de Tierra y del Aire para ascender.
Concretamente, el Ajema dispone que “para el ascenso al empleo superior será necesario tener cumplido en el empleo que se indica el siguiente tiempo mínimo de servicios:

a) Tenientes de navío y capitanes: 6 años.
b) Capitanes de corbeta y comandantes: 5 años.
c) Soldados y marineros: 3 años”.

La instrucción explica los motivos de esta excepción para la Armada (que ya se tomó también con los capitanes de los Cuerpos Comunes, como el de Sanidad).
“Resulta preciso reducir los tiempos mínimos de servicio necesarios para el ascenso a los empleos de capitán de fragata/teniente coronel y capitán de corbeta/ comandante”, se justifica, “para posibilitar una adecuada evolución del escalafón de la Armada en la escala de oficiales, permitiendo ocupar las vacantes de ascenso que se generan cada año, y consecuentemente cubrir más eficientemente las plantillas correspondientes a cada empleo”.
Además de la reducción de años mínimos para que capitanes o tenientes de navío asciendan a comandante o capitán de corbeta, y que estos últimos ascienden a teniente coronel o capitán de fragata, el Almirante Jefe del Estado Mayor de la Armada también ha decidido reducir los años para el ascenso que se exige a los marineros del Cuerpo General y a los soldados del Cuerpo de Infantería de Marina, de nuevo frente a los soldados de Tierra y del Aire.
La orden ministerial de abril no modificó este punto, por el que se exige al menos cuatro años como soldado para ascender a cabo.
Desde ahora, sin embargo, marineros y soldados de la Armada necesitarán sólo tres años para poder ser promovidos al empleo de cabo, mientras que en Tierra y Aire se siguen exigiendo cuatro años.
En este caso, la justificación que sustenta el cambio es que “reducir los tiempos mínimos de servicio y de permanencia en determinado tipo de destinos necesarios para el ascenso de los marineros y soldados, permite agilizar su ascenso a cabo, lo que redundará en su progresión en las escalas de tropa y marinería, así como su posterior promoción a la escala de suboficiales desde empleos de mayor responsabilidad y capacitación”.

lunes, 9 de septiembre de 2019

El significado de los distintos colores del personal de vuelo en los buques de guerra


MADRID.- Si ha visto alguna vez imágenes de las cubiertas de vuelo de un portaaviones o de otros buques de guerra habrá observado que hay marineros que llevan chalecos de distintos colores.

Cada uno de esos colores explica la función del miembro en cuestión del personal de vuelo del buque. Se trata de un código de colores conocido como “Rainbow Wardrobe” (Vestuario arco iris) por la US Navy, y usado también por otras marinas de guerra de la OTAN, entre ellas la Armada Española, con los mismos significados. A continuación puede ver lo que significa cada color.

Azul
Equipo de movimiento. Se encargan de los calzos y las trincas que sirven para inmovilizar las aeronaves en la cubierta de vuelo. También se encargan del movimiento de las aeronaves en la cubierta de vuelo, los elevadores y la cubierta de hangar, así como de operaciones de carga con las aeronaves.

Blanco
Equipo de seguridad y control de vuelo. Este equipo incluye al oficial y suboficial de seguridad de vuelo, incluyendo el LSO (Landing Signal Officer, oficial de señales de aterrizaje), los inspectores de aeronaves de cada unidad aérea embarcada, el personal de control de calidad de las aeronaves y el personal encargado del oxígeno líquido. También visten chalecos blancos los sanitarios y a todos los oficiales o suboficiales que no tengan una misión asignada mientras se encuentren en la cubierta de vuelo. 

Amarillo
Directores del movimiento de las aeronaves en la cubierta de vuelo. Este equipo incluye a los suboficiales de movimiento y a los directores de tomas (aterrizajes), también conocidos como LSE (por Landing Signal Enlisted, Alisado de Señales de Aterrizaje), que dirigen a los pilotos en el despegue, aproximaciones, tomas y paradas.

Rojo
Equipo de armamento, EOD y control de daños. Es el equipo de la cubierta de vuelo que tiene el trabajo más peligroso. Se encargan del almacenamiento, mantenimiento, ensamblaje, movimiento y montaje de las armas en las aeronaves, y también de municionar tanto aviones con helicópteros que cuenten con cañones y ametralladoras. Para el movimiento de las armas los portaaviones disponen de pequeños elevadores que conducen a la cubierta de vuelo. El rojo también identifica al personal EOD (Explosive Ordnance Disposal, desactivación de artefactos explosivos) y al personal de control de daños, encargado de las labores de contraincendios y de rescate en caso de que se declare un incendio en la cubierta de vuelo. 

Púrpura
Equipo de suministro de combustible. Se encargan de realizar y controlar las mezclas de combustible y también de aprovisionar de combustible a las aeronaves y también a los vehículos especiales que se usan en las cubiertas de hangar y vuelo para remolcar a las aeronaves. En la US Navy se les conoce como los “Grapes” (Uvas).

Verde
Equipo de mantenimiento, electrónica y electricidad, manejo de cargas, catapultas, cables de apontaje y fotografía. Es, sin duda, uno de los equipos con más variadas tareas. En los portaaviones de EEUU este personal se encarga de mantener y operar las catapultas de vapor (y en el futuro, las magnéticas) con las que se lanzan los aviones de ala fija, y también se ocupan de los cuatro cables de apontaje que detienen a esos aviones en cubierta al aterrizar. El personal de verde también tiene la misión de hacer la descarga de electricidad estática de los helicópteros antes de depositar una carga, mediante una pértiga (si no lo hiciese, la estática que generan los rotores del helicóptero podría provocar una electrocución). En la US Navy, los LSE encargados de los helicópteros también llevan chaleco verde.

Marrón
Patrones de aeronaves. Son oficiales y suboficiales que se encargan de revisar y alistar las aeronaves para el vuelo y de revisarlas cuando regresan al buque. Este equipo incluye también a los sirvientes de aeronaves, encargados de mantenimiento y reparación de averías de los aviones y helicópteros en la línea de vuelo. Este personal pertenece a cada unidad aérea embarcada. En la US Navy el nombre del patrón de cada aeronave incluso aparece en las compuertas del tren delantero de los aviones, para indicar la aeronave que tienen asignada. 
 
 

sábado, 7 de septiembre de 2019

La TV rusa carga contra los 'dos ridículos' de la Armada española

MOSCÚ.- "Dicen que, en otros tiempos, la Armada española necesitaba muchos obstáculos e infortunios para estropearse. Zozobrar o naufragar, quizás; ser derrotada por el fuego de cañón, misión casi imposible. Pero ahora la Armada española vive una época en que los desastres se consuman sin necesidad de gran belicosidad ni alboroto. Hay bastante con un puerto, un triste rompeolas, un proyecto o un curso académico para provocar la más grotesca de las situaciones". 

Así empieza el artículo que ha hecho la televisión Russia Today sobre los "dos ridículos" de la Armada española de la última semana.
La cadena rusa se hace eco, pues, de las hazañas de los dos barcos del Ejército español que han protagonizado situaciones esperpénticas la última semana. Uno es el famoso 'Audaz', del cual Russia Today se pregunta "por qué se prefirió que los rescatados fueran trasladados a España en una embarcación militar y no por un medio aéreo", y más teniendo en cuenta que la embarcación sólo había hecho el 10% del trayecto cuando los migrantes fueron finalmente desembarcados en la isla italiana de Lampedusa.
"Lo que pasó en el puerto italiano es una de las mayores vergüenzas de la historia de la Armada española: el barco no cabía en el puerto", se burla la cadena. "Las autoridades italianas estaban estupefactas ante la situación", añade.
El otro hecho del cual se hace eco la TV rusa es lo que pasó con el 'Turia', que quedó atascado en La Manga del Mar Menor (Murcia) cuando participaba en tareas de rescate del accidente de un avión en que murió un piloto.
A día de hoy, el 'Turia', que cerca ha estado de hundirse, sigue luchando por reflotar como si estuviera en cuidados intensivos. Tiene una vía de agua de diez metros, como el corte que clavaban los piratas que asaltaban a la Armada española, y ha sido necesario que se extrajera todo el combustible de su interior. Si no fuera por un barco de Salvamento Marítimo, el 'Turia' ya descansaría junto con la escollera", explica Russia Today.
Finalmente, Russia Today concluye como reflexión final que estas dos negligencias no parece que vayan a cambiar el futuro de la Armada. "No si tenemos en cuenta la ausencia de críticas en las manifestaciones de la ministra de Defensa, Margarita Robles, y otros miembros del Gobierno: o la escasa atención que han despertado estos lamentables siniestros en los grandes medios de comunicación españoles", reflexiona la cadena de televisión.