Nada nuevo tras los encuentros de Pedro Sánchez con Pablo Casado e
Inés Arrimadas. Sánchez insiste en lograr su investidura con Podemos y
ERC y Casado y Arrimadas exigen que Sánchez rompa con Iglesias y
Junqueras para poder explorar una alternativa.
A lo que Sánchez se opone porque desde el primer momento excluyó toda
fórmula de acuerdo con PP y Cs al anunciar tras las elecciones del 10-N
su pacto de Gobierno de coalición con UP.
Entonces ¿para qué ha llamado Sánchez a Casado y Arrimadas? Pues sólo
para echarles la culpa de que él se meta en el túnel de la investidura
con UP y ERC. Una burda maniobra que no tapa sus pactos temerarios ni le
aporta nada nuevo.
Y que Casado no ha sabido explicar porque el líder del PP se
considera la ‘reserva espiritual de la alternativa’ y les dice a todos
que no. A Sánchez por su pacto con los ‘comunistas de Podemos’ y a
Arrimadas y a su propuesta de los 221 escaños de PSOE, PP y Cs porque
dice que Sánchez no la quiere y por lo tanto es inviable.
Sánchez debió haber hablado con PP y Cs antes de anunciar su pacto
con Podemos. Pero ese pacto, que ahora incluye a Pablo Iglesias en el
seno del Gobierno, viene del pasado mes de julio cuando estuvo a punto
de salir y en un momento en el que ERC no planteaba las exigencias que
ahora plantea porque en ese momento no se conocía la sentencia del
Tribunal Supremo sobre el golpe catalán.
Sánchez se equivocó en julio al negarse a pactar con UP y ERC a un
precio mucho más bajo del que tendrá que pagar ahora porque confió (muy
mal asesorado) en que obtendría un excelente resultado electoral el 10-N
y se equivocó dado que perdió más de 700.000 votos y tres diputados.
Y ahora Sánchez se ha tenido que tragar a Pablo Iglesias en el
Gobierno y debe hacer un cúmulo de concesiones soberanistas a ERC que
rondan la ilegalidad, motivo por el que las negociaciones permanecen en
secreto.
Esta es la situación que además se complica con la posición
carcelaria de los condenados por el Tribunal Supremo porque ERC le dice a
Sánchez que ese asunto de los presos el Gobierno lo tiene que arreglar.
Lo que, por otra parte, también depende de lo que la Corte de la UE de
Luxemburgo decida este jueves sobre la pretendida inmunidad euro
parlamentaria de Oriol Junqueras.
Con la que el dirigente de ERC recuperaría la libertad hasta que se
tramite el suplicatorio que el Tribunal Supremo español en ese caso
presentaría ante el Parlamento Europeo. Pero Junqueras se equivoca si
considera que esa posible inmunidad del Parlamento Europeo le quita la
inhabilitación de su condena en el Tribunal Supremo y le permite ser
candidato a la Generalitat en las elecciones catalanas de 2020. Que es a
fin de cuentas lo que más le interesa a Junqueras y por ello ese nuevo
interés de ERC por los indultos que Sánchez les podría conceder.
Seguimos pues donde estábamos y en la mayor oscuridad porque ahora
todo depende de lo que pida y decida el delincuente Junqueras y de lo
que Sánchez le quiera regalar.
(*) Periodista
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