BADAJOZ.- «Es preocupante que no haya llovido casi nada pero peor sería que
estuviéramos así a mitad de noviembre y que no hubiera bellota. Estamos a
mitad de octubre, lo del agua se puede solucionar y bellota hay mucha
en las encinas, aunque no en los alcornoques».
Elena Diéguez, secretaria
técnica de Aeceriber, pone voz en Hoy al doble mensaje que traslada el sector
porcino extremeño ante el inicio de la montanera. En realidad, el no
inicio de forma práctica porque aunque ya se pueden meter los cochinos
para su engorde final a base de bellotas y pastos naturales, casi ningún
ganadero lo ha hecho. Se impone la espera. El campo está seco y no hay
charcas para aliviar a los cochinos.
«No se puede decir todavía que la enorme cantidad de bellotas que
tenemos este año no sirve para nada. Todavía tenemos tiempo de que esto
mejore.... pero debe llover pronto», resalta Diéguez, cuya asociación
defiende los intereses de los productores del ibérico puro.
«Vamos a tener una campaña de bellota complicada. Muchos
ganaderos no han podido meter sus guarros en las explotaciones porque no
hay agua. No hay otoñada alguna», agrega Florencio Torres, ganadero e
industrial, presidente de la empresa Jamón y Salud.
Según marca la norma de calidad del ibérico y el acuerdo
suscrito entre la Junta de Extremadura y la andaluza para facilitar el
desplazamiento de cochinos a explotaciones para aprovechamiento de la
montanera «con suficientes garantías sanitarias», la entrada de los
animales en las fincas debe hacerse entre el 1 de octubre y el 15 de
diciembre como fecha más tardía.
Los cerdos deben estar comiendo bellota al menos durante 60 días
antes de ser sacrificados entre el 15 de diciembre y el 31 de marzo.
Esas son las condiciones para que posteriormente los productos derivados
lleven la catalogación de bellota.
«Estamos justitos este año con la montanera. No por la
cantidad de bellota sino por la cuestión de plazos porque muchos
ganaderos van a meter sus cochinos en la dehesa más tarde de lo
conveniente. Afortunadamente tengo agua en mi finca y por eso he podido
meter ya a los 400 cochinos que en esta campaña tengo para bellota»,
relata Gregorio Moreno, ganadero pacense.
Cada vez es más frecuente que los ganaderos de porcino asuman
la inversión de realizar pozos de sondeos en las fincas para contar con
agua y no esperar a lo que dicte el cielo cada otoño. «La situación es
la que es y el ganadero debe buscarse la vida», remata la secretaria
técnica de Aeceriber.
Aventura Diéguez que si las lluvias aparecen en breve será una
montanera extraordinaria. Mucho mejor que la del año pasado, en la que
el número de cerdos sacrificados de bellota cayó en España un 9%.
Especialmente negativa fue la campaña pasada para los
cochinos bajo la denominación de origen Dehesa de Extremadura. Solo se
calificaron 18.880 frente a los 23.000 de la anterior campaña.
De la situación actual del ibérico y las previsiones a corto
plazo se habló ayer en Zafra en la jornada organizada por la Asociación
Interprofesional del Cerdo Ibérico (Asici). Se recordó que el sector del
porcino ibérico mueve anualmente 400 millones y que, en Extremadura,
supone el 35% de la renta ganadera y el 17% de la renta agraria total.
También se informó del desarrollo del programa Ítaca, que
recoge información y transmite la trazabilidad de los productos desde el
nacimiento del lechón hasta la aparición del producto en los puntos de
venta, pasando por los mataderos a industrias.
Gracias a Ítaca se han
verificado 318.000 hembras ibéricas puras, 3.800 verracos ibéricos
puros, 4.000 machos Duroc del prototipo racial y 2.000 Duroc inscritos
en el Libro Genealógico.
«Poco a poco, con transparencia, información, trazabilidad y
promoción el sector del ibérico va ganando mercado y la confianza del
consumidor», aseveró Antonio Prieto, presidente de Asici.
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