En pleno fragor por conseguir la alcaldía de Barcelona y ganar la batalla del relato sobre si debe ser alcalde Ernest Maragall o Ada Colau y cuál es el pacto preferido por los barceloneses, ElNacional.cat publica la primera encuesta de un medio de comunicación
tras el 26-M y que ha elaborado la empresa Feedback.
Todos los
indicadores son bastante claros y contundentes: la coalición entre
Esquerra Republicana y Barcelona en Comú es ampliamente favorita (54,1%)
frente al 35,3% que prefieren un acuerdo entre Barcelona en Comú, PSC y
Ciutadans. Y, lo más llamativo: más del 75% de los electores que dicen
haber votado a los comunes hace ahora diez días rechazan que Ada Colau
conserve la alcaldía con los votos de Ciudadanos.
El silencio de la alcaldesa respecto a sus preferencias parece casar mal con la opinión de sus votantes y eso que su troupe
mediática no ha dejado de pronunciarse mayoritariamente y de forma
reiterada a favor de desbancar a Ernest Maragall con una alianza tan
difícil de explicar como indigesta para el electorado de izquierdas.
Emerge así el único dilema posible: ¿vale la pena traspasar las líneas rojas
que dicen tener sus votantes para conservar a cualquier precio la
alcaldía?
Es una pregunta a la que solo Ada Colau puede dar hoy por hoy
respuesta y que por lo que se está viendo hace chirriar los anclajes del
partido no solo con su base electoral sino internamente, entre los
cuadros. El rumor de fondo es que no todo es una balsa de aceite en la
organización sobre cuál debe ser la estrategia a mantener y que las
diferencias internas son importantes.
Más normal es el apoyo de los votantes de Ciudadanos al gesto de
Manuel Valls de dar sus "votos gratis" a Colau ya que más allá de las
palabras, el verdadero adversario de la formación de Albert Rivera
es el independentismo y no los Comunes.
Además, Rivera puede presentar
en Madrid como un éxito suyo el impedir que un dirigente de Esquerra
Republicana tenga la alcaldía de Barcelona siguiendo la estrategia que
lleva a cabo en la capital española el líder del PSC, Miquel Iceta, y el
propio presidente del gobierno español, Pedro Sánchez.
El líder del
PSOE y su gurú monclovita Ivan Redondo consideran que
una Esquerra más debilitada les pondrá las cosas más fáciles durante la
legislatura que si acaba consolidando el importante poder municipal que
le han brindado las urnas el pasado 26 de mayo.
La encuesta de Feedback tiene otras dos conclusiones: en la
preferencia de los barceloneses entre Maragall y Colau también se impone
el primero, cosa que no sucedía durante la campaña y que hay que
atribuir al respeto de los electores por el resultado.
En segundo lugar,
un 16% de los votantes dicen ahora que cambiarían su voto del pasado
26-M. Entre ellos, los porcentajes más altos son los que votaron la CUP y
Barcelona és Capital de Jordi Graupera. En el primer caso, uno de cada
cinco y, en el segundo, uno de cada cuatro. A la gente le gusta estar
con los ganadores, algo que muchas veces los partidos olvidan.
(*) Periodista y ex director de La Vanguardia
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