CARTAGENA.- Mons. Sebastián Chico Martínez presidió este domingo
su primera misa como obispo auxiliar de la Diócesis en la Basílica de la
Caridad, de Cartagena. A su llegada fue recibido con aplausos por los
sacerdotes que le esperaban en el exterior del templo. En el atrio
realizó un acto penitencial, besando el crucifijo y santiguándose con el
agua bendita, con la que asperjó después a fieles y sacerdotes. Antes
de la celebración, monseñor Chico oró ante la imagen de la patrona de todos
los cartageneros.
El obispo auxiliar presidió la
celebración acompañado por el obispo residencial de Cartagena en Murcia, José Manuel
Lorca; el arzobispo emérito de Burgos, Francisco Gil Hellín; y el obispo
de Idiofa (República del Congo), José Mocco.
Durante
la homilía recordó sus años de ministerio sacerdotal en las parroquias
de Los Mateos y de Santa Lucía.
“Aquí me estreno como obispo auxiliar,
estoy gozoso porque siento a esta como mi tierra… Cuántas veces, como un
cartagenero más, me he sentado en esos bancos para orar ante María”,
dijo monseñor Chico.
Fue decisión del obispo auxiliar
que su ordenación episcopal se realizara en la víspera de la fiesta del
Buen Pastor. En Cartagena recordó que Jesucristo es el Buen Pastor que
“da la vida por sus ovejas, que nadie se sienta fuera de este redil,
nadie”.
El día que se hizo pública la noticia de
su nombramiento por el Papa Francisco, el obispo Chico manifestó que el
principal objetivo de su episcopado sería ser “un hombre de esperanza”.
Ayer, en la celebración de la Jornada mundial de oración por las
vocaciones, precisó un segundo objetivo: “Estar cerca de los sacerdotes y
de los jóvenes para que descubran su vocación al plan divino”.
El obispo auxiliar quiso aprovechar su visita a Cartagena para renovar su consagración a María, ante la Virgen de la Caridad.
Antes
de finalizar la celebración, monseñor Lorca se dirigió a los cartageneros y
pidió a Dios que bendijera a su auxiliar y le diera “un alma
disponible, para ser como Cartagena, un puerto abierto a todas las
personas”.
El vicario de Cartagena, José Abellán,
dio la bienvenida a la ciudad al nuevo obispo auxiliar y le hizo entrega
de dos regalos: un cuadro de la Caridad y una cruz pectoral con el
corazón de María traspasado por siete puñales.
“Aquí estoy para
serviros”, dijo Chico agradeciendo ambos regalos.
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