domingo, 16 de diciembre de 2018

Tráfico prepara una batería de reformas para luchar contra la siniestralidad

SAN SEBASTIÁN.- Al Año Nuevo la Dirección General de Tráfico le ha pedido un único deseo: reducir la siniestralidad en las carreteras del Estado. Para ello, la DGT lleva meses trabajando en una batería de reformas tanto del Reglamento de Circulación como del carné por puntos a través de la modificación de la Ley de Tráfico y Seguridad Vial que buscan contribuir a que ese anhelo se cumpla, recuerda hoy Diario Vasco

Desde que el pasado 11 de julio Pere Navarro regresara a la dirección general de Tráfico, -ya ocupó ese cargo durante la etapa de José Luis Rodríguez Zapatero-, se han sucedido los anuncios de las reformas que el organismo pretende implantar en el próximo 2019.
Una de las más recientes y que más controversia ha generado es la de reducir la velocidad en ciudad de 50 a 30 kilómetros por hora, pero también están sobre la mesa las propuestas de castigar más a los conductores por las distracciones al volante y el exceso de velocidad o proteger a los ciclistas y motociclistas, unos colectivos que llevan años denunciando su vulnerabilidad en la carretera, o la inclusión en la normativa de vehículos que han llegado hace muy poco al mercado y que no cuentan con una normativa específica, como los patinetes eléctricos. Navarro lo tiene claro. El carné por puntos ha cumplido 12 años y es hora de renovarlo y hacer cambios.

En la ciudad, a 30. Esta misma semana la DGT ha anunciado su propuesta para que la mayoría de las calles del Estado reduzcan su velocidad de los 50km/h permitidos actualmente a 30 km/h. El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, anunció el lunes que Tráfico trabaja en la redacción de un real decreto que modifique el Reglamento de Circulación. 
El texto reduce a esos 30 km/h la velocidad máxima en las calles de un sentido y un solo carril, e incluso se podría reducir hasta los 20 km/h en zonas de preferencia peatonal (actualmente limitadas a 30). El objetivo es que los peatones recuperen la calle y que los ciclistas tomen un mayor protagonismo en las calzadas.

A 90 en las convencionales. Reducir las velocidades máximas es una de las principales armas de Tráfico para luchar contra la siniestralidad. El equipo de Pere Navarro contempla incluir en la reforma del Reglamento de Circulación la reducción de 100 a 90 km/h la velocidad máxima en las carreteras convencionales, aquellas que tienen un carril en cada sentido sin separación física y que tienen un arcén de 1,5 metros de ancho. ¿La razón? 
En 2017, el 77% de los fallecidos en carretera en el Estado murieron en vías interurbanas, tal y como recoge el Observatorio Nacional de Seguridad Vial. El objetivo es que esta norma, que afecta a turismos y motocicletas, entre en vigor a principios de año. Además, también verán reducida su velocidad máxima a 80 km/h las furgonetas, los autobuses y los camiones. 

Proteger a ciclistas y motoristas. Es una de las cuentas pendientes de la DGT que se ha propuesto enmendar durante el primer semestre de 2019. Con el año aún sin terminar, las previsiones estiman que, una vez más, los fallecidos considerados vulnerables en accidentes de tráfico superarán a los que viajaban en vehículos de cuatro ruedas. 
Marlaska señaló que entre las medidas para proteger a ciclistas y motoristas está la obligación de la asistencia a las clases para obtener el permiso, premiar con puntos en el carné el haber seguido cursos de conducción segura o, en el caso de las bicis, segregar sus carriles físicamente.

Más puntos por chatear. A partir del año que viene los despistes al volante y el exceso de velocidad estarán más castigados. Eliminar el uso del móvil, en especial de WhatsApp, es uno de los objetivos principales, ya que esta es ya la tercera causa de accidentes tras el exceso de velocidad y el consumo de alcohol o drogas. Por ello se quiere aumentar la pérdida de puntos por esta causa de los 3 actuales a los 6. Asimismo Tráfico quiere aumentar de 3 a 4 el número de puntos que se pierden por no llevar puesto el cinturón de seguridad, el casco o las sillitas infantiles. 

Cerco a la velocidad. Otra de las medidas que se pretende implantar es la de sancionar más a los conductores que rebasen la velocidad máxima permitida, quitando puntos cuando se rebase en más de 20 km/h el límite en las carreteras convencionales. Hasta ahora, solo acarrea una multa de 100 euros, ya que solo se restan puntos si se supera en 30 km/h o más. Pero si la reforma sale adelante y se aprueba la rebaja a los 90 km/h máximos, el conductor que pase de 110 perderá dos puntos del carné, y así hasta 6 en la medida que aumente esa diferencia de velocidad. Además, Pere Navarro quiere también aumentar los radares. 

Recuperación de puntos. La reforma del carné por puntos no solo habla de la retirada de los mismos, sino también de su recuperación. Los conductores infractores que pierdan el carné podrán recuperar 8 puntos si superan el curso de sensibilización y reeducación vial obligatorio, en lugar de los seis de ahora. 
Unos cursos que también serán revisados y regulados, tras cuatro años de subida de la siniestralidad en el Estado. Además se unifica a dos años el plazo para recuperar el saldo inicial de puntos, por lo que desaparece la distinción entre dos años cuando se habían perdido por sanciones graves y tres por muy graves. 

Los patinetes eléctricos. La DGT prepara un real decreto que establecerá los criterios básicos para la circulación de estos vehículos que en el último año han irrumpido en aceras, bidegorris y carreteras y que no tienen una regulación específica. Se fijará una velocidad máxima de 25 km/h y se prohibirá su circulación en las aceras. 
Además, al ser clasificados como vehículos, se le aplicarán medidas del Reglamento de Circulación, como son los controles de alcohol y drogas o la prohibición del uso de auriculares y dispositivos electrónicos. 
No obstante, los ayuntamientos pueden imponer medidas adicionales. En Donostia se prohibirá su circulación por las aceras antes de fin de año y se estudia limitar su velocidad a los 20 km/h en los carriles bici. 

Formación FP. Pere Navarro también ha anunciado su intención de que los profesores de autoescuela tengan una formación reglada, en concreto en la Formación Profesional. Además, Tráfico propone una formación obligatoria de seguridad vial en las autoescuelas, por lo que cada aspirante deberá aprobar ocho horas de formación sobre los riesgos derivados del uso del teléfono al volante.

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