VALENCIA.- Tras meses de negociaciones, los socios de Air Nostrum
han sellado por fin el acuerdo para encontrar aliado y ceder el control
de su proyecto de operadora privada de transporte de pasajeros en
ferrocarril. Acciona, la cotizada en manos de la familia Entrecanales,
tomará la mayoría de Intermodalidad de Levante (ILSA) para insuflar el
respaldo financiero y corporativo necesario para poner en marcha líneas
comerciales de alta velocidad (AVE) en España, según avanza El Confidencial.
Estas líneas competirán
directamente con Renfe a partir del año 2020, cuando está prevista la
liberalización de mercado de pasajeros, o incluso antes si ILSA logra montar una flota de convoyes ahora que tiene luz verde de la Comisión Nacional de los Mercados y Competencia (CNMC)
para explotar un trayecto internacional entre Madrid y Montpellier, con
paradas en ciudades como Barcelona. Su intención inicial era arrendar
trenes a Renfe, que ha bloqueado los alquileres.
La alianza entre Air Nostrum y Acciona, adelantada por Expansión y
confirmada por El Confidencial, pondrá bajo el paraguas de los
Entrecanales más de la mitad del accionariado de ILSA.
Carlos Bertomeu y los dueños del Instituto Valenciano de Infertilidad (IVI),
propietarios actuales de ILSA y de la aerolínea franquiciada de Iberia,
conservarán en torno al 20%. Hay conversaciones abiertas para buscar un
socio internacional que permita explorar el mercado europeo y elimine
un posible competidor.
Según las mismas fuentes, existen contactos con
las estatales SNCF (Francia) o Deutsche Bahn (Alemania), pero no hay nada cerrado todavía, según las mismas fuentes. La italiana privada Italo NTV también está esa lista de deseadas.
La compañía pública germana está explorando su propio proyecto comercial en España a través de su filial de transporte Arriva y tramita con la CNMC los permisos necesarios para operar una ruta de ferrocarril de pasajeros entre Galicia y Portugal, con la misma filosofía que Air Nostrum para su conexión francesa. Las líneas internacionales sí están ya liberalizadas.
La entrada de Acciona en ILSA refuerza este proyecto de AVE comercial
privado y mete presión a Renfe para adaptarse a la inminente
liberalización.
El ministro de Fomento, José Luis Ábalos,
admitió en un desayuno informativo organizado en noviembre por Europa
Press en Madrid que la entrada de operadores alternativos en e mercado
español de pasajeros iba a tener un impacto sobre la empresa pública
española. "No podemos dilapidar Renfe, sino reforzarla y mejorarla",
señaló a la vez evidenciaba que "puede venir a competir cualquier
empresa pública extranjera".
Se refería a la amenaza de SNCF o Deutsche
Bahn, pero también tendrá enfrente a ILSA. Esa transformación interna
tanto en estructura como en oferta comercial es el principal reto del
actual presidente de Renfe, Isaías Táboas.
Hasta ahora, ILSA había concentrado sus esfuerzos en poner en marcha
su ruta Madrid-Montpellier, un trayecto que, en realidad, ensaya el
tráfico en el corredor de la capital de España con Barcelona, uno de los
más transitados de España.
Sin embargo, la alianza con Acciona permite
avanzar en la preparación de oferta comercial de corredores alternativos
como el Madrid-Valencia, el Madrid-Andalucía o el corredor mediterráneo,
que no será de alta velocidad en todos sus tramos pero que es empleado
regularmente por centenares de miles de usuarios y que acortará sus
tiempos cuando finalicen las obras, principalmente entre Alicante,
Valencia y Barcelona.
Acciona lleva más de diez años en el mercado el transporte por ferrocarril a través de su filial Acciona Rail Services.
Opera fundamentalmente el transporte de mercancías y el alquiler de
material. El año pasado facturó apenas 3,3 millones de euros.
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