MADRID.- Desde el pasado viernes, Carrefour se ha visto obligado a retirar de sus estanterías cientos de jamones de la marca Oro de la Ermita
debido a una alerta sanitaria efectuada por la Agencia Española de
Consumo, Seguridad Alimentaria y Nutrición, vinculada al Ministerio de
Sanidad, según ha confirmado El Español.
Las autoridades sanitarias incautaron el pasado 21 y 22 de
junio 490,6 toneladas de productos cárnicos (desde jamón a chorizo,
pasando por salami o salchichón) que se encontraban en mal estado y cuyo
consumo suponía un enorme riesgo para la salud.
Las marcas retiradas del mercado son Bodega Alto de Aitana, Sierra Gorda, Aire de Mariola, Serranía de Ameta, El Galán, Jamones Croval, Don Enrique y Oro la Ermita, cuyos productos se distribuían a través de las cadenas de supermercados Family Cash y Kuups Design internacional.
Cuando se conocieron los hechos, Facua exigió de inmediato la retirada de los alimentos de Carrefour,
que cumplió las recomendaciones el viernes pasado. La empresa Comapa,
proveedora de jamones del supermercado francés, ah asegurado que los
problemas con los jamones tienen que ver con una falsificación de la
marca y por ello pasarán a personarse como acusación en la causa abierta
en los juzgados de Valencia.
Mientras se resuelve el entuerto, la cadena de supermercados francesa ha optado por tomar una medida drástica y ha decidido retirar todos los productos sospechosos. Asimismo, recomienda que aquellos clientes que tengan productos cárnicos en sus hogares, eviten consumirlos.
El escándalo de Carrefour con los jamones viene de largo. La investigación policial lleva abierta más de un año y tras la retirada masiva de estos productos el pasado viernes, la policía continúa
con las pesquisas oportunas en varios almacenes.
Concretamente en una
nave en Alcira que tiene vinculación con otros almacenes de la Comunidad
Valenciana y de otras comunidades autónomas (Castilla y León, Cataluña,
Madrid y Andalucía).
El Ministerio de Sanidad ordenó la retirada de estos jamones y aseguró que actuará para "localizar y retirar del mercado" tanto
la marca Oro de la Ermita, que Carrefour utiliza en promociones de
"ofertas agresivas".
De momento, los juzgados investigan un entramado de 30 empresas que se dedicaban a reetiquetar y reenvasar carne destinada a la destrucción para venderla de forma irregular en cadenas de supermercados o en cárceles españolas.
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