martes, 3 de julio de 2018

Carrusel de entregas en 'Navantia'

CÁDIZ.- Los astilleros gaditanos inician a partir de este martes un carrusel de entregas que culminará el próximo 27 de julio. Sin embargo, la terminación de estos proyectos obliga a una nueva previsión de futuro que garantice carga de trabajo para los próximos años. De momento, el único preacuerdo que Navantia tiene previsto cerrar para convertirlo en un contrato de obra es el que suscribió el pasado abril en Madrid con el príncipe heredero de Arabia Saudí, Mohamed bin Salman, para la construcción de cinco corbetas en San Fernando, recuerda hoy La Voz Digital

Navantia ha culminado con éxito en la Bahía de Cádiz tres obras de calado. Se trata, por un lado, de la plataforma offshore para el nuevo parque eólico que promueve Iberdrola en el Mar del Norte. Cabe recordar que la compañía eléctrica ha situado a Navantia como proveedora de su infraestructura offshore. Los astilleros públicos, especialmente Ferrol y Puerto Real, participaron en la obra del complejo Wikinger, en aguas alemanas del Mar Báltico, con la construcción de las 'jackets' y de una plataforma.
La historia se repite ahora con el complejo East Anglia One, en la bretaña francesa, donde los astilleros han fabricado las bases de cimentación para anclar los molinos de viento y la plataforma que albergará la subestación eléctrica. Esta estructura, de 3.500 toneladas, preparada para albergar una subestación eléctrica, se entrega esta tarde en la factoría de Puerto Real en presencia de la presidenta de la Junta, Susana Díaz, y de los máximos responsables de Iberdrola y Navantia, Ignacio Sánchez Galán y Esteban García Vilasánchez. Además, será el primer acto de Vicente Fernández como nuevo presidente de la Sociedad Española de Participaciones Industriales (SEPI), principal accionista de Navantia.
El segundo acto programado tendrá lugar el 17 de julio, también en el astillero de Puerto Real, y corresponde a la ceremonia de entrega del segundo petrolero 'Monte Urbasa'. En enero de este año se procedió al montaje en la cubierta del barco de la estructura que integra el puente de mando y el pasado abril se celebró su flotadura. En esa misma maniobra también se puso a flote el tercer petrolero, el 'Monte Ulía'.
El 'Monte Urbasa' es el segundo buque de una serie de cuatro que fueron contratados en julio de 2015 a Navantia por el Grupo Ibaizábal. La construcción de cada barco supone unas 725.000 horas de trabajo, que traducido a empleo alcanza unas 2000 personas, entre empleos directos y indirectos.
Este programa está permitiendo al astillero de Puerto Real alcanzar uno de sus picos de ocupación más alta en los últimos años, ya que en la actualidad unas 2.700 personas trabajan a diario en las instalaciones.
Este tipo de barcos Suezmax se denominan así porque sus dimensiones les permiten navegar por el Canal de Suez. Estos petroleros tienen un peso muerto de 156.000 toneladas, su eslora es de 274 metros y la manga, de 8 metros. El acero empleado en la obra de cada buque es de 20.144 toneladas.

La inflexión de los petroleros

Como se recordará, el astillero gaditano entregó el pasado 14 de marzo el primer petrolero, el 'Monte Udala', en una ceremonia oficial a la que asistió la entonces presidenta de SEPI, Pilar Platero, y el presidente de Navantia, Esteban García-Vilasánchez, además de las primeras autoridades civiles y militares de la provincia. El acto tuvo una importante carga simbólica ya que su entrega sirvió, entre otras cosas, para escenificar la vuelta de Navantia a la construcción de grandes tanqueros después de veinte años. La compañía abandonó esta actividad a finales de los años noventa en favor de la industria militar.
Esta situación dio lugar a que el vacío que dejó España tanto en desarrollo de ingeniería como en construcción de grandes petroleros y gaseros fuera acaparado por la industria asiática.
De hecho, Navantia se embarcó en el proyecto de los petroleros en julio de 2015 gracias a un socio tecnológico que ha aportado las patentes, la tecnología y los bienes de equipo. La obra arrancó oficialmente en abril de 2016 con el corte de chapa de os primeros bloques y está prevista la culminación de la cuarta unidad en el primer trimestre de 2019. El astillero coreano de Daewoo es el que pilota la operación y el que ha marcado los costes de la obra.

A la espera de las corbetas

La tercera entrega será el 27 de julio, pero en el astillero de San Fernando, donde Navantia traspasará a la Armada el Buque de Acción Marítima (BAM) 'Audaz'. Este barco, el quinto de la serie, en Ferrol se construye el sexto, forma parte de la flota de barcos militares destinados al control de costas.
El origen del 'Audaz' se remonta a febrero de 2014 cuando el entonces ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, anunció en el Congreso nuevas inversiones en el capítulo de Defensa. Montoro no desveló en ese momento a qué proyectos se refería, pero todas las miradas se dirigieron hacia los astilleros. 
Dos meses después, en abril, el Gobierno de la nación confirmó la adjudicación a Navantia de la prolongación de la primera fase de los BAM, que consistía en la construcción de dos nuevos barcos. El Consejo de Ministros autorizó en mayo de ese año una inversión por valor de 333 millones de euros. Este nuevo encargo se repartió entre el astillero gallego de Ferrol y el gaditano de San Fernando.
La obra de ambos buques arrancó a finales de 2014 con el tradicional corte de chapa y siguió a lo largo de 2015, pero de manera muy lenta. El proyecto entró en la cadena de montaje con todos los honores a mediados de 2015. El plazo de construcción era de 30 meses y suponía 1,1 millones de horas de trabajo tanto propias como de la industria auxiliar. 
El montaje del BAM gaditano arrancó en abril de 2016 y en marzo de 2017 se celebró su botadura en el astillero isleño. La base naval de estas dos nuevas unidades, 'Audaz' y 'Furor', será el arsenal de Cartagena.
Navantia-San Fernando ha facturado un barco de altas prestaciones, muy versátil y dotado de la última tecnología. El astillero aguarda ahora la firma del contrato de las corbetas saudíes.
Este es el escenario inmediato. Navantia Puerto Real sigue con la construcción del tercer y cuarto petrolero, mientras que Cádiz aguanta con el goteo de las reparaciones. La entrega del BAM 'Audaz' deja a San Fernando pendiente de un hilo.

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