MADRID.- El presidente del Gobierno,
Mariano Rajoy, ha abandonado el Congreso de los Diputados y no se prevé
que vuelva esta tarde mientras continúa el debate de la moción de
censura, alentando los rumores de una posible dimisión.
Según
fuentes el partido, Rajoy ya tenía previsto no acudir por la tarde
-como ya lo hizo en la investidura de Pablo Iglesias- cuando los números ya cuadran para el PSOE.
El
presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, tiene a su disposición la
opción de dimitir en el último momento para impedir una votación
favorable a Pedro Sánchez en la moción de censura, impediría que el
socialista llegara a ser nombrado jefe del Ejecutivo y plantearía un
Gobierno en funciones -en el que podría seguir como presidente si así lo
quisiera- que duraría hasta que el Congreso invistiera a un sucesor en
el cargo.
Para ello, tendría que abrir una ronda de consultas con Pastor
y el Rey para buscar -sin plazo límite- un candidato a la investidura.
Lo único que activaría el reloj para las elecciones sería una
investidura fallida, que daría dos meses para disolver las Cortes.
En esa búsqueda de otro presidente, el
Gobierno del PP en funciones podría impedir que la legislatura la zanje
otro partido -o al menos alargar una sustitución que podría ser
inminente- pero abocaría al país a una situación similar a la que se
vivió entre enero y julio de 2016 con la repetición de las elecciones
generales.
La dimisión del presidente fulmina a todo
el Gobierno, no hay sucesor posible para Rajoy en el sistema
parlamentario, según establece los artículos 101 y 108 de la Constitución. Si dimitiera, el Ejecutivo en bloque pasaría a estar en funciones.
La dimisión tendría que ocurrir antes de
la votación de mañana viernes y acabaría con las opciones de Sánchez porque la
moción de censura decaería automáticamente.
Los rumores sobre la posible dimisión de
Rajoy fueron creciendo en los pasillos del Congreso por las dudas sobre
el sentido del voto del PNV, que ya ha anunciado su apoyo a Sánchez.
Al igual que de momento no hay precedente
para una moción de censura exitosa sí lo hay para la dimisión de un
presidente del Gobierno. Adolfo Suárez dimitió el 29 de enero de 1981 y
su Gobierno estuvo en funciones casi un mes hasta que el Congreso acordó
la investidura de Leopoldo Calvo Sotelo en segunda votación, en el
cargo del 25 de febrero de 1981 hasta el 1 de diciembre de 1982.
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