jueves, 31 de mayo de 2018

'Indra', con demasiada dependencia del sector público

MADRID.- No co­rren buenos tiempos para Indra, la tec­no­ló­gica que pre­side Fernando Abril Martorell. Más de un tercio de sus in­gresos de­penden de las ad­mi­nis­tra­ciones pú­bli­cas, por lo que la po­sible pa­ra­li­za­ción de los pre­su­puestos ge­ne­rales del Estado por culpa de la crisis ins­ti­tu­cional po­dría pasar una no­table fac­tura a sus re­sul­ta­dos. Unas cuenta que ya de por sí han sido muy de­cep­cio­nantes en el primer tri­mestre del ejer­ci­cio, según Capital Madrid

El beneficio neto del grupo tecnológico español se ha desplomado un 49% entre enero y marzo al quedar en 11 millones de euros frente a los 21 millones obtenidos en igual período del pasado ejercicio. Pero especialmente malo ha sido su resultado operativo Ebit, muy inferior al previsto por el consenso del mercado pese a la incorporación de Tecnocom. Los costes por la reestructuración acometida en Tecnocom, el impacto de la nueva normativa contable y los efectos de la Semana Santa han pesado han supuesto un mayor lastre de lo previsto en sus cuentas.
A ello se han sumado además el desfavorable tipo de cambio del real brasileño y el peso mexicano frente al euro, así como los gastos de integración de sus filiales. Por si eso fuera poco, la menor capacidad para generar recursos se ha saldado con el aumento de su deuda neta hasta los 602 millones de euros.
Pero no todo son aspectos negativos. La cartera de pedidos experimentó un avance del 15%, gracias a la fuerte producción en el segmento de Tecnologías de la Información, pese a los menores márgenes y la mayor competencia que el de sus otras actividades de negocio.
Eso ha llevado al equipo gestor a mantener los objetivos fijados en el plan estratégico presentado en diciembre de 2017. 
Entre ellos destaca incrementar el valor añadido a los clientes e impulsar las actividades digitales. Aunque de momento, señalan los expertos, la compañía no ha logrado trasladar en los últimos meses este giro estratégico a su negocio.
Los contratos más significativos conseguidos en los últimos meses provienen de las áreas de negocio tradicionales para Indra y en las que tiene alguna ventaja frente a sus competidores tales como en control aéreo (Arabia Saudí) y servicios de “ticketing” en el transporte (Ámsterdam).
Así las cosas, la gran mayoría de analistas optan por mantener neutral su recomendación sobre Indra. Su PER de 16 veces es además realmente ajustado teniendo en cuenta su actual capacidad de crecimiento y de generación de caja. Esta compleja situación general explica que las acciones del grupo se muevan ligeramente por debajo de los precios de principio de año tras unos meses de tediosa tendencia lateral.
Un proceso que no parece vaya a cambiar en el corto plazo. No obstante, los expertos técnicos aconsejan vigilar estrechamente al valor ante la posibilidad de que ponga en riesgo el soporte que encuentra sobre los 10,6 euros por acción. La pérdida de este nivel abriría un hueco importante a la baja.

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