viernes, 4 de mayo de 2018

Fomento limita el atractivo del Plan de Carreteras al incluir el riesgo de tráfico

MADRID.- Constructoras, fondos de inversión y bancos han recibido con sorpresa y preocupación el giro que pretende dar el Gobierno al pliego del Plan Extraordinario de Inversión en Carreteras (PIC) con la inclusión de un indicador por riesgo de tráfico. Se trata de un cambio muy relevante que amenaza el fuerte apetito que había despertado entre los inversores la iniciativa, dotada con 5.000 millones de euros a través de la colaboración público-privada, según adelanta El Economista.

 La medida, cuyos detalles aún están en estudio, viene promovida por los servicios jurídicos del Ministerio de Fomento, que consideran necesario introducirla para adaptar el PIC a la nueva Ley de Contratos del Sector Público.
El Plan de Carreteras se instrumentó en origen bajo un modelo de pago por disponibilidad, de manera que el Estado paga a las concesionarias por mantener y explotar la vía en óptimas condiciones. Esta fórmula, que es similar a la de la A-66 Zamora-Benavente, se mantiene en cualquier caso y los usuarios no pagarán peajes. 
Ahora bien, con el indicador de demanda de tráfico se cambian las reglas del juego, al añadir un riesgo con el que no contaba el sector privado, que durante los últimos meses ha ido conformando consorcios. No existen precedentes, de hecho, en que una concesión bajo pago por modalidad esté sometida a la demanda de tráfico, según explican fuentes jurídicas conocedoras de los planes de Fomento.
El nuevo indicador actuaría como un factor corrector, de modo que si el tráfico es inferior a lo estimado, el Estado pagará menos (canon) por la concesión, toda vez que los costes de conservación serán menores. Se suma a otros riesgos que ya asumen las concesionarias, como la accidentalidad, las inclemencias meteorológicas y una parte significativa de los costes por expropiaciones.
Por el momento, Fomento no ha definido qué peso tendrá el indicador de demanda de tráfico en la concesión. En el sector estiman que podría alcanzar entre el 10% y el 20%. Un porcentaje que en el supuesto de que el número de vehículos que circulan por la carretera en cuestión sea inferior al estimado en el contrato se restaría en los ingresos de la concesionaria.
En el sector privado cuestionan que la nueva ley de contratos públicos obligue a adoptar esta medida. "Son interpretaciones jurídicas y nosotros entendemos que no hay ningún problema", señalan. Sin embargo, los abogados del Estado no lo entienden de igual manera.
En función de cómo se articule el indicador, el riesgo tendrá mayor o menor impacto. "Tenemos que esperar a saber cómo se calcula el tráfico, si es año a año o acumulado y dónde se sitúan los umbrales", subrayan las fuentes consultadas.
Lo que sí parece claro es que esta decisión afectará al interés de los fondos de inversión y de los bancos para financiar los proyectos. "Las entidades quieren riesgo cero", inciden en una constructora, por lo que es de esperar que "provocará que el coste de la financiación será más alto". Desde Fomento, no quisieron hacer comentarios.
Fomento ha rechazado la propuesta de las constructoras para limitar los riesgos expropiatorios que asumen en el Plan de Carreteras. El pliego fija que el sector privado se hará cargo de hasta el 150% del coste de las expropiaciones acordado en la oferta, mientras que a la Administración le corresponderá el tramo que va del 150% al 250%.
 A partir de este porcentaje los riesgos serán asumidos por las concesionarias, que pedían elevarlo hasta el 400%.

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