MADRID.- Aunque criticado por muchos después de su emisión y acusado de
ofrecer una versión muy parcial de las granjas porcinas, el programa de Salvados dedicado a la cría de cerdos en España sigue dando mucho que hablar según 20 Minutos.
Tras la reacción de El Pozo –que tras negar todas las acusaciones dejó de trabajar con la granja mostrada en el programa
y perdió algunos contratos internacionales- ahora son otros grandes
productores los que han salido en defensa de la cría intensiva de este
animal.
Y de entre todas las declaraciones más o menos airadas de los grandes
empresarios del porcino, las de Emilio Loriente -máximo responsable de Incarlopsa– son las que se llevan la palma y retratan perfectamente el nerviosismo del sector.
Y es que para defender sus granjas y el sistema intensivo, Loriente
no ha dudado en atacar uno de los grandes valores del cerdo ibérico: la
dehesa como ecosistema único para esta raza.
En declaraciones a El Diario, ha
asegurado que “la cría de cerdos en la dehesa está muy bien vista pero
es una guarrería”, porque los animales pueden comer ratas, pájaros o
cualquier cosa.
Frente a ello, el uso de piensos y la cría en granjas -asegura-
permiten un mayor control sobre la salud y estado de los animales. ¿Cómo es posible que un empresario español del sector ataque la dehesa o la alimentación con bellotas? Muy sencillo: estamos hablando del principal proveedor de carne de cerdo de Mercadona,
y parece claro que, en su caso, la producción masiva y la carne barata
son criterios que priman respecto a un producto único como el cerdo
ibérico y su sistema de crianza en el campo.
Según explican en Economía Digital, ante las quejas de algún
cliente de Mercadona por las desafortunadas palabras de Loriente, éste
aseguró que las declaraciones habían sido sacadas de contexto.
Ante
el malestar de Mercadona -que también vende cerdo de esos que están por
el campo comiendo ratas y pájaros, según su proveedor-, la propia
empresa ha matizado las palabras de su presidente, asegurando que se
trataba de algo dicho en tono coloquial.
En cualquier caso, esta reacción se enmarca dentro del discurso de
los grandes productores en las últimas semanas en defensa de la
producción intensiva de ganado porcino, tras el debate generado por el
programa de La Sexta sobre las condiciones de vida de los animales. Curiosamente,
las lamentables condiciones laborales de los trabajadores de los
mataderos no parecen haber despertado un debate tan intenso.
En cualquier caso, lo de Salvados es sólo la punta del iceberg de un problema mucho mayor:
la instalación de macro granjas de cerdos en Castilla La Mancha y la
oposición vecinal con la que se están encontrando en muchas ocasiones.
Y es que, dejando a un lado la vertiente animalista del debate -un
nuevo matadero en la región prevé poder sacrificar más de 10.000 cerdos
al día-, el impacto medioambiental y en el desarrollo turístico de las
zonas son algunas de las cuestiones que la instalación de nuevas granjas
industriales en la zona plantea.
Y aunque el consabido discurso sobre la creación de puestos de
trabajo, por supuesto, está ahí, parece que no es suficiente para
convencer a muchos de los que viven en la región y no ven con buenos
ojos que su pueblo se convierta en un criadero y matadero industrial de
cerdos.
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