MADRID.- Bankia cambia de perfil en Bolsa. La segunda colocación del grupo, que
llega casi cuatro años después de la primera (en febrero de 2014) quita
un enorme peso de encima al banco, que se libera de la inmensa presión y
del estigma que a los ojos de inversores y analistas suponía la
imposibilidad de seguir adelante con el proceso de privatización del
grupo, a juicio de Expansión.
El anuncio de la venta de un 7% del capital a través de una
colocación acelerada supone eliminar incertidumbre en el valor y dota de
máxima credibilidad a José Ignacio Goirigolzarri. El presidente de
Bankia había lanzado en las dos últimas semanas una gran ofensiva
mediática solicitando la venta inmediata de un paquete significativo. Y,
después de mucho tiempo de espera, ha conseguido el visto bueno del
Estado.
La colocación ha sorprendido porque el mercado especulaba con que
cualquier movimiento se produciría después de las elecciones catalanas
del 21 de diciembre. Es decir, si los resultados de los comicios
hubieran sido lo suficientemente tranquilizadores (es decir, con una
reducción significativa de las tensiones separatistas) para los
mercados.
Pero éstos ya habían hecho previamente un acto fe en la intentona de Goirigolzarri y Bankia estaba marcando las diferencias en Bolsa en el primer tercio del mes de diciembre. Bankia, el banco que menos se ha revalorizado en 2017 entre los seis del Ibex 35 (un 10% frente a la media del 22% de los otros cinco) es el mejor en lo que llevamos del mes de diciembre.
La acción del banco nacionalizado había subido un 3,5% en las últimas siete sesiones (este lunes volvió a ser el mejor banco del Ibex), se había hecho fuerte por encima de su resistencia clave durante todo el año de los 4 euros y había vuelto hasta los niveles más altos desde mediados del pasado mes de agosto.
Una zona en la que se abría la posibilidad de sacar adelante una colocación 'in extremis' en este año 2017. Por un lado, la acción ha superado el nivel de los 4 euros (que se consideraba como una condición indispensable, aunque su ruptura en varias ocasiones durante este año no fue suficiente para activar una colocación) con cierta solvencia. Por otro lado, el sector financiero ha recibido una buena noticia a nivel global capaz de cambiar el sentimiento del mercado.
Pero éstos ya habían hecho previamente un acto fe en la intentona de Goirigolzarri y Bankia estaba marcando las diferencias en Bolsa en el primer tercio del mes de diciembre. Bankia, el banco que menos se ha revalorizado en 2017 entre los seis del Ibex 35 (un 10% frente a la media del 22% de los otros cinco) es el mejor en lo que llevamos del mes de diciembre.
La acción del banco nacionalizado había subido un 3,5% en las últimas siete sesiones (este lunes volvió a ser el mejor banco del Ibex), se había hecho fuerte por encima de su resistencia clave durante todo el año de los 4 euros y había vuelto hasta los niveles más altos desde mediados del pasado mes de agosto.
Una zona en la que se abría la posibilidad de sacar adelante una colocación 'in extremis' en este año 2017. Por un lado, la acción ha superado el nivel de los 4 euros (que se consideraba como una condición indispensable, aunque su ruptura en varias ocasiones durante este año no fue suficiente para activar una colocación) con cierta solvencia. Por otro lado, el sector financiero ha recibido una buena noticia a nivel global capaz de cambiar el sentimiento del mercado.
Se trata de la aprobación del último paquete de reformas de la
regulación bancaria que da forma definitiva a la nueva regulación
Basilea III. Los últimos acuerdos han sido celebrados por los analistas,
porque creen que los dividendos de la banca europea están asegurados.
Una lectura que provocó el pasado viernes una gran subida de la banca
(el Euro Stoxx 600 Banks ganó un 2,22%, su mayor alza desde julio) que
fue consolidada y aumentada este lunes.
En este escenario, el Estado ha visto una opción clara para colocar otro 7% del capital. Fuentes bursátiles aseguran que aunque aún quedará un 60% del banco por vender, la operación supone un claro punto de inflexión porque también eleva significativamente la liquidez del banco en Bolsa. Creen que la entidad se liberará de parte de la presión que sufre por parte de los inversores bajistas y que los analistas subirán sus valoraciones, muy ajustadas ahora a los precios de mercado.
En este escenario, el Estado ha visto una opción clara para colocar otro 7% del capital. Fuentes bursátiles aseguran que aunque aún quedará un 60% del banco por vender, la operación supone un claro punto de inflexión porque también eleva significativamente la liquidez del banco en Bolsa. Creen que la entidad se liberará de parte de la presión que sufre por parte de los inversores bajistas y que los analistas subirán sus valoraciones, muy ajustadas ahora a los precios de mercado.
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