martes, 12 de diciembre de 2017

La sección estatal de CC OO arremete contra el Ministerio de Agricultura en defensa de Turrión, hidrogeólogo de CHS


MADRID.- "Algo huele a podrido en el MAPAMA y no es por la “pertinaz sequía”; este hedor a rancio autoritarismo se empezó a notar desde hace meses, cuando los tribunales en el escándalo de #ACUAMED, exoneraron de responsabilidades penales a altos cargos del Ministerio. De las políticas no se dieron por aludidos. A partir de ese momento, se produjeron ceses de Subdirectores Generales con muchos trienios en la Administración, incluso recientemente, algún presidente de Confederación Hidrográfica ha visto cómo la discrepancia le suponía el cese en su puesto, quizá no sea el último", dice en una nota la sección estatal del sindicato CC OO.

"Bien es cierto que estas acciones se han infringido sobre cargos de libre designación a “manos” de quienes les nombraron, probablemente porque su actividad profesional no ha sido considerada suficientemente “fiel y leal” como esperaban sus mentores, y optaron por defender su criterio profesional.
Pero esta hediondez se hace insoportable cuando utilizando torticeramente la norma, el Ministerio ha incoado un expediente disciplinario a un Empleado Público, Francisco Turrión, que lo único que ha hecho es opinar distinto. Pero no ahora, sino desde hace años; y no sólo firmando un informe como hidrogeólogo presentado públicamente por #Greenpeace, también en su condición de ciudadano, presentando alegaciones al Plan Hidrológico del #Segura 2015-2021, que, por cierto, sigue pendiente de sentencia del Tribunal Supremo.
Los vergonzantes argumentos del Ministerio para la incoación del expediente son, que con su opinión: “podría denigrar los trabajos realizados por los profesionales destinados en la CHS así como las decisiones adoptadas” y haber utilizado para la elaboración del informe “documentación a la que ha tenido acceso por su condición de empleado público”.
No es fácil en tan poco espacio decir tantas falsedades y solo se entienden si están hechas bajo los efluvios de autoritarismo que emana del Departamento.
En el informe “La trama del agua en la cuenca del Segura, diez años después”, se evidencia la crítica, la opinión distinta, pero hecha con respeto y rigor, con datos objetivos, enmarcada claramente dentro del derecho a la libertad de expresión e información, en ningún caso puede deducirse del mismo “denigración” para personas (que ni siquiera se citan) ni para entes “trabajos”. 
Todo lo contrario, el contraste de enfoques es fuente de ciencia.
Lo que si resulta denigrante es la respuesta que ante la presentación del informe se dio por parte de algún insigne consejero autonómico, que en vez de responder con datos al informe optó, la misma tarde del 24 de agosto, por el insulto público, el exabrupto y la descalificación personal. Quizá dio todo lo que pudo y no cabe de él esperar otra cosa (https://youtu.be/wadiPyAsVec).
Cuando un alto cargo de una administración pública insulta así a un profesional del agua, con 27 años de experiencia en la cuenca del Segura, es que algo tiene que ocultar.
No menos sorprendente fue la respuesta del Organismo Autónomo convocando semanas después una especie de “sanedrín” de técnicos de “prestigiosas y desperdigadas universidades del mundo”, que como respuesta al informe, emitió una carta llena de generalidades, sin aportar un solo dato objetivo. 
Pero lo más llamativo, es que este “sanedrín” estaba formado de manera muy mayoritaria por personas que curiosamente habían tenido relaciones con el Organismo de Cuenca, lo que hacía un flaco favor a la propia credibilidad de las generalidades que afirmaban en su carta.
Su objetivo era trasmitir a la opinión pública que el informe de Greenpeace estaba lleno de “falsedades pseudocientíficas”.
Francisco Turrión contestó días después esa carta en la web de Greenpeace dando datos y argumentos sólidos del porqué la planificación hidrológica en materia de #aguas #subterráneas es tan mejorable en la cuenca del Segura.
Tampoco era ésta la primera vez que al empleado público se venía hostigado por la Confederación Hidrográfica del Segura; un año antes, las Cortes Valencianas convocaban al compañero a una comparecencia en una comisión de estudio sobre agua y cambio climático, esta vez el organismo de cuenca le remitió una carta advirtiendo que no podía hacerlo “en representación” de la Confederación apercibiéndole de expediente disciplinario (en aplicación de la trasnochada “obediencia debida”).
Algo que resulta absolutamente innecesario, si no es por tener una intencionalidad espuria no exenta de cierto ánimo de amedrentar al compañero.
Por otro lado, el argumento de la utilización de “documentación a la que ha tenido acceso por su condición de empleado público”, es de todo punto de vista falsa, los datos publicados en el informe son datos públicos, que con los conocimientos técnicos del trabajador, recopila y actualiza de diversa bibliografía, habitual y telemática. 
Resulta evidente que esta actuación del Ministerio no es un mero trámite rutinario de expediente disciplinario, no solo por el nimio contenido de la argumentación, también por las formas: han tardado tres meses, desde la publicación del informe, en adoptar tan desafortunada medida, lo que deja meridianamente claro que tras esta actuación se esconde un intento de amedrentar a quien opina distinto, de cercenar el derecho a la libertad de expresión, de ejemplarizar, algo impropio de una Administración del siglo XXI en un Estado de Derecho y que nos hace sentir ese hedor a rancio autoritarismo que emana en el MAPAMA.
Por último, queremos expresar desde esta Sección Estatal de Comisiones Obreras nuestro apoyo al compañero Francisco Turrión Peláez, y nuestra más absoluta repulsa a la actuación del Ministerio.
Es hora de abrir puertas y ventanas, que entre el aire hasta hacer desaparecer ese hedor a rancio autoritarismo que emana en el #MAPAMA", concluye el comunicado.

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