domingo, 5 de noviembre de 2017

Lenguaraces / Adrián Ángel Viudes *

El lenguaje político, la mayoría de las veces, está trufado de verdades a medias o mentiras piadosas exentas de malicia. Se busca un objetivo, confundir, que no engañar, al elector para que no decaiga su empeño en el voto.

Pero arrastrados por ese vicioso comportamiento el político, creyendo que todo el monte es orégano, termina mintiendo descaradamente.

Fernándo Martínez Maíllo, el que desde hace un tiempo manda bastante en el partido popular, para justificar el que la señora Cospedal pueda ser al mismo tiempo: Ministra de Defensa, Secretaria general del partido, presidente del PP en Castilla La Mancha y de los grandes expresos europeos, calificó a doña Dolores como: “Persona de interés general”.

Los ecologistas, en su día, consideraron al Camachuelo Trompetero, ese minúsculo gorrión africano que ni está ni se le espera en el paraje cartagenero de la Sierra de la Fausilla, como gran ave de interés general, y así consiguieron frenar el gran proyecto del nuevo Puerto en El Gorguel

No peco, por tanto, de exagerado, si digo que tras las declaraciones del Coordinador Maíllo, el de las lentejas para justificar el pacto con Ciudadanos, la señora Cospedal y el Camachuelo Trompetero quedan felizmente hermanados.

Dos temas han captado la atención de los murcianos en los pasados meses de calor sofocante. El Mar Menor y la imputación de PAS.

Quedé perplejo cuando nuestro flamante Presidente Regional, López Miras dijo, a bordo de un barco navegando por nuestro querido Mar: “Constato que el Mar Menor está como hace diez años”. Quizás la fresca cerveza, y los varios langostinos con que disfrutaría durante la travesía inspectora, le hubieran obnubilado hasta el punto de decir esa idiotez.

La ministra Tejerina, y posteriormente su antigua pareja, el ministro de Fomento, declaran sin rubor que los regantes murcianos ya han regado bastante, que ahora lo tienen que hacer los del Duero. No dan abasto de tanta verborrea falaz.

El Presidente Rajoy dijo, tras la manifestación contra el terrorismo, que los abucheos al Rey y a él en Barcelona no le afectan porque no los había oído; y luego en el Congreso, sin una mínima disculpa por el caso Gürtel, reta a la oposición a presentar contra él una moción de censura, cuando sabe bien que PP y PSOE se cuidaron muy mucho que las censuras fueran inútiles al tener que proponer un candidato alternativo. Una frase engañadora tras otra, y nosotros, con la boca bien abierta, sin parar de tragar.

Y ahora, recién, en relación con el desastre catalán, dos declaraciones impactantes: doña Soraya, la que a pesar de tener a sus órdenes tres mil espías, no se enteró de lo que los golpistas andaban urdiendo, ni supo donde estaban las urnas, ni si habría o no referéndum, dice, en el Senado, que el proceso de sedición – rebelión, empezó en 2012; y ella bailando en la Sexta. El fallido portavoz del gobierno, el señor Méndez Vigo, nos espeta que la educación en Cataluña marcha muy bien; y por si fuera poco declara que el gobierno vería con agrado que el golpista Puigdemont se presentara a las elecciones.

Se les ha ido la olla, llevan demasiado tiempo en el poder, y cada vez, con más frecuencia, sin apenas sonrojarse, no dicen más que sandeces. Es verdad que hay algunos que las dicen más que otros, pero quizás porque a estos los tienen colocados en el escaparate de la comunicación, y cuando vemos que nadie de entre ellos les enmienda la plana, llegamos a la conclusión que todos están penetrados por el mismo virus de la idocia.

Recién aquí en Murcia, tras la doble imputación-investigación del Presidente Regional, se han ido acumulando una serie de declaraciones realizadas por consejeros, portavoces, diputados, que descalifican al decidor , hacen reír a algunos, y llorar a los más instruidos, que ven en manos de quien está el asunto de nuestra querida Región que es lo que más importa al común.

La sentada en el banquillo de don Pedro Antonio está al caer; y no olvidemos que se sigue investigando, como causa separada, el destino de varios millones de euros que presuntamente faltan en la liquidación del Auditorio de Puerto Lumbreras.

Cuando esto ocurra ¿qué harán los voceros, aduladores, que una y otra vez han puesto la mano en el fuego en defensa de la inocencia de PAS? ¿Qué cara se les va a quedar a estos incondicionales? Contesto: La que tienen, la de cemento armado.

Cuando el peso de la justicia caiga sobre don Pedro Antonio, todos estos, a una, negarán a PAS como Pedro negó a Cristo y no una vez sino tres veces. Fuera hace mucho frio. Y no van a consentir que la caída de don Pedro Antonio les arrastre a ellos. Y cuando la certera puñalada de su ahijado don Fernando, el que hasta el momento sigue atado al pinganillo, remate la vida política del que todo fue, el pobre ex Presidente le podrá decir con los ojos vidriados por el deceso inminente ¿Tú también, Fernando, hijo mío?
 
 
(*) Ex presidente de la Autoridad Portuaria de Cartagena y de la CHS
 

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