lunes, 20 de noviembre de 2017

Elucubrando sobre El Gorguel / Adrián Ángel Viudes *

La oratoria política está trufada de intervenciones en las que el declamador de turno elabora una divagación edulcorada con visos de profundidad, o sea: ELUCUBRA.

“Furufalla y flor de glea” que diría el Tío Pencho si tuviera yo el honor que, tan preclaro huertano, se asomara a esta página.

Hago este preámbulo para dar a entender lo que el Presidente de la Autoridad Portuaria de Cartagena, señor Sevilla, dijo otro día, como final de su declaración sobre el estado del proyecto del nuevo Puerto en el Gorguel: -“bla, bla……. ; Pero sepan que todo esto es una elucubración”.

Hay que reconocer valor a don Antonio cuando admite que todo lo que dice sobre estudios, planes y plazos del Gorguel no es más que “una imaginación sin mucho fundamento”; que así es como define nuestro diccionario de la lengua el termino “elucubración”.

¿Como se ha podido relegar al olvido el proyecto más importante y rentable que nunca haya tenido nuestra querida y maltratada Región? Me refiero al nuevo Puerto en el Gorguel.

Desde la bonita pedanía de Santo Ángel, donde habito, con el corazón en mi querida Cartagena, pongo a mis lectores en antecedentes.

Terminada la ampliación de la dársena de Escombreras, que perfectamente pudo ser causa y
efecto para regenerar la Bahía de Portman, al utilizar los estériles que la cegaban como material de relleno de diques y muelles; el Puerto de Cartagena podría considerarse acabado. No era posible otra ampliación, porque los fondos marinos donde actuar eran de tal profundidad, más de setenta metros, que condicionaban cualquier obra.

La situación geoestratégica de Cartagena, en la ruta marítima entre el Canal de Suez y el Estrecho de Gibraltar, aconsejaba estudiar a fondo la posibilidad de convertir el Puerto en uno de los mayores operadores de contenedores del Mediterráneo.
 
Desechada, por imposible, una nueva ampliación de Escombreras había que encontrar un lugar idóneo donde hacer el nuevo Puerto.

Esa búsqueda estaba acotada por los siguientes factores: Profundidad suficiente, más de veinte metros; facilidad de accesos por carretera y ferrocarril; y ausencia de corrientes marinas con transporte de sólidos.

Tras un sinfín de estudios sobre zonas aledañas se eligió la del Gorguel por ser la única que cumplía las condiciones exigidas. Existía un inconveniente: ese emplazamiento estaba catalogada como Lugar de Interés Comunitario terrestre y marítimo.

La protección medioambiental terrestre la motivaba la declaración de ZEPA (Zona de especial protección de aves)de la sierra de La Fausilla; lograda gracias al “camelo” de la existencia del Camachuelo Trompetero, pequeño gorrión africano protegido. Estudios posteriores han demostrado, sin ningún género de dudas, que el pajarito ni estuvo, ni está, ni se le espera en esos parajes. 

En cuanto a la protección marítima resulta que, sin ningún motivo que lo justifique, todo el litoral de la Región está protegido, por lo que si se quería ampliar el Puerto esa dificultad medioambiental se tendría desde Águilas a San Pedro. Ni Cataluña, ni Baleares, ni Galicia, ni Andalucía, ni el País Vasco, ni Asturias ni Cantabria gozan de esa total protección medioambiental de su litoral.

Durante siete años se trabajó para minimizar las posibles afectaciones medioambientales, a la vez que se planificaba la financiación, se hacía caja, y se calculaba el impacto económico del nuevo Puerto.

Terminados los estudios, con resultados muy positivos, el Gobierno regional declaró el proyecto de interés económico. Solo faltaba que el Gobierno de España elevara esa declaración a la de: interés económico nacional preferente, paso previo para su envío a Bruselas; así se lo expuse, en repetidas ocasiones, al Presidente Valcárcel.

Asombrado por la nula actuación del Presidente, alguien me informó que el eurodiputado valenciano del PP González Pons había convenido con Valcárcel que no apoyara el proyecto del Gorguel por ser nociva competencia con el Puerto de Valencia, y a cambio incluirían al murciano en las listas como eurodiputado.

Nunca me lo terminé de creer, pero Valcárcel se marchó a Europa, a mi me mandaron a mi casa, y el Gorguel a dormir el sueño de los justos.

“Nos tenéis que votar porque si no vendrán los malos” dicen los del PP; y digo yo: ¡Qué buenos son estos, pero qué inútiles! “Sursum corda”, “Levantemos nuestros corazones”.



(*) Ex presidente de la Autoridad Portuaria de Cartagena y de la CHS


(Publicado hoy en La Verdad)

No hay comentarios: