viernes, 17 de noviembre de 2017

El gen convergente / Enric Juliana *

No se puede entender la cuestión catalana en su fase actual sin tener en cuenta la pugna interna, la lucha por el poder en la Generalitat, el combate por la hegemonía, sostiene Enric Juliana, director adjunto de La Vanguardia, en su video-blog semanal.

Inmediatamente después de su marcha a Bélgica, Carles Puigdemont propuso una lista unitaria de todo el soberanismo para convertir las elecciones del 21 de diciembre, convocadas por Mariano Rajoy, en virtud del artículo 155 de la Constitución, en un nuevo plebiscito.Esquerra Republicana, que se siente fuerte en los sondeos, se negó. 

Poco antes de ingresar en la cárcel, Oriol Junqueras, dio instrucciones muy precisas a los suyos para resistir el ‘pressing’ convergente, siempre muy eficaz. ERC quiere ser el nuevo partido central de Catalunya y tiene en la cabeza la posibilidad de efectuar pactos de izquierda en la fase post-155. Hipótesis: un pacto de ERC con los Comunes, abierto a la CUP.

Tras la negativa de ERC, Puigdemont ha impulsado una ‘llista del President’ en contra del criterio inicial de su partido, que no quería renunciar a las siglas. Es una lista de perfil unitario, sin ERC. Una hábil jugada. Jordi Sánchez en el segundo puesto, más algunos consellers del PDECat encarcelados, más un vistoso elenco de independientes...

Una lista por encima de los partidos en una época en la que los partidos tienen problemas de prestigio, también en Catalunya. Una lista competitiva que puede disputarle el primer puesto a ERC. El gen convergente tiene una gran capacidad de adaptación a los accidentes del terreno y de la historia. 

El gen convergente se asemeja al legendario gen de la democracia cristiana italiana, que nunca ha abandonado el poder desde 1946. El gen convergente quiere evitar una alianza de las izquierdas en Catalunya. El gen convergente es perfectamente capaz de destruir su propio partido para sobrevivir.

Efectivamente, la lucha interna, la insomne pugna entre el gen convergente y la ambición de ERC es uno de los factores que explica el doloroso acontecimiento catalán. Uno de los factores clave. No el único.


(*) Periodista y director adjunto de La Vanguardia


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