lunes, 13 de noviembre de 2017

La comisión para reformar la Constitución se estrena bajo el síndrome de la división / José Hervás *

No es nada es­pe­ran­zador el arranque de la Comisión para la eva­lua­ción y la mo­der­ni­za­ción del Estado au­to­nó­mico. La se­sión cons­ti­tu­tiva de la misma está pre­visto que se ce­lebre el miér­coles por la tarde una vez que fi­na­lice el pleno que co­mienza mañana mar­tes. 

Los populares acabaron aceptando esta comisión a regañadientes porque no consideraban que fuera el momento adecuado para plantear la reforma del modelo autonómico que supondría justificar en parte las presiones de los nacionalistas catalanes para celebrar su referéndum ilegal.

Aunque han acabado admitiéndola, quieren que sus propuestas permanezcan dentro de los parámetros actuales de la Constitución. Fuentes parlamentarias conservadoras consideran que hasta que no se celebren las elecciones catalanas las reuniones no podrán avanzar de forma significativa. Aunque no se puede dejar pasar más tiempo y tratarán de que algunas de las comparecencias previstas de los padres de la Constitución que todavía viven se puedan celebrar antes de los comicios catalanes.

La agenda de la comisión está prevista dividirla en tres partes. Primero comparecerán los padres de la Constitución Miquel Roca, Miguel Herrero y Rodríguez de Miñón y José Pedro Pérez-Llorca. En una segunda fase lo harán expertos constitucionalistas y la tercera parte se destinará a elaborar la propuesta de reforma de la Constitución. Aunque el calendario previsto es de 6 meses, las fuentes parlamentarias consultadas consideran que es demasiado corto. Desde el propio Gobierno consideran que va para largo y así nos lo aseguraban fuentes de Moncloa tras finalizar el pasado viernes la rueda de prensa del consejo de ministros.

Parlamentarios del PP recuerdan que desde la creación de la Comisión Constitucional el 26 de julio de 1977 hasta su publicación en el Boletín oficial del Estado el 13 de octubre de 1978 transcurrieron 15 meses. Aunque la modificación debería exigir menos tiempo, la crisis de la cuestión catalana hace vaticinar que los problemas que se van a afrontar podrían retrasar claramente las propuestas a llevar a cabo.

Pese a las dificultades, los populares como muestra de buena voluntad parecen dispuestos a que la Comisión la presida el diputado socialista José Enrique Serrano, quien fuera jefe de gabinete de Felipe González, de José Luis Rodríguez Zapatero y de Alfredo Pérez Rubalcaba. Se le considera especialmente sensible y conocedor de la cuestión catalana. Durante los dos últimos años del mandato de Felipe González, entre 1995 y 1996, contó con Miquel Iceta, actual primer secretario del Partido Socialista de Cataluña, como subdirector del Gabinete de la Presidencia del Gobierno.

La comisión contará con la presencia de Ciudadanos y todos los componentes del Grupo mixto, menos los nacionalistas catalanes del PDeCAT. Sus representantes en la comisión serán Íñigo Alli (UPN), Joan Baldoví (Compromís), Marian Beitialarrangoitia (Bildu), Isidro Martínez Oblanca (Foro), Ana Oramas (Coalición Canaria) y Pedro Quevedo (Nueva Canarias). Ninguno de ellos destaca por ser un renombrado constitucionalista.

Tampoco lo son los representantes de los demás partidos. La delegación de los 14 representantes del PP estará liderada por el coordinador general del partido, Fernando Martínez-Maíllo. Le acompañarán la vicepresidenta tercera de la Mesa del Congreso, Rosa Romero, y la secretaria primera y diputada catalana, Alicia Sánchez-Camacho.

Tampoco destaca en el currículo de la delegación de los socialistas su investigación en materia constitucional. Forman parte de la misma como portavoz la vicesecretaria general del partido Adriana Lastra, Patxi López, portavoz adjunto, y los diputados Meritxell Batet, Susana Sumelzo y Gregorio Cámara.

La delegación de Ciudadanos la dirigirá el vicepresidente primero del Congreso, Ignacio Prendes, y contará con el apoyo de los diputados Javier Cano y Virginia Millán.

Horas después de que se constituya la Comisión para la evaluación y la modernización del Estado autonómico debe comparecer ante la Cámara del Consejo de Bruselas Carles Puigdemont y los exconsellers que se encuentran en Bélgica para que este órgano examine la petición de transferencia a España de todos ellos para ser juzgados por rebelión, sedición y otros delitos.



(*) Periodista

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