La justicia ha decidido arrancar a toda velocidad los procesos contra
los impulsores de la declaración unilateral de independencia (DUI). El
Tribunal Supremo (TS) ha citado este martes para pasado mañana a la
presidenta del Parlament, Carme Forcadell, y a los miembros de la Mesa
de la cámara catalana que apoyaron la mencionada declaración, mientras
que la Audiencia Nacional ha hecho lo propio con Carles Puigdemont y el
resto de su Govern cesado para jueves y viernes.
El mensaje es sobre
todo para el TSJ de Catalunya, que ha llevado en situaciones similares,
ante la presentación de una querella, un ritmo mucho más relajado. Desde
luego, extremadamente lento.
Ya veremos si la Fiscalía pide medidas
cautelares contra Forcadell y los parlamentarios, mientras otros
querellados permanecen en Bruselas, de momento fuera del alcance de los
procesos penales iniciados. Pero el aviso está dado, porque la Fiscalía
ya advirtió que de momento no pide detenciones, si bien lo hará si,
habiendo sido citados, no se presentan al llamamiento judicial.
Paralelamente, el Tribunal Constitucional (TC) concedió también ayer
un plazo de 24 horas a la Fiscalía y a la Diputación Permanente del
Parlament para que formulen alegaciones ante la petición del Gobierno
para que se anule la DUI, que de momento ha quedado suspendida. ¿Qué
prisas son ésas? ¡Pero si mañana es festivo!
(*) Periodista y corresponsal de La Vanguardia en Madrid
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