miércoles, 13 de septiembre de 2017

Las fusiones bancarias se abren paso pese a la inestabilidad política

MADRID.- El inicio del nuevo curso ha ve­nido mar­cado por la po­lí­tica como con­se­cuencia de todo lo que ocurre en Cataluña y el desafío in­de­pen­den­tista. En el sector ban­ca­rio, las es­padas están tam­bién en todo lo alto para aco­meter una nueva ronda de fu­sio­nes. Al margen de las in­te­gra­ciones en marcha (Santander-Popular y Bankia -BMN), el pro­tec­cio­nismo del CNMV sobre Liberbank deja a este banco en el punto de mira de ser com­prado, mien­tras que Deustche Bank se queda casi sin be­ne­ficio en España a juicio de www.capitalmadrid.com

Más allá de toda la tensión política de los últimos días, la banca española afronta la recta final del ejercicio y el arranque del nuevo ejercicio con una asignatura pendiente: una nueva ronda de fusiones, como se exige por parte del Banco de España y de algunos organismos internacionales como el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Bankia y BMN están en vísperas de aprobar su fusión en las respectivas juntas de accionistas convocadas desde hace tiempo. La integración de las entidades nacionalizadas y controladas de manera mayoritaria por el Estado se ha considerado como la mejor vía para recuperar una parte de las ayudas públicas destinadas al rescate de la banca con problemas (principalmente cajas de ahorros).
El Popular no era una caja de ahorros, pero sus problemas eran tanto o más graves que el de algunas de esas entidades casi extinguidas con las distintas reformas del sector bancario español. El Santander ya ha registrado su oferta a los accionistas y preferentistas minoritarios del banco gestionado en los últimos por Ángel Ron y en los últimos meses por Emilio Saracho.
Estas dos operaciones ya estaban en curso desde hace algunos meses y una buena parte del sector mira con atención las oportunidades que quedan sobre el tablero. La decisión de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) de prologar la prohibición de las posiciones cortas en Liberbank hasta finales de noviembre, sitúa al grupo gestionado por Manuel Menéndez en el punto de mira.
La tutela de la CNMV sobre Liberbank cubrirá todo el proceso de ampliación de capital anunciado y con el que se pretende una reducción más que significativa de los activos tóxicos en sus balances. Como algunos sostienen, todo un maquillaje de la entidad para que resulte más atractiva ante potenciales compradores.
Unicaja, con los últimos movimientos (como la devolución de los bonos convertibles de España-Duero) y su buena acogida en Bolsa, parece distanciarse del grupo de bancos que puedan estar abocados a integrarse en grupos de menor tamaño para poder encarar su viabilidad.

Desplome de beneficios
La filial de Deutsche Bank en España lleva ya tiempo con el cartel de venta colgado. Según los datos recién publicados por la Asociación Española de Banca (AEB), la entidad del grupo germano tan sólo habría alcanzado un beneficio de 6,65 millones de euros al cierre de junio, lo que supone un desplome del 73% respecto a los 24,65 millones logrados en el primer semestre de 2016.
Eso sí, y pese a todas las informaciones sobre su venta, Deutsche Bank en España ha logrado capear su negocio de una manera bastante más digna, ya que los depósitos de los clientes se elevan un 4,72%, hasta los 8.423,77 millones de euros hasta junio, mientras que la evolución del crédito a la clientela se muestra plano, con una mínima reducción (0,81%) en el primer semestre del ejercicio.
Tanto el avance del Santander con la adjudicación del Popular como la integración de Bankia y BMN ya hacía presagiar nuevos movimientos en el actual mapa bancario español, sobre todo de algunos de los grandes para recuperar terreno en algunos negocios o mantenerse en aquellos en los que ya tenían el liderazgo.

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