MURCIA.- El 'caso Soule', que investiga una trama clientelar en torno al
inhabilitado presidente de la Real Federación Española de Fútbol, Ángel
María Villar, así como el desvío de fondos a directivos y mercantiles
afines, mantiene el foco sobre un grupo de responsables territoriales
del organismo, entre ellos José Miguel Monje Carrillo, presidente de la
Murciana.
Según publica 'El Confidencial', «recibían dinero a
través de empresas interpuestas que ganaban adjudicaciones de la entidad
deportiva, y que los dirigentes utilizaban para contratar a familiares,
que podrían haber estado viviendo de estas mercantiles instrumentales
sin trabajar.
Gran parte de los pagos de esta línea de investigación
habrían sido realizados a través de la Mutualidad de Futbolistas».
Los
informes de la Guardia Civil, según la referida información de 'El
Confidencial', ponen el acento en el presidente de la Federación
Murciana (FFRM), José Miguel Monje Carrillo, también máximo responsable
de la Policlínica Murciana del Fútbol, participada al 100% por el
organismo territorial.
Esta mercantil, explican los miembros de la UCO,
«ha dedicado parte de sus ingresos a realizar pagos sospechosos a la
sociedad administrada por la compañera sentimental de un médico de la
Policlínica, a la Federación Murciana, al director de los servicios
jurídicos de esta última territorial, a dos sociedades vinculadas al
director médico de la Policlínica, al propio Monje Carrillo y al
tesorero de la FFRM».
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