martes, 19 de septiembre de 2017

El artículo 155 y el prestigio de España / Pablo Sebastián *

Están el Gobierno de Mariano Rajoy y el PSOE de Pedro Sánchez sumidos en un mar de dudas y de temerarios equilibrios, en relación con la respuesta final que el Estado debe dar al golpe catalán.

Una batalla política que España ya no puede perder, empatar y ni siquiera ganar por la mínima. Porque además de la violación flagrante e intencionada de la legalidad, la Constitución y el Estatut, lo que merecen los golpistas es la implacable respuesta de la Justicia y del Gobierno porque está de por medio el prestigio (dentro y fuera de nuestro país) de España así como la dignidad nacional y el amparo de quienes en Cataluña son víctimas directas de golpe y viven excluidos y bajo amenaza de represalias por parte de los delincuentes que pretenden declarar la independencia de Cataluña.

Los que continúan alardeando impunemente de sus hazañas sin que hasta el momento nadie en el Tribunal Constitucional o en el Gobierno se atreva a colocarlos en su sitio, que no es otro que fuera de las instituciones catalanas y sometidos sin complejos ni miramientos a la Justicia para que paguen tal y como deben por los delitos de desobediencia, prevaricación, malversación y sedición.

Por todo ello nos resulta asombroso que a tan solo pocos días del desafío del referéndum del 1-O, el Gobierno y el PSOE mantengan dudas sobre lo que hay que hacer y el nivel de la respuesta que merecen los golpistas. Si el cáncer golpista no se extirpa como se debe, la enfermedad permanecerá y se reproducirá con una fuerza inusitada en Cataluña y otros territorios como el País Vasco donde se está siguiendo con mucho interés el ensayo catalán.

¿A qué esperan Rajoy, Sánchez y el TC para actuar? Entendemos que no es fácil pero esa es su obligación -sobre todo del Gobierno- constitucional. De ahí que las especulaciones sobre la oportunidad de aplicar el artículo 155 de la Constitución nos parecen innecesarias porque los golpistas -los actuales y los que les puedan suceder en el caso de suspensión de sus cargos- no pueden permanecer al frente de las instituciones catalanas cuya legitimidad emana de la Constitución Española.

De manera que al Gobierno, al PSOE y a C’s les toca reaccionar de una vez por todas, y de manera contundente y definitiva, por más que exista el riesgo de desorden público y violencia por parte de los golpistas lo que los llevaría del delito de ‘sedición’ al de ‘rebelión’. 

Urge la actuación firme y decidida del Gobierno y los partidos democráticos y constitucionales lo que permitirá  levantar en Cataluña el velo de la ‘alta trama’ de conspiradores que financia y está detrás de este proceso demencial en Cataluña y cuyos nombres y sus instituciones y empresas) se deben conocer para que también respondan ante la Justicia como los demás encartados en el golpe de Estado catalán.

Sin la previa recuperación de la legalidad y normalidad democrática carece de sentido hablar reformas territoriales y constitucionales bajo la amenaza y el chantaje al Estado, la soberanía nacional y al conjunto de la sociedad.


(*) Periodista y editor de www.republica.com


No hay comentarios: