viernes, 25 de agosto de 2017

Mary Poppins, un amor puro / Guillermo Herrera *

Hay una belleza inefable de las cosas que cuando la percibes te quedas sin palabras y con los ojos humedecidos. Yo la he visto en el vuelo de un águila, en el nado de un delfín, en el salto de alegría de un perrito, en la caricia de un gatito. Es tan lindo y tan puro que te deja desarmado, porque no puedes creer lo que ves y percibes la inocencia.

Lo he visto también en el Rey León, pero sobre todo en el personaje de la mística y mágica niñera voladora Mary Poppins. Ayer mismo me enteré, a través de un documental que pusieron en TVE2, que el personaje de Mary Poppins corresponde a la serie de libros escrita por Pamela Lyndon Travers:

Confiesa Pamela que no se inventó a Mary Poppins sino que fue ella la que fue a su encuentro desde el mundo espiritual, y yo me lo creo, porque es un personaje mágico, muy verosímil, que conecta en gran medida con algo esencial de nuestra psique y nos devuelve a la inocencia de la niñez. Por eso es uno de los personajes de ficción más célebres de todos los tiempos, ya que ha sido admirado en todo el mundo por varias generaciones.

En la película clásica de Walt Disney, que se estrenó en 1.964, y que me gustó tanto que la vi varias veces y cantaba sus canciones, la actriz Julie Andrews interpretó a Mary Poppins, una niñera mágica que visita a una familia desestructurada en Londres, y utiliza su estilo único para mejorar la vida de la familia.

Pero también me ha emocionado la vida de Pamela Travers, hasta el punto de sentirla como una hermana y compañera de búsqueda espiritual, ya que fue discípula del místico Gurdjieff, de quien aprendió danzas sagradas para conectarse con la Divinidad, y también asistía a las conferencias que daba Krisnamurti todos los veranos en Saanen (Suiza). Pero no se conformó con eso, ya que fue a Japón para practicar meditación Zen con un maestro cualificado, y también estuvo con la tribu de los indios Navajos en EE.UU. para estudiar sus tradiciones espirituales.

En el año 1.925, mientras estaba en Irlanda, Travers conoció al poeta William George Russell (AE), que, como editor de The Irish Statesman, aceptó publicar algunos de sus poemas. A través de Russell, Travers conoció a William Butler Yeats y otros poetas irlandeses, lo que despertó su interés por el mundo de la mitología. Le encantaba el paisaje verde y neblinoso de Irlanda frente al áspero desierto de Australia.

Según la Wikipedia, Pamela Lyndon Travers (1.899-1.996) fue una escritora, actriz y periodista australiana, creadora de la famosa niñera de ficción Mary Poppins en el libro del mismo nombre. En 1.924 se muda a Inglaterra, donde escribe bajo el seudónimo de P.L. Travers. En 1.933, comienza a escribir su serie de novelas infantiles acerca de la niñera Mary Poppins. 

Pamela sufrió mucho durante su infancia ya que su padre murió prematuramente. Su padre, Travers Robert Goff, era de ascendencia irlandesa y nacido en Deptford, sur de Londres, Inglaterra. Un alcohólico crónico, Travers Goff fracasó en su carrera como gerente de banco, y finalmente fue descendido al puesto de simple empleado.

Tampoco fue afortunada en el amor mundano, pero es en el sufrimiento humano donde se forjan las grandes almas. Según sus nietos, Travers “murió sin amar a nadie y sin ser amada”, pero supo transmitir su amor a toda la Humanidad a través de sus novelas, que no es poco. ¡Qué persona más linda! Seguro que está en el Cielo.


(*) Periodista

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