viernes, 25 de agosto de 2017

“Murcia nos roba”

MADRID.- Más de la mitad de los cartageneros quieren romper con Murcia. Se sienten discriminados en los presupuestos regionales, en sanidad, en aduanas, en el AVE... a pesar de sus 215.000 habitantes y de su historia milenaria. Las calles y alrededores de la ciudad portuaria están llenas de pintadas que reclaman ser provincia separada. Eso sí, de compararse con el ‘procés’ catalán, ni hablar, según publica Interviú

Murcia nos roba’, ‘Cartagena is not Murcia’ o ‘Cartagena, provincia de España’ son lemas que se repiten en muchos rincones de esta ciudad. Muchos vecinos se sienten discriminados por el gobierno autónomo y eso les hace pensar en el pasado: en 1799, cuando Cartagena fue considerada durante seis años como una provincia independiente por motivos fiscales; o incluso en 1873, cuando una insurrección federalista proclamó el Cantón de Cartagena.

Gran parte de los cartageneros siguen pensando que una biprovincialidad beneficiaría a las dos partes. Mario Ruiperez Padilla, miembro de la plataforma Convergencia Cívica de Cartagena, explica que “Murcia, por ser provincia, se lleva el 70 por ciento del presupuesto destinado a toda la región, y el 30 por ciento restante se reparte entre los 45 municipios”. De ese 30 por ciento, a Cartagena –teniendo casi 215.000 habitantes–, “le corresponde solo un 3 por ciento”, denuncia.

Andrés Peiró González, abogado y también miembro de Convergencia Cívica, explica que “Cartagena no tiene AVE porque Murcia quiere que llegue antes allí, cuando haciendo un pequeño bypass, también llegaría a Cartagena”.  

Santiago del Álamo, otro de los vecinos que está a favor de convertir a Cartagena en provincia, propone el cambio de nombre. “Según el artículo 147 de la Constitución, la denominación de la Comunidad será aquella que mejor corresponda a su identidad histórica ¿Por qué nos llamamos región de Murcia si Cartagena es una ciudad trimilenaria mucho más antigua que la ciudad de Murcia? Yo propondría un nombre más neutro, como Comunidad del Sureste”.

Este funcionario explicó a Interviú que otro tema que sirve como reclamación es la aduana: “Tenemos puerto en Cartagena y la aduana está en Murcia. No lo entiendo”.

Jose Antonio Luque, presidente de la plataforma 2es+, cuenta que el proyecto FERRMED, asociación empresarial que impulsa un corredor ferroviario de mercancías que conecte los puertos europeos, tampoco ha incorporado a Cartagena: “Empieza en San Petersburgo, cruza toda Europa y, cuando entra en España, pasa por Barcelona, Tarragona, Castellón, Valencia, Alicante, se mete en Murcia y continúa hacia Almería olvidándose de Cartagena”.

Muchos cartageneros creen que si se formara otra provincia traería beneficios para toda la región, porque tendría más representación en el Parlamento: pasarían de 10 a 12 diputados. Una encuesta realizada por Sigma Dos en 2014 reflejó que el 51,6 por ciento de los entrevistados estaban a favor de recuperar “la condición histórica de provincia”. 

Antonio García Sánchez, profesor de Economía en la Universidad Politécnica de Cartagena, piensa que “cada vez más jóvenes están concienciados para recuperar ese estatus. La descentralización implica un gasto más eficiente y mejor distribuido entre los territorios”.
Del Álamo piensa que la situación actual provoca injusticias también en la sanidad. “Nos hicieron un hospital nuevo hace cinco años y nos cerraron el anterior, en vez de dejar los dos. El nuevo, el Hospital Santa Lucía, tiene 600 camas, que no son suficientes. Somos una ciudad con puerto, con mucho turista y muchos habitantes. El hospital del Rosell, el antiguo, solo se ha quedado con Urgencias”.

Jesús Giménez Gallo, presidente de Movimiento Ciudadano (MC), que gobierna la ciudad junto con el PSOE y Cartagena Sí Se Puede, apoya la biprovincialidad. Según el dirigente de MC –cinco concejales–, “la gente se está dando cuenta de la injusticia que sufre Cartagena y de la escasez de presupuesto del que disponemos. Tenemos que lograr un reparto más justo, crear medidas para el progreso y acabar con el centralismo duro de Murcia”.

El listado de agravios no acaba aquí. Hasta la catedral de Cartagena es otro motivo para separarse de Murcia. “Es la única en España que no está restaurada después de quedar devastada en la Guerra Civil: No podemos hacer nada, es propiedad del obispo de Cartagena, que, por cierto, está en Murcia. ¿Tiene sentido?. Como última medida se podría expropiar y después restaurarla para volver a darle un valor religioso y de culto”.

El empresario Francisco Morales lo tiene muy claro: “No nos sentimos murcianos pero sí muy españoles. Cartagena ha sido hacedora de la historia de España. Nos sentimos muy españoles y nos hace mucho daño que nos tachen de independentistas”.

“Estamos total y absolutamente en contra del independentismo catalán. Queremos a Cataluña dentro del Estado español. Comparar las pretensiones de Cartagena con las de Cataluña es un argumento de políticos de poca monta”, explica Del Álamo, que añade que “la reclamación de Cartagena es la antítesis de la reclamación catalana. La nuestra es constitucional, viable y necesaria”.

Según el economista Antonio García, solo “se requiere la aprobación de una ley orgánica y la modificación del estatuto de autonomía”. Desde el partido Cartagena Sí Se Puede consideran que la provincia es una institución anticuada y decimonónica que no sirve para descentralizar el municipio ni para mejorar la financiación: “Apostamos por la figura de la comarca, que estando recogida legalmente aún no ha sido desarrollada”.

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