domingo, 7 de diciembre de 2008

Un escrito enviado al juez relata que había una tormentosa relación entre los ex socios en Polaris World, García Meroño y Facundo Armero

MURCIA.- "Me voy a Miami, pero te juro por mi padre que está enterrado que las vas a pagar todas juntas". Este SMS fue enviado al parecer en octubre del 2006 desde el teléfono de Pedro García Meroño al de Facundo Armero, según un escrito judicial presentado por el abogado de este último, según publica hoy "La Verdad".

Hasta el momento de la separación societaria, que se produjo días después de ese mensaje telefónico, Pedro García y Facundo Armero aparecían ante la opinión pública como un binomio, como uña y carne, en la gestión de Polaris World, que nació en el año 2001 para convertirse en la mayor empresa europea dedicada al urbanismo residencial.

Ahora, la presunta trama de corrupción que se investiga en Torre Pacheco, y que trata de aclarar entre otros asuntos la permuta de unos terrenos entre el Ayuntamiento y Polaris, ha puesto al descubierto la relación de «odio y animadversión» entre ambos.

MENSAJES SMS DEMOLEDORES
Uno 'culpa' al otro de la permuta

La declaración realizada por Pedro García Meroño ante el juez, el pasado 17 de julio, ha sido el detonante. El socio mayoritario de Polaris manifestó ­según publicó La Verdad­ que «todas las negociaciones con el Ayuntamiento de Torre Pacheco las llevaba exclusivamente Facundo Armero» y que la compra de la polémica finca la realizó su ex socio en nombre de la compañía.

En esa misma declaración, García Meroño mostró su sorpresa ante el hecho de que la persona que vendió los terrenos a Polaris -que luego se permutaron al Ayuntamiento- dijera que no había recibido una parte del pago: el equivalente a 100 millones de pesetas.

Según el abogado de Facundo, García Meroño estaba al tanto de todas las gestiones urbanísticas de la empresa y que el presunto beneficio de la permuta lo obtuvo Polaris World y no Facundo Armero, porque ya no pertenecía a la empresa. Sostiene que con su declaración de julio ante el juez, García Meroño ha pretendido «inculpar» a Armero en un caso -el de la permuta- que «no tiene ningún atisbo de ilegalidad».

La marcha de Armero de la empresa, en noviembre del 2006, fue más traumática de lo que se pensaba. Vendió su participación del 48% por unos 300 millones de euros, si bien significó que ya se había desligado de la compañía. Días antes de la separación, el 29 de octubre, recibió cuatro SMS procedentes del teléfono asignado a García Meroño.

El contenido de esos mensajes se ha presentado en el juzgado como prueba de la enemistad entre ambos que explica, según el letrado de Armero, que se haya intentado cargar toda la responsabilidad en su defendido por parte de su ex socio.

La literalidad es la siguiente: «Se acabó que me chulees, y no quiero verte ni en puntura». «Me has chupado la sangre y amargado la vida desde el primer viaje a Miami». «Me voy a Miami por gusto, pero tú te has de ir por cojones». «Que no hay negociación, ¿lo tienes claro?, que ahora mandan los peritos para partir la sociedad que te has pasado conmigo y no te lo perdono lo tienes claro, y no me comas más la oreja».

«ODIO Y ANIMADVERSIÓN»
Distinto «trato procesal»

Estas transcripciones figuran en el sumario que instruye la juez Aranzazu Moreno, titular del juzgado número 4 de San Javier, quien el pasado 2 de octubre recibió un escrito del abogado José Antonio García Sánchez, en nombre de Facundo Armero, como respuesta a la declaración de julio de García Meroño.

Según este escrito, Facundo Armero señala que siempre ha mantenido «una enorme prudencia y un exquisito respeto por el resto de imputados, testigos y peritos», evitando sacar a colación «rencillas y cuitas particulares que nada importan para la instrucción, pero que sí pueden hacer mucho daño a la imagen de la principal empresa afectada por estos autos.

Sin embargo, la estrategia adoptada por Hernández de Arce (presidente y consejero delegado de Polaris) y Pedro García Meroño, nos obliga a realizar determinadas aclaraciones».

El abogado de Facundo Armero se centra en el testimonio de García Meroño, que considera que está cargado de «una fuerte dosis de autoexculpación» y que, junto con Hernández de Arce, «pretende paralelamente la inculpación» de Armero.

Se queja del «trato procesal»concedido a este último, «en comparación con el que recibió el testigo señor Meroño, respecto del cual se decretó el sobreseimiento y archivo de la causa sin tomarle siquiera declaración, y al que ahora, investigando la permuta en cuestión, se llama como testigo a pesar de que dicho negocio se realizó cuando él dirigía la compañía de la que sigue siendo socio mayoritario».

Añade el abogado de Armero que ésta ya no era socio, pero que se deja entrever que todo «lo dejó hecho» antes de dejar la compañía. Cree que García Meroño y Hernández de Arce «se han dedicado desde sus primeras declaraciones a eludir la cuestión relativa a su responsabilidad en los hechos investigados, intentando involucrar a mi representado».

El abogado ha aportado varios correos electrónicos para tratar de demostrar que García Meroño y Hernández de Arce «dirigían mancomunadamente al sociedad» e intervenían en compras de terrenos. Sostiene que el principal accionista de Polaris «ha cometido falso testimonio» con su ánimo «autoexculpatorio».

Relata a continuación que «el ataque continuo» a Facundo Armero tiene una causa primera y principal: la profunda animadversión y el fuerte enfrentamiento que mantiene con mi representado desde principios del año 2006, cuando le comunicó su voluntad de abandonar la sociedad».

«Mi representado tuvo que soportar insultos, coacciones y amenazas que el testigo, señor García Meroño, le realizaba, incluso mediante mensajes de SMS». Tales mensajes, explica el abogado, los conservó Armero con la esperanza de no hacer uso de ellos, pero que ahora pone a disposición del juzgado.

«LAS PAGARÁS TODAS JUNTAS»
El abogado carga contra Pedro García

El letrado explica que «ese odio se encontraba enormemente avivado» días antes de la declaración judicial de García Meroño, ya que Armero requirió a principios del pasado verano a Polaris World «el pago de un efecto no atendido por la mercantil Roswell Capital, por importe de 10 millones de euros».

García Sánchez considera «incuestionable que el presunto beneficio derivado de la permuta investigada lo obtuvo única y exclusivamente la mercantil Polaris World y por extensión sus socios -siendo el mayoritario el señor García Meroño-, sin que el señor Armero tuviera participación alguna en esos presuntos beneficios al no tener participación en la citada sociedad cuendo se percibieron.

¿Por qué la intención, rayana en la contumacia, de implicar al señor Armero en hechos con los que no tiene relación alguna ni obtiene beneficio, con base en testimonios cuando menos interesados?».

Concluye el escrito del abogado que la declaración de García Meroño ha estado motivada «por un fuerte enfrentamiento con Facundo Armero» que ha querido ocultar. Asimismo, cree que ha intentado «perjudicar en este causa» a su ex socio «en cumplimiento de la amenaza que de manera expresa vertía en uno de los mensajes que obran transcritos: 'Me voy a Miami pero te juro por mi padre que está enterrado que las va a pagar todas juntas'».

La Redacción de La Verdad intentó ayer ponerse en contacto, sin éxito, con Pedro Meroño y José Luis Hernández para que dieran su versión.

Facundo Armero, por su parte, comentó que no busca ninguna batalla y prefirió no hacer comentarios sobre su anterior relación con Pedro García. Admitió que su abogado había enviado el escrito para aclarar algunos aspectos.

(Hernández, Meroño y Armero, juntos por una urbanización de Polaris World)

No hay comentarios: