miércoles, 4 de octubre de 2017

Los desafíos para desarrollar una red de sensores sísmicos


CIUDAD DE MÉXICO — Un día de septiembre durante la madrugada, Víctor Cruz, un geofísico de la Universidad Nacional Autónoma de México, envió un artículo a una revista científica en el que describía el progreso de una red de sensores sísmicos subacuáticos que se implementarán en la costa del Pacífico mexicano, revela The New York Times.

La red, que se enfoca en un área sísmica activa conocida como la Brecha de Guerrero, rastreará la deformación del suelo marino y los llamados sismos silenciosos con el fin de mitigar el riesgo humano ante los terremotos y tsunamis.
Casi una hora después de que Cruz enviara su artículo, un sismo de magnitud 8,2 sacudió el sur del país: fue el más fuerte sucedido en México en más de un siglo. Dos semanas después, un segundo sismo mató a cientos de personas en Ciudad de México y sus alrededores.
Mientras el país se recupera, uno de los proyectos sismológicos más grandes de América Latina también está sintiendo una sacudida.
“Queremos tener un mejor entendimiento y avanzar más rápido con nuestra investigación”, dijo Josué Tago, un sismólogo que trabaja para construir la red de sensores. “La investigación que hacemos puede ayudar a salvar vidas, y ese es un tipo diferente de motivación”.
A lo largo de la costa occidental de México se encuentran las placas tectónicas de Cocos y Norteamericana; la primera se desliza por debajo de esta última. A eso se le conoce como la zona de subducción y genera periódicamente sismos que liberan energía, la cual se acumula por la fricción entre las placas.
La Brecha de Guerrero, casi pegada a la costa, preocupa particularmente a los científicos por su proximidad con Ciudad de México: aproximadamente 322 kilómetros al sudoeste. Esta nueva red, que depende de datos sísmicos, de presión y GPS, analizará el movimiento de la placa tectónica.
Para hacerlo, los investigadores instalarán sensores y tomarán mediciones preliminares en noviembre. Y durante los siguientes cuatro años, un grupo de más de 50 científicos apostados en Japón y México recabarán datos, crearán modelos computacionales de sismos y tsunamis, y generarán mapas de áreas costeras cerca de la brecha para el siguiente terremoto.
Sin embargo, los dos últimos temblores también han puesto de manifiesto opiniones científicas divergentes sobre en qué partes de México es más probable que surja el siguiente sismo. ¿La zona a lo largo de la costa del estado de Michoacán, que produjo el terremoto de 1985? ¿Algún lugar al sureste de la Brecha de Guerrero? ¿La brecha misma?
Por una parte, un segmento de la Brecha de Guerrero no ha tenido actividad sísmica en más de un siglo, lo que sugiere que una tensión acumulada ahí podría generar un terremoto en el futuro cercano.
Los sismos recientes pueden haber desatado un movimiento tectónico allí, pero los investigadores no saben si se liberó una cantidad significativa de energía. “Tendremos que evaluar en qué medida esos procesos podrían acelerar el movimiento”, dijo Cruz.
Sin embargo, el silencio sísmico de la brecha no es totalmente convincente para todos los científicos. Algunos miran hacia esa extensión de 230 kilómetros y se encogen de hombros, diciendo que ahora parece menos probable que los futuros sismos se produzcan allí, en comparación con otros lugares a lo largo de la costa.
“La gente se agita cuando los sismos ocurren cerca o en una brecha, pero por supuesto que también pueden generarse en cualquier otro lado”, dijo David Jackson, un profesor de Geofísica de la Universidad de California en Los Ángeles, que no participa en la nueva red de México.
“Yo le daría seguimiento a los temblores más que a las brechas”, añadió. Pero “preferiría tener a alguien poniendo instrumentos en la brecha que no poniéndolos en ninguna parte”.
Los investigadores ubican en la extensión de Guerrero de la zona mexicana de subducción el foco del tsunami y el terremoto de magnitud 9 en Tohoku que tomó por sorpresa a los japoneses en 2011, a pesar de la sofisticada red sísmica de ese país.
“Eso nos abrió los ojos”, dijo Vala Hjörleifsdóttir, una experta en Geofísica de la Universidad Nacional Autónoma de México en Ciudad de México. “Pensamos que sabemos qué sismos podrían ocurrir aquí. ¿Eso es todo, o hay más?”, señaló.
En México, indicó, no ha habido un tsunami desde 1932.
Al sismo de Tohoku lo precedió un evento de sismo lento, en el que se libera energía durante un periodo de semanas o meses. La Brecha de Guerrero había registrado uno de los eventos de sismo lento más grandes del mundo, lo que intrigó a los sismólogos japoneses.
Los investigadores de la Universidad de Kioto se unieron formalmente a los científicos de la Universidad Nacional Autónoma de México para estudiar el área en 2013. La red que están comenzando a construir no solo ayudará a detectar sismos, sino que también ofrecerá datos sobre las placas tectónicas y los eventos de sismo lento.
Si México fuera un país más rico, dicen los científicos, podría extenderse una red de detección con sismómetros cubriendo la gran zona de suelo marino entre la fosa oceánica Mesoamericana —donde el borde de la placa de Cocos se sumerge por debajo de la Norteamericana— y la costa.
A diferencia de otros países como Estados Unidos, Japón y Nueva Zelanda, que han usado técnicas geofísicas similares para medir los movimientos de las placas, México depende principalmente de la generosidad de otros para su investigación geofísica a gran escala.
Cerca de seis millones de dólares están dedicados a la red actual, con alrededor de dos millones aportados por México y el resto por la Asociación Japonesa de Investigación en Ciencia y Tecnología para el Desarrollo Sustentable. Algunos instrumentos provistos por Japón se quedarán en México cuando terminen el proyecto.
“Hay tantas prioridades en México que es difícil que un proyecto geofísico sismológico obtenga un financiamiento tan grande”, dijo Cruz en referencia a la nueva red.
Una falta generalizada de fondos, en combinación con el trabajo casi adivinatorio inherente a la sismología, hace que los científicos de México deban escoger cuidadosamente qué ubicaciones monitorear. Debido a los dos sismos recientes, lo recursos han disminuido aún más.
“La naturaleza del problema es que nunca vamos a hacer lo correcto”, dijo Hjörleifsdóttir. “Más o menos esperábamos un gran sismo en Guerrero, pero no es el único lugar”.
La científica compara los esfuerzos de monitoreo del país con los enfocados en un área de la Falla de San Andrés en California, que produjo sismos aproximadamente cada 20 años durante un siglo.
“Para poder estudiar los sismos, ubicaron muy bien sus instrumentos. Una vez que los habían colocado ahí, esperaron y esperaron, y no sucedió sino hasta como 35 años después”, dijo Hjörleifsdóttir.
Los científicos pueden recabar información sobre el movimiento de la tierra que pueda contribuir a estar preparados para un desastre, dijo Cruz, pero no pueden predecir los temblores.
“Aunque ni nosotros, ni nadie más en el mundo, puede saber cuándo ocurrirá un sismo”, dijo, “podemos generar conocimientos que reduzcan el riesgo”.


Por qué la geografía de Ciudad de México agrava los sismos


El terremoto que causó la muerte de 155 personas en Ciudad de México y que derribó docenas de edificios fue tan destructivo debido a que la capital del país fue construida sobre un antiguo sedimento de un lago.
Los españoles construyeron la actual Ciudad de México sobre las ruinas de la capital del Imperio azteca, Tenochtitlán, que conquistaron en 1521. La ciudad azteca estaba sobre un islote en el lago de Texcoco, pero los españoles lo desecaron durante cientos de años y expandieron Ciudad de México en la nueva tierra disponible.
Ahora, la mayor parte de la ciudad descansa sobre capas de arena y barro —de una profundidad de hasta 91 metros— que estaban debajo del lago. Estos sedimentos suaves y acuosos hacen que la ciudad sea particularmente vulnerable a los sismos y a otros problemas.
Durante un terremoto, los sedimentos sueltos cerca de la superficie hacen más lentas las ondas, de 3.000 metros por segundo a aproximadamente 50 metros por segundo, conforme entran al valle. Las ondas lentas crecen en amplitud, del mismo modo que un tsunami cuando se acerca a la costa, y hacen que el movimiento sea más violento.
Empeora cuando el material debajo de los sedimentos más sueltos es más profundo y más denso pues hace que las ondas se queden en el valle y que el temblor amplificado dure más tiempo.
El terremoto empeoró en la ciudad al tiempo que las ondas se movían a través el antiguo sedimento del lago.
Ciudad de México de por sí está en una zona propensa a los sismos debido a los enormes pedazos de corteza terrestre, llamadas placas tectónicas, que chocan lentamente entre ellas. México está sobre la placa de Norteamérica y la placa de Cocos se desliza por abajo de ella a lo largo del suroeste del país.
La colisión de una placa que se desliza debajo de la otra —un movimiento llamado subducción— libera grandes cantidades de energía y hace que los sismos sean un fenómeno común en México. A diferencia del último, muchos de esos temblores son de baja magnitud.
La geología única de la cuenca de Ciudad de México puede amplificar las ondas sísmicas de modo que sean cien veces más fuertes, un fenómeno que el Dr. Cruz-Atienza dijo que no se compara con ninguno en el mundo.
Los sismos que ocurren relativamente lejos de Ciudad de México aún pueden causar daños significativos debido en parte a esta amplificación. El devastador terremoto de 1985, que mató a más de 10.000 personas se originó a más de 322 kilómetros, cerca de la costa mexicana del Pacífico.
El epicentro del sismo último fue más cercano: a unos 80 kilómetros, pero sacudió con mayor violencia a Ciudad de México que a otras áreas que están a una distancia similar del epicentro.
El terremoto de 1985 provocó que se mejoraran las leyes de construcción, lo que se cree que minimizó el daño de este sismo. Sin embargo, los temblores siempre representarán una amenaza única para Ciudad de México debido a las implicaciones geológicas del antiguo sedimento lacustre que está debajo de ella.

El último trasvase del Tajo al Segura: la gota que colma el vaso

MADRID.- El pasado 29 de septiembre a las 20:00 horas, el Ministerio de Agricultura, Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, inició un trasvase de agua a través del Acueducto Tajo-Segura, a pesar de que el volumen de agua almacenada en los embalses de la cabecera del Tajo se sitúa muy por debajo del nivel de reserva establecido por la normativa, por debajo del cual no se permite trasvasar, habiéndose enviado un volumen de alrededor de 2 Hm3, recuerda hoy Público.

Esta actuación ha levantado una gran polémica entre la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, los regantes del Segura, el Ministerio, las organizaciones ecologistas y otras entidades. El Ministerio alega que no es un trasvase, sino un intercambio de derechos entre particulares (regantes del Canal de Estremera en el Tajo que les venden el agua a los del Segura), lo cual es cierto que lo permite la Ley de Aguas. 
Sin embargo, es evidente que es un trasvase o que al menos tiene los mismos efectos. Al fin y al cabo, pues esa agua se trata de un volumen que se traslada desde el Tajo al Segura, que sale a costa del volumen de reserva ya incumplido y que por tanto no podrá discurrir por el primero ni desarrollar sus funciones ambientales.
Con independencia de su legalidad o no, nos encontramos ante otro conflicto más que genera esta infraestructura, que ha resultado controvertida desde su inauguración hace ya cerca de 40 años.
A continuación, vamos a analizar las causas de este conflicto.
El trasvase Tajo-Segura se planteó en firme por primera vez durante la Segunda República, pero no fue hasta la década de los sesenta cuando se inició su construcción, que finalizó en 1979.
Inicialmente se autorizó para trasvasar 1.000 Hm3 anuales, luego esa cifra se bajó a 900 Hm3, después se volvió a bajar a 650 Hm3. Finalmente, entre 1979 y 2014, se ha trasvasado una media de 328 Hm3 anuales. Resulta evidente que alguien consideró o estimó unas aportaciones en la Cabecera del Tajo muy superiores a las reales. Ya de entrada nos encontramos ante una obra que funciona a un 35% de lo que estaba prevista, por lo que hay motivos para considerarla un fracaso en sí misma.
Sin embargo, el regadío en la cuenca receptora se desarrolló considerando que el trasvase funcionaría según los planes iniciales, a pleno rendimiento, lo que genera una demanda de agua de la cabecera del Tajo, que ésta es incapaz de satisfacer.
Por otra parte, las aportaciones en régimen natural a los cauces en nuestro país, se han reducido a causa del cambio climático una media de un 20% en los últimos 25 años. Sin embargo, en la Cabecera del Tajo, según los datos de las estaciones de aforos, esta reducción ha sido aún mayor, del orden de un 30%, y sigue bajando, por lo que es previsible que la capacidad para trasvasar se siga reduciendo en los próximos años.
Desde hace décadas, en la cuenca del Segura, tanto los diferentes gobiernos de Murcia como una buena parte de los regantes de allí muestran, a nuestro entender, una voracidad insaciable de agua. En la cuenca del Tajo, los sucesivos gobiernos de Castilla-La Mancha han tenido siempre muy claro que la oposición al trasvase da votos, circulando a veces consignas ambientalmente peligrosas como “para que se lo gasten en Murcia, mejor nos lo gastamos aquí”. O consiguiendo que se apruebe el trasvase a la Llanura Manchega, otros 50 Hm3 que esquilman el Tajo. Así en los últimos años el regadío entre Aranjuez y Talavera ha crecido de manera espectacular, de tal forma que el existente actualmente entre la cabecera del Tajo y Talavera consume más del doble de agua de la que se trasvasa al Segura. Y con todos estos actores, que en el fondo no son tan distintos, el que lo está pagando de verdad es el pobre río Tajo, por el que cada vez discurren unos caudales más mermados, con una degradación ambiental cada vez mayor.
La existencia del trasvase Tajo-Segura es un factor de degradación ambiental muy importante del Tajo pues, por una parte, supone el 75% del consumo real en el Tajo desde la Cabecera hasta Aranjuez; y por otra, porque se utiliza para legitimar el crecimiento masivo del regadío en el curso medio del río.
Además, con independencia de la normativa que esté aprobada, lo que está claro es que si hay escasez de agua en el Segura, los sucesivos gobiernos centrales no han tenido inconveniente en modificar las condiciones de explotación del trasvase y mandar agua al Segura, por muy poca que exista almacenada en cabecera. Así lo hizo el gobierno del PSOE en 1995, reduciendo el caudal ambiental del Tajo en Aranjuez de 6 m3/seg a 3 m3/seg, y así lo ha hecho el actual gobierno del PP enviando estos 2 últimos Hm3 cuando los pantanos de cabecera se encuentran por debajo del mínimo establecido para trasvasar, usando una argucia legal que resulta muy discutible.
Ya hemos indicado anteriormente que, cuando se construyó el trasvase, las aportaciones en la cabecera del Tajo eran ya bastante inferiores a lo que se pensaba inicialmente, y además el cambio climático las ha reducido mucho más en los últimos 25 años, por encima de la media nacional, y que además es previsible que lamentablemente esa tendencia continúe. Por todo ello, consideramos que el Trasvase Tajo-Segura cada vez resulta más insostenible e inviable, por lo que habría que ponerle una fecha de cierre definitivo, entre 3 y 5 años (y así permitir una cierta adaptación en la cuenca receptora), a la vez que se frena la creación de nuevos regadíos en el tramo medio del Tajo. De esta manera podría detenerse la degradación ambiental que actualmente sufre el río, e incluso podría conseguirse que se recuperara algo, a la vez que se acabaría con este conflicto social, que enfrenta dos comunidades autónomas desde hace décadas.

La resaca del 1-O complica los planes del Gobierno para seguir privatizando Bankia

MADRID.- La confrontación entre las fuerzas independentistas de Cataluña y el Estado español parece haber comenzado a calar esta semana en unos mercados que habían aguardado expectantes al 1 de Octubre. Tras la convulsa jornada, con cientos de miles de catalanes votando en un referéndum ilegal y las fuerzas del orden cargando contra algunos de ellos, los inversores han arriado la bandera de la templanza, según dice hoy Cinco Días.

La volatilidad y la incertidumbre se abren paso complicando, entre otras cosas, los planes del Estado para privatizar Bankia. El propio ministro de Economía, Luis de Guindos, venía avanzando que “a la vuelta del verano” se pondría en marcha la venta de otro paquete de acciones de la entidad pero el proceso no se abordará al menos hasta noviembre y solo si el eco de la tensión catalana no sigue enturbiando entonces los mercados.
El Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) aún posee un 67% de la mayor entidad financiera española rescatada, que actualmente está integrando además el también nacionalizado Banco Mare Nostrum (BMN), y que debe privatizar por mandato europeo.
La idea que se barajaba era vender ahora un nuevo paquete de entre el 7% y el 9% del capital de la entidad, para lo cual contrató como asesor al banco de inversión Nomura. El FROB ya cerró una operación así al colocar un 7,5% de Bankia, por 1.304 millones de euros, en febrero de 2014.
El mercado, sin embargo, podría no acompañar ahora. Las acciones de Bankia fueron unas de las más castigadas de la sesión bursátil del lunes 2 de Octubre, con una caída del 3,33% en la jornada, hasta los 3,94 euros por título. Solo los bancos con sede en Cataluña, Sabadell (–4,53%) y CaixaBank (–4,43%), sufrieron más la resaca del 1-O. Aunque Bankia recuperó ayer los 4 euros tras subir un 1,42%, los analistas temen más vaivenes y las apuestas bajistas contra el valor están en máximos históricos
“Cataluña arroja incertidumbre”, advierte Gonzalo Sánchez Crespo, analista de Gesconsult, que considera que no es buen momento para avanzar en la privatización. “La inestabilidad no es buena. Es como cuando haces una salida a Bolsa, quieres un mercado estable y las mejores proyecciones”, defiende.
“El Gobierno no ha sido muy hábil porque lleva anunciando la venta de un paquete desde junio y eso ha lastrado la cotización cuando la comparas con otras. Si vas a deshacerte de un paquete y lo anuncias, la gente sabe que hay presión” por vender y eso hace “caer los precios”, critica Sánchez. “Si le sumas Cataluña, eso no genera el mejor escenario para la venta”, advierte.
“Evidentemente el conflicto en Cataluña es uno de los motivos por los que está bajando el precio de la acción”, asume Felipe López-Gálvez, analista de Self Bank, advirtiendo que “este podría recuperarse si la situación política se normaliza pero también seguir cayendo en caso de que se incremente la tensión”.
Ante esta situación, desde el FROB admiten que el proceso de privatización no se retomará hasta que las condiciones de mercado así lo aconsejen y recuerdan que tienen plazo para privatizar Bankia hasta diciembre de 2019, gracias a la ampliación de dos años que aprobó el Gobierno en diciembre.
Desde el organismo público consideran que su “horizonte temporal no es tan corto como para que tenga efecto la situación de Cataluña”. Así, pese a los anuncios de Guindos, el FROB asevera que no hay fechas fijas para la próxima desinversión, ni sobre su tamaño, y que prevalecerá el criterio de “maximizar” el precio de venta para tratar de devolver el máximo de ayudas públicas.
En 2014, el FROB colocó las acciones a 1,51 euros por título, con una plusvalía de 138,2 millones dado que el Estado entró en el capital del grupo a 1,35 euros. Bankia realizó en junio un contrasplit, agrupando cuatro acciones de las antiguas en una nueva, con lo que el Estado tendría que vender ahora a 6,04 euros para igualar los márgenes de 2014, o a 5,4 euros para no perder dinero. La acción está hoy en 4 euros.
“Veo difícil que se pueda igualar”, exponen desde Gesconsult, argumentando que el mercado no solo tendría que digerir positivamente la tensión que emana de Cataluña sino que seguramente haría falta un cambio en la política monetaria europea, con un alza de tipos, para potenciar tanto los títulos de Bankia en el corto plazo.
“El Estado poco puede hacer ahí. En caso de querer vender, no le queda otra que hacerlo a un precio algo inferior a su cotización actual, ya que es habitual que la colocación de grandes paquetes de acciones de realice con un descuento”, dicen desde Self Bank.
Sea cual sea el posible precio, o la reacción del mercado, desde Bankia aclaran que ninguna venta se planteará ya al menos hasta noviembre dada la prohibición que pesa sobre las entidades cotizadas de anunciar operaciones corporativas en el mes previo a la presentación de resultados, prevista en su caso para el 30 de octubre. 

Calendario laboral 2018: todos los días festivos nacionales y autonómicos

MADRID.- El calendario laboral 2018 cuenta con 14 días festivos. Nueve jornadas son fiestas nacionales comunes para toda España; tres son a elección de las comunidades autónomas; y otras dos son locales, seleccionadas por los Ayuntamientos.Todas las comunidades autónomas han anunciado ya sus días festivos, aunque todavía faltan algunos ayuntamientos, según adelanta Abc.

Festivos nacionales

Los festivos nacionales de 2018 son: 1 de enero (lunes), Año Nuevo; el 6 de enero (sábado), Epifanía del Señor; el 29 de marzo, Jueves Santo; el 30 de marzo, Viernes Santo; el 1 de mayo (martes), Fiesta del Trabajo; el 15 de agosto (miércoles), Asunción de la Virgen; el 12 de octubre (viernes), Fiesta de la Hispanidad; el 1 de noviembre (jueves), Todos los Santos; el 6 de diciembre (jueves), Día de la Constitución Española; el 8 de diciembre (sábado), Día de la Inmaculada Concepción y el 25 de diciembre (martes), Natividad del Señor.

Las comunidades autónomas pueden sustituir por fiestas propias las festividades de los Reyes Magos (6 de enero), del Jueves Santo (que en 2018 es el 29 de marzo) y las de San José (19 de marzo) o Santiago Apóstol (25 de julio). En el caso de San José y Santiago, se debe optar por una de las dos.

Las comunidades autónomas también pueden sustituir por fiestas propias las fiestas nacionales cuya celebración se traslade a lunes por coincidir en domingo. Sin embargo, esta circunstancia no se da en 2018. No obstante, puesto que algún festivo nacional sustituibles (como el 6 de enero) han caído en sábado, algunas regiones han optado por hacer de ellas un festivo recuperable. 

Un festivo recuperables significa que es un día no laborable, pero cada empresa deberá negociar con sus empleados cómo recuperar esas horas de trabajo. Este año, cuentan con festivos recuperables: Región de Murcia (6 de enero), Comunidad Valenciana (6 de enero), Baleares (6 de enero), Galicia (17 de mayo) y Cataluña (2 de abril o 26 de diciembre).

Fiestas de las comunidades autónomas

Estas son las fiesta propias de cada comunidad autónoma en 2018, incluidos los festivos nacionales sustituibles y los festivos recuperables:

-Andalucía: Reyes Magos (6 de enero), Día de Andalucía (28 de febrero), Jueves Santo (29 de marzo).
-Aragón: Reyes Magos (6 de enero), Jueves Santo (29 de marzo), San Jorge (23 de abril).
-Asturias: Reyes Magos (6 de enero), Jueves Santo (29 de marzo) y Día de Asturias (8 de septiembre).
-Baleares: Reyes Magos (6 de enero, festivo recuperable), Día de Baleares (1 de marzo), Jueves Santo (29 de marzo) y Lunes de Pascua (2 de abril).
-Canarias: Reyes Magos (6 de enero), Jueves Santo (29 de marzo) y Día de Canarias (30 de mayo).
-Cantabria: Reyes Magos (6 de enero), Día de las Instituciones (28 de julio) y Festividad de la Bien Aparecida (15 de septiembre).
-Castilla-La Mancha: Reyes Magos (6 de enero), Jueves Santo (29 de marzo) y Corpus Christi (31 de mayo).
-Castilla y León: Reyes Magos (6 de enero), Jueves Santo (29 de marzo) y Día de Castilla y León (23 de abril).
-Cataluña: Reyes Magos (6 de enero), Lunes de Pascua (2 de abril), Día de Cataluña (11 de septiembre) y San Esteban (26 de diciembre). El Lunes de Pascua o San Esteban es un festivo recuperable.
-Comunidad de Madrid: Reyes Magos (6 de enero), Jueves Santo (29 de marzo) y 2 de mayo (Día de la Comunidad de Madrid).
-Comunidad Valenciana: Reyes (6 de enero, festivo recuperable), San José (19 de marzo), Lunes de Pascua (2 de abril) y Día de la Comunidad Valenciana (9 de octubre).
-Extremadura: Reyes Magos (6 de enero), Jueves Santo (29 de marzo) y Día de Extremadura (8 de septiembre).
-Galicia: Reyes Magos (6 de enero), Jueves Santo (29 de marzo), Día de las letras gallegas (17 de mayo, festivo recuperable) y Santiago Apóstol (25 de julio).
-La Rioja: Reyes Magos (6 de enero), Jueves Santo (29 de marzo) y Día de La Rioja (9 de junio).
-Región de Murcia: Reyes Magos (6 de enero, festivo recuperable), San José (19 de marzo), Jueves Santo (29 de marzo) y Día de la Región Murciana (9 de junio).
-Navarra: Reyes Magos (6 de enero), Jueves Santo (29 de marzo), Lunes de Pascua (2 de abril) y San Francisco Javier (3 de diciembre). Los municipios navarros solo eligen un festivo.
-País Vasco: Reyes Magos (6 de enero), Jueves Santo (29 de marzo) y Lunes de Pascua (2 de abril).

El discurso de la amenaza, el odio y el miedo / Ramón Cotarelo *

Este post es consecutivo al de los progresos del Rey. Allí se concluía que, al estar el Rey por encima de la Ley y ser la Ley (según él mismo) la base de la democracia, el Rey está por encima de la democracia. Y así, sobrevolando por encima de la Ley y de la democracia, las tutela a ambas, las lleva por los rectos designios y les recuerda su obligación de imponer el orden constitucional allí en donde esté siendo quebrantado.

Y ¿cómo se impone el orden constitucional allí en donde, etc.? Mediante la aplicación de la violencia legítima del Estado, como solicitaban hace poco un par de cientos de intelectuales. Cosa de los cuerpos de seguridad del Estado, cuya reciente actuación en Cataluña ha sido de global consternación. No haya cuidado: por detrás de estos cuerpos armados (¡y cómo!) están las fuerzas armadas ellas mismas, de las que es capitán general el Rey, el que está por encima de la Ley y la democracia.

Las derechas, incluida la derecha socialista andaluza, han aplaudido a rabiar el corto alegato real. Susana Díaz declara su pleno respaldo al Monarca, no como a su SG, que es un tarambaina. Rosa Díez, en pleno éxtasis monárquico. Las izquierdas andan algo inquietas. Los socialistas comprueban que el Monarca ni ha mencionado su elixir mágico, la loción del Dr. Diálogo y Podemos afirma, con la acostumbrada originalidad, que "no en nuestro nombre". El "no" es conjetural. En general, desconsuelo. 
Solo de Cataluña vienen voces más ajustadas a la realidad: no solo no se habla de diálogo, sino que no se menciona la violencia en Cataluña, ni siquiera un buen deseo para los 844 heridos. El discurso es una recriminación reiterada a las autoridades de la Generalitat dentro del marco interpretativo del gobierno, con las amenazas implícitas de rigor. Y ningún tipo de propuesta de nada. Es un discurso de parte. De parte beligerante. De partido.

En el contexto de excepcionalidad el alegato recuerda la comparecencia de su padre a raíz del golpe de Estado de 1981. Quienes califican la hoja de ruta de los indepes de "golpe de Estado" considerarán que la declaración del Rey está a la altura del momento. Es verdad que ha comparecido vestido de civil, pero a tono con un "golpe de Estado" civil. 
Además del fondo del asunto, de su meollo, todo el lenguaje no verbal traduce crispación. Esos puños cerrados, los rictus frecuentes, la torva mirada. No es él, sino su antepasado, Felipe V ante estos protervos catalanes, que no se someten a la dominación de Castilla. Sin duda, muchos seguidores del régimen actual se fueron a la cama tranquilizados por el claro pronunciamiento del Rey en pro de lo que hiciere falta para "pacificar" esta díscola parte de sus dominios.

Es lógico. Le va mucho en ello. La Corona misma, pues el independentismo catalán es republicano. Una extraña afección muy contagiosa. De Cataluña pasaría a España, segurísimo. ¿O no? En todo caso, sin problema. No se llegará hasta aquí porque no habrá República Catalana, ni independencia, ni gaitas. Habrá la Ley y el orden constitucional vigente.

Volvemos a la pregunta anterior: y eso ¿cómo se logra? Interviniendo la autonomía, inhabilitando a sus dirigentes y habilitándoles las cárceles, aplicando la legislación excepcional que sea preciso. Se dice que así estuvo muchos años el País Vasco sin que sucediera nada. Pero el grado de movilización de las dos sociedades es incomparable, así como el prestigio y la legitimidad del independentismo en cada caso. 
Además, el País Vasco representa el 5% el PIB español y Cataluña más del 20%. Las consecuencias para la estabilidad económica y financiera de España de un estado de excepción prolongado en Cataluña serán necesariamente graves y moverán los intereses económicos y financieros europeos a intervenir imponiendo alguna forma de mediación. España no tiene una posición exterior que le permita resistir a las presiones de los poderosos y tendrá que aceptar una mediación y negociación del tipo que sea.

El problema es que cualquier mediación o negociación comenzará por plantear un referéndum pactado. Y esto no parece que puedan gestionarlo las fuerzas políticas parlamentarias actuales, excepto Podemos, que ha venido pidiéndolo siempre. Serán, pues, necesarias elecciones anticipadas (quizá solo en España, sin Cataluña) para abordar esa negociación. Y en esas elecciones puede haber una sorpresa si las izquierdas forman una alianza republicana y las ganan.

El Rey sabe que lo tiene crudo. Y se le nota.
Los progresos del Rey
Hace unos dos años, en el verano de 2015, Felipe VI coincidió en un acto protocolario con el presidente de la Generalitat, Artur Mas, y aprovechó la ocasión para soltarle un sermón sobre la democracia y el Estado de derecho. Andaba el monarca mosca con la pertinaz tendencia de los antaño mansos nacionalistas burgueses a pasarse al independentismo. 
Precisamente el tal Mas había realizado el año anterior, el 9 de noviembre, una consulta, especie de proto-referéndum sobre cuya naturaleza jurídica discutirán las generaciones venideras pero cuya eficacia política fue impactante. Asi que, aquí te pillo, aquí te mato, el Rey colocó una teórica al señor Mas sobre el valor fundante de la democracia que es la Ley. La ley, igual para todos y por encima de la cual no puede haber nadie. Excepto él. En consecuencia, también está por encima de la democracia. 

Animado por la arenga real, Palinuro escribió un post titulado Carta abierta a Felipe VI, que tuvo buena acogida. Luego la convirtió en vídeo con el mismo título y la colgó en Youtube. Es la que se reproduce aquí. Recuérdese, han pasado más de dos años y Felipe VI ha comparecido de modo extraordinario y ha soltado el mismo discurso, aunque con un tono y un contenido mucho más duros, hoscos, amenazadores. Sobre eso, sobre el breve y crispado dicurso de hoy, otro post.
(*) Catedrático emérito de Ciencia Política en la UNED

La leyenda de Rajoy / Fernando Garea *

Solal es el protagonista de la novela 'Bella del Señor', de Albert Cohen. Un alto funcionario de la Sociedad de Naciones que hace una brillante carrera sin tomar decisiones y sólo clasificando los asuntos pendientes que llegan a su mesa en dos montones, el de los relevantes y el de los poco importantes. 

Cuando van quedando sepultados, los pasa a los diferentes cajones de su mesa. Los poco importantes van al cajón de "trabajos relegados al olvido indefinidamente", otros al que llama "la leprosería" porque no se pueden tocar, y los escasos que considera relevantes pasan por "el purgatorio" y terminan siendo solicitados por superiores que los gestionarán y así no hay riesgo en la carrera de Solal, que asciende sin tacha alguna.

Cuenta la leyenda que Mariano Rajoy sabe medir los tiempos, que su principal virtud política es la de dar la patada al balón y esperar a que, en su momento, vuelva a aparecer la pelota en su camino. O no.

El 3 de febrero de 2013, él mismo reforzó esta leyenda cuando dijo satisfecho: “A veces la mejor decisión es no tomar ninguna decisión, y eso es también una decisión”.

Así ha vivido y mal no le ha ido, porque empezó con un cargo político en 1981 y 36 años después ha ido pasando por casi todas las responsabilidades posibles hasta llegar a la más alta a la que un español puede aspirar sin llamarse Borbón.

Sus partidarios han alabado siempre esa manera de ser como si fuera una virtud, aunque muchas veces confiesen en privado que les saca de quicio esa especie de ataraxia en la que parece vivir.

Sin embargo, al cabo de los años, muchos de los balones a los que daba patadas al frente le han salido al camino. Carpetas de asuntos pendientes que acumulaba le vuelven a la mesa, con mucho más papel y complicación, víctima de su propia leyenda.

Dio una patada a la corrupción y ahora los escándalos le han salido en el camino porque no estaban cerrados ni muertos, sino mal enterrados.

Lo hizo también con la reforma de la Constitución, sobre cuya necesidad tanto se ha debatido y coincidido. La metió en el cajón de "la leprosería" y no la abordó cuando tenía mayoría amplia para pilotarla y ahora puede verse obligado a discutirla con una aritmética parlamentaria más precaria y con grave tensión territorial. Lo hizo también en la gestión de las investiduras fallidas de 2016, hasta que el PSOE se suicidó con la abstención. También la financiación autonómica fue al cajón intocable.

Y, sobre todo, dio una patada a la carpeta de Cataluña, que, según se comprueba ahora, solo le sirvió para ganar tiempo. O más bien para perderlo.

El 16 de octubre de 2013, el entonces diputado de CiU Josep Antoni Duran Lleida le dijo a Rajoy en el pleno del Congreso: “Lidere una respuesta de Estado, porque, si no lo hace, si no responde a las aspiraciones de Cataluña, entonces se va a encontrar con una declaración unilateral de independencia que algunos van a hacer en el Parlament". Premonitorio de lo que se vive justo cuatro años después.

Entonces Rajoy tenía mayoría absoluta, pero dio la patada al balón y el apoyo al independentismo se ha multiplicado desde entonces. Ahora, desbordado, está obligado a actuar cuando la única ley sobre la que hay consenso en Cataluña es la de la gravedad y con la presión de la calle, de los independentistas que se han saltado todas las normas y hasta de la alarmada Unión Europea. 

Tiene que actuar débil y sin apoyos, porque también ha ido aplazando durante años lo de tejer acuerdos con otros. Pero que nadie le pida soluciones arriesgadas ni rápidas por su legendario control de los tiempos y por su falta de premura para gestionar cada asunto que se encuentra. 

El domingo por la noche dijo solemne que convocaría a todos los partidos con representación parlamentaria, lo que incluye a Podemos, ERC, PDeCAT y Bildu, y el martes por la tarde aún no lo había hecho. Que nadie le meta prisa para buscar una salida sensata.

Así estamos, atrapados entre quienes se saltan todas las leyes y quien nunca tiene prisa para buscar soluciones a nada.


 (*) Periodista


Al borde del precipicio / Joan Tapia *

Muchos catalanes que se sienten catalanes y españoles, que apostaron en 1977 por una Cataluña autónoma en una España abierta y democrática —y que lo siguen haciendo— llevan años preocupados. Por una parte, un Gobierno de Madrid que entiende poco y que —más grave— no quiere aproximarse. ¿Ha habido en los gobiernos de Rajoy algún representante del catalanismo moderado? No, ni un Piqué.

Por la otra, un independentismo rampante con tintes populistas que cree en la independencia sin dolor y que en Europa nos están esperando con los brazos abiertos. ¿Sectarios? ¿Incompetentes? ¿Ilusos? ¿Las tres cosas?

Pero desde el domingo, la preocupación se transmutó en tristeza. ¿Y si todo estuviera perdido y no quedara otra opción que vivir en una España cerrada e insensible o en una Cataluña en vías de empobrecimiento moral y material?

Es peligroso seguir por esta vía porque la tristeza persistente es mala para la salud y negocio para los psicoanalistas. El martes al mediodía, el tuit de un desconocido logró hacerme reír. Bastante. Decía: "¡Dios, ha sido desenterrar a Dalí y todo se ha vuelto surrealista!". Y bien mirado, puede ser una forma de asumir la realidad.

El domingo, un Gobierno catalán que se había saltado la Constitución del 78, votada más por los catalanes que por el resto de los españoles, y el propio Estatut, que exige una mayoría de 90 diputados y no de 72 para asuntos relevantes, había convocado un referéndum unilateral e ilegal sobre la independencia de Cataluña. ¿Surrealismo? Lo más daliniano fue que las fuerzas de orden enviadas para garantizar el orden se dedicaron, a primera hora de la mañana, a entrar en los colegios electorales —que no lograron mantener cerrados— y a intentar hacerse con las urnas que antes no habían sabido encontrar. Y que con este fin no dudaron en romper cristales y golpear a ciudadanos que esperaban poner una papeleta en la urna. Con la misma actitud con la que se disuelve una manifestación que se pasa de la raya.

Pero los ciudadanos no eran manifestantes ni activistas sino que formaban parte del 47,8% de catalanes que votaron a partidos independentistas en las elecciones de 2015. Y que, aunque quieran irse de España, tienen derecho a ser tratados como ciudadanos de un país libre y europeo. Y la brutalidad policial —no culpa de la policía sino de los que los habían enviado— fue conocida con rapidez por millones de personas en todo el mundo. ¡Un Gobierno que dice proteger la unidad de España enviando la policía a reprimir no a violentos manifestantes sino a aspirantes a votar en un referéndum! Los que lo habían convocado seguían disfrutando de sus coches y despachos oficiales, pero el ciudadano que quería votar era amenazado por las porras de la policía. Como en la España de Franco. ¡Dalí puro!

Y las escenas fueron tan chocantes que provocaron una onda de indignación que traspasó las fronteras de Cataluña y de España. La prueba es que el Parlamento Europeo ha cambiado su orden del día y discutió este miércoles la violencia policial en Barcelona. El Parlamento español no lo hará hasta la próxima semana. ¡Quizás haya resucitado la conspiración judeomasónica contra España que ya Franco denunció!

Por la noche, vimos a Rajoy. Pareció no haberse enterado de nada. No dijo que el referéndum no tenía valor jurídico por carecer de garantías (la última, de la misma mañana, fue dejar votar en cualquier colegio), sino que no había habido referéndum, cuando en Barcelona hubo grandes colas. Añadió que la democracia española se había sabido defender y que “hemos hecho lo que teníamos que hacer”. Ni una palabra para lamentar los incidentes. ¿Dalí puro?

Luego, cuando se inquiere de qué sirven tantos servicios de seguridad si a la hora de la verdad no saben ni encontrar unas urnas, ni cerrar locales públicos, ni impedir una votación, la contestación oficiosa es que se confiaba en los Mossos. No nos pasemos de surrealismo, pero es como decir que los servicios de inteligencia estaban externalizados en los seguratas de una cadena de supermercados.

Y el desvarío continúa. El presidente de la Generalitat —que pudo votar burlando al helicóptero que le seguía cambiando de coche bajo un puente y dirigiéndose a otro colegio electoral— no solo condenó y exageró la violencia policial sino que —sin dar datos— aseguró que en la jornada Cataluña se había ganado el derecho a la independencia y que dentro de pocos días el Parlamento actuaría en consecuencia. O sea, que haría una DUI (declaración unilateral de independencia). Aunque el lunes matizó y pidió la mediación europea.

Y luego ha venido lo de manipular el juicio de la prensa internacional. Unos dicen que condena la brutalidad policial. Otros, que asegura que el referéndum carece de toda validez. He leído con atención los editoriales de los tres diarios que en mi opinión son más seguidos por los gobiernos occidentales —'Le Monde', el 'Financial Times' y el 'New York Times'— y parece que los políticos del PP y los independentistas solo han leído el medio editorial, que les conviene.

Vamos a 'Le Monde'. Empieza su editorial en portada (nada habitual) y dice: “Si el Gobierno español hubiera querido ayudar a los independentistas, no lo habría hecho mejor. Las imágenes de la policía española interviniendo, a veces brutalmente, para impedir a los catalanes ir a votar a un llamado referéndum de autodeterminación, han hecho progresar la causa del separatismo. Entre las dos partes, la fractura se ha hecho más grave. España se adentra en una mayúscula crisis política… La acción de la policía española contra gentes de todas las edades que iban a votar no será olvidada pronto por los catalanes, incluso por los que —probablemente una mayoría— no son independentistas".

Pero añade: “El referéndum era claramente contrario a la Constitución democrática de España y no ha respetado las normas propias de un país de la UE. Si creemos al señor Puigdemont, el sí a la independencia —dos millones— ha obtenido el 90% de los votos pero la abstención ha sido del 60%. ¿Es suficiente para autoproclamar la independencia? En el resto de Europa, ningún Estado está dispuesto a reconocer este resultado”.

Los tres diarios aseguran que España y Cataluña están en un 'impasse' y que sería necesaria una negociación, pero que ni Rajoy ni Puigdemont, ni los partidos que tienen detrás, están dispuestos. ¿Un 'impasse' permanente? Sería un sueño daliniano. 

Mientras tanto, en Madrid lamentan mucho los actos y gestos de intolerancia con la policía españolae incluso con Ferreras y los periodistas de La Sexta—, ciertamente preocupantes, que se han producido. Y el martes en Barcelona miles de manifestantes —mucho de ellos jóvenes y en actitud festiva— se manifestaron en una jornada de 'paro de país' (huelga general a la carta) en que los huelguistas se paseaban tranquilamente por entre las terrazas de la Rambla de Cataluña —unas abiertas e incluso con manteles blancos y copas de vino altas, y otras cerradas—.

Y ya entrada la noche, el Rey compareció en TVE. Tuve que cerrar las ventanas de casa porque la cacerolada (adelantada una hora y acompañada de la consigna de no oír al monarca) era fuerte. ¿Qué quieren que les diga? Habría preferido que el Rey permaneciera callado, porque el momento es quizá solo muy grave y el Rey debe reservarse para una extrema gravedad. Lo que dijo era correcto para un columnista sensato de centro-derecha, pero ese no debe ser su papel. 

Y en el discurso vi el espíritu de Moncloa. Lógico, porque es un Rey constitucional. ¿Necesario? ¿Conveniente? En todo caso, podía haber recordado que fue príncipe de Girona y sigue atentamente cada año los actos de la fundación. Podía haber dicho algo en catalán. Podía haber lamentado malos entendidos y mostrado alguna preocupación por los incidentes del domingo. En resumen, podía haber intentado estar cercano. Una cosa es ser rey constitucional y otra cosa parecer el portavoz moderado de Rajoy.

Pero hoy quizá Dalí nos salve del infierno al que estamos descendiendo. Pensé que el 'impasse' permanente y creciente había tenido un alto. 

Que el Rey no había ido a TVE sino que había comparecido el ministro Zoido y había dicho que el referéndum era ilegal y que constitucionalmente no debía permitirse, pero que el operativo —por motivos X— había tenido fallos y que —no por culpa de las fuerzas policiales sino de cierta improvisación y la actitud inesperada de otras fuerzas— se había producido algún hecho lamentable. 

Que había actuado de buena fe y con diligencia, pero en democracia un ministro debe asumir los fallos de sus subordinados y no hacer recaer la responsabilidad en sus superiores. Como consecuencia, había presentado su dimisión irrevocable al presidente del Gobierno, que la había aceptado.

Zoido se comportaba como un ministro inglés. ¿Podrían los otros seguir creyendo que eran el partido nacionalista de una colonia oprimida y haciendo que algunos de sus seguidores gritaran “asesinos” a la policía española?

Pero Dalí vuelve a estar enterrado bajo una gran losa en su museo de Figueras. Algunos dicen que para hacer una tortilla —la independencia o salvar España— hay que romper huevos. Hacer cosas no agradables. El problema es si se rompen muchos huevos y no se sabe hacer ninguna tortilla. Si el resultado final es solo de muchos huevos rotos.


(*) Periodista y ex director de La Vanguardia


Sobre el dis­curso del jefe de Estado / Alberto Garzón *

Acabo de escuchar el discurso del ciudadano Felipe de Borbón. No negaré que esperaba un discurso equilibrado y medido que pudiera contribuir a solucionar el conflicto. Conozco personalmente al jefe de Estado. He conversado con él en varias ocasiones y sé que piensa las cosas antes de hablar. 

Hoy, sin embargo, me temo que le han asesorado sus enemigos. Su discurso ha sido lamentable, y su tono antipático y hostil. No ha estado a la altura del momento político. En vez de puentes, el jefe de Estado ha puesto un frontón que alimenta la tensión y el conflicto tanto en España como en Catalunya.

Atravesamos una grave crisis de Estado, y en Catalunya existe un problema político que se ha gestado a lo largo de muchos años. Millones de personas se han movilizado en Catalunya para demandar una votación sobre su futuro. El 80% de la sociedad catalana suscribe esa reivindicación, incluso para votar NO a la independencia como haríamos las gentes de Izquierda Unida. Estos son hechos que no se pueden ignorar. 

Pero hoy el ciudadano Felipe de Borbón no ha hecho ni una sola mención a ello. Se ha limitado a replicar el discurso del corrupto presidente del Gobierno, el señor Mariano Rajoy, cuya posición es absolutamente insostenible. Ningún problema político de esta naturaleza puede resolverse a golpes contra miles de personas pacíficas. Ningún problema político puede resolverse sólo con jueces o policías. Sólo el diálogo y el entendimiento es el camino.

Sin embargo, el Jefe de Estado no ha pronunciado ni una vez la palabra diálogo. Tampoco ha dicho nada sobre los más de 800 heridos del 1 de octubre. Mucho menos sobre la inmensa movilización pacífica del 3 de octubre, o de todas las precedentes. Ha tomado la peor decisión de todas en estos momentos: ignorar la existencia de un conflicto político haciendo creer que es un simple problema de orden público. Se ha enrocado y, envolviéndose en una Constitución que ya no representa a toda la sociedad, se ha puesto en la primera línea del bloque reaccionario. 

Irresponsable actitud que, hay que insistir, se ha acompañado de un tono bronco e indeseable para estos momentos.

El discurso de hoy alienta la confrontación y aleja una solución democrática y pacífica que otros y otras seguiremos defendiendo con todas nuestras fuerzas. El ciudadano Felipe de Borbón está preparando el terreno para una intervención durísima contra Catalunya por parte del Gobierno más corrupto de toda la Unión Europea. ¿Cuándo entenderán que eso no va a solucionar absolutamente nada?


La monarquía es una institución anacrónica. Y si no es parte de la solución, es parte del problema. Los que queremos una solución responsable y negociada no estamos representados en las palabras y actitud del actual Jefe de Estado. Y hoy, con más argumentos que nunca, decimos: ¡Viva la República!



(*) Economista y dirigente de Izquierda Unida 



El expresidente de las cajas responsabiliza al Banco de España del entierro del sector / José Hervás *

Las ideas de los dos com­pa­re­cientes este martes en la co­mi­sión del Congreso de los Diputados que in­ves­tiga la crisis del sis­tema fi­nan­ciero en España han so­nado como un es­ta­llido. Lo tienen muy claro: los res­pon­sa­bles de la crisis de las cajas han sido los le­gis­la­do­res, los go­biernos cen­tral y au­to­nó­mico y por su­puesto el Banco de España. Se trata de Juan Ramón Quintás, ex­pre­si­dente de la Confederación Española de Cajas de Ahorro, y el pre­si­dente de la Asociación de Inspectores del Banco de España, Pedro Luis Sánchez Ruiz. 

Sus palabras han sido las más esclarecedoras de cuantos han acudido hasta ahora a la Carrera de San Jerónimo para explicar su interpretación de la crisis. Sobre todo, han sido las que han dejado la mayor preocupación de cara al futuro del sistema financiero español. Contrariamente a lo que se difunde desde las fuentes oficiales, ambos comparecientes consideran que el sistema financiero español no es hoy más sólido que antes de la reestructuración.

El más ácido en sus denuncias ha sido el expresidente de la CECA. Ha acusado a los gestores del Banco de España de ser cooperadores necesarios en la gestación y evolución de la crisis por sus errores de estrategia y su pusilanimidad a la hora de aplicar las medidas necesarias.
Por supuesto estima el coste de la crisis en mucho más de los 60.000 millones de euros de los que hablado el supervisor. En cuanto a lo que estima los decretos Guindos no son la historia de un éxito.

Su denuncia de la falta de independencia de la comisión ejecutiva del Banco de España sigue resonando todavía por las paredes del Congreso, del ministerio de Economía y por supuesto del Banco de España. Su argumentación es muy sencilla. La Comisión que preside el Gobernador la componen el subgobernador, que es elegido a propuesta del Gobernador. Los otros dos consejeros son elegidos a propuesta, también, del Gobernador.

También forman parte de la misma, con voz, pero sin voto, los directores generales elegidos por el Gobernador. Como comentaba un miembro de la Comisión todo tiene aires algo ‘chavistas’. No es habitual que uno se rebele contra quien le hace ascender en el escalafón o le pone en la sala del consejo del Banco de España.

Así que para Quintás la gobernanza del Banco de España también parece manifiestamente mejorable. No le han dolido prendas en pedir que las decisiones de la Comisión Ejecutiva del supervisor, pasado un determinado tiempo, como ocurre con los bancos centrales de nuestro entorno, se hagan públicas.

Con estos antecedentes parece lógico que, para Quintas, el sistema financiero que ha resultado de la crisis sea peor que el que había antes. Lo achaca sobre todo a la concentración bancaria, la homogeneización institucional y la desaparición de las cajas. En consecuencia, de todo ello se ha producido una concentración del sector que ha aumentado el oligopolio del sector con un tercio de los competidores que había antes de la crisis y menor oferta para los consumidores. Aunque según Quintás, a día de hoy, los efectos sobre la competencia que ha tenido toda la reestructuración están por analizar, así como sus consecuencias futuras.

De hecho, ha desaparecido el 50 % del antiguo sistema bancario, lo que supone la desaparición de un vector social de gran importancia dado el papel que las cajas han tenido para evitar la exclusión financiera en España. Sobre el alcance de las consecuencias de la desaparición de dos tercios de los recursos destinados a la obra social habrá que volver en otro momento.

Los inspectores alertan de una futura debacle
Tampoco para los inspectores el sistema actual de supervisión es mejor que el pasado. Al contrario. Según Pedro Luis Sánchez Ruiz, la regulación financiera y contable antes de la crisis, aun siendo mejorable, era mejor que la actual. Ha añadido en su extensa intervención en el Congreso que la tendencia actual en regulación y supervisión nos puede conducir a un desastre mayor al sufrido.

A la vista de lo ocurrido con el Banco Popular y con sus accionistas y tenedores de bonos, no hace falta esforzarse mucho para comprender la denuncia de los inspectores del Banco de España. En los próximos días trataremos de explicar con más detalle y con ejemplos concretos, los que la AIBE denuncia.

Por supuesto que estas intervenciones ni han pasado inadvertidas y ni lo van a pasar en el futuro. Los primeros en reaccionar han sido los dirigentes de la SAREB, el banco malo. Ante la denuncia del presidente de la Asociación de Inspectores del Banco de España de que quizás no exista la suficiente transparencia en los procedimientos de enajenación de activos, la Sareb ha respondido que los responsables de la supervisión de la entidad en ningún momento han denunciado que se puedan estar enajenando activos a un precio por debajo de su valor de mercado.

Como no podía ser de otra forma, defienden que su actividad se desarrolla en condiciones de mercado y que siempre tratan de maximizar el valor de los activos. Los responsables de la Sareb no han entendido mucho de a denuncia que ha hecho Pedro Luis Sánchez en el Congreso.

Además, desde la Sareb dan por hecho que están sometidos a un estricto régimen de supervisión por parte de la inspección del Banco de España y de la Comisión de Seguimiento en la que están presentes el Ministerio de Economía, Industria y Competitividad, el Banco de España, el Ministerio de Hacienda, la Comisión Nacional del Mercado de Valores y el Banco Central Europeo en calidad de observador.

Justamente todos cuya función, en el caso de la crisis, ha sido puesta en cuestión por el expresidente de la CECA y por supuesto por el presidente de la asociación de inspectores del Banco de España.

Volveremos con detalle sobre las principales denuncias de Quintás y Sánchez Ruiz, y con el texto íntegro de sus intervenciones. Pese a que entre los diputados miembros de la Comisión echaban en falta que ambos hubieran asumido también parte de culpa de la crisis, esto no quita para que ambos hayan puesto el dedo en las muchas llagas que se abrieron durante este período que ha dejado en evidencia al Gobierno Central, a las Comunidades Autónomas y al Banco de España.


(*) Periodista

Revista de Prensa / A. R. Mendizabal *


Miércoles con el dis­curso del Rey que calmó a mu­chos, en­fu­rruñó a al­gu­nos, pilló a con­trapié a otros, marcó un punto de in­fle­xión y abre todas las por­tadas de los me­dios na­cio­na­les. Sorpresa e im­pacto tam­bién en la prensa in­ter­na­cio­nal. En el día del 'paro de país' en Cataluña, Oryzon anuncia su des­lo­ca­li­za­ción a Madrid, pri­mera co­ti­zada en aban­donar el te­rri­torio de la re­friega, y CaixaBank y Sabadell co­mu­nican que tienen pre­vistas me­didas en de­fensa de los in­tereses de sus clien­tes, ac­cio­nistas y em­plea­dos. 

1-O +3
La Vanguardia: El Rey anima a de­fender las ideas dentro de la ley. Otro ti­tu­lar: El Rey acusa a la Generalitat de una ‘deslealtad inad­mi­si­ble’ y de ‘dividir la so­ciedad ca­ta­lana’ (Leonor Mayor Ortega). Otro ti­tu­lar: El Govern res­ponde con el si­lencio al men­saje del Rey. Otro ti­tu­lar: Puigdemont ase­gura a la BBC que de­cla­rará la in­de­pen­dencia ‘en días’. Otro ti­tu­lar: La Mesa del Parlament pone hoy fecha a la de­cla­ra­ción de in­de­pen­dencia (Raúl Montilla). 

Otro ti­tu­lar: El Gobierno tiene listas las me­didas para frenar la in­de­pen­den­cia: ya está en­cima de la mesa la apli­ca­ción del 155 (Carmen del Riego). Otro ti­tu­lar: La Comisión Europea re­chaza los lla­ma­mientos a me­diar con Catalunya (Beatriz Navarro). Otro ti­tu­lar: La co­mi­sión de diá­logo im­pul­sada por la abo­gacía se cons­ti­tuye hoy: uni­ver­si­da­des, pa­tro­na­les, sin­di­catos y co­le­gios se suman a la ini­cia­tiva de los abo­gados bar­ce­lo­ne­ses. Otro ti­tu­lar: La pro­testa contra las cargas pa­ra­liza gran parte de la ac­ti­vidad eco­nó­mica. 

El Periódico: El Rey pide ase­gurar el ‘orden cons­ti­tu­cio­nal’: Felipe VI acusa a las ins­ti­tu­ciones ca­ta­lanas de luna ‘deslealtad inad­mi­si­ble’ con el Estado; en un dis­curso te­le­vi­sado, in­vita a todos los ciu­da­danos a de­fender sus ideas pero dentro de la ley (Pilar Santos). Otro ti­tu­lar: ‘Un sol po­ble’: Catalunya pro­testa unida contra las cargas del 1-O: la jor­nada se salda sin in­ci­den­tes, pero per­sisten los acosos a la Policía Nacional y la Guardia Civil (Xabi Barrena). 

Vozpopuli: El Rey le señala al Gobierno el 155 contra los gol­pistas (Jose Alejandro Vara). Otro ti­tu­lar: El Rey en­tierra la via del ‘diálogo con Puigdemont que quiere el PSOE (Laura Caldito y Gabriel Sanz). Otro ti­tu­lar: Cinco días para eje­cutar el ar­tículo 155 y apartar a Puigdemont de la Generalitat (Tono Calleja). Otro ti­tu­lar: Las grandes em­presas creen que la ten­sión en Cataluña va a afectar al PIB (Jorge Zuloaga). Otro ti­tu­lar: Juan Roig: 'Hay que re­co­nocer que España tiene un pro­blema. Estoy muy preo­cu­pado y asus­tado por Cataluña' (Mario Moratalla). 

El País: El Rey llama a res­taurar el orden cons­ti­tu­cional en Cataluña (M. Alberola y M. Noguer). Otro ti­tu­lar: La Generalitat tras­lada la in­su­rrec­ción a las ca­lles en una jor­nada de de­sór­denes (Miquel Noguer). Otro ti­tu­lar: LA CUP arrastra al so­be­ra­nismo en su es­tra­tegia a favor de la in­de­pen­dencia (Pere Ríos). 

Otro ti­tu­lar: ‘Estarás con­tento con lo que ha hecho tu pa­dre’: hijos de guar­dias ci­viles se van de un ins­ti­tuto tras re­cibir re­pro­ches de dos pro­fe­sores por los in­ci­dentes del do­mingo (Oriol Güell). Otro ti­tu­lar: El pre­si­dente de Mercadona se de­clara ‘preocupado y asus­tado’ por Cataluña (Ramón Muñoz). Otro ti­tu­lar: El PSOE re­prueba a la vi­ce­pre­si­denta y la unidad con el PP se res­que­braja (A. Díez, J.J. Mateo y E. G. de Blas). Esdiario: La fir­meza del Rey borra la son­risa a Puigdemont y Junqueras: su fin está cerca. 

ABC: ‘Es res­pon­sa­bi­lidad de los le­gí­timos po­deres el Estado ase­gurar el orden cons­ti­tu­cio­nal’: el Rey in­dica el ca­mino al Gobierno y avala en un dis­curso di­ri­gido a todos los es­pañoles la toma de me­didas ex­cep­cio­nales contra los gol­pistas de la Generalitat. 

Otro ti­tu­lar: La fe­lonía del PSOE ace­leró la in­ter­ven­ción de Don Felipe. Otro ti­tu­lar: El Gobierno obvia la des­lealtad del PSOE y ‘prepara’ el 155. Otro ti­tu­lar: La Generalitat en­trega la calle a la ex­trema iz­quierda (Daniel Tercero y Pablo Muñoz). Otro ti­tu­lar: ‘¿Peligran mis aho­rros en Cataluña?’; el 2-O in­ten­si­fica las dudas de clientes (María Jesús Pérez y Moncho Veloso). 

Otro ti­tu­lar: El plan B de la gran banca, un se­creto a vo­ces. La Razón: El Rey pide ac­tuar por la ‘deslealtad inad­mi­si­ble’ de la Generalitat. Otro ti­tu­lar: La re­vuelta en la calle abre la vía al de­lito de re­be­lión: Puigdemont se en­fren­taría a entre 15 y 25 años de cár­cel. Otro ti­tu­lar: Insultos en los co­le­gios a los hijos de los agentes por ser ‘criaturas malna­ci­das’. 

El Mundo: El Rey em­plaza a los ‘poderes del Estado’ a acabar con la ‘deslealtad inad­mi­si­ble’ de la Generalitat: ’Han so­ca­vado la ar­monía y la con­vi­vencia en la propia so­ciedad ca­ta­lana lle­gando, des­gra­cia­da­mente, a di­vi­dir­la’. Otro ti­tu­lar: Podemos acusa a Felipe VI de com­pro­me­terse ‘con el PP pero no con la de­mo­cra­cia, España o Cataluña’. Otro ti­tu­lar: Huelga ins­ti­tu­cional en Cataluña y asedio ca­lle­jero al Estado (M.T. Coca y J. Ribalaygue). 

Otro ti­tu­lar: Las efec­tivas fal­se­dades de la pro­pa­ganda in­de­pen­den­tista. Otro ti­tu­lar: CaixaBank a su plan­tilla por la ten­sión en Cataluña: 'Los in­tereses de los clientes guiarán las de­ci­siones fu­turas que hayan de to­marse' (César Urrutia). Otro ti­tu­lar: Oryzon tras­lada su sede de Barcelona a Madrid ‘para op­ti­mizar su re­la­ción con los in­ver­so­res’ (Víctor Martínez). Libertad Digital: El Rey da ejemplo de fir­meza na­cio­nal. Otro ti­tu­lar: Caza a los po­li­cías es­pañoles en Cataluña (Pablo Planas). Otro ti­tu­lar: Citi no des­carta una po­sible ‘rebelión’ en Cataluña con ‘grandes con­fron­ta­ciones vio­len­tas’. 

Eldiario: Duro men­saje del rey contra la Generalitat: ‘Se ha si­tuado al margen de la de­mo­cra­cia’ (Gonzalo Cortizo). Otro ti­tu­lar: PP y PSOE chocan en pleno desafío in­de­pen­den­tista (Irene Castro). Otro ti­tu­lar: Empresarios ca­ta­lanes llaman a un diá­logo ‘urgente’ para acabar con la in­cer­ti­dumbre (Marian Estévez Torreblanca). Otro ti­tu­lar: Críticas in­ternas a la de­ci­sión de Sánchez de re­probar a la vi­ce­pre­si­denta en pleno desafío in­de­pen­den­tista (Irene Castro). 

Público: El rey Felipe VI acusa a los in­de­pen­den­tistas ca­ta­lanes de 'deslealtad inad­mi­si­ble'. Otro ti­tu­lar: Pedro Sánchez man­tiene su po­si­ción entre las pre­siones de Rajoy, Podemos y el PDeCat (Manuel Sánchez). EFE: Las agen­cias de viaje ad­vierten de que la ten­sión en Cataluña puede afectar al tu­rismo en toda España. Economía Digital: Primera gran co­ti­zada en aban­donar Cataluña: la bio­far­ma­céu­tica Oryzon Genomics sale y se ins­tala en Madrid. 

Bolsamanía: El dis­curso del Rey sobre Cataluña: ‘Sin res­peto a la ley, no hay con­vi­vencia de­mo­crá­tica po­si­ble’; ‘En esa España mejor que todos deseamos tam­bién es­tará Cataluña’. Otro ti­tu­lar: HSBC di­buja tres es­ce­na­rios para Cataluña y en dos crece 'la ten­sión' con Madrid (Alberto Sáez). Expansión: Mensaje ex­cep­cional del Monara ante la si­tua­ción de Cataluña: El Rey llama a los po­deres del Estado a ‘asegurar el orden cons­ti­tu­cio­nal’ (Jesús Díaz y Juanma Lamet). 

Otro ti­tu­lar: Juan Roig se muestra ‘preocupado y asus­tado’ por la crisis ca­ta­lana. Otro ti­tu­lar: Mariano Puig: ‘Soy es­pañol y ca­ta­lán, todos de­bemos buscar una so­lu­ción’. El Economista: Temor em­pre­sa­rial a que el se­ce­sio­nismo se des­borde: el Gobierno alerta del riesgo para el tu­rismo por la falta de es­ta­bi­li­dad. Otro ti­tu­lar: Los in­ver­sores apenas venden deuda por el temor a un Catalexit (Carlos Jaramillo). Otro ti­tu­lar: Felipe VI: ‘La con­ducta irres­pon­sable ame­naza la es­ta­bi­lidad so­cial y eco­nómi­ca’. 

Cinco Días: Máxima ten­sión po­lí­tica y eco­nó­mica: mo­vi­li­za­ciones ma­sivas contra la ac­tua­ción po­li­cial pa­ra­lizan Cataluña; Caixa y Sabadell ase­guran que de­fen­derán a sus clien­tes, ac­cio­nistas y em­plea­dos; Oryzon mueve su sede a Madrid. Otro ti­tu­lar: El Rey a la na­ción: ‘Es res­pon­sa­bi­lidad del Estado ase­gurar el orden cons­ti­tu­cio­nal’. Otro ti­tu­lar: La banca y el BCE ayudan a evitar un im­pacto mayor en la deuda es­pañola. Otro ti­tu­lar: Las en­ti­dades ca­ta­lanas no per­ciben una mayor re­ti­rada de de­pó­si­tos. 

Otro ti­tu­lar: Roig, ‘muy asus­ta­do’, apela al diá­logo. OKdiario: El PP del Senado su­giere el uso del Ejército ‘en de­fensa de la unidad de España’, en apli­ca­ción del ar­tículo 8 de la Constitución (Carlos Cuesta). Otro ti­tu­lar: Felipe VI tras­lada su apoyo a la ‘mayoría si­len­ciosa’ de Cataluña (Luz Sela). Otro ti­tu­lar: El Gobierno tran­qui­liza a los pen­sio­nistas ca­ta­la­nes: se­guirán co­brando ‘pase lo que pase’ (Lorenzo Ramírez). Otro ti­tu­lar: Citi teme una ‘rebelión ci­vil’ en Cataluña si se aplica el ar­tículo 155. 

ECONOMÍA
Capital Madrid: El Gobierno pa­gará 400 mi­llones más in­tereses a las eléc­tricas por el bono so­cial de 2015 y 2016: el Ejecutivo tiene re­cu­rrida la sen­tencia del Supremo ante el Tribunal Constitucional, y mien­tras, Iberdrola y Red Eléctrica se sienten 'mal tra­ta­das' por JP Morgan al re­bajar sus re­co­men­da­ciones (Julián Gonzalez). El Economista: Nadal de­vuelve a las eléc­tricas 500 mi­llones del bono so­cial: usará la mitad de la hucha del su­pe­rá­vit. Otro ti­tu­lar: Fomento ga­ran­tiza la fi­nan­cia­ción de todos los tramos del Corredor Mediterráneo (Olivia Fontanillo). 

Expansión: Temor em­pre­sa­rial a la frac­tura del Corredor Mediterráneo (C. Morán). El Español: El Corredor Mediterráneo, la gran obra para volver a ver­te­brar España: Juan Roig, pre­si­dente de Mercadona, re­clama una in­fra­es­truc­tura 'circular' además de 'radial' para un 'gran país' (Juan Carlos Martinez). Cinco Días: El mi­nistro de Fomento des­taca que el pa­sillo fe­rro­viario es el pro­yecto más im­por­tante de España: De la Serna sitúa el Corredor Mediterráneo ‘frente a los que quieren romper el país’. 

EMPRESAS
Capital Madrid: Las ace­reras se con­vierten en la re­sis­tencia cí­clica ante la in­cer­ti­dumbre po­lí­tica: los me­tales in­dus­triales vuelven a re­cibir in­ver­siones des­pués de un pe­riodo in­cierto, y Acerinox y ArcelorMittal se con­vierten en ac­tivos re­fugio ante la ten­sión de Cataluña (Héctor C. Llamas). Cinco Días: Atlantia dis­pone de margen para subir la opa sobre Abertis a 18 euros para frenar a ACS. Otro ti­tu­lar. Las eléc­tricas ul­timan el re­levo de Eduardo Montes en Unesa. Expansión: Ericsson ne­gocia con Dominion una alianza para li­derar el mer­cado es­pañol de redes (I. del Castillo). El Economista: Telepizza ofrece a Pizza Hut ges­tionar su marca fuera. 

SECTOR FINANCIERO
Europa Press: Inspectores del Banco de España dicen que Bankia salió a Bolsa con las pro­vi­siones 'pintadas'. Otro ti­tu­lar: Los ins­pec­tores del Banco de España tildan de 'grosería' la va­lo­ra­ción de Deloitte sobre el Popular. Cinco Días: La co­lo­ca­ción de Bankia este año se com­plica. Otro ti­tu­lar: BBVA, Tagobank y Abanca pre­sentan ofertas por la fi­lial de Deutsche Bank. Otro ti­tu­lar: Los ins­pec­tores del BdE arre­meten contra la nueva re­gu­la­ción ban­caria (Ángeles Gonzalo Alconada). Expansión: Santander lanza una ofen­siva para crecer en banca mó­vil. El Economista: El pa­tri­monio en fondos marca su ré­cord con 254.901 mi­llo­nes: logra sumar 19 mese con­se­cu­tivos con en­tradas de di­nero netas (Arantxa Rubio). 

OPINIÓN
Editorial en El País: ‘Firmeza de­mo­crá­ti­ca’. Otro edi­to­rial: ‘Un Govern an­ti­ca­ta­lán: frente a la in­sur­gencia urge una pro­puesta po­lí­tica para la ma­yo­ría’. Isabel Coixet en el mismo dia­rio: ‘Tierra de na­die: me doy cuenta de que en Cataluña no hay sitio para mí ni para nadie que ose pensar por su cuen­ta’. Alfredo Pérez Rubalcaba en el mismo dia­rio: ‘Ganar a los in­de­pen­den­tis­tas: una so­lu­ción po­lí­tica debe in­cluir que vo­te­mos, pri­mero jun­tos, una re­forma de la Constitución y que luego los ca­ta­lanes voten un nuevo Estatuto’. 

Francesc de Carreras en el mismo dia­rio: ‘Trapero: había que mos­trar al mundo que era España quien apo­rreaba a Cataluña y no al re­vés’. Editorial en La Vanguardia: ‘Tensión en au­mento ‘. Enric Juliana en el mismo dia­rio: ‘Artículo 155 a la vista: dis­curso muy se­vero del Rey, ca­ce­ro­lada in­tensa en Barcelona, y un tre­mendo di­lema para la Generalitat’. Jesús Cacho en Vozpopuli: 'El rey Felipe VI le hace el tra­bajo a Mariano Rajoy'. Gabriel Sanz en el mismo me­dio: ‘La prisas juegan a Sánchez una mala pa­sa­da’. 

Editorial en El Periódico: ‘Una pro­funda crisis de Estado; de­cenas de miles de ca­ta­lanes se ma­ni­fiestan antes de un men­saje del Rey muy duro con la Generalitat‘. Enric Hernández en el mismo dia­rio: ‘Dignidad por en­cima de las ban­de­ras: la ma­siva pro­testa contra la re­pre­sión del 1-O in­ter­pela tam­bién al in­de­pen­den­tismo, que solo am­pliará su base si re­nuncia a la uni­la­te­ra­li­dad’. Editorial en El Mundo: ‘Escuchen al Rey: res­tauren la ley en Cataluña’. 

Lucía Méndez en el mismo dia­rio: ‘Un Felipe VI que no co­no­cía­mos: ni para el Rey ni para nadie el fu­turo será lo que ten­dría que ser’. Eduardo Álvarez en el mismo dia­rio: ‘Un dis­curso va­liente y muy arries­ga­do’. Editorial en OKdiario: ‘Que tome nota Pedro Sánchez: está ju­gando a la am­bi­va­len­cia’. Editorial en Libertad Digital: ‘La gra­vedad del Rey y la irre­so­lu­ción del Gobierno; el mag­ní­fico dis­curso del Rey ha puesto en ban­deja al Poder Ejecutivo la sus­pen­sión de la Administración au­to­nó­mica ca­ta­lana, en manos de los gol­pis­tas'. 

Editorial en El Español: ‘El 23-F del Rey Felipe VI: el men­saje de Felipe VI ha sido tan con­tun­dente como ne­ce­sario para ga­ran­tizar la fia­bi­lidad y so­lidez de la de­mo­cracia es­pañola, res­tañar fi­suras entre PP, PSOE y C's, y en­cauzar la res­puesta del Estado ante la crisis más grave de las úl­timas cuatro dé­ca­das’. Ferrer Molina en el mismo me­dio: ‘La noche que Felipe VI le en­señó la puerta a Rajoy’. Guillermo Cortázar en el mismo me­dio: 'Vuelven los neo­to­ta­li­ta­rios'. Editorial en Cinco Días: ‘La obli­ga­ción del Estado es res­ta­blecer el orden cons­ti­tu­cio­nal‘. José Antonio Vega en el mismo dia­rio: ‘Lo de Cataluña’ atrapa la eco­no­mía’. 

Bernardo de Miguel en el mismo dia­rio: ‘El con­flicto tam­bién di­vide a Europa’. Miguel Blasco en Esdiario: 'Secesionistas con­vierten Cataluña en un in­menso pi­quete contra España y la ley'. Editorial en La Razón: ‘Un dis­curso va­liente y ne­ce­sa­rio’. Editorial en ABC: ‘El Rey llama al Estado a de­fen­der­se’. 

José Antonio Zarzalejos en El Confidencial: ‘Felipe VI se ju­gaba la Corona y ayer se la ga­nó’. Joan Tapia en el mismo me­dio: ‘Al borde del pre­ci­pi­cio: anoche ha­bría sido mejor que el Rey no com­pa­re­ciera y que el mi­nisro Zoido anun­ciara su di­mi­sión’. Ignacio Varela en el mismo me­dio: ‘Intervención de emer­gencia y com­pro­miso sin con­ce­sio­nes’. 

Fernando Garea en el mismo me­dio: ‘La le­yenda de Rajoy: re­nunció a abordar la re­la­ción con Cataluña y la re­forma de la Constitución cuando es­taba en mejor si­tua­ción en el Congreso y el in­de­pen­den­tismo tenía menos apo­yo’. Alberto Garzón en Público: 'Sobre el dis­curso del jefe de Estado: ha sido la­men­ta­ble, y su tono an­ti­pá­tico y hos­til. No ha es­tado a la al­tura del mo­mento po­lí­tico. En vez de puen­tes, el jefe de Estado ha puesto un frontón que ali­menta la ten­sión y el con­flicto tanto en España como en Catalunya'. 



(*) Periodista


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