MOLINA DE SEGURA.- La titular del Juzgado de Instrucción nº 5 de Molina ha decretado la
apertura de juicio oral contra Ion Valentín, Constantin Stan, Juan
Cuenca y Serafín de Alba, imputados por el asesinato de la pareja de
holandeses Ingrid Visser y Ludewijk Severin en Murcia. El procedimiento
será por Jurado Popular en un juicio que se celebrará en la Audiencia
Provincial de Murcia.
Así, para Juan Cuenca, el ex gerente del Club Voleibol Murcia en
el que jugó la asesinada, y los rumanos Valentin Ion y Constantin Stan
interesa la pena de 25 años de prisión por cada uno de los dos delitos
de asesinato, con la agravante de ensañamiento, así como inhabilitación
especial para el derecho de sufragio pasivo durante el tiempo de la
condena y para cada uno de los acusados. Los tres deberán indemnizar a
la familia en 50.000 euros para cada uno.
Para Serafín de Alba,
por el delito de encubrimiento, pide la pena de tres años de cárcel e
inhabilitación especial para el ejercicio del derecho de sufragio pasivo
durante la condena e imposición de costas para todos los acusados.
La
acusación particular se suma a las penas que se interesan, pero en
cuanto a la indemnización, reclama para la madre y hermano de la
jugadora de Voleibol las cantidades de 100.000 euros y 50.000
euros respectivamente. Respecto de las hijas del hombre fallecido, 60.000 euros para cada una de ellas.
Las
defensas de Constantin, Juan Cuenca y Serafín piden su absolución,
mientras que el abogado de Ion Valentin considera que los hechos son
constitutivos de un delito de lesiones y de encubrimiento, e interesa
que se dicte sentencia absolutoria.
El
abogado de las familias de las víctimas, Javier Martínez, ha asegurado, que "por las fechas que nos estamos moviendo y el verano
de por medio", el juicio por el conocido como 'caso Visser' no se
celebrará antes del primer trimestre de 2016, "en el mejor de los casos
en el último cuatrimestre de este año".
Al tiempo que ha indicado
que la petición de la defensa "no va a tener ninguna incidencia
procesalmente", según Martínez, "el procedimiento está avanzado, a la
espera de que nos vengamos a Murcia", mostrándose disconforme "con que
se haya producido ningún tipo de indefensión, que es lo que se está
alegando ahora por la defensa".
En ningún caso, ha insistido el
letrado, que pide al igual que el Ministerio Fiscal, la apertura del
juicio oral, "se ha generado ningún tipo de indefensión".
Visser
y su pareja sentimental, Severin, residieron durante varios años en
Murcia, en cuyo equipo de Club Voleibol Murcia 2005, ella jugó las
temporadas 2009-10 y 2010-11. El mencionado club estaba contratado como
gerente, el acusado Juan Cuenca.
El club empezó a tener problemas
económicos muy graves, hasta su disolución en julio del año 2011, por lo
que dejó de pagar el dinero de la ficha, a varias jugadoras, entre
ellas a Visser, a la que debía una cantidad no determinada, que rondaba
los 60.000 euros. Severein, que actuaba como representante de su pareja
sentimental, entabló relaciones comerciales con Cuenca, en reclamación
de las cantidades debidas.
Estas negociaciones culminaron en la
constitución de una sociedad en Gibraltar en marzo de 2013, llamada
Granmar Stone Trade Limited. A través de la mencionaba sociedad los dos
socios pensaban canalizar el pago de las cantidades debidas a la
jugadora así como las ganancias de otros negocios iniciados por los
mismos, que no han podido ser concretados.
Precisamente por esto,
el auto sostiene que Severein y Cuenca tenían frecuente contacto
telefónico, por correo electrónico y personal, llegando a verse en
alguna ocasión en las ciudades de Valencia y Alicante, para gestionar la
creación de la sociedad mencionada así como el cobro de la deuda.
Con
motivo de una visita médica a Murcia -Ingrid estaba en tratamiento para
ser madre-, reservaron una habitación en el hotel Churra Vistalegre
situado en la ciudad de Murcia y para la segunda noche, reservaron una
habitación en el Hotel Patilla de la localidad de Santa Pola, muy
cercana al aeropuerto de Alicante.
Durante esa semana, Juan Cuenca
y Lodewijk Severein, hablaron en numerosas ocasiones, en especial los
días 7, 8, 9 y 11 de mayo, conversaciones, durante las cuales, el
ciudadano holandés le informó de que se desplazaba a Murcia junto con su
pareja, para una visita médica, concertando una cita para la tarde
noche del día 13 de mayo, en el Pabellón Príncipe de Asturias, antigua
sede del Club de Voleibol.
Por ello, el Fiscal sostiene que Cuenca
decidió acabar con la vida de su acreedor trazando un plan, consistente
en la contratación de personas que acabaran con su vida. Para ello
debía alquilar una casa rural apartada y debido a la altura y la
corpulencia de la víctima, planificó el descuartizamiento del cadáver
para facilitar así su enterramiento.
Para ello, añade que contactó
con el acusado Valentín Ion los días 8, 10 y 11 de mayo, para fijar los
detalles del "macabro plan". Asimismo, Valentín Ion, contactó con su
compatriota, el también acusado Constantin Stan, con antecedentes
penales por delitos muy violentos en su país de origen y con formación
militar, para que le "auxiliase en la ejecución de las muertes, ya que
al ser informados que también vendría Ingrid, se decidió matarla a ella
también".
Según el auto, Cuenca pactó con Valentín y Constantin,
que les pagaría una parte del dinero el día 13 de mayo por la mañana y
la cantidad restante a la vuelta en Valencia. Juan se comprometió a
trasladarlos a Murcia y a suministrarles todos los instrumentos
precisos.
Para la ejecución del plan, necesitaban una vivienda en
un lugar apartado y discreto, en el que pudieran darles muerte sin
riesgo para sus vidas y sin levantar sospechas, por lo que Juan Cuenca
Lorente, habló con Maria Rosa Vázquez, persona a la que conocía de su
época de gerente del Club de Voleibol Murcia 2005.
Vázquez
contactó con la propietaria de una casa rural situada en el paraje de La
Hurona en el Fenazar, para alquilarla desde el
lunes 13 de mayo hasta el viernes 17 de mayo, por 400 euros. Cuenca, no
tenía liquidez, por lo que llamo al acusado Serafín de Alba y Luis, con
el que tenia una estrecha relación de amistad de muchos años, le pidió,
sin que pueda probarse que él tenia conocimiento para que iba a
emplearse el dinero, 2.000 euros para pagar la casa rural y el adelanto a
Constantin Stan y a Valentín Ion.
El día 13, Vázquez recogió a
la pareja de holandeses y los llevó a la casa rural "sin tener
conocimiento de los planes mortales". Ambos entraron en la vivienda,
siendo recibidos por Cuenca, Stan e Ion, en el salón de la misma. Sin
poder concretar el momento exacto de la muerte, los tres acusados
ejecutaron su plan en las siguientes horas.
Después de acabar con
el embalaje de los cuerpos, el auto considera que limpiaron en
profundidad el salón y demás dependencias de la casa rural, para borrar
cualquier huella, resto de sangre o hueso humano, por lo que Cuenca se
causó heridas abrasivas con el producto de limpieza en los antebrazos.
Como
no sabían qué hacer con los cuerpos, Cuenca llamó a Serafín de Alba,
contándole lo sucedido y pidiéndole permiso para enterrar los restos en
una casa de la huerta. Serafín consintió y les ayudo para realizar el
enterramiento de los cadáveres en la finca de su propiedad.