sábado, 30 de mayo de 2015

Bascuñana y quien resiste, gana / Vera Mª Cubí

Ese parece ser su lema pero sin dejar de ser activo y hacerse necesario, imprescindible, ante la adversidad. Se nota su antigua pertenecia a una orden religiosa para saber el valor de la orientación cuando surge la incertidumbre y también aquello de, a grandes males, grandes remedios. Bascuñana es un superviviente, ahora recalado en puerto, monógamo en todos los sentidos y que da valor a la lealtad en su traducción asexuada de fidelidad. 

Con todo este bagaje y su eventual reacción imprevista, Valcárcel no se atreve a proponer directamente su cese para evitar darle, y que le dé un disgusto, a menos que la iniciativa salga de Moncloa y no directamente de Génova, a raíz de la detención del delegado del Gobierno en Valencia. Aunque el caso de don Serafín poco, o nada, tenga que ver con el de don Joaquín, todo sea dicho en justicia, pero, claro, el denominador común es el de presunta corrupción en ambos casos. Por lo que no queda más remedio que enmascarar los cambios dentro de una amplia recombinación en delegaciones y subdelegaciones del Gobierno si las elecciones generales se hacen en su fecha de muy finales de noviembre.
 
Intuyo que la semana que acaba, con la formación en el PP murciano de un Comité de Pactos integrado por viejas glorias y nuevos valores, es el inicio de la cuenta atrás de un relevo esperado, cantado y más que probable en Teniente Flomesta si nos atenemos al desfile obligado de doña Pilar en Cartagena por exigencias del nuevo guión surgido la misma noche del 24-M. Al menos tres nombres se barajan para suceder al antiguo hermano marista: el de un jóven valor aún sin su sitio adecuado, el de un alto responsable de servicio público vital para la ciudadanía y amplia experiencia en administración pública, y el de un político de largo recorrido municipal, aparte de profesional liberal de reconocido prestigio con un talante democrático y moderado.

Tras quedar un poco noqueado y reaccionar la misma noche electoral gracias al pensamiento estratégico del 'sanedrín de Valcárcel' hospedado, eso sí, por Bascuñana como anfitrión y pensador de ideas para el debate, el PP parece haber arrebatado la iniciativa de negociación y pacto un tanto generalizado al resto de formaciones en liza pese a que Albert Rivera también tendrá algo que decir, finalmente, en los casos de la Región de Murcia que hayan de pasar, casi forzosamente, por Ciudadanos.

Resulta más que patético observar como el PSRM recibe las calabazas públicas de Podemos o cómo desde el centro-izquierda viven pendientes de los signos que se emitan desde el PP. El gran problema de los 'populares' es que todos los demás se piensan muy mucho el ir con las gentes de Rajoy y Valcárcel con unas elecciones generales en el horizonte, de resultado algo incierto a tenor de un primer pronunciamiento del electorado por su desconfianza hacia la solidez y coherencia de las formaciones emergentes, tanto de centro como de izquierda, la fragmentación de las fuerzas progresistas y el gran voluntarismo disfrazado de ciudadanía, dando a enteder una alianza, que es ficticia, con teóricas fuerzas sociales que no pasan más allá de ser espectros, al menos en la Región de Murcia.

Vamos a ver lo que pasa ahora en Cartagena para poder atisbar por donde pueden ir el resto de los tiros. 

Porque en Cartagena se avecina muy pronto un revisionismo a fondo de la 'etapa Barreiro', que puede deparar grandes sorpresas a cartageneros de pro y sus habituales capataces. Y que puede impedir, casi con toda seguridad, que la actual diputada nacional no vaya en la lista del PP en las próximas elecciones generales por la provincia de Murcia por decisión directa de Valcárcel (que aún será presidente del partido hasta 31 de diciembre de este año por lo menos), obligado por todo lo que vaya aflorando y como respuesta a la especie de chantaje político hecho al ex presidente a cambio de no ponerlo en un brete ante la Sala de Lo Penal del Tribunal Supremo. La renuncia hoy en Murcia a su acta renovada de concejal por exigencia de la organización es el epílogo de un largo desencuentro de meses entre los clanes y tramas del PP en Cartagena y Murcia, cuyo último acto aún no está escrito y promete un desenlace excelente para nuestra democracia.

P.D.- Cuando los agricultores murcianos más necesitan conjurar el embargo-veto a nuestras exportaciones agrícolas a Rusia, viene Putin y le pasa factura a Ramón Luis Valcárcel por aquel viaje invernal a Kiev, donde mantuvo contactos con la mafia política ucraniana que, lógicamente, no sirvieron para nada práctico a la Región de Murcia ni a ninguna otra de la Unión Europea representada en el Comité de las Regiones que, a la sazon, él presidia por turno. Personalmente, y como buen fascista de siempre que es, nuestro ex presidente sí debe estar de enhorabuena por tener, finalmente, el honor de que los ex comunistas soviéticos lo distingan con este castigo político que, estoy segura, va a tener a gala el resto de sus días como gran logro.

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