lunes, 9 de agosto de 2021

Descubren un fármaco usado para tratar la tenia que podría ser efectivo contra el coronavirus y otro israelí que lo cura

 

SAN FRANCISCO/BOSTON/JERUSALÉN.- Un grupo de medicamentos que se prescriben desde hace tiempo para tratar la tenia ha inspirado un compuesto que muestra una doble eficacia contra el coronavirus en estudios de laboratorio, según una investigación realizada por el Scripps Research Institute (Estados Unidos) que aparece en la revista 'ACS Infectious Disease'.

El compuesto, que forma parte de una clase de moléculas denominadas 'salicilanilidas', se diseñó en el laboratorio del director del Instituto Worm de Scripps Research (imagen), centrado en las infecciones parasitarias Kim Janda.

 "Se sabe desde hace 10 o 15 años que las salicilanilidas funcionan contra ciertos virus", dice Janda. "Sin embargo, tienden a estar restringidas al intestino y pueden tener problemas de toxicidad", añade. El compuesto de Janda supera ambos problemas, en pruebas con ratones y células, actuando como antiviral y como medicamento antiinflamatorio, con propiedades que auguran su uso en forma de píldora.

Las salicilanilidas se descubrieron por primera vez en Alemania en la década de 1950 y se utilizaron para tratar las infecciones por gusanos en el ganado. Hoy en día se utilizan versiones que incluyen el fármaco niclosamida en animales y humanos para tratar la tenia. También se han estudiado sus propiedades anticancerígenas y antimicrobianas.

Por otra parte, ingenieros del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) y de la Universidad de Harvard, en Estados Unidos, han diseñado un pequeño dispositivo de sobremesa que puede detectar el coronavirus a partir de una muestra de saliva en aproximadamente una hora. En su nuevo estudio, publicado en la revista Science Advances, han demostrado que el diagnóstico es tan preciso como las pruebas de PCR que se utilizan actualmente.

El dispositivo también puede utilizarse para detectar mutaciones víricas específicas relacionadas con algunas de las variantes del SRAS-CoV-2 que circulan actualmente. Este resultado también puede obtenerse en una hora, lo que podría facilitar el seguimiento de las distintas variantes del virus, especialmente en regiones que no tienen acceso a instalaciones de secuenciación genética.

"Demostramos que nuestra plataforma puede programarse para detectar las nuevas variantes que surjan, y que podríamos reutilizarla con bastante rapidez", afirma James Collins, profesor Termeer de Ingeniería y Ciencias Médicas en el Instituto de Ingeniería y Ciencias Médicas (IMES) y el Departamento de Ingeniería Biológica del MIT.

Finalmente, y según informa The Jerusalem Post, el Centro Médico Sourasky, en Tel Aviv (Israel), ha desarrollado un fármaco llamado EXO-CD24, que ha logrado curar al 93% de los 90 pacientes con coronavirus que sufrían un cuadro grave de la enfermedad y que participaron en la fase II del ensayo, haciendo que recibieran el alta en no más de cinco días. El ensayo se llevó a cabo en Atenas porque Israel no tenía suficientes pacientes relevantes.

El ensayo en fase II confirmó los resultados de la fase I, que se llevó a cabo en Israel el invierno pasado y en la que 29 de los 30 pacientes con Covid grave o moderado se recuperaron en unos días.

"El objetivo principal de este estudio fue verificar que el medicamento sea seguro", dijo el profesor Nadir Arber. "Hasta el día de hoy no hemos registrado ningún efecto secundario significativo en ningún paciente de ambos grupos".

"Es importante recordar que 19 de cada 20 pacientes con Covid-19 no necesitan ninguna terapia", dijo Arber. "Después de un ingreso de cinco a 12 días, alrededor del 5% de los pacientes comienzan a deteriorarse".

La principal causa del deterioro clínico es una sobreactivación del sistema inmunológico, también conocida como tormenta de citocinas. En el caso de los pacientes con Covid-19, el sistema comienza a atacar las células sanas de los pulmones. "Este es exactamente el problema al que se dirigen nuestros medicamentos", dijo.

Arber y su equipo desarrollaron el fármaco basándose en una molécula que el profesor ha estado estudiando durante 25 años llamada CD24, que está presente de forma natural en el cuerpo. CD24 es una pequeña proteína que está anclada a la membrana de las células y cumple muchas funciones, incluida la regulación del mecanismo responsable de la tormenta de citocinas. [Leer aquí la información completa]

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