jueves, 23 de abril de 2020

Una subida salarial indecente / Miguel Hernández Valverde *

Mientras más de quince mil Expedientes de Regulación de Empleo Temporal están sobre la mesa de la Administración Regional, para su tramitación, mientras este país y esta región está viviendo su mayor crisis sanitaria, económica, social y laboral de los últimos cien años, mientras miles y miles de trabajadores murcianos y murcianas ven su futuro otra vez negro, mientras todos los actores económicos nacionales e internacionales prevén una caída de nuestro PIB entre el 8 y el 15%, mientras millones de españoles y españolas vuelven a las listas del paro, ayer en Murcia, una Asamblea Regional, con los votos a favor de Partido Popular, Ciudadanos y Vox respaldando, aprobó una subida salarial de casi tres mil euros, para el Presidente López Miras: Una subida salarial en estos momentos. Indecente.

Me da igual que sea para equiparar su salario a las de la portavoz y la vicepresidenta, por cierto, van a ganar cada uno de ellos, setenta y cinco mil euros al año más dietas, y eso que apenas tienen demostrada capacidad alguna en la empresa privada, más aún, todos ellos y ellas llevan prácticamente viviendo de la política su corta pero intensa vida laboral.

Pero más allá de derechos y equiparamientos, hay una cosa que la nueva clase política no conoce: la ética y la moral.

Es inmoral que cuando un pueblo sufre una crisis descomunal, cuando vamos a encontrarnos personas que no van a poder pagar ni su recibo de autónomo, su hipoteca o simplemente tendrán que elegir pagar el recibo del agua o la luz o comer, el máximo representante político regional, en pleno tsunami, en pleno huracán, en plena tormenta, levante la mano él y sus socios para aprobar unos presupuestos vergonzosos y falsos, pero sobre todo, aceptar el artículo 26 donde se retribuye al presidente tres mil euros anuales.

Ahora en estos momentos me acuerdo cuando también en plena crisis del Mar Menor, aquellas inundaciones que afectaron a San Javier, San Pedro y Los Alcázares, en diciembre de 2015, creo recordar si la memoria no me falla, mientras en la puerta del ayuntamiento de San Javier había una mesa pidiendo aportaciones de los ciudadanos para ayudar a los damnificados por las riadas, el hoy alcalde y un concejal, hoy consejero, se subieron el salario un 30 y un 40% respectivamente, mil euros mensuales. 

A veces en la vida, uno tiene que saber cual es su precio, y el presidente ha demostrado que esta decisión lo sube al tren de la indecencia. Me duele, porque también es mi presidente, que cuando un pueblo se hunde en la crisis, alguien se atreva a levantar la mano para subirse el sueldo doscientos cincuenta euros al mes. Miserables.

Hace un mes, pedí públicamente que el 2% que el gobierno de España nos subió el salario a los empleados públicos, fueran destinados a la compra de material para los compañeros del Servicio Murciano de Salud, desde celadores a médicos, desde limpiadores a enfermería. 

Hoy otra vez, hago este llamamiento.



ERTE’s: La Comunidad Autónoma en manos de aficionados


Es lo que pasa cuando pones al frente de la primera empresa de esta región a gente que desconoce las estructuras y su funcionamiento. Cuando se pide que cualquier cargo público, que no haya pasado ya un proceso selectivo para ingresar en la administración pública, sea obligatorio pasar por una formación administrativa mínima, es simplemente para que no ocurra episodios tan lamentables como estos.

Lo ocurrido en la Consejería competente en materia de empleo es el ejemplo más claro de lo que algunos, públicamente los puedo contar con los dedos de una mano, venimos denunciando reiteradamente ante la pasividad de casi todos los agentes implicados. Cientos de empleados públicos siguen todo lo que está ocurriendo atónitos, algunos se echan las manos a la cabeza, pero nadie se atreve a levantar la mano y menos la cabeza para pedir explicaciones, lógico, lo mismo se la cortan, la cabeza me refiero, funcionarialmente hablando claro, y los que lo hacen, terminan en los tribunales o cerca del infarto y la ansiedad.

Que cuando estamos en medio de la mayor crisis económica y laboral, sean cesados los responsables de tramitar los Expedientes de Regulación de Empleo Temporal, debería llevar inexorablemente la dimisión irrevocable de su máximo responsable.

Un ex Director General de la Función Pública está ahora mismo, técnicamente hablando, al frente de un servicio que estaba haciendo aguas por todas partes, y que gracias a él (y los técnicos), que de forma voluntaria, que nadie olvide este detalle, se ofreció a participar en la tramitación de los miles de expedientes de regulación temporal de empleo que llegaban por miles cada día hasta las dependencias autonómicas, están saliendo adelante.

El personal que ahora mismo está tramitando estos expedientes, no dan abasto, saben que muchos empresarios están aprovechando que el ‘Pisuerga pasa por Valladolid’ para introducir sus expedientes, y dichos técnicos saben que más tarde que temprano, la inspección de trabajo y el propio Servicio Estatal de Prestaciones (SEPE), echará para atrás muchos de estos expedientes, ¿Y entonces que pasará?.

La Comunidad Autónoma lleva demasiado tiempo en manos de aficionados, de jóvenes que juegan a la política como el que tiene un juguete, muy caro por cierto, en sus manos. Creen que su misión es solo marcar los objetivos, y que el personal se encargará de llevar los procedimientos, y si algo es improcedente o ilegal, siempre habrá algún empleado público afín o interino, que por siglas o por miedo, avalará el capricho del alto cargo correspondiente.

Llevo meses denunciando que hay direcciones generales sin trabajadores, que en la Intervención se han creado puestos a medida, que en el INFO la transparencia brilla por su ausencia, que estamos en manos de ‘inmaduros’, lo dijo la propia Vicepresidenta en relación a su Presidente, y así podríamos seguir, hasta una parte del Consejo Jurídico, un órgano que debería ser santo y seña de ejemplariedad y objetividad, se ha visto involucrado en procesos nada ejemplarizantes en relación a una conocida cofradía murciana, hasta estos niveles llega la red.

La llegada en tromba de Ciudadanos a las instituciones, en las que anunciaban traer sangre nueva y fresca, otra forma de entender la administración, decían, solo ha traído descoordinación, desorientación, amiguismo, subjetividad. En otras palabras, más de lo mismo. El único problema es que ahora hay que mantener dos chiringuitos.

Los expedientes de regulación de empleo temporal saldrán adelante gracias no a la dirección ni a la consejería, sino a los técnicos que han decidido remangarse y empezar a sacar tierra del bancal, y lo único que se le ocurre al departamento, es poner a otra persona que desconoce aún más los procesos. Lo único que esperan los trabajadores es que por lo menos no entorpezca, así que – lo mejor que podría hacer, me dice una de ellas, es que la nueva Directora se quede en su casa mientras dure la cuarentena – de este modo, nos aseguramos que por lo menos, no entra como elefante en una cacharrería.

Sin duda Ciudadanos está batiendo todos los récords posibles, lleva en apenas medio año en el gobierno una mochila llena de ceses, dimisiones y hasta condenados. Menos mal que venían a regenerar la política.

Suena mi teléfono, es un ex alto cargo naranja

Dime, ¿por dónde andas, que estás perdido?, le pregunto
En casa. ¿Has visto la banda que tenemos?
Si, ya me estoy dando cuenta
Pues esto es solo la punta del iceberg. Una banda Miguel, una banda.
¿Una banda o un clan?
Una banda.




(*) Funcionario de la CARM. Personal Estatutario del SMS y Funcionario de la Tesorería Territorial en excedencia.

No hay comentarios: