jueves, 23 de abril de 2020

El obispo de Orihuela, reliquia en mano, bendijo con la Santa Faz a todos los alicantinos de la diócesis


ALICANTE.- La pandemia de la Covid-19 (coronavirus) obligó hoy a que únicamente trece personas participasen en la misa del día de la Santa Faz en el monasterio donde se guarda desde hace más de cinco siglos uno de los pliegues sagrados con los que, según la tradición cristiana, la Verónica secó el rostro de Cristo en su camino al monte Calvario. Posteriormente, desde el exterior del templo, el obispo Murgui, reliquia en mano, bendijo con la Santa Faz a todos los alicantinos en  los cuatro puntos cardinales de la diócesis de Orihuela-Alicante.

A causa de la pandemia del Covid-19, se ha suspendido la tradicional peregrinación de hoy con decenas de miles de romeros desde la concatedral de San Nicolás de Bari hasta el monasterio de Santa Faz, a unos 8 kilómetros del casco urbano de Alicante.
La reliquia, que se custodia en el viejo caserón desde 1489 (hace 531 años), ha sido extraída de manera extraordinaria para hacer la tradicional bendición en el complejo del monasterio respetando al máximo las medidas de seguridad sanitaria y distanciamiento contempladas en el estado de alarma.
Una vez que se ha descartado la idea inicial de trasladar el sagrado pliegue al castillo de Santa Bárbara para realizar desde allí la bendición, los actos litúrgicos en torno a la Santa Faz han sido emitidos por la televisión local y la municipal para que pudieran ser seguidos por los fieles.
A las 9.30 horas se ha celebrado la eucaristía presidida por el obispo de Orihuela-Alicante, Jesús Murgui, y concelebrada por cuatro sacerdotes: el deán del cabildo, el capellán de Santa Faz y los párrocos de Sant Joan d’Alacant y Mutxamel.
La misa ha sido en el altar mayor con la Santa Faz en su sagrario, y ha sido cantada por la comunidad religiosa de las Hermanas Agustinas.
Y han estado presentes, siempre guardando las debidas distancias de seguridad sanitaria, el canónigo custodio, el síndico (el concejal Manuel Villar), el caballero custodio (Salvador Laci) y el secretario del ayuntamiento (Gonzalo Canet Fortea).
Además, estaban dentro del templo un cámara de televisión para emitir la señal institucional municipal, un fotógrafo oficial y dos miembros del gabinete de prensa y comunicación del Ayuntamiento.
Una vez terminada la misa, se ha procedido a la extracción de la Santa Faz de su sagrario por parte del canónigo custodio, el síndico, el rector, el caballero custodio y el secretario.
Durante el acto, se efectuaron las habituales palabras del secretario antes de que se muestren las llaves, se comprueben las cerraduras y se proceda a la apertura del camarín.
A continuación se trasladó la custodia a la explanada exterior para la impartir por cuatro veces, a todos los confines de la diócesis oriolana, la bendición a la provincia de Alicante y sus fieles, y una vez finalizada la liturgia el obispo devolvió la Santa Faz al rector del monasterio para ser portada de nuevo hasta su camarín.
Antes de ser depositada en ese lugar sagrado, se bendijo a las hermanas que se encontraban en el coro bajo, a las que posteriormente el Ayuntamiento entregó un donativo, concretamente de manos del concejal Manuel Villar a la madre superiora.

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